domingo, 18 de marzo de 2012
Correa en el Estado español, simple demagogia.
El presidente del viejo estado de ecuatoriano, Rafael Correa, se encuentra en una visita oficial en el Estado español, que parece mas una gira electoral que una visita de un jefe de Estado.
En el pabellón de deportes de Murcia, lugar de uno de estos mítines Correa afirmó"que su país tiene los brazos abiertos para recibir a sus compatriotas que han emigrado y que quieren regresar". El cinismo de este traficante no tiene limites, como si los trabajadores y trabajadoras ecuatorianos en España no fueran inmigrantes por la falta de trabajo y posibilidades de bienestar en Ecuador.
También dijo que "no puede hacer milagros pero que los ecuatorianos que decidan volver contarán con todo su apoyo y que juntos podrán superar cualquier obstáculo" y que los que quieran seguir en España tendrán "toda la solidaridad" de su Gobierno, que «hará cuanto esté en nuestro alcance hacer» lo que es lo mismo a decir nada. Al respecto del problema del impago de hipotecas solo la vaga promesa de ampliar el personal de las asesorías jurídicas "para ayudar a las familias ecuatorianas afectadas".
Lo que no dijo es que su mayoría en el Parlamento rechazó, el pasado enero, el proyecto de ley "en defensa de los trabajadores inmigrantes y contra el fraude hipotecario en España" promovido por la Coordinadora nacional de ecuatorianos en España (CONADEE) y cuya presidenta denuncio que fue desestimado por presiones de la banca española y del propio Presidente Correa.
Miles de trabajadores y trabajadoras inmigrantes en el Estado español han perdido sus viviendas y se encuentran endeudados por el fraude y la usura de la Banca española.
Lo que si hizo "el payasito" fue atacar a la marcha convocada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas y la Unión Nacional de Educadores en contra de su política minera y que llegará el próximo 22 de marzo a Quito. Acusó a sus promotores de "mentirosos" y defendió la venta de extensas zonas del Ecuador a las multinacionales mineras puesto que "pueden crear en el país 50.000 puestos de trabajo".
Esta grosera manipulación de los sentimientos de los trabajadores y trabajadoras en el extranjero, es un sucio ejemplo de demagogia por parte de Correa y de su camarilla vende-patria de la burguesía burocrática que hoy gobierna en Ecuador para tratar de legitimar sus anti-populares medidas económicas y políticas.
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