Como expresión de un plan bien diseñado por la reacción, el viejo Estado de Brasil arremete en contra del periódico Nueva Democracia saboteando el sistema telefónico y de internet, soporte informático vital para sus actividades de prensa popular y democrática.
Los sectores más retardatarios de la vieja sociedad brasileña, desde hace algunos años y apoyado en grupos paramilitares persiguen, torturan y asesinan a campesinos que luchan por la tierra; ahora van por la prensa comprometida con la clase y el pueblo.
Rechazamos y combatimos este tipo de actos que buscan coartar la voz de los oprimidos; de todas formas este cobarde acto también refleja otro aspecto, y es el hecho de que Nueva Democracia con su firme posición en defensa de las clases explotadas; en contra del viejo Estado y el imperialismo, ha delimitado plenamente sus espacios con quienes manejan la vieja sociedad; en ese sentido, mientras más persigan a los compañeros, los saboteen, hagan lo que consideren necesario para “neutralizarlos” refleja el correcto rumbo tomado por la prensa popular y democrática, pues escrito está que mientras la reacción y el imperialismo más nos persiga, más nos ataque, es porque estamos haciendo lo correcto.
Nuestra más profunda y activa solidaridad con el periódico NUEVA DEMOCRACIA, convertida en una antorcha de los oprimidos, explotados y de aquellos que luchan y creen en la necesidad de transformar revolucionariamente la vieja sociedad.
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