Colombia
y la bancarrota del revisionismo armado
Por su parte el
revisionismo no hace sino lamentar esa muerte pero seguir ciega y equivocadamente
repitiendo y reproduciendo los mismos errores que lo han llevado al fracaso.
Este es un complejo
acontecimiento del cual el proletariado debe extraer lecciones.
Colombia, un país de enormes desigualdades sociales
Colombia es un país
oprimido por el imperialismo, principalmente norteamericano; país que tiene
diversos grados de feudalidad subyacente; gobernado desde hace varias décadas
atrás por una furiosa oligarquía de grandes burgueses y terratenientes,
anti-comunistas, pro-imperialistas, tiránicos, paramilitares y narcotraficantes,
actualmente encabezados por el eje Santos-Uribe.
En Colombia se ven los
extremos más grandes: abundante riqueza de una minoría y profunda y extendida
pobreza de millones de campesinos y obreros.
Esto lo planteamos a
riesgo de redundar en cosas conocidas, pero necesarias pues son premisas para
el debate.
Las FARC y la guerra en Colombia
Las FARC nacen a
mediados de la década del 60 del siglo XX como una respuesta necesaria de las
masas, sobre todo campesinas, frente a la cruenta represión orquestada por el
Partido Conservador, expresión concentrada del gamonalismo.
La guerrilla pese que
comenzó a formarse de la mano del Partido Liberal en los años 50 como
autodefensa campesina, podía haber adoptado una línea revolucionaria clasista
sobre la base de la fuerte influencia y auge de la Revolución China, de la
lucha entre marxismo y revisionismo en Colombia y de la consecuencia que en
Marquetalia mostraron en aquel entonces los guerrilleros.
Sin embargo, sus
principales dirigentes como por ejemplo Jacobo Arenas y el mismo Manuel
Marulanda, decidieron, equivocadamente, alinearse con el social-imperialismo
soviético y el revisionismo cubano. Ese fue el comienzo de un lento camino que
poco a poco los llevaría a desacumular ideológica, política y militarmente.
Inclusive en los años
80, transitaron por el camino del cretinismo parlamentario cuando junto a otras
organizaciones socialdemócratas impulsaron el proyecto de la “Unión
Patriótica”, años en los que perdieron a decenas de cuadros a manos de los
paramilitares y el Ejército.
Cuando se da la caída
del Muro de Berlín, a las FARC se les removió fuertemente el piso, trataron de
buscar un “referente ideológico” en el bolivarianismo (corriente
social-demócrata burguesa), al punto de plantear en sus documentos oficiales
temas como: “Bolivarismo y Marxismo: un compromiso con lo imposible”.
Esto último fue el
punto más complejo en su devenir revisionista, pues a partir de entonces han
caído en la trampa de apoyar a gobiernos reformistas de la burguesía
burocrática, los mismos que no han dudado en “apuñalarlos” por la espalda y a
veces incluso de frente.
Con su secretariado de
relaciones internacionales apoyaron a Lucio Gutiérrez en Ecuador, el mismo que
no dudó en colaborar con la CIA para capturar a Simón Trinidad en la ciudad de
Quito en el año 2004. Apoyaron al “bolivariano” Rafael Correa y sin embargo
éste oligarca fue cómplice de la muerte de Raúl Reyes en Angostura en el 2008. Apoyaron
al bolivariano Hugo Chávez, el mismo que no ha dudado en capturar guerrilleros
de las FARC, como fue el caso de Julián Conrado, y entregarlos al régimen fascista
de Santos para que los aniquilen en las cárceles colombianas.
Y en la misma Colombia,
han apoyado a la “unificación” de socialdemócratas en el “Polo Democrático”.
Alfonso Cano muere al
igual que Raúl Reyes, el Mono “Jojoy” y Manuel Marulanda: en campamentos
guerrilleros con grandes metralletas, pero sin masas, sin nuevo poder en
construcción, sin claridad de hacia donde va la guerra en Colombia.
La paulatina y
creciente derrota de las FARC, no es en modo alguno, la derrota de la
viabilidad, necesidad y obligatoriedad de la lucha armada revolucionaria en
Colombia y en todo el mundo; es simplemente la derrota del tercerismo
pequeño-burgués, del foquismo guevarista, en definitiva, del revisionismo
armado.
Las FARC, una expresión del revisionismo armado
Vale recalcar que un
arma no dirime si una organización o persona es revolucionaria, sino sus
objetivos estratégicos y planteamientos programáticos. Desde luego las FARC no
son terroristas, sino una organización guerrillera revisionista.
El devenir constante de
las FARC en una organización revisionista armada se expresa fundamentalmente en:
-no hablan de
imperialismos (varios) de una manera científica sino de “imperio”
(Exclusivamente EEUU). Es decir no son anti-imperialistas sino anti-yanquis.
-reniegan del marxismo
revolucionario, acogiendo la corriente burguesa del bolivarianismo.
-su programa de
gobierno busca una democracia burguesa de viejo tipo, muy similar al estilo
europeo. (Ver la “Plataforma Bolivariana por la Nueva Colombia”).
-no aplican guerra
revolucionaria agraria de masas, sino una guerra foquista.
-para ellos lo
principal es la guerrilla y no el Partido Comunista.
