EN MEMORIA A LOS PRISIONEROS POLITICOS
ASESINADOS EN EL FRONTON.
La revista Caretas con las fotografías tomadas
en 1982 en el Centro Penitenciario de El Frontón, cuatro años antes del
genocidio perpetrado por la bufaleria aprista, en un reportaje a
prisioneros políticos del PCP La nota del mismo salió en Caretas en
setiembre de1982. Casi veinticinco años después, se hace un balance en
retrospectiva sobre el caso de El Frontón.
EL GENOCIDIO DEL FRONTÓN CONTRA PRISIONEROS POLÍTICOS DEL PCP
El gobierno aprista comenzó a planificar un
nuevo genocidio, desenvolviendo provocaciones que implicaron incursiones
de la Marina de Guerra en El Frontón, vuelos de reconocimiento sobre el
mismo penal, provocación, hostigamiento y persecución contra los
familiares y abogados de los prisioneros de guerra, las amenazas de
muerte y las golpizas cuando se traía a los prisioneros a ser juzgados y
además plantearon el traslado de los prisioneros de guerra al nuevo
campo de concentración de Canto Grande, y la aprobación por el
Parlamento del regreso de los prisioneros a las cárceles de sus lugares
de origen, ley cuya promulgación proponía García Pérez
.
El 15 de enero de 1986 en el penal Miguel
Castro Castro, los familiares desenvuelven su protesta contra el
traslado pues implicaba genocidio, aquí son reprimidos por la Guardia
Civil, cayendo muerto un familiar y 20 heridos.
El 19 de Junio de 1986, luego de su grotesca
farsa manipulando la llamada “Comisión de Paz” que la conformaban Max
Hernández, César Rodriguez Rabanal y Cabieses, el gobierno aprista
desencadenó el más protervo y negro operativo de exterminio, violando
incluso elementales leyes de guerra consagradas universalmente como las
de Ginebra, movilizando al Ejército, la Marina de Guerra, la Fuerza
Aérea y las Fuerzas Policiales bajo el Comando Conjunto consumó el más
infame genocidio asesinando a 254 hijos del pueblo prisioneros de guerra
de El Frontón, Lurigancho y El Callao que se habían rebelado en defensa
de sus propias vidas, demandando 26 reivindicaciones muy justas y
racionales, así el gobierno aprista se bañó una vez más en la ardorosa
sangre popular.
Los cadáveres de los prisioneros caídos en
Lurigancho fueron regados en los cementerios desde Cañete hasta
Barranca, de El Frontón, los pocos cuerpos o pedazos de ellos que
aparecieron fueron dejados en los cementerios de San Bartolo y
Pachacamac, de los desaparecidos nunca más se supo.
TESTIMONIOS DE SOBREVIVIENTES DEL GENOCIDIO FRONTON
“La Marina.. por tierra intensifica el bombardeo
con granada por todos lados …el ambiente era dramático : habían cuerpos
mutilados, brazos, cabezas, troncos por doquier , intestinos pegados en
la pared, heridos de gravedad….”
Testimonio de Alfredo Pocorpeche Vallejos, sobreviviente del exterminio en el penal del Frontón.
“… a los asesinos terroristas no los va a amilanar la
pena máxima… la gente irrecuperable tiene que eliminársele de la
sociedad… Sepan los subversivos que han herido profundamente a la
institución y al país entero y sepan también que han despertado al
león”. (Ministro de la Marina , almirante Julio Pacheco Concha, mayo 1986)
“No sabemos a quién Mantilla le daba parte de los
hechos. Tenía un radio operador asignado. Todo el tiempo estaba con un
radiotransmisor en la mano, dando cuenta de lo que sucedía”. Dijo uno de los sobrevivientes del Frontón al diario La República.