miércoles, 7 de marzo de 2012
Estado español: Declaración de GMHC con motivo del 8 de marzo.
8 de Marzo Día Internacional de la Mujer Trabajadora
LA LIBERACIÓN DE LA MUJER NO SE ALCANZARÁ SIN LA LIBERACIÓN DE LA CLASE OBRERA Y EL PUEBLO
El 8 de marzo de 1908, en el incendio ocurrido en la fábrica Triangle Shirtweist de Nueva York, durante una huelga murieron entre las llamas 147 costureras, casi todas jóvenes inmigrantes. En 1910 una conferencia internacional socialista decidió conmemorar el 8 de marzo como un día de reivindicación de los derechos de la mujer trabajadora.
En España la mujer trabajadora continúa a día de hoy siendo objeto de una doble explotación: como mujer y como trabajadora. Recientes estudios elaborados por la propia burguesía muestran como España es uno de los países donde las diferencias salariales entre mujeres y hombres son más elevadas y que la ganancia media anual femenina supuso el 78,1% de la masculina. La grave crisis económica en que está inmerso actualmente el mundo capitalista, ha llevado al paro en España a centenares de miles de mujeres. Las últimas estadísticas oficiales de diciembre de 2011 apuntaban a un aumento de la tasa desempleo femenino que alcanzaba ya ¡el 23,4%! A todo esto hay que añadir la falta de guarderías públicas donde lleven las mujeres a sus hijos. Dentro y fuera del trabajo gran número de mujeres trabajadoras son víctimas de la violencia machista por parte de sus patronos, esposos o novios (en 2011, 67 mujeres fueron asesinadas por sus esposos o compañeros y en lo que llevamos de año ocho más ya se unen a esta interminable lista); la dignidad de la mujer es atacada día tras día en la publicidad sexista de los anuncios que invade las vallas publicitarias de las calles, las pantallas de televisión, la pornografía; muchas siguen aletargadas por las prédicas venenosas de los curas que desde los púlpitos atacan el uso de anticonceptivos y el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo. Y el nuevo gobierno archirreaccionario del partido “popular” ha aprobado una nueva reforma laboral que va contra los intereses de los trabajadores, mujeres y hombres, y anuncia recortes en los derechos de las mujeres a abortar y quiere volver a dar la píldora postcoital con prescripción médica ¡No lo permitamos!
Ya a finales del siglo XIX, Carlos Marx y Federico Engels determinaron de manera científica la verdadera causa de la desigualdad entre el hombre y la mujer. Demostraron que la esclavización de la mujer por parte del hombre no dimana de factores fisiológicos y psíquicos, sino del carácter del régimen de explotación, del establecimiento y la dominación de la propiedad privada sobre los medios de producción. Engels demostró de forma genial que el surgimiento de la propiedad privada y de la institución de la herencia constituyen la fundamental premisa económica de la monogamia, en cuyo marco la mujer queda sometida al hombre. Los teóricos burgueses y revisionistas, intencionadamente, echan al olvido la verdadera causa del antagonismo entre el hombre y la mujer, que es la propiedad privada, e incitan a la lucha entre los sexos. Circunscribir la lucha por la emancipación de la mujer a una lucha sólo en el seno de la familia, significa apartar esta lucha de la gran causa del proletariado que tiende a liquidar la propiedad privada capitalista, que es el origen de todos los males y de toda la desigualdad bajo el sistema capitalista.
“Y no es posible -escribió V.I. Lenin después de la toma del poder por los trabajadores en Rusia en 1917 y la instauración del poder soviético- incorporar las masas a la política sin incorporar a las mujeres. Porque, bajo el capitalismo, la mitad femenina del género humano está doblemente oprimida”. Y añadía: “La revolución bolchevique, soviética, corta las raíces de la opresión y de la desigualdad de la mujer tan profundamente como no osó cortarlas jamás un solo partido ni una sola revolución en el mundo”.
Años más tarde, el triunfo de la revolución de nueva democracia en China en 1949 abrió el camino de la emancipación a millones de mujeres chinas que no sólo sufrían como los hombres la opresión y explotación de los imperialistas y gobernantes reaccionarios de su país, sino que eran víctimas de la bimilenaria ética reaccionaria confuciana consistente en que “los hombres son superiores a las mujeres”. Mao Tsetung señaló: “La época ha cambiado. Los hombres y las mujeres son iguales. Las mujeres son capaces de hacer lo que pueden realizar los hombres”. Durante la Gran Revolución Cultural Proletaria (1966-1969) las masas de mujeres chinas de las ciudades y aldeas participaron como nunca antes se había visto en las actividades políticas, sociales y culturales y en la lucha de dos líneas del proletariado y el pueblo chinos por tratar de defender las conquistas del socialismo e impedir la vuelta del capitalismo que, lamentablemente, sería reinstaurado tras un golpe de estado contrarrevolucionario después del fallecimiento de Mao Tsetung en 1976.
Sólo a través de una revolución política, de la instauración de la dictadura del proletariado que exprese y defienda los intereses de todos los trabajadores, se realizarán las transformaciones políticas, económicas y sociales a través de las cuales, mujeres y hombres, hombro con hombro, pertrechados de la ideología marxista-leninista-maoísta, avanzarán hacia su emancipación bajo el socialismo hasta llegar a la sociedad sin clases, el comunismo.
¡Conmemorar el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora!
¡La lucha por la emancipación de la mujer es parte de la lucha por el Socialismo y el Comunismo!
¡Al capitalismo en crisis ni una miga de pan ni una gota de agua para salvarlo!
¡Combatir la reforma laboral del gobierno contra la clase obrera y el pueblo!
¡Construir el partido político revolucionario de nuevo tipo del proletariado!
¡Leer y estudiar los escritos de Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao Tsetung!
¡Viva el marxismo-leninismo-maoísmo!
¡Viva el Socialismo! ¡Viva el Comunismo!
Madrid, Marzo de 2012
GRAN MARCHA HACIA EL COMUNISMO
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