Murió en Bogotá Dilan Cruz, el joven que fue herido por la policía colombiana durante las protestas.
En un comunicado que había sido difundido por el Hospital Universitario San Ignacio, donde encontraba ingresado el joven, el centro explicó que su estado de salud se había agravado durante las últimas horas. Luego se conoció de su fallecimiento.
“Informamos de que el paciente Dilan Cruz se agravó en las últimas horas y entró en un estado crítico irreversible. Estamos esperando evolución de curso final”, señala el texto. Horas antes, su hermana, Denis Cruz, había señalado que Dilan permanecía estable y que toda su familia se encontraba al tanto de los avances.
Cruz fue trasladado al hospital del centro de Bogotá, la capital del país, tras resultar herido por una granada aturdidora lanzada por los agentes antidisturbios en el marco de las protestas que han tenido lugar en varios puntos del país desde el pasado jueves, día para el que estaba convocada una huelga general.
A su llegada al hospital, Cruz presentaba un traumatismo craneoencefálico penetrante y una para cardiorrespiratoria, por lo que tuvo que ingresar en la unidad de reanimación.
El domingo, cientos de personas salieron a la calle en Bogotá en señal de apoyo mientras el presidente colombiano, Iván Duque, pedía que se llevara a cabo una investigación de forma “urgente” para esclarecer el caso “rápidamente” y “determinar responsabilidades”.
“Lamentamos mucho que el joven Dilan Cruz haya resultado herido durante los hechos que se presentaron hoy en el centro de Bogotá. Nuestra solidaridad con su familia”, manifestó el mandatario.
Las protestas comenzaron el pasado jueves coincidiendo con la huelga general convocada por sindicatos, jubilados, profesores y estudiantes, colectivos indígenas y LGTBI, para protestar contra el Gobierno de Duque y sus políticas económicas, las cuales, según denuncian estos colectivos, han socavado la esperanza de vida en el país.
El deterioro de las pensiones y los salarios, el incumplimiento de los acuerdos con los estudiantes, y la perenne situación de violencia que vive el país –más de 160 dirigentes sociales y sindicales han sido asesinados en lo que va de año–, así como el intento del Gobierno de modificar el acuerdo de paz con las FARC en 2016, son los principales puntos de las movilizaciones.
(Con información de EUROPA PRESS)
La burguesía proimperialista colombiana ha desatado una ofensiva política contra la violencia revolucionaria, han desplegado todo su aparato represivo y de comunicación radio, prensa, televisión para generar opinión pública a favor de La Paz hasta tal punto que algunos marchantes se han vuelto agentes voceros de la reacción marcatizando a los combatientes radicales direccionando su soploneria hacia las fuerzas de policía y ejército. Los traidores dirigentes de las centrales de los trabajadores andan desatados en fuerza ofensiva que las marchas se desarrollen en la santa paz como quiere la burguesía. En respuesta a esta propaganda por La Paz no violencia la policia asesina estudiante de un balazo en la cabeza ahora se despliega la propaganda amañada diciendo que la violencia no es buena de parte y parte pues las fuerzas represivas han tenido muchas víctimas y dejan en el ambiente que estamos en paz. Pero todo esto es una asquerosa mentira las fuerzas represivas es una fuerza bruta para someter con fusiles a las resistencias revolucionarias. La historia escrita ahí está, son cientos de miles de estudiantes y proletariado revolucionario asesinados por los regímenes de turno que se han caracterizado por abiertos asesinos.
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