lunes, 17 de septiembre de 2012

Una hija del pueblo. Un articulo de M. Alonso para correo vermello.




Una hija del pueblo.
M. Alonso.

Soraida fue una hija del pueblo y fue asesinada por esto, porque para los genocidas de las FF.AA. del viejo estado de la burguesía, expertos en grandes victorias sobre el pueblo desarmado, para ellos repito, el pueblo y sus hijos son gente ínfima, prescindibles, que se les puede asesinar y arrojar sus cadáveres para que los coman las alimañas.
El asalto a la localidad de Ranrapata en las orillas del Ene, que tratan de presentarlo como a un campamento de la guerrilla comunista, fue una acción indiscriminada y terrorista.
Soraida aterrorizada fue alcanzada, por la espalda mientras corría para ponerse a salvo de los disparos de una soldadesca cobarde que tiembla ante la presencia de los guerrilleros.
Ahora afirman, que los niños no estaban secuestrados cuando la realidad es que, ahora, si lo están, como tristes e inocente rehenes de un Estado criminal.
Las leyes internacionales de protección de los menores que con cinismo esgrime el gobierno Humala  son precisamente las que condenan practicas como los secuestros de los niños, táctica desarrollada por la dictadura argentina basados en las enseñanzas de la Escuela de las Americas.
Los peruanos que realmente quieran a su Patria, que forman parte del pueblo, tienen que ver la realidad de estos hechos, lo que llaman estado democrático no es mas que una sucia pantalla que oculta una dictadura criminal que desprecia a los peruanos, que se arrodilla frente a los ricos mientras no dudan en asesinar una niña y ultrajar su cadáver, arrastrándolo para ocultarlo.
De un lado están los hijos del Pueblo, del otro genocidas vende-patrias.

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