domingo, 20 de septiembre de 2015

La vejez de un fascista llamado Gonzalez. Un articulo del camarada M. Alonso

El ex presidente de Gobierno Felipe González  y Lilian Tintori, esposa del encarcelado líder de la oposición venezolana, Leopoldo López, en una rueda de prensa en Madrid, España, 17 de septiembre de 2015. REUTERS / Susana Vera


Dicen que la vejez permite corregir errores o por el contrario aumentarlos. Esto ultimo, es el caso sin duda, del agente Gonzalez, pieza clave de las restauración franco-borbónica y muñidor de la reacción bajo manto de social-demócrata.
Gonzalez que comenzó su carrera en el falangista Frente de Juventudes, llego gracias a sus indudables dotes de oportunismo y bajeza moral a ser dirigente del PSOE renovado, bajo el padrinazgo del tío Willi, y junto a su camarilla de Guerras, Narcis o Solanas, a consolidar la "Democracia" en el Estado español con su inclusión en la OTAN, en un referéndum, amañado por el miedo y la manipulación, en medio de las Filesas, Flicks, Siemens, la Expo 92, etc...
El Dios Gonzalez y sus amigos Roldán, Barrionuevo, Galindo...tomando ideas de la DINA pinochetista (o con el asesoramiento directo) y de su amigo personal Carlos Andrés, impulsaron la creación del escuadrón de la muerte llamado GAL para asesinar a patriotas y revolucionarios vascos. Luego vendrían los escándalos del ocaso y una jubilación blindada por jugosos honorarios. Mas su complejo de "Dios" no se curo con simples placeres mundanos y el agente Gonzalez, encontró una nueva "cruzada,"  ahora al servicio de los sectores mas reaccionarios de la burguesía venezolana, contra los gobiernos bolivarianos de Chavez y de Maduro..
Y fruto de su pasión democrática, los pasados días, junto a la esposa del terrorista Leopoldo, afirmo, sin recato, que en el Chile del felón asesino, se respetaban mas los DD.HH. que en la Venezuela de Maduro...
Esta claro que no solo se paso "varios pueblos" del respeto básico por las victimas del terrorismo fascista en Chile o de un mínimo rigor histórico, sino que fue peor (para el y los suyos), pues cuando un agente provocador sobre-actúa, pierde toda credibilidad, deja de ser útil a sus amos.
Ahora el fantoche Gonzalez tendrá ese estigma hasta su muerte. Se ha cerrado el circulo.

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