sábado, 16 de noviembre de 2019

ECUADOR: La sangre urgente del 15 de noviembre de 1922.


El 15 de noviembre de 1922 se constituye en el bautizo de sangre y fuego de la clase obrera en el Ecuador.
Obreros y trabajadores de la empresa eléctrica, portuarios, ferroviarios, carpinteros, todos, realizaron una serie de protestas los primeros días de noviembre de 1922 hasta culminar en la gran huelga general del 15 de noviembre del mismo año con reivindicaciones como pago de salarios, reducción de la jornada laboral, alto costo de la vida y otros.
La respuesta de las clases dominantes (grandes burgueses y grandes terratenientes) fue violenta, contundente, sangrienta. Cientos de obreros fueron masacrados y sus cuerpos arrojados al río Guayas.
Si bien es cierto -para entonces- las masas campesinas ya estaban fogueadas en la lucha violenta, por primera vez los obreros (clase naciente) pone sobre el tapete de la lucha de clases el uso de la violencia revolucionaria como una nueva forma de confrontar a sus verdugos y opresores.
Si por un lado el proletariado inauguró en el país una nueva forma de combatir al enemigo de la clase y del pueblo con violencia revolucionaria, el enemigo también hizo lo suyo, dejó ver qué estaba dispuesto a hacer para limitar o neutralizar la organización y lucha de los trabajadores.
Hoy, 97 años después las cosas son diferentes. El proletariado tiene una ideología todopoderosa, el marxismo-leninismo-maoísmo-pensamiento Gonzalo, ideología que es guía para la acción; que señala cuáles son los objetivos de la clase, las herramientas y formas que debe utilizar para la conquista no sólo de sus derechos dentro de la democracia burgués-terrateniente, sino de cara a la conquista del poder, siendo el problema del poder el aspecto fundamental.
Hoy, 97 años después, el elemento consciente de la clase sabe que sin violencia revolucionaria no es posible reivindicar derechos y arrancarle conquistas al viejo estado; que sin guerra popular es imposible la conquista del poder. Que no basta luchar contra las tres montañas que oprimen a la clase y el pueblo: el imperialismo, especialmente estadounidense, que domina al país; la semifeudalidad en el campo, que reproduce el atraso, le niega tierra a la mayoría del campesinado y lo oprime; y el capitalismo burocrático, la principal forma de capitalismo en el país, sometido al imperialismo. Que derrumbar estas tres montañas sólo es posible si aplastamos contundentemente al neorevisionismo y al oportunismo de toda laya.

El proletariado del Ecuador celebra su bautismo de fuego en un contexto de lucha. La rebelión de octubre de este año también marca nuevas formas de lucha; donde da cuenta de la importancia de la dirección proletaria de la lucha popular en todos los órdenes y formas; pero también sobre la responsabilidad de cumplir con nuevas tareas en un escenario que exige nuevas respuestas al oportunismo que se expresa de diferente manera.
El proletariado del Ecuador celebra su bautizo de fuego en medio de las más grandes crisis del capitalismo burocrático en los países del tercer mundo.
El sistema de Estado, la dictadura de grandes burgueses y grandes terratenientes tienen dificultades de sostener los viejos Estados. Se debilitan, lo debilitamos en cada jornada de lucha.
El capitalismo burocrático vive crisis. Su sistema de gobierno expuesto en los gobiernos democráticos, electoreros se vienen abajo por la decidida acción de las masas. No es que hay crisis de la propuesta bolivariana, del llamado “socialismo del siglo XXI”, o de los gobiernos que se dicen así mismos ”democráticos”, “liberales” o los que son señalados como “neoliberales”; no, esa es la cáscara, la forma cómo organizan la sociedad políticamente para dominarnos, lo que está en crisis es su base, su estructura, el capitalismo burocrático, y corresponde al proletariado organizar y dirigir las luchas de los trabajadores explotados, campesinos pobres, estudiantes conscientes, masas en general a persistir en acciones que carcoman el monstruo desde la entraña mientras construimos los instrumentos para la revolución donde con guerra popular hagamos el esfuerzo vital por no dejar piedra sobre piedra del viejo poder burgués-terrateniente.
Ayer cayó Correa; hoy Morales, pero también Macri, y no tardará en hacerlo el fascista de Bolsonaro, Moreno, Duque, o los relevos de éstos. ¿Qué decimos con esto?, que el problema no está en el gobierno, ya no hay modelo que pueda coincuidir en lo más mínimo con los requerimientos y demandas de las masas; que no debemos propiciar la lucha por la reforma, por el cambio de gobierno, sino por la conquista del Poder.
Honor y Gloria eterna para los mártires del 15 de noviembre de 1922. Honor y Gloria a los trabajadores y luchadores populares mártires de la rebelión de octubre, para aquellos que vierten generosamente su sangre en Chile, Bolivia, Colombia, Perú, Haití, Irak, Yemen, Palestina, en todos los países oprimidos del mundo.
¡VIVA LA CLASE OBRERA!

¡VIVA EL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO-PENSAMIENTO GONZALO:                        IDEOLOGÍA DEL PROLETARIADO INTERNACIONAL!

¡HONOR Y GLORIA A LOS MÁRTIRES DEL 15 DE NOVIEMBNRE DE 1922!

¡HONOR Y GLORIA A LOS TRABAJADORES MÁRTIRES EN LAS JORNADAS DE LUCHA EN LOS PUEBLOS OPRIMIDOS DEL MUNDO!

LA REBELIÓN DE LOS PUEBLOS PRESENTE EN EL ECUADOR, CHILE, COLOMBIA, HAITÍ Y DEMÁS PUEBLOS OPRIMIDOS DEL MUNDO.

¡LA REBELIÓN SE JUSTIFICA!

A CONQUISTAR EL SOL ROJO DE LA LIBERACIÓN: ¡EL COMUNISMO!

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