lunes, 14 de mayo de 2012

A propósito del articulo “Barcelona el reflujo del brote revolucionario”. Un articulo de M. Alonso



A propósito del articulo “Barcelona el reflujo del brote revolucionario”
Miguel Alonso para Dazibao Rojo 



Los pasados días Dazibao Rojo publicó unos extractos del articulo de 1981 “La Línea de la Comintern ante la Guerra Civil en España” publicado en Revolution la revista teórica del PCR-USA.
El artículo que, en su momento, tuvo la virtud de destacar los evidentes errores de oportunismo de derecha de la Comintern y de sus secciones en el Estado español, el PCE y el PSUC, hoy con una lectura más profunda muestra debilidades incluso errores en la descripción de las fuerzas políticas que fueron protagonistas de los conocidos “Sucesos de mayo en Barcelona”.

En la traducción en gallego para Loita Popular del artículo, un camarada señalo alguno de ellos, de sorprendente importancia, que hacen que el balance o partes del mismo, puedan ser inexactos.

El contra-golpe dio origen a dos elementos básicos de nuevo poder; el pueblo en armas, por medio de milicias partidarias o sindicales o los buques de la Armada en manos de la marinería y las posteriores colectivizaciones o expropiaciones, a la burguesía industrial y financiera así como a la iglesia católica, en la zona republicana.

La inmensa mayoría de aquellos hombres y mujeres cuyo heroísmo aplasto el alzamiento militar no veían, a la segunda Republica Española como su Republica (1) y es que en realidad no lo era. Esto es indiscutible, al margen de las reformas democráticas de los gobiernos republicanos progresistas, muchas de las cuales quedaron en papel mojado por cuestiones burocráticas, aplazamientos o dilaciones.

Así pues, no es de extrañar el rechazo a la restauración de la “legalidad republicana” impulsada por el PCE y el PSUC y los republicanos progresistas,  lo cual implicaba el fin de las colectivizaciones, incluso la devolución de tierras a sus “legítimos propietarios” y la entrega de las armas de las unidades milicianas o su integración en un nuevo Ejército Popular.
El antagonismo de esta contradicción estallara en la ciudad que cumplía funciones de capital del Estado (Madrid era la línea de frente) y que sintetizaba todas las contradicciones existentes en el proceso revolucionario, en mayo del 1937.

Muchas preguntas quedan en el aire:
¿Por qué se aposto por una línea capituladora, desde el PCE y la Komintern?
¿Por ser mayoritarias las organizaciones anarquistas?
¿Por qué no se impulso la Guerra Popular Revolucionaria o de guerrillas en las zonas bajo control faccioso?
¿Cómo es posible que no se declarara la independencia de Marruecos y de otros enclaves coloniales, cuando esto hubiera sido un duro golpe a la hegemonía franquista de estos territorios?

Estas dos últimas preguntas no habría que hacerlas solo al Frente Popular y sus partidos sino también a los anarquistas de la CNT/FAI.

En lo referente a sus protagonistas, de los enfrentamientos en Barcelona,  el POUM, era una organización, minoritaria, nacida de la unificación del BLOC e IC (2) en 1935  (iba a realizar su primer congreso en julio del 37) que estaba enfrentada frontalmente a las posiciones del PCE y de la III Internacional, incluida la política de la URSS y la dirección del  camarada Stalin. Posiciones teñidas de izquierdismo, pero no ajenas a la realidad del proceso revolucionario que comenzó  en España en 1936 como un contra-golpe contra los militares alzados.

El POUM formó parte desde sus inicios del Frente Popular y su secretario general Joaquín Maurín, era diputado por el mismo. Sí, el POUM podía tener una línea izquierdista, seudo-trotskista, pero siempre fue un partido marxista, revolucionario y anti-fascista y no agentes de la Gestapo como se afirmo de forma reiterada. Hoy se conocen muchos hechos que demuestran una conspiración contra el mismo (3) como forma encubierta, de asestar un golpe a la CNT/FAI,  y a la base de una línea revolucionaria, por parte de la línea derechista que prevalecía en el PCE y sus aliados burgueses.
Los análisis realizados por la III Internacional, en plena fase de la política de frentes populares, impulsada por Dimitrov, y por descontado sus secciones en España el PCE y el PSUC  optaron, desde el principio, por  negar la nueva realidad revolucionaria y se empeñaron, ante el evidente derrumbe del estado burgués en la zona republicana, en apostar por mantener un frente popular, con una correlación de fuerzas inexistentes, ya que los sectores burgueses de republicanos, pequeña burguesía, funcionariado e intelectuales quedaron sin base de poder  real. En todo momento, fue evidente que la mayoría de las capas de la burguesía apostaron por un golpe de Estado sangriento (4).

Otra cuestión es que el proletariado revolucionario estuviera fragmentado y con una histórica, mayoritaria, del anarquismo.  Recordemos que muchos de los líderes comunistas del PCE, PSUC y del POUM eran antiguos miembros o dirigentes de la CNT y ahora, algunos de ellos, irreconciliables enemigos de la misma.

