El descrédito y la oposición a la Unión imperialista Europea queda patente en el alto índice de abstención, entre el 50% y el 75%, en los diversos Estados de la misma.
Claro esta, que no es la misma realidad política en todos los estados miembros.
En el Estado español, el actual régimen, heredero directo del franquismo, esta en plena descomposición, en medio de la corrupción generalizada, el robo, el fraude y una política económica profundamente anti-obrera y popular.
Con un movimiento de piezas ordenado, pretende, la gran burguesía financiera, prolongar su hegemonía, sus privilegios, para poder satisfacer su insaciable codicia, su rapiña dinástica de clase.
Este movimiento se basa en dos elementos, el electoralismo de falsa democracia, que niega la revolución, el viejo discurso de la falsa izquierda revisionista y un necesario e inevitable recambio generacional que aporte nuevas caras a la farsa democrático-burguesa. Son los pilares del sistema para que "todo cambie sin cambiar nada" que diría Lampedusa.
La realidad del nuevo escenario, que se prepara, pasa porque la clase obrera y demás clases trabajadoras acepten este nuevo pacto social, apartándose del camino de la movilizacion revolucionaria por sus derechos, por la toma del Poder. Y quien mejor que los viejos revisionistas de IU junto a los nuevos revisionistas de Podemos y sus chicos sobradamente preparados para asumir una vez mas el papel de palanganeros de la burguesía.
Es por esto que los monarquicos de IU y otros privilegiados por el regimen borbonico agitan la traicionada bandera tricolor pero, con prudencia, pidiendo un referendum, no planteando el derrocamiento de regimen.
Claro, que los seis millones de parados, las familias expulsadas de sus viviendas o en la marginación preocupa en Bruselas, como preocupa que la mafia del PP empiece a matarse entre ellos.
¿Estaran acelerando los recambios?
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