Alcoa, una
multinacional yankee sin reglas.
Miguel
Alonso.
Alcoa, es
una multinacional yankee con origen en Pisttburgh, fundada en 1880, es en la actualidad,
la tercera productora de aluminio en importancia en el mundo.
Sus plantas
y explotaciones se reparten por muchos países, entre ellos Galiza, donde posee
dos plantas en A Coruña y Cervo. En el estado español también posee otra planta
en Avilés, Asturias.
Los pasados
días presento un ERE de extinción de actividad para las plantas de A Coruña y Avilés.
Por supuesto que esto ha provocado la indignación entre los obreros afectados,
cerca de 700 en ambas plantas, y el apoyo de organizaciones políticas y
sindicales. Hasta ahí todo según lo previsto, ahora bien, el camino reformista y
conciliador de los Comités de Empresa de las centrales amarillas, CC.OO. y UGT y
el seguidismo de organizaciones como la Confederación Inter-sindical Galega
(CIG) nos llena de preocupación.
Las
consignas coreadas en la manifestación en A Coruña, sus lemas en las camisetas y pancartas"enerxia solución",
son un ejemplo de un seguidismo derechista, cuando se hacen eco de las
reivindicaciones de la multinacional yankee, que se queja del costo de la energía
eléctrica, a pesar del trato de favor que ha sido objeto por los gobiernos del
corrupto Partido Popular y que rozan los 1000 millones de euros de dinero público.
Ninguno, ni
los políticos del sistema, ni los sindicatos, han reclamado la expropiación de las
plantas de la multinacional, ni su ocupación por los obreros, la
nacionalización de la Red Eléctrica, o una ley contra las deslocalizaciones. Como mucho
han reclamado la devolución de las “ayudas” si siguen adelante con la decisión
de cerrar las plantas.
Amenazan con
nuevas movilizaciones (procesiones para lucimiento de los líderes políticos y
sindicales) que bajo esa dirección, son el camino de la derrota de la justa
lucha de los trabajadores de Alcoa en defensa de sus puestos de trabajo.
Los
trabajadores de Alcoa deben de denunciar las maniobras de los vende-obreros y
sus comparsas y rompiendo claramente con la línea claudicadora derechista,
retomar la lucha desde una posición clasista y combativa sobre-pasar los límites
que pretenden imponer las desprestigiadas cúpulas de los sindicatos amarillos.
Ahí, tendrán
todo nuestro apoyo y esfuerzo y no en falsas “unidades” con vende-obreros, políticos
reformistas y reaccionarios.
El cierre de Alcoa no es un problema "transversal" o "municipalista", es un problema de lucha de clases tanto en Avilés como en A Coruña.
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