Para los comunistas la hegemonía sindical de la CNT/FAI  y sus posiciones radicales fundamentalistas o sindicalistas, supuestamente a-políticas, representaba un serio freno al necesario esfuerzo unificador para hacer frente al fascismo y a los militares golpistas y a su política de alianza con la pequeña burguesía republicana,  (muchos de los cuales ingresaron en las filas del Partido), lo que condujo, no a la unificación de la clase obrera, sino a una restauración progresiva del orden republicano o lo que era lo mismo; del poder burgués

La otra fuerza socialista, el PSOE en realidad era “un reino de taifas” del oportunismo, que iba desde la izquierda putchista de Largo Caballero a las posiciones derechistas y capituladoras de Julián Besteiro. Hay que destacar la figura del socialista Julio Álvarez del Vayo(5) que se mantuvo en posiciones de izquierda, defendiendo el proceso de unificación de las juventudes socialistas y las comunistas y como miembro  del segundo gobierno del Dr. Negrín, fue  partidario de la resistencia a ultranza, permaneciendo en ultima sede del gobierno republicano, llamada en clave, Posición Yuste, cercana a Elda, hasta la salida del gobierno republicano al extranjero para evitar su captura por las fuerzas de Franco.

¿Cómo es posible que comunistas, que se reclamaban marxistas-leninistas, afirmaran que lo que ocurría en España era una invasión extranjera y por lo tanto una nueva guerra de independencia? (6)
¿Por la presencia de contingentes militares italianos y alemanes?

Esta caracterización de la situación en España a partir del 1936 carece de todo el rigor de un análisis de clases a la luz del marxismo-leninismo-maoísmo y pone en evidencia el carácter derechista de esta posición, fuera iniciativa del CC del PCE o de la dirección de la Internacional Comunista, que condujo, no solo, a un reflujo revolucionario, sino que abrió el camino a la victoria fascista.

El debate sobre estos hechos ha creado múltiples polémicas, que han de ser vistas a la luz del actual conocimiento, tanto histórico como ideológico y político, formando parte de la historia del MCI y de su balance.

Mayo del 2012

Notas:
(1) La brutal represión de “la revolución de 1934”, tanto en la cuenca minera asturiana como en Cataluña  por parte del gobierno reaccionario de la CEDA creará un total desencanto de los ideales republicanos entre las masas y fortalecieron las posiciones que propugnaban la revolución proletaria.
(2) El POUM había roto con las posiciones oportunistas trotskistas y su “entrismo”, aunque mantuviera  sus errores  izquierdistas en relación con la URSS.  El propio León Trostki le dedicaba frases como estas a la política del POUM:  

“A propósito de esto, no está de más recordar que los ‘comunistas de izquierda’ españoles, como indica su mismo nombre, han endurecido sus posiciones en cada ocasión propicia para aparecer como revolucionarios intransigentes. En particular han condenado severamente a los bolcheviques-leninistas franceses por su entrada en el partido socialista: ¡Nunca y en ningún caso! Entrar de forma temporal en una organización política de masas para luchar implacablemente en sus filas contra los jefes reformistas bajo la bandera de la revolución proletaria, es oportunismo, pero consumar una alianza política con los jefes del partido reformista sobre la base de un programa manifiestamente deshonesto y que sirve para engañar a las masas y arropar a la burguesía, ¡eso es valentía! ¿Se puede envilecer y prostituir más el marxismo?”  La traición del ‘Partido Obrero de Unificación Marxista’ español”, 23 de enero de 1936
(3) La deserción del renegado  Alexander Orlov, miembro del NKVD  y  su enlace en España, en 1938 y sus posteriores declaraciones a los servicios secretos norteamericanos y en archivos desclasificados rusos,  indican que promovió y urdió un plan para incriminar al POUM con la “quinta columna” franquista no se sabe si como parte de una provocación trotskista contra este partido o contra la republica.  El asesinato del Secretario Ejecutivo del POUM Andreu Nin formaría parte de esta operación, lo que crea múltiples interrogantes en el quehacer de los servicios de inteligencia soviéticos en la España republicana
John Costello y Oleg Tsarev, Deadly Illusions: The KGB Orlov Dossier. Crown, 1993. ISBN 0-517-58850-1.
Aleksandre Orlov, The Secret History of Stalin's Crimes. Random House, 1953.

(4) Las instrucciones, directrices secretas, dadas por el criminal general  Emilio Mola Vidal fueron expeditivas.  Un autentico “terror blanco” se desató en la zona controlada por los militares felones.
(5) En noviembre de 1973 junto al PCE (ml), formo parte de la fundación de Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP) del que fue su Presidente hasta su fallecimiento en 1975.

(6) “Es necesario repetirlo una vez más, para que sobre ello no quede la menor duda. El pueblo de España combate,  en esta guerra por su independencia nacional  y por la defensa de la Republica Democrática. Combate para echar del  suelo de nuestra patria a los barbaros invasores alemanes e italianos, combate porqué no quiere que  España sea transformada en una colonia del fascismo… “   Carta a Mundo Obrero  “Con toda la claridad posible” José Díaz. Tres años de lucha. Bucarest 1974. Pág. 557


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