Una película para una historia de incautos.
Rosa Perdomo.
El film de la directora norteamericana Kathryn Bigelow, que recrea los
supuestos hechos de la acción, en la que fue ejecutado Osama Bin Laden por un
comando yankee, resulta sorprendente pues al verse imágenes que se ajustan a la versión oficial de los
hechos, hacen más cuestionable la misma.
La película Zero Dark Thirty permite
visualizar, insisto al margen su veracidad, acciones que revelan una serie de incomprensibles
inconsistencias que no resisten un análisis crítico, desde el punto de vista militar,
de las medidas defensivas, tanto estáticas como dinámicas, de la vivienda del
líder de Al- Qaeda.
Veamos:
·
Un muro de perimetral de aproximadamente 2.90 m de altura
promedio rodeaba la finca sin que pareciera tener más medidas de vigilancia,
que unos perros domésticos no entrenados. ¿Cómo es posible que no tuviera una
guardia armada permanente?
·
La simple presencia de perros entrenados en la finca
permitiría dar la alarma incluso podrían causar dificultades a los atacantes.
·
Una patrulla permanente de experimentados combatientes
con armas ligeras y cohetes RPG-7 o Stinger (cuyo uso por los fundamentalistas
es de conocimiento público) podría haber creado una barrera de fuego eficaz para neutralizar el desembarco. ¿Es que no
recordaban los derribos de helicópteros en Mogadiscio?
·
Si como recrea el film, unos simples disparos de AK 47
lograron derribar un helicóptero ¿Qué hubiera pasado si se dispararan cohetes
SAM u otra arma similar?
·
La carencia de una defensa estática con contrafuertes
exteriores disimulados, por obras de jardinería; por ejemplo, o la existencia
de una red de bunkers subterráneos, a semejanza de los existentes en las
montañas afganas o del vietcong en Vietnam, hubiese convertido la casa en una
fortaleza frenando toda acción rápida del enemigo por poderosa que fuera.
·
¿Cómo es posible que no existiera una red de focos de seguridad de
alto voltaje en el exterior abastecidos por una red de energía autónoma que
deslumbrara a los atacantes?
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¿O como no habían túneles de emergencia, hacia fincas del
barrio colindante, para permitir una retirada ordenada del importante líder
fundamentalista y a su, al parecer, abundante familia?
·
¿Como el interior de la casa no estaba compartimentado y
reforzado con zonas de combate sucesivas, con accesos con puestas blindadas al
igual que hacen los clanes de la droga?
Todas estas medidas básicas de seguridad, reflejadas en diversos manuales
de combate urbano, no parecen que se tomaran en cuenta por unos combatientes
experimentados, fanáticos y dispuestos a combatir hasta la muerte, con acceso a
armas de calidad y conscientes de ser buscados activamente.
Son muchas preguntas en la fabula de Bin Laden y de su supuesta muerte
(ningún observador independiente tuvo acceso a su cadáver) que la convierten en
una entrega mas, de estas historias fantásticas de la propaganda yankee para
consumo propio o de incautos.
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