domingo, 9 de junio de 2019
"O todos o ninguno". Poema de Bertolt Brecht.
Esclavo, ¿quién te liberará?
Los que están en la sima más honda
te verán, compañero,
tus gritos oirán.
Los esclavos te liberarán.
O todos o ninguno. O todo o nada.
Uno sólo no puede salvarse.
O los fusiles o las cadenas.
O todos o ninguno. O todo o nada.
Hambriento, ¿quién te alimentará?
Si tú quieres pan, ven con nosotros,
los que no lo tenemos.
Déjanos enseñarte el camino.
Los hambrientos te alimentarán.
O todos o ninguno. O todo o nada.
Uno sólo no puede salvarse.
O los fusiles o las cadenas.
O todos o ninguno. O todo o nada.
Vencido, ¿quién te puede vengar?
Tú que padeces heridas,
únete a los heridos.
Nosotros, compañero, aunque débiles,
nosotros te podemos vengar.
O todos o ninguno. O todo o nada.
Uno sólo no puede salvarse.
O los fusiles o las cadenas.
O todos o ninguno. O todo o nada.
Hombre perdido, ¿quién se arriesgará?
Aquel que ya no pueda soportar
su miseria, que se una a los que luchan
porque su día sea el de hoy
y no algún día que ha de llegar.
O todos o ninguno. O todo o nada.
Uno sólo no puede salvarse.
O los fusiles o las cadenas.
O todos o ninguno. O todo o nada.
Bertolt Brecht
Hasta que el pueblo las canta,
ResponderEliminarlas coplas, coplas no son,
y cuando las canta el pueblo,
ya nadie sabe el autor.
Machado
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Yo tengo tantos hermanos
que nos los puedo contar,
en el valle, en la montaña,
en la pampa, y en el mar.
Cada cual con sus trabajos,
con sus sueños cada cual,
con la esperanza adelante,
con los recuerdos detrás,
yo tengo tantos hermanos
que nos los puedo contar.
Gente de mano caliente,
por eso de la amistad,
con un lloro pa llorarlo
con un rezo pa rezar.
Con un horizonte abierto
que siempre está más allá,
y esa fuerza pa buscarlo
con tesón y voluntad.
Cuando parece más cerca,
es cuando se aleja más,
yo tengo tantos hermanos
que no los puedo contar.
Y así seguimos andando,
curtidos de soledad,
nos perdemos por el mundo,
nos volvemos a encontrar.
Y así nos reconocemos
por el lejano mirar,
por las coplas que mordemos
semillas de inmensidad.
Y así seguimos andando
curtidos de soledad,
y en nosotros nuestros muertos
pa que nadie quede atrás.
Yo tengo tantos hermanos
que nos los puedo contar,
y una hermana muy hermosa
que se llama Libertad.
Atahualpa Yupanqui