viernes, 6 de agosto de 2021

ECUADOR: ESTADO BUROCRÁTICO TERRATENIENTE DECLARA GUERRA A LA MERCED DE BUENOS AIRES (FDLP-EC)



Militares y policías ingresaron nuevamente a La Merced de Buenos Aires. Esta vez lo hicieron en pie de guerra, armados y pertrechados como sólo se pueden presentar ante sus enemigos, en este caso, el pueblo bonaerense.

Además del contingente militar estuvieron presentes funcionarios y trabajadores de la empresa minera Hanrine. Y hay que decirlo, muchos de los trabajadores de la empresa son empujados por sus directivos a que apoyen violentamente la presencia de la misma en la región, otros, de manera servil, se prestan para asumir el rol de garroteros, gatilleros y puñaleros, porque creen que así van a conservar sus empleos. El sicariato y paramilitarismo va cobrando forma y fuerza en Buenos Aires.

Ya en horas de la madrugada se dio una fuerte confrontación entre los militares y los miembros de la comunidad. A pesar de la violenta represión de los militares y policías, muchos de los compañeros mostraron una actitud y disposición de lucha, decidida.  Atacaron con lo que pudieron a la reacción; otros, incitados por las Ong´s ambientalistas, cumplieron su papel de neutralizar la combatividad de las masas, desmovilizarlas, de hacer sus burdos llamados a la manifestación pacífica, de convocar a los “hermanos militares” a la cordura.

En Buenos Aires ya se ha vertido sangre de las masas campesinas que luchan contra la minería a gran escala. ¿Debemos esperar a que haya más heridos y muertos para reaccionar? ¿Debemos colocar la otra mejilla y recibir palo, cuchillo, gases y bala en nombre de la paz y la movilización amigable?

¡No!, definitivamente. Si las masas derraman sangre, sus verdugos también tienen que verterla. Si los trabajadores de la empresa minera atacan violentamente a las masas campesinas, pues bien, que asuman y estén dispuestos también a recibir la justa respuesta del pueblo.

Ya basta de atropellos. Basta de pusilanimidad, esta es una lucha de clases, esta es una lucha por la soberanía; esta es una lucha por la tierra y por la vida y, ante la legitimidad y justeza de las luchas del pueblo no vamos a ahorrar esfuerzo, decisión y determinación en la respuesta a entregar.

¡NI PERDÓN NI OLVIDO PARA LOS VERDUGOS DEL PUEBLO!

¡LA REBELIÓN SE JUSTIFICA!

¡COMBATIR Y RESISTIR!

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