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París, 17.11.18
La ira popular contra las medidas económicas del reaccionario gobierno Macrom, con la subida de los impuestos en los carburantes, ha desatado una ola de protestas, protagonizadas por los sectores populares mas afectados, la clase obrera y demás clases trabajadoras, en todas las provincias del país galo.
Mas de medio millón de personas han participado en estas protestas, desde manifestaciones a cortes de carretera (algo parecido al movimiento piquetero argentino) enfrentándose a una brutal represión de la gendarmería.
Según diversas fuentes, hay casi doscientos heridos, algunos de gravedad y medio centenar de detenidos, en unas protestas convocadas en la red al margen de los partidos y sindicatos del viejo régimen.
La rebelión de "los chalecos amarillos" llamada así por la prensa, por el uso de los manifestantes de los chalecos reflectantes de sus vehículos, ha bloqueado gasolineras y el acceso
de peajes en autopistas. La policía intervino lanzando gases
lacrimógenos en una concentración en Alta Saboya (sureste). Así mismo en París, cargaron con gran brutalidad contra un millar de manifestantes que se dirigían al Palacio del Elíseo, sede de la presidencia.
La mayoría de las protestas no habían sido comunicadas a las autoridades, lo que dificultó el control policial.
Durante la protestas, se ha pedido la dimisión de Macron, al que acusan de
preocuparse solo de la elite burguesa y de abandonar a los trabajadores a su suerte.
En un bloqueo de carreteras en Pont-de-Beauvoisin (sureste de Francia) una conductora atropello mortalmente a una manifestante de 50 años. Diversas fuentes afirman que la conductora sufrió un ataque de nervios y embistio a los manifestantes. Permanece detenida en la comisaria de la gendarmería.
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