miércoles, 7 de octubre de 2015

BRASIL: Editorial de AND: PT se hunde en el “toma y daca” de Dilma




Editorial de AND: PT se hunde en el “toma y daca” de Dilma


Traducción: Enrique Chiappa

Con por lo menos tres espadas suspendidas sobre su cabeza, Dilma Rousseff intenta contener los urubúes que las empuñan hundiéndose en el cambalache. La vieja política conocida como “oración de San Francisco” (la cual reza que es dando que se recibe) puede ser considerada como una de las marcas de esta república distorsionada. Apenas para recordar algunos maestros de esta oración podemos citar Getúlio, Ademar de Barros, Sarney, FHC, Luiz Inácio y, superando todos los concurrentes, Dilma Rousseff, que camina célere para proclamar: “mi vida por un mandato”. Durmiendo o despierta, ella ve los fantasmas del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), del Tribunal Superior Electoral (TSE) y de la Operación Lava Jato persiguiéndola acompañados por una nube de aves carniceras ávidas para devorar sus entrañas.

Finalmente, ¿qué cuesta entregar el Ministerio de la Salud a Eduardo Cuña si el Ministerio de la Hacienda ya fue para el FMI, vía banco Bradesco, y si toda su gestión está sometida a la política imperialista de la sumisión nacional profundizada desde que Luiz Inácio puso los pies en el Planalto?

No resta la menor duda de que de estos acuerdos de entrega de ministerios a su podrida base aliada saldrán los futuros escándalos de corrupción. No importa que estén en curso investigaciones como Lava Jato u otras del género, pues, siendo de la naturaleza de estos canallas, nada los intimida. El problema es que, siendo insaciable el hecho de recibir un nuevo ministerio, apenas aumenta la voracidad. Llegará el momento que Michel Temer, Eduardo Cuña y Renan Calheiros se cuestionarán: ¿si tenemos casi todo, porque no tenerlo todