"Su majestad el capital, el rey no coronado,
la ciudad saqueaba, robaba, riqueza amontonaba.
Mientras la clase obrera, encorvada y flaca
ocupaba su puesto ante las máquinas.
Crecen las mercancías alzándose entre los mendigos,
el director, diablo calvo, en el ábaco hace cálculos,
refunfuñando. ¡crisis! El pan se pudre en grano almacenado,gorgotean las tripas vacías en el tugurio, ahogando con su ruido el llanto de los niños.
Y un fuerte y fresco viento, las espumeantes olas
de la revolución se alzaron de nuevo.
Por primera vez ante la multitud enfervorizada, surgió
de pronto ante nosotros muy cercana
la inaccesible palabra: socialismo"
Vladimir
Maiakovski
ResponderEliminarMajestad Capital: ¡Te vamos a destronar!