-vienen plateando
conversaciones de paz para dar una “salida política al conflicto”. Esto no es sino un eufemismo para encubrir
con palabras altisonantes la entrega de las armas y desmovilización guerrillera
a cambio de amnistía general y “reinserción social” con algunas reformas a la
vieja sociedad para decir que “han conseguido algo”. Es decir buscan una
“rendición decorosa”….
Es un deber de los
comunistas y revolucionarios que persistimos en la línea roja del proletariado
combatir las tesis del revisionismo armado ya que causan un enorme daño a la
liberación del pueblo, tal y como lo comprueba el accionar del FSLN en Nicaragua
en los 80, de la URNG y el FMLN en Guatemala y el Salvador en los 90, el FPMR
en Chile, el MRTA en Perú, las mismas FARC en Colombia, etc.
La guerra en Colombia
lamentablemente está inclinada hacia el triunfo momentáneo de las clases
dominantes en tanto que las FARC se han aislado del pueblo, estratégicamente
están derrotadas y sobretodo porque no
representan los intereses del proletariado y el campesinado colombiano, sino de
una facción de la pequeña-burguesía, revisionista y reformista.
Indudablemente Colombia
necesita una guerra para acabar con las injusticias que allí se viven, pero esa
tiene que ser una guerra revolucionaria de las masas, bajo alianza
obrero-campesina, en la que los intelectuales democráticos y revolucionarios
sean quienes transmitan la ideología marxista al pueblo y no quienes sustituyan
a ese pueblo en el combate, todo esto no es sino la Guerra Popular aplicada a
las condiciones de Colombia.
Pedir o soñar que en
las actuales circunstancias las FARC cambien sus desviaciones revisionistas y
asuman un programa revolucionario es muy difícil que se vuelva realidad,
tendrán que ser otros, los que con una línea ideológica clara reconstruyan todo
en términos del Partido Comunista, el Frente Único y el Ejército Popular.
El “farianismo” como tendencia revisionista en el Ecuador
Durante varias décadas,
el revisionismo armado de las FARC ha servido de “inspiración” a las distintas
facciones del revisionismo ecuatoriano, las mismas que en medio de su profundo
eclecticismo han tratado de coger de aquí y de allá, de un proceso y de otro,
armando así una especie de ideología de retazos. El farianismo ha sido
promovido, grados más grados menos, por el viejo partido comunista, por todas
las corrientes de los socialistas, incluidos los “amarillos”, por el MPD,
Pachakutic, por el MIR, por los alfaristas y bolivarianos, por la Coordinadora
de Solidaridad con Cuba…De esta manera han causado una enorme confusión entre
las masas que en algunos casos piensan que si “lo que hacen las FARC es revolución
entonces no queremos que eso se de por acá”.
Ésta década es la de la
desarticulación definitiva de uno de los últimos bastiones del revisionismo
armado en el mundo, esa confusión que va dejando es necesario aclararla,
levantando la nueva esperanza que significa para los oprimidos del mundo el
desarrollo de la Guerra Popular en varios países.
La Guerra Popular, estrategia militar del proletariado
revolucionario
A pesar de que el
imperialismo trata de mostrarse fuerte e invencible, en realidad es un tigre de
papel que va siendo carcomido y destruido por las luchas revolucionarias del
proletariado y los pueblos del mundo, cuyas expresiones más elevadas y de
vanguardia son las Guerras Populares.
En contrapartida a la
creciente derrota de las FARC, en el mundo se va afirmando un tipo diferente de
guerra revolucionaria, la misma que surge de las entrañas del pueblo, que
aunque no tenga grandes y modernas metralletas va conquistando la simpatía y
apoyo de las masas, en la que en vez de campamentos guerrilleros a la antigua
busca establecer bases de apoyo con las mismas masas como Nuevo Poder en
construcción, en la que se lucha porque el Partido Comunista mande al fusil y
no a la inversa, en la que los combatientes no son militaristas ni una carga
parasitaria sino que cumplen las tres tareas básicas de combatir, producir y
movilizar a las masas, en la que se aplica la verdad universal de la ciencia
del proletariado a la realidad concreta de cada país.
Esta
guerra revolucionaria es en concreto la Guerra Popular que viene
repotenciándose en la India, Filipinas,
Perú y Turquía, y que en ésta década y la próxima, estallará en muchos países
de los cinco continentes.
Que
la sangre derramada por el pueblo colombiano durante largos años acompañada de
una creciente derrota, sirva a muchos para reflexionar sobre la importancia de
contar con una línea ideológica clara que le de rumbo a la guerra y permita
aplastar al imperialismo y las clases dominantes.
ABAJO EL IMPERIALISMO Y
EL GOBIERNO DE SANTOS
VIVA LA LUCHA DEL PUEBLO
COLOMBIANO
NO AL FOQUISMO NI AL
REVISIONISMO ARMADO
VIVA LA GUERRA POPULAR EN
LA INDIA, FILIPINAS, PERÚ Y TURQUÍA
COLOMBIA NECESITA GUERRA
POPULAR PARA ACABAR CON LA OPRESIÓN SOCIAL Y NACIONAL
COMITÉ DE RECONSTRUCCIÓN
PARTIDO COMUNISTA DEL ECUADOR
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