lunes, 11 de marzo de 2019

Feminismo, mujer y lucha de clases. Un artículo del camarada M. Alonso.


Feminismo,  mujer y lucha de clases.
Miguel Alonso.

Hay una intencionada insistencia en presentar al “feminismo” como un elemento transversal (interclasista) y por lo mismo no ideológico. Esto evidentemente es falso.
No solo es falso, sino que atenta contra la verdadera y seria compresión de la historia y de los diversos marcos sociales, que han vivido y viven las mujeres.
El discurso oficial define el feminismo como “la igualdad del hombre y la mujer” pretendiendo poner el acento en “el género” sexual al cual atribuye toda la opresión de la mujer, frente a otras luchas. Para el feminismo pequeño-burgués, lo principal es la lucha Hombre/Mujer.
Toda toma de posición, implica un acto ideológico y político e ignorar que vivimos en un modo de producción capitalista, en fase imperialista, hacer abstracción del mismo, es filosóficamente idealismo puro, que trata de ocultar que la contradicción principal de estas sociedades capitalistas, la lucha de clases entre el proletariado y la burguesía. Es tomar partido por el capitalismo, pero feminista, claro. Algo semejante al “capitalismo rosa” de la comunidad LGTB.
La corriente filosófica feminista con su corpus conceptual universitario, basado en múltiples tendencias, que van desde el cultural, anarquista, socialista, liberal, radical, revisionista, al extremo del separatismo homofóbico lésbico. Todo ellos, unidos por el nexo de la lucha contra el patriarcado, centro ideológico de las religiones, que es base el pensamiento burgués.
En ello vemos la parte positiva de estos movimientos, como una erosión de la ideología burguesa dominante y en la expresión del malestar frente a la opresión de los roles sociales que asignan, las mismas, a la mujer.
La cuestión del pensamiento mágico es un lastre que ha oprimido a las mujeres y a los hombres desde la antigüedad. 
Esa visión del mundo y la sociedad, dominada por fuerzas tenebrosas, dioses castigadores, infiernos y cielos, en la que se basa el idealismo filosófico, la metafísica, ha sido la excusa de todo tipo de represiones; sexual, política o científica e impregna la superestructura de la dominación en los diversos modos de producción, con el hilo conductor de servir a los explotadores.
Es fundamental para el proletariado proseguir la lucha contra las religiones, sean las que sean, con su denuncia y desmontar su farsa opresora, al servicio de los poderosos.
Ahora bien, es evidente que la dirección ideológica de este movimiento feminista actual, es burgués o pequeño-burgués radicalizado, cuando vemos a los mass-media de la burguesía, a las instituciones burguesas incluso a las represivas, como la Guardia Civil (Es tiempo de mujeres) festejar y animar a la participación a las mismas, incluso a participar en la “huelga de las mujeres”. Cuando vemos como de forma intencionada sustituir y ocultar el carácter de clase del Día Internacional de la Mujer Trabajadora por el ecléctico Feminismo-transversal, de "techos de cristal" y "seres de luz". Recordemos a las feministas yankees apoyando la candidatura de la criminal de guerra Hillary Clinton o a la feminista directora del FMI, Lagarde o a la española Ana Patricia Botín.
La posición de los comunistas, mujeres y hombres, por lo que luchamos, es por una nueva sociedad revolucionaria, libre de tipo de opresión, sea de clase, de sexo o de raza. Reafirmando nuestra posición, que solo en la Revolución Proletaria, puede la mujer trabajadora ser libre y tomar, junto a sus compañeros, la vida en sus manos; “sin Cesar, ni burgués ni Dios…” en palabras de la Internacional.

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