lunes, 22 de junio de 2015

ECUADOR: Un documento del Frente de Defensa de Luchas del Pueblo - Ecuador



 

Las contradicciones inter burguesas desatadas las últimas semanas a raíz de la propuesta del régimen sobre la Ley de Herencias y de Plusvalía, cada vez más cobran mayores niveles de beligerancia y agresividad.
El régimen burocrático de Alianza País, fiel a su programa reformista y a su política impositiva, en las últimas semanas ha enviado a la Asamblea dos leyes con el carácter de “urgente”, una inherente a las herencias y otra que regula la plusvalía de las propiedades.
Si bien es cierto la ley de las herencias no afecta directamente a las clases populares, no deja de ser un impuesto más que se suma a esa larga carga impositiva que ha venido aplicando el gobierno con la finalidad de financiar ciertos cambios en la superestructura del estado tendientes a reanimar –en algo- el capitalismo burocrático que se debate de crisis en crisis.
Al parecer esta última ley, de herencias, ha sido el punto de desencuentro que se ha dado al interior de la gran burguesía.
La reforma del viejo estado de una u otra manera a beneficiado a todos los sectores de poder económico y político del país, sobre todo a las grandes constructoras privadas, bancos,  aseguradoras, empresas de seguridad, grandes comerciantes y otros que han estado inmersos en el proceso reconstructivo en el sector vial, construcción gubernamental, comunicaciones, hidroeléctricas, infraestructura educativa, hospitalaria, ciudades del milenio,  etc, aspecto que además de arrojarles ingentes ganancias han tenido el soporte político del gobierno corporativista que ha desatado todo su contingente para crear un “ambiente” de inversión y producción afable a la gran empresa al desmovilizar ideológica y organizativamente a los trabajadores (sindicatos, organización popular, campesina) con leyes punitivas, coercitivas y profundamente anti democráticas.
La Ley de Herencia tocó la fibra de los sectores más recalcitrantes de la burguesía compradora, y ésta se ha lanzado en una contraofensiva con la finalidad de detener las intenciones del régimen de gravar las herencias con un impuesto que a decir de ellos, la burguesía compradora, va en contra del “trabajo y la familia”, mientras que el régimen se extrema a sostener que lo que se pretende con esas medidas es “democratizar los medios de producción y la riqueza”.
Este punto de desencuentro entre el régimen, exponente político de la burguesía burocrática y la burguesía compradora, ha desatado una campaña de movilizaciones que apura el esfuerzo de estas dos fracciones de la gran burguesía por congregar al pueblo, a las masas a que respalden sus posiciones involucrándolas en un conflicto en el que nada tienen que hacer y si mucho por perder: su integridad física, su independencia de clase y sus verdaderos objetivos de lucha.
De un lado el régimen azuza a las masas a “defender la revolución ciudadana”. Aboga por la coerción mediática, utiliza las obras y medidas que ha realizado para empujar a que las masas tomen partido por el gobierno. No hay que desestimar cómo siguen chantajeando a los grandes sindicatos, donde las promesas de firma de contratos colectivos va de la mano con la exigencia de movilizar a los trabajadores a las calles para defender al gobierno y contrarrestar las marchas anti gubernamentales convocadas por la burguesía compradora.
Del otro lado, la burguesía compradora, haciendo uso de todo su contingente mediático, prensa más recalcitrante que la oficial, desinforma a las masas para estimular su reacción en contra del gobierno. Al igual que el régimen, pero desde la perspectiva de la empresa privada, igual, azuzan a sus trabajadores a que salgan a las calles a manifestarse, ya sea sobre la base de un “incentivo” salarial o la permanencia en el puesto de trabajo.
Es decir, las masas, los trabajadores explotados han caído en una hábil emboscada política tendida por la gran burguesía, con la diferencia que está sometida al fugo de dos frentes, burguesía compradora y burguesía burocrática. Los dos, gobierno y oposición, chantajean a los trabajadores, los conminan, los presionan  para que asuman posición por cada uno de ellos.
Como vemos, las dos expresiones de la gran burguesía apuntan a apoyarse en las masas, a utilizarlas de “carne de cañón” con la finalidad de apuntalar sus intereses con un elemento con el que también están claros, que sin masas, aún desconcertadas políticamente, la posibilidad de conquistas es inviable.
Ese es el escenario político que vive el país.
Pero no solo esto, esa lucha política también ha sido llevada al planode la conciencia de la manera más burda.
El alcalde de Quito, Mauricio Rodas, ha tratado de abanderarse de la visita del Papa al Ecuador para desde ahí hacer trincheras contra el régimen al que de manera desbocada tratan de buscarle símiles con Chávez y la “Revolución Bolivariana” de Venezuela. Se esfuerza, desde el gobierno municipal, por atizar una suerte de macartismo en contra del régimen al que quieren mostrarlo como comunista. Banalidades que no dejan de ser preocupantes porque desinforma a las masas, las confunde y en alguna medida logran sus propósitos.
El régimen ha hecho lo mismo-. Al igual que el alcalde, Rafael Correa también visitó al Papa en el Vaticano adelantando gestiones para darle protagonismo al gobierno en su visita al país. No solo eso, sino que “olvidándose” que se supone desde fines del siglo XIX el Ecuador es un “estado laico”, por decreto ejecutivo 698, el régimen  suspende el 6 y 7 de julio próximos la jornada regular de trabajo, paraliza estudios, la producción, moviliza a las FFAA, invierte millones de dólares y mete a las masas en una dinámica religiosa-oscurantista que más que un baño de religiosidad pretende un colchón político que le ayude a alivianar la alta carga conflictiva que tienen las masas ante el desafuero del fascista.
