El presente articulo del venezolano Víctor J. Rodríguez es un buen ejemplo de un analisis de marxista de la situación de lucha de clases en Honduras en el que los sectores populares estan haciendo de comparsas para beneficio de una fracción de la burguesia criolla. Todo un coro, de reformistas y revisionistas, hacen los acompañamientos mediaticos en apoyo de dicha fracción. Desconocemos que "maoístas" puedan apoyar tal dislate, pero como comunistas revolucionarios rechazamos que el proletariado y las clases populares sirvan de comparsas de la burguesia. Burguesia que en toda centro-america solo ha practicado el genocidio y la explotación sobres sus pueblos.
Apoyamos de corazón a las masas populares hondureñas y les deseamos grandes exitos en la lucha por sus verdaderos intereses de clase en el camino de la Revolución y de la guerra del pueblo.
D.R.
Como revolucionario lo sé y no lo tolero
By prccanarias
Víctor J. Rodríguez Calderón
Honduras conejillo de indias de la oligarquía. La única forma de descubrir el “parapeto” manipulador que han montado los burgueses hondureños, Zelayeros y golpistas, es yendo mas allá de ese paradigma en que hasta los mismos revolucionarios(as) le han montado a Zelaya, como el hombre del sacrificio, leal, de la causa socialista y de la lucha emancipadora latinoamericana. No es un chiste, es toda una película donde protagonizan los izquierdistas, marxistas, trotskistas, maoístas, guevaristas, fidelistas, imperio norteamericano, imperio europeo, OEA, y paremos de contar.
Lo he dicho escuetamente y me baso en informaciones de camaradas asilados en México y España, y sencillamente por los análisis políticos que todo revolucionario debe de hacer en cuanto a estos acontecimientos. Zelaya es tratado como si fuese el líder que dio el salto del proletariado al poder, como si en realidad fuese la nueva mecánica política, algo así como del marxismo al pacifismo. En verdad este seudo líder no ha sido más que un oportunista, pues todos conocemos su trayectoria política, defensor de la mas rancia derecha hondureña, su lucha de hoy no es otra cosa, que la de su propio interés enfrentado a quienes quiso dejar por fuera en el reparto del botín.
VEAMOS UNA BREVE RADIOGRAFIA DE ESTE LIDER SOCIALISTA:
Este nuevo predicador ahora y qué socialista, es un terrateniente, empresario agropecuario, sus raíces son conservadoras de pura cepa, proviene de una de las familias más acaudaladas de Honduras, vinculadas a las más atroces violaciones de los derechos humanos. Zelaya no ha sufrido ninguna transformación, nunca se ha asomado como un luchador social, su vida la ha dedicado a engrandecer sus negocios madereros y ganaderos, hasta que en 1987 se convirtió en directivo del Consejo Hondureño de la Empresa privada (COHEP) y en presidente del gremio de la madera (Anetrama). Es bueno recordar que durante este periodo este seudo-revolucionario fue acusado por sobreexplotar a sus trabajadores, a los cuales les pagaba salarios miserables y a los que les desconocía todos sus beneficios sociales, además de ser un depredador del ecosistema por sus jugosos negocios madereros.
Zelaya asume el poder en el 2005 apoyado por la burguesía liberal; allí comenzó a disfrazarse censurando ciertos aspectos de la globalización, pero aceptando la liberación de comercio multilateral entre los países. Durante su mandato impulsa el tratado de libre comercio Centro Americano (CAFTA), suscribe este tratado con Taiwán, Panamá, y Colombia y fue un entusiasta defensor del proyecto desarrollista e integracionista del Plan Puebla-Panamá, liderizado por México.
Zelaya desde la presidencia siempre trabajó en línea una política anti-obrera, manifestada en numerosos conflictos con diversos sectores laborales, en especial con el colectivo de docentes, quienes protagonizaron marchas y huelgas en demanda de mejoras salariales, reivindicaciones que el Gobierno satisfizo parcialmente después de prolongadas luchas. Cegado por su ambición de permanecer en el poder (reelección) y de una mayor riqueza personal, Zelaya dio un giro inesperado en su política al adherir su gobierno al Alba, y a Petrocaribe. Mediante estas incorporaciones recibió tractores como donaciones, préstamos blandos, así como hidrocarburos baratos (20.000 barriles de petróleos al día) con amplias facilidades de pago.
A través de estas ayudas por parte de nuestra nación, el líder neoliberalista comenzó a implementar planes populistas, ente ellos, uno con fines a su reelección, y expandió el sector burgués agroindustrial al cual él pertenece. Esto le generó contradicciones y enfrentamientos con las otras facciones no beneficiadas de la burguesía hondureña, representados en la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa, la Asociación Nacional de Industriales de Honduras, y la Asociación Hondureña de Maquiladores (AHM), entre otras. Fricciones que adquirieron enfrentamientos irreconciliables, lo que condujo al consumado golpe de Estado y a todas las acciones burguesas que hemos visto hasta hoy.
Lo inexplicable es ver como revolucionarios, supuestos socialistas, se empeñan en hacer aparecer a este burgués como una obra independentista latinoamericana y darle relieve como si sus acciones fuesen proezas de combates heroicos contra el imperio. Aquellos que escriben del martirio y se unen a los medios mediáticos del capitalismo afirmando que Zelaya es la opción nueva y la esperanza de Honduras, son los mismos que acá en mi patria todavía aman a Carlos Andrés Pérez y a Rafael Caldera y guardan esperanzas porque estos rufianes regresen al poder.
(*) El venezolano Víctor Rodríguez Calderón es politólogo, periodista, escritor, poeta, director de empresas y experto en Planeación de Organizaciones. Mas datos en su blog El Victoriano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario