Mensaje del Partido Comunista de la India (Marxista-Leninista) NAXALBARI a la Conferencia Internacional de Apoyo de la Guerra Popular en la India (Hamburgo, 24 Noviembre de 2012)
Camaradas:
Esta conferencia se celebra en un momento oportuno en la historia del desarrollo de la lucha de clases, no sólo desde el punto de vista de la historia del desarrollo del movimiento maoísta en la India, sino también desde la perspectiva de la fase crítica socioeconómica y política en el que está el mundo entero actualmente. En un mundo que se caracteriza por los rasgos agresivos de la superpotencia única del imperialismo de EE.UU., el rápido avance de la guerra popular en Perú dirigida por el PCP, y más tarde, desde 1996, la guerra popular en Nepal, dirigida por el PCN (Maoísta), surgieron como nuevos rayos de esperanza para los oprimidos y las masas trabajadoras del mundo. Pero estos movimientos no pudieron mantener su papel de fortalecer el polo maoísta, en primer lugar debido al golpe en el Perú causado por las detenciones consecutivas de la más alta dirección del PCP y, más tarde, por la confusión creada por el ataque de la LOD, y en segundo lugar, debido a la traición de los revisionistas Prachanda-Bhattarai en Nepal. Esto empeoró aún más con la disolución del Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI), que había sido diseñado como centro embrionario del movimiento mundial maoísta. Este fue víctima de las tendencias antes mencionadas, las cuales provenían de su seno, acompañado por el Avakianismo, presentado bajo el disfraz de la "nueva síntesis" del PCR, EE.UU. En este contexto, esta conferencia adquiere mayor importancia. Ella no es sólo un acto de expresión de solidaridad con nuestros camaradas de lucha en los densos bosques de la India central y oriental, sino que significa asumir la importante tarea de difundir el mensaje de la revolución dirigida por el maoísmo, que es una necesidad urgente del momento, sobre todo en estos tiempos de crisis imperialista mundial. El PC de la India (Marxista-Leninista) NAXALBARI otorga su pleno apoyo a esta tarea. Nuestro Partido saluda al Comité Internacional de Apoyo a la Guerra Popular en la India por conceptualizarlo e implementarlo exitosamente. Nosotros enviamos saludos revolucionarios a todos los que asisten a esta conferencia y también a todos aquellos que, como nosotros, participamos indirectamente.
El movimiento maoísta en la India, comúnmente conocido como el movimiento naxalita se inició a fines de los años 60 bajo la dirección del camarada Charu Muzumdar, al que llamamos con cariño CM. En contraste con la tendencia de los revisionistas y centristas de no tomar una posición clara en cuestiones ideológicas, CM se atrevió a tomar una posición radical apoyando la lucha internacional que Mao Tsetung inició contra el revisionismo de Jruschov en general, y más tarde apoyando la Gran Revolución Cultural Proletaria que apuntó contra los seguidores del camino capitalista dentro del Partido Comunista de China. Esta ruptura con el enfoque revisionista ecléctico trajo un nuevo auge revolucionario lanzado por el levantamiento campesino armado en Naxalbari de 1967. Se extendió como un fuego en la pradera. Esto aumentó la situación revolucionaria nacional. El movimiento fue brutalmente atacado con una severa represión. CM se convirtió en mártir y el centro del Partido dejó de existir. La revolución sufrió un retroceso durante varios años. Pero tal fue la solidez ideológica y la determinación revolucionaria asegurada por CM, que a partir de las cenizas de Naxalbari se lanzaron nuevas llamas revolucionarias después de cada retroceso. Las llamas de Naxalbari nunca se extinguieron, y así, se extendieron las luchas armadas en muchas áreas. Algunas de ellas superaron limitaciones y desarrollaron la defensa de la lucha armada y avanzaron consistentemente. En este proceso, la experiencia de las clases revolucionarias fue enriquecida. Esas continuaciones de Naxalbari influyeron y transformaron la vida en amplias zonas de sus áreas de trabajo. La fusión en el PC de la India (Maoísta) de los dos partidos maoístas principales involucrados directamente en llevar a cabo guerra popular, llevó a un cambio cualitativo y cuantitativo. La guerra popular ha sido elevada a la posición de un polo revolucionario reconocido a nivel nacional, un polo que está en total oposición al polo contrarrevolucionario de las clases dominantes y el imperialismo. Las clases dominantes que no la tomaban en serio hasta hace poco, ahora se ven obligadas a reconocer que es la mayor amenaza interna a la que se enfrentan.
Una característica notable de la guerra popular en la India en este momento es que se concentra en las regiones que están habitadas principalmente por los adivasis (indígenas). Las masas politizadas de estas regiones, encabezadas por el PC de la India (Maoísta), han desarrollado la revolución a una situación en la que ellos han tomado su destino y vida en sus propias manos. Ellos construyen el Nuevo Poder. Ellos construyen una sociedad diferente – vibrante con sus tradiciones tribales, pero aun así lo suficientemente moderna capaz de imbuir nuevos valores. Lo hacen no sólo para sí mismos. No, lo ven como parte de un proyecto más amplio que afecta a todo el país y el mundo entero. Ellos fueron capaces de lograr hacer todo esto y alcanzar tal visión admirable por la fuerza de las armas, orientados por la ideología del proletariado, el
marxismo-leninismo-maoísmo, y dirigidos por un partido comunista. Su lucha es una lucha inmediata para acabar con la explotación y la opresión, y para evitar los rasgos agresivos de las grandes corporaciones y el Estado. Más importante aún, es una lucha a largo plazo que crea un tipo diferente de sociedad. Muy similar a las luchas de Naxalbari hace cuatro décadas, ésta lucha tiene el potencial de liberar el poder de las masas revolucionarias, señalando un nuevo espíritu para los millones de personas que son ahogadas por el sistema opresivo, y poder emocionarse con un sueño nuevo creíble de liberación. La sociedad que se está construyendo es la que garantiza el desarrollo sostenible, una educación adecuada para los niños, la emancipación creciente de la mujer, el fin de la dominación y el saqueo de los explotadores extranjeros y de la India, una nueva cultura, las tradiciones adivasis renovadas con contenido avanzado (en vez de ser ridiculizadas como atrasadas). Un dato ilustrativo es que todo esto está siendo creado principalmente por las tribus adivasis, las cuales son calificadas despectivamente de "primitivas" por la llamada sociedad civilizada. Los "atrasados" enseñan a "los más avanzados". Esto golpea los pilares mismos del brahmanismo, que es el núcleo de todo el pensamiento reaccionario y antipopular en nuestro país. La motivación que esto puede dar a los numerosos sectores oprimidos y explotados del país es una verdadera amenaza para los gobernantes. El avance de la revolución no podría traer más que una poderosa contrarrevolución. Esto se ve ahora en la India.
El Estado reaccionario de la India ha llevado a cabo una mayor concentración de fuerzas armadas reaccionarias cercando la región controlada por los maoístas, apuntado a una amplia zona que va desde el eje norte-sur de Jharkhand hasta Andhra Pradesh y desde el eje este-oeste
de Bengala del Este-Odisha hasta Maharashtra. Esta campaña de cerco y aniquilamiento llamada Operación Green Hunt tiene la bendición de todos los partidos principales de la clase dominante, incluyendo los revisionistas como el PCI (marxista). Cuenta con equipamiento y están utilizando sofisticado apoyo técnico-militar de los EE.UU. e Israel. Mientras que la punta de lanza de las fuerzas reaccionarias son los paramilitares, se utiliza también al Ejército bajo el pretexto de que construyen campos de entrenamiento.
Pero a pesar de la gran propaganda de la clase dominante que intenta justificar su acción represiva, sus ataques han despertado firme resistencia. Esta no sólo ha procedido de las fuerzas revolucionarias. No, se basa en una amplia gama de fuerzas democráticas y progresistas que incluso alcanza hasta los ghandinistas. Hay una razón por ello.
En las últimas dos décadas, el Estado indio ha abierto sus puertas a una invasión generalizada de la globalización imperialista. Esto ha forzado a millones a la miseria extrema. Los campesinos se han visto obligados a suicidarse en los lakhs (cientos de miles). En nombre de impulsar las zonas para la exportación, cientos de miles de campesinos son expulsados de sus tierras con poca o ninguna compensación. Los obreros son despedidos de sus puestos u obligados a la inseguridad laboral con empleos precarios mal pagados. La educación a los jóvenes ha sido negada por el fuerte aumento de las tasas causadas por la privatización. Esta es la peculiaridad de la situación política en la India de hoy, que toda la gama de los partidos gobernantes desde la extrema derecha hasta la falsa izquierda en el gobierno, sea en el gobierno central o en los estados federales. Todos ellos, independientemente de su color político, impulsan la política de globalización agresivamente. Todos suprimen brutalmente a todos aquellos que ofrecen resistencia. En medio de todo ello, se destaca el movimiento revolucionario maoísta como un sólido frente de lucha. Todos los que se preocupan por la situación del país y el pueblo reconocen, de una u otra forma, incluso de forma desigual, que la destrucción del polo maoísta tendría amplias consecuencias que afectarían a todas las luchas de resistencia. Esa es la principal razón de la amplia oposición a la Operación Green Hunt, cuyo nombre correcto es "guerra contra el pueblo." Esta es la dinámica subyacente de la creciente polarización, la línea divisoria, centrada en torno a la Operación Green Hunt y la resistencia a la misma.
La Operación Green Hunt, aunque en realidad fue creada en contra de la guerra popular directamente, también se utiliza contra cualquier tipo de oposición fuerte a las decisiones políticas del Gobierno. Para ello han sido aprobadas muchas leyes fascistas. Las organizaciones democráticas están prohibidas. Los sindicalistas y los activistas por los derechos de los jóvenes, las mujeres e incluso por los derechos humanos son atacados regularmente. Un ejemplo es el caso del Dr. Binayak Sen, uno de los activistas más famosos por los derechos civiles y que es un médico popular mundialmente famoso que fue detenido por cargos inventados y encarcelado. Pero eso resultó ser contraproducente para el Estado. Este tipo de ataques intensifican y amplían la resistencia. Personas valientes como Arundhati Roy y Jan Myrdal se aventuraron, atravesando el cordón de represión en las zonas de guerra, para sacar a la luz la verdad de los combatientes comunistas y las masas y sus dirigentes. Mientras tanto, violentos contraataques de los maoístas generaron miedo a los paramilitares, levantando la moral de las masas en todo el país. La duda y la incapacidad de las fuerzas del gobierno de enfrentarse al Ejército Guerrillero Popular de Liberación y a la Milicia Popular, produjo una situación embarazosa para el Ministro del Interior y su Gobierno en los medios de comunicación. Las fuerzas gubernamentales se niegan a menudo a salir de sus campamentos fortificados. Y si lo hacen, entonces masacran a los pobladores de los alrededores.
Las clases dominantes se dieron cuenta rápidamente de que si no utilizan una nueva táctica, va a tener el efecto contrario. Así que empezaron a distender la situación anunciando que evitarían la ofensiva y revisarían toda la operación. Así pudieron desviar la atención de los medios de comunicación y luego presentar una prohibición general de presentación de informes. Ahora continúan con una campaña mucho más represiva, pero sin hacer ruido. Por supuesto que, a pesar de algunos éxitos, como los asesinatos de importantes dirigentes del PC de la India (Maoísta) y hacer retroceder las fuerzas revolucionarias en algunas áreas, hasta ahora no han hecho un avance general. Sin embargo, sigue siendo una necesidad vital una ofensiva política para poner al descubierto la táctica doble del Estado en la India. Exponer la verdad y recoger en estas condiciones adversas tanto apoyo como sea posible es la necesidad actual urgente. Existe la necesidad de reorganizar e iniciar nuevamente la lucha del pueblo en contra de la "guerra contra el pueblo" del Gobierno de la India sobre una base más amplia y más nítida. Esta lucha debe ser flexible en sus formas y las plataformas que se empleen para que sea capaz de ligarse con todo el espectro de la oposición, que ahora es visible. Dentro de este, la defensa de la guerra popular y de la nueva sociedad resultante de ella ocupa una posición central, no necesariamente siempre como criterio de unidad, pero por supuesto como el polo dirigente.
No es casual, el hecho de que ha surgido una resistencia excepcionalmente amplia contra la Operación Green Hunt, en contra de una campaña estatal que está diseñada precisamente para liquidar la revolución. Esto está relacionado directamente con el fortalecimiento del polo revolucionario a través de la guerra popular. Como hemos descrito, la agresiva penetración de la globalización y la resistencia generalizada en contra fija un contexto más amplio. Pero dentro de eso, la lucha armada revolucionaria se destaca no sólo por su defensa en contra de la reacción, sino también por su ofensiva que destruye lo viejo y genera lo nuevo. Esto es innegable, incluso para aquellos que no están de acuerdo con el maoísmo y rechazan la violencia. En estos tiempos en que los límites de la resistencia pasiva se muestran más agudos por los torrentes de la globalización, ha surgido cierta aceptación del derecho del pueblo para resistir por todos los medios y ha asegurado su lugar en el debate de la resistencia en la India. Esta es una nueva característica de la situación política en la India. Eso inmediatamente no se traduce en apoyo la guerra popular, ni es estable. Pero está ahí y tiene un gran potencial para impulsar aún más el debate político generado por la Operación Green Hunt y la resistencia a ella. La revolución en la India sería mucho más pobre en sus recursos si perdería de vista ello y la oposición contra la Operación Green Hunt fuera reducida a una cuestión de apoyo de una lucha para la protección de los recursos. Eso sería como ignorar los objetivos estratégicos mundiales del imperialismo de EE.UU. en la guerra en Irak y verlo todo principalmente como una guerra por el petróleo. La cuestión del control de los recursos ciertamente desempeña un papel. Pero no es el único problema, ni siquiera el más importante. Es importante entender el objetivo político y estratégico de la Operación Green Hunt.
Comentando acerca de la situación mundial, en una reciente resolución adoptada por la Reunión Especial de los Partidos del MRI se dice: "Los estragos de la globalización imperialista, las guerras de agresión y la devastación de la crisis económica del sistema imperialista y sus consecuencias para el proletariado y las amplias masas han provocado una ola mundial de luchas y revueltas. En este contexto se desarrolla y emerge una posible nueva ola de la revolución proletaria mundial, con las guerras populares dirigidas por partidos maoístas como punto de referencia y ancla estratégica".
Ese es el marco que debemos abordar y avanzar en el apoyo de la guerra popular en la India y en otros lugares. Los pueblos del mundo necesitan estos "puntos de referencia" y "anclas estratégicos" más que nunca. Ellos demuestran en forma concentrada con hechos, la salida de los horrores del sistema imperialista, el camino hacia el comunismo. Con una fuerza increíble, demuestran la necesidad de la dirección proletaria, de la vanguardia maoísta, de la ideología dirigente del marxismo-leninismo-maoísmo. En este contexto, sin ser arrogantes, observamos el hecho evidente de que el exitoso avance de la guerra popular en un país estratégicamente situado como la India, con sus masas de decenas de millones, tiene una importancia especial.
Como resultado de la Operación Green Hunt, la unidad de los maoístas ha adquirido una mayor urgencia en vista de los ataques concentrados del enemigo. La India es un país de proporciones subcontinentales, con muchas nacionalidades y pueblos indígenas que viven en regiones de gran diversidad en cuanto a las condiciones materiales y sociales. La tarea de completar la unificación de los maoístas para formar un solo partido está inevitablemente vinculada con alcanzar una nueva síntesis de las experiencias y perspectivas obtenidas por diversas fuerzas maoístas, trabajando en diversas condiciones. Esto es también esencial para la propagación de la guerra popular en todo el país, que conduce a la victoria de la Revolución de Nueva Democracia. Contribuimos a ello a través de nuestros esfuerzos para abrir un nuevo frente en la guerra popular actual en la India, y la iniciativa que hemos tomado para alcanzar la unidad.
Terminamos ya. Construir un amplio apoyo para la defensa de la guerra popular, construir la resistencia popular contra la opresión inhumana - ambas se complementan. Las dos no se contraponen. Hay una nueva realidad, una nueva situación, creada por el desarrollo de la guerra popular. Ésta se está creando bajo las condiciones de devastación, globalización y la crisis del imperialismo. Pero dentro de esto, es la guerra popular, la revolución para tomar el poder y construir una nueva sociedad democrática la que la está creando. La amplia resistencia en contra de la Operación Green Hunt está bien informada por esta realidad. Lo que se juega es mucho. La visión debe ser también muy elevada. La bandera de la guerra popular, la revolución dirigida por los maoístas se debe mantener alzada con valor, como lo hace esta conferencia.
Una vez más, les deseamos todo el éxito en sus esfuerzos decididos a conseguir apoyo para la guerra popular en la India y difundir su mensaje a todos los rincones del mundo. Que éste sea un primer paso. Que haya más apoyo y difusión a todas las guerras populares en el mundo, especialmente a la de las Filipinas, que continúa y progresa con gran tenacidad.
¡LAL SALAM!
Partido Comunista de la India (Marxista-Leninista) NAXALBARI
Noviembre de 2012
Nota: Este mensaje ha sido tomado de la página web de la Conferenciahttp://indienkonferenz.
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