Ya la iglesia católica se pronunció al respeto. Piden mesura al régimen para crear un “ambiente de paz” ante la venida del Papa. Claro, asumen posición a favor de la burguesía compradora ya que insisten en la necesidad de que el gobierno “escuche” al país, entendido el país, ese magro y limitado universo que agrupa a los sectores más recalcitrantes de la gran burguesía y de los grandes terratenientes.
¿Pero qué se debe rescatar de la visita de las contradiccionesburguesas generadas a partir de la Ley de Herencias y la visita del Papa? Veamos:
1.     Que la “revolución ciudadana no pasa deser sino una caricatura de revolución servil al imperialismo y a los intereses de la dictadura burgués-terrateniente.
2.     Que las revoluciones definitivamente no se las hacen con votos y en las urnas, que no es revolución estabular los esfuerzos por hacer cambios en la constitución o reformas parciales al viejo estado. Que la revolución debe ser entendida como cambiostotales, absoluto en la estructura y superestructura del estado y que eso solo son posible con violencia revolucionaria, esto es con Guerra Popular.
3.     Que las revoluciones deben tener como premisa dos aspectos fundamentales: destruir el viejo estado burgués-terrateniente y erigir sobre sus ruinas un nuevo Estado que representa los intereses del nuevo poder obrero-campesino.
4.     Que la lucha y combate en contra de la burguesía, sea esta compradora o burocrática debe ser intransigente, inflexible y sobre todo cruenta. No dejar “piedra sobre piedra” de su viejo estado y de ser posible ahogar en sangre sus sueños por perpetuarse en la detención del Poder.
5.     Que las movilizaciones inter burguesas nos han permitido confirmar cómo el revisionismo busca la manera de aliarse con cualquiera de las dos expresiones burguesas, traficando de esa manera con la voluntad de las masas y sus organizaciones naturales. Del lado del régimen, el PCE (revisionista-cabezón) y socialistas han cerrado filas junto al régimen apoyando los desafueroscorporativistas y fascistas de Correa. Del “otro lado”, la burguesía compradora ha logrado acercar políticamente al ex MPD, Pachakutik y otros sectores de la izquierda burocrática, desnudando de esta manera cuál es el verdadero rol que cumple el revisionismo y el oportunismo en la pervivencia del viejo Estado.
6.     Que si no se emprende lucha decidida encontra del revisionismo no habremos avanzado en nada en la lucha en contra del imperialismo, la gran burguesía y los grandes terratenientes.
7.     Que la religiosidad de las masas sigue siendo utilizada de la misma manera como se lo ha venido haciendo desde hace más de cinco siglos, y eso solo es posible sobre una base en concreto, la semifeudalidad.
8.     Que SALVO EL PODER TODO ES ILUSIÓN, y que las condiciones para madurar el desate de la Guerra Popular en el país están maduras, son objetivas, que urge fortalecer las condiciones subjetivas.
Sobre esa base, el Frente de Defensa de Luchas del Pueblo del Ecuador hace un llamado a obreros, campesinos y demás masas explotadas pero consientesa no perder la objetividad en sus esfuerzos combativos y vitales apoyando a cualquiera de las dos expresiones de la gran burguesía.
Que no vale la pena regar una sola gota de sudor y sangre para defender la línea política del gobierno, que en definitiva simplifica los intereses de la burguesía burocrática que es aquella que se apoya en el aparato estatal y sus leyes para reproducirse económica y políticamente.
Que no vale la pena una sola gota de sudor y menos de sangre defender a la “otra burguesía”, la burguesía compradora, aquella ligada a las gran industrias, la banca, grandes comerciantes y grandes terratenientes, que son precisamente los que más han explotadoy reprimido al pueblo.
Que identifiquemos plenamente al revisionismo oportunista del Partido Comunista cabezón, JCE, JRE, MPD (ahora Unidad Popular)Pachakutik, Partido Socialista, MIR, Anarquistas, que se prestan al juego de la democracia burguesa y son los encargados de poner a los pies de la gran burguesía a las organizaciones populares, a las masas, para que éstas las movilicen y las empujen a vivir un conflicto en el que no tienen nada que hacer, salvo identificar en los actores a sus verdaderos enemigos. Pero identificarlo es un paso, también hay que desenmascararlo ante las masas y obviamente hay que combatirlo con la misma vehemencia con la que se combate a cualquier enemigo de la clase y del pueblo.
Que las masas de trabajadores explotados, campesinos pobres, pequeños comerciantes, deben aupar sus esfuerzos por fortalecer el Frente Único, instrumento que permita cualificar y cuantificar la movilización y lucha popular en contra de todos sus enemigos: el imperialismo, la gran burguesía, los grandes terratenientes y el revisionismo. Que si se vierte sangre que sea la del enemigo de la clase y del pueblo, y si debemos poner nuestra cuota, pues que sea para apuntalar en nuevo Poder obrero-campesino.

¡A DESENMASCARAR EL CARÁCTER INTER BURGUÉS EN LAS MOVILIZACIONES CONVOCADAS POR EL RÉGIMEN Y LA OPOSICIÓN!
QUE SE MOVILICE LA BURGUESÍA, QUE ELLOS DERRAMEN SANGRE EN DEFENSA DE SUS INTERESES.
LA SANGRE DEL PUEBLO QUE TIRITE EN NOMBRE DEL NUEVO PODER Y NO DE LAS CONTRADICCIONES INTER BURGUESAS.
A PREPARAR Y DESARROLLAR LA GUERRA POPULAR PARA PROPENDER LA DESTRUCCIÓN DEL VIEJO ESTADO
A OPONERNOS Y COMBATIR LA MANIPULACIÓN DE LA RELIGIOSIDAD DE LAS MASAS POR PARTE DEL RÉGIMEN Y EL VATICANO

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