La deuda pública española crece sin freno. Según datos difundidos el pasado 13 de septiembre por el Banco de España, el conjunto de las Administraciones Públicas acumulan un endeudamiento de 942.758 millones de euros en el segundo trimestre del año, representando un 92,2% del producto interior bruto (PIB) y superó en junio el tope previsto para todo 2013, en el 91,6%. La Administración central acumula un endeudamiento de 818.375 millones de euros (un 20,31% más que hace un año) mientras que las comunidades autónomas deben ya 193.296 millones (un 14,84% más que en el segundo trimestre de 2012) y la deuda de los ayuntamientos alcanza los 43.153 millones
Lo preocupante en el caso de España no es solo el nivel alcanzado, sino la velocidad a la que aumenta. Entre julio de 2012 y julio de 2013 el endeudamiento se incrementó en 15,2 puntos, a un ritmo solo superado por Grecia (24,1 puntos) e Irlanda (18,3 puntos), dos países a los que las instituciones financieras del capitalismo han tenido que “rescatar” para evitar su quiebra y bancarrota. En el primer trimestre de este año, España es también el tercer país de la Unión Europea en que la deuda pública más se ha incrementado: subió 4 puntos, solo por detrás de los 7,7 de Irlanda y los 4,7 de Bélgica.
La absoluta mayoría de los países bajo dominio de la burguesía y el imperialismo están fuertemente endeudados y sus déficits se agigantan, todo ello acentuado por la crisis económica más grave que atraviesa el capitalismo contemporáneo.
En los países bajo dominio de la burguesía, el imperialismo y la reacción, las deudas contraídas por sus entidades y organismos públicos son depredadoras, antipopulares y reaccionarias en su naturaleza.
“Para estos países - escribían los comunistas chinos en la época de la Gran Revolución Cultural Proletaria en relación con el tema de la deuda- los bonos flotantes y la obtención de préstamos extranjeros es una de las principales fuentes financieras para los gastos militares del sus gobiernos. Una gran parte del capital que toman prestado lo utilizan para gastos militares. Esto conlleva que la clase capitalista monopolista cosecha enormes ganancias. Las pocas personas en los estratos privilegiados amasan una enorme riqueza mientras el peso sobre el pueblo trabajador crece más y más intensamente.” (1) Todo ello hace aumentar el descontento de las masas del pueblo y su resistencia.
Pero sólo con el derrocamiento del poder del capitalismo y el imperialismo y la construcción de un Estado socialista bajo la dictadura del proletariado podrán la clase obrera y las masas populares tomar las riendas en todas las esferas del poder político y económico, acabar con las antipopulares y reaccionarias deudas generadas por el viejo sistema capitalista, manteniendo la independencia y la iniciativa en sus manos, basándose en el principio de apoyarse en sus propias fuerzas.
Gran Marcha Hacia el Comunismo
Madrid, septiembre de 2013.
Nota
(1) Tsai Cheng. China es ahora un país socialista sin deudas internas o externas. Pekín Informa , nº 21, 23 Mayo 1969.
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