jueves, 9 de junio de 2016

Curso Básico de Marxismo-Leninismo-Maoísmo. Capítulo 8: La economía política marxista.

Curso Básico de Marxismo-Leninismo-Maoísmo.
Capítulo 8: La economía política marxista.
Capítulo 8

El siguiente documento ha sido redactado por el Partido Comunista de la India (Maoísta) y es utilizado como guía de estudio por sus cuadros. El blog “Cultura Proletaria” ha decidido, por su gran importancia y por el interés que suscita, traducir el documento al español.


Capítulo 8: La economía política marxista

Como hemos visto, Marx desarrolló sus principios de la economía política en continuación y oposición a la economía política burguesa de los economistas ingleses. Gran parte de los escritos económicos de Marx de 1844 a 1859 son críticas a este tipo de economía política. Se posicionó contra las alegaciones de los políticos economistas burgueses de que el capitalismo era un sistema permanente y universal. Por otra parte, demostró que el capitalismo sólo puede existir durante un período limitado y está destinado a ser superado y sustituido por un nuevo y superior orden social. En sus últimos análisis económicos, especialmente en varios volúmenes de su principal obra, “El capital“, se centró en descubrir y estudiar las leyes económicas del capitalismo. Los análisis de las relaciones de producción en la sociedad capitalista en su origen, desarrollo y declive forman el buque insignia de la economía política de Marx.
Los economistas burgueses siempre han mantenido sus análisis en la forma de relación entre cosas, es decir, en el intercambio de mercancías por otras. Marx, sin embargo, mostró que la economía no trata cosas, sino relaciones entre personas y, en última instancia, entre clases.
Dado que, bajo el capitalismo, prevalece la producción de mercancías, Marx comenzó su análisis a partir de la mercancía. Señaló que el intercambio de mercancías no era simplemente un intercambio de cosas, sino que de hecho, expresaba la relación entre individuos productores en la sociedad que se unían a través del mercado. A pesar de que el intercambio de mercancías existe desde la antigüedad, fue sólo con el desarrollo del dinero y el ascenso del capitalismo que alcanzó su cima al interconectar la vida económica de millones de productores individuales en toda la sociedad como un todo. El capitalismo convierte la fuerza de trabajo en mercancía, comprada y vendida libremente en el mercado.
El trabajador asalariado vende su fuerza de trabajo al propietario de los medios de producción, es decir, el capitalista. El trabajador entonces pasa una parte de su jornada laboral produciendo lo equivalente a su salario, es decir, produciendo lo necesario para cubrir los costes de su subsistencia y la de su familia. La otra parte de su jornada laboral la pasa produciendo la manutención y el crecimiento económico del burgués. El trabajador no gana absolutamente nada por esta producción, que va integramente al gran capitalista. A este valor excedente que todo trabajador produce, que va más allá del valor necesario para ganar su salario y consigue mantener, Marx le da el nombre de plusvalía. Esta es la fuente de ingresos y riqueza para las clases capitalistas.

El descubrimiento del concepto de la plusvalía expone la naturaleza de la explotación sufrida por las clases trabajadoras. También trajo a colación el origen del antagonismo entre el proletariado y la burguesía. Este antagonismo de clases es la principal manifestación de la contradicción fundamental de la sociedad capitalista: la contradicción entre el carácter social de la producción y el carácter privado de la propiedad. Este descubrimiento de la plusvalía es definido por Engels como el segundo mayor descubrimiento de Marx (junto con el descubrimiento de la concepción materialista de la historia). Lenin definirá la doctrina de la plusvalía como la piedra angular de la teoría económica marxista.
Marx también analiza en detalle las periódicas crisis económicas que en repetidas ocasiones afectaban al capitalismo. Señala que tales crisis capitalistas son otra manifestación de las contradicciones fundamentales del capitalismo. Así, expone la falsedad de los economistas burgueses en la propagación de que el capitalismo no enfrentaría ninguna crisis una vez que la autorregulación del mercado supuestamente resolvería todos los problemas. Intentaron argumentar que cualquier artículo producido por los capitalistas sería automáticamente vendido en el mercado.
Sin embargo, Marx mostró que la propia naturaleza del trabajo bajo el capitalismo llevaría inevitablemente a la crisis. Mostró cómo los capitalistas, en su ambición desesperada por acumular más y más riqueza, pasaron a aumentar la producción de una forma insana. Sin embargo, al mismo tiempo, todo capitalista trató de mantener sus tasas de ganancia lo más elevadas posible, reduciendo los salarios de sus empleados y arrojándolos a la pobreza. Las clases trabajadoras constituyen la mayor fracción de la sociedad y su pobreza significa automáticamente la reducción de su capacidad de adquirir los bienes disponibles en el mercado. Por lo tanto, a medida que los capitalistas aumentaban la producción de bienes suministrados al mercado, también reducían la posibilidad de compra de una gran parte de sus consumidores. Esto, naturalmente, dio lugar a una severa contradicción entre la expansión de la producción y la contracción del mercado. El resultado fue la crisis de sobreproducción, donde el mercado rebosó de bienes no vendidos. Muchos burgueses van a la quiebra. Miles de trabajadores son despedidos de sus puestos de trabajo y obligados a pasar hambre, mientras que las tiendas están llenas de mercancías que permanecen inutilizables debido a la bajísima demanda.
Marx también llegó a la conclusión de que la anarquía de estas crisis del capitalismo podría resolverse sólo solucionando la contradicción fundamental capitalista entre el carácter social de la producción y el carácter privado de la propiedad. Marx demostró que la fuerza social que traería la revolución fue creada por el mismo capitalismo: es decir, la clase obrera. Es el proletariado quien no tiene interés en continuar en el actual sistema de explotación y propiedad privada. Tiene interés y la capacidad de edificar el socialismo.
Marx analizó la forma en que cada crisis intensifica las contradicciones del sistema capitalista. Describió el proceso en el que cada crisis de centralización de capital pasaba cada vez más a un número menor de manos capitalistas. Este proceso ocurre junto con el crecimiento de la miseria y el descontento de las masas trabajadoras. A medida que las contradicciones del capitalismo se acentúan, los levantamientos revolucionarios del proletariado crecen en fuerza e intensidad, culminando finalmente en la revolución, en la expropiación del capital y en la construcción de la sociedad socialista con un carácter de propiedad adecuado a las características sociales de la producción.
En este sentido, Marx, partiendo de la unidad económica más básica -la mercancía- pone de manifiesto la naturaleza de las leyes económicas regentes del capitalismo. También expone la base económica científica para la revolución socialista y el camino hacia el comunismo.

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