sábado, 19 de octubre de 2013

Un articulo del compañero M. Alonso sobre las elecciones en Nepal.




Elecciones en Nepal ¿triunfará el boicot del PCN-maoísta?

Miguel Alonso.



A pocos días de la convocatoria electoral para la elección de una nueva Asamblea Constituyente, la pregunta clave es la importancia que en la misma  tendrá el boicot y su activa campaña en las mismas.

Estas elecciones y la actual situación política es producto de la traición de la camarilla renegada de Prachanda/Bhattarai. Traición a las masas populares y a la revolución de Nueva Democracia por la que lucharon heroicamente por espacio de 10 años los hombres y mujeres del EPL.

La trampa de los Acuerdos de Paz del 2006, incluyo la convocatoria de una Asamblea Constituyente, en el marco de una democracia multipartidaria, que abolió la secular monarquía y en la que el entonces aun PCN (maoísta) logro ser el partido más votado. Los viejos partidos del régimen feudal lograron una suficiente mayoría de bloqueo que paralizo a medio plazo todo el trabajo de la AC y los profundos cambios que necesita la sociedad nepalí.

Enloquecidos en sus ansias de personal poder (burgués) Prachanda, Bhattarai y otros dirigentes abandonaron el camino de la Revolución y del MLM para desvariar sobre; “convertir a Nepal en la Suiza de Asia” basadas en las teorías revisionistas de Teng Siao-ping, sobre el desarrollo de las fuerzas productivas, llegando a todo tipo de acuerdos con las fuerzas feudales y reaccionarias incluido el desarme del EPL y la devolución de las tierras confiscadas a los feudales. Es en este marco, es que un grupo de dirigentes y miembros del antiguo PCN (maoísta) bajo la dirección del camarada Kiran, luego de un largo proceso de debates, rompieron con el partido usurpado por los revisionistas y crearon el nuevo PCN-maoísta.

Nuevo partido que trata de encontrar el camino perdido de la Revolución de Nueva Democracia en Nepal. Con tal motivo se han militarizado diversas organizaciones del Partido, así como creado un nueva organización juvenil de voluntarios populares, que ha tenido singular relieve en las movilizaciones contra el nuevo proceso electoral constituyente con el que pretende la burguesía desbloquear la actual situación política.

Las fuerzas revolucionarias se encuentran aun en una difícil situación producto de la traición de Prachanda y de “su camino” no solo por su claudicación frente a la burguesía y al imperialismo, sino a los problemas ideológicos que esta nueva traición revisionista conlleva. La causa principal para esta cobarde traición a la revolución y a las masas no está solo en la acción seductora de la burguesía sino y principalmente en el interior del PCN (m) donde esa línea anido y creció. Cuestiones no resueltas como el peligro de una directa intervención militar imperialista o la incomprensión real del maoísmo y del principio basarse en sus propias fuerzas se apuntan como causas.

El nuevo Partido ha levantado las banderas de la independencia nacional y de la Revolución de Nueva Democracia y ha llamado, junto a una alianza con 33 organizaciones políticas minoritarias, al boicot de las mismas. Boicot activo y movilizador de las masas, pero hasta ahora, dentro del marco de la paz formal del 2006, pues aunque estos tratados han sido denunciados, en ocasiones por su “incumplimiento” (Sic), el PCN-maoísta no ha roto con la legalidad vigente o llamado a la insurrección. Claro está, que aun que este fuese el plan, sería suicida proclamarlo, cuando las fuerzas contra-revolucionarias aguardan el más mínimo movimiento para desatar la represión.

El gobierno transitorio, ha llamado al EN para proteger el proceso electoral, algo que ha sentado mal hasta en los propios medios burgueses, que alertan del peligro que conlleva tal decisión.

El Partido Comunista de Nepal-maoísta ha advertido que si el ejército les ataca responderán iniciando una nueva guerra popular. ¿Pero y si no lo atacan aceptara el Partido el resultado electoral?

Y esta pregunta no solo la hacemos desde el campo revolucionario, como resulta obvio, pues su respuesta será el nuevo escenario de la lucha de clases en Nepal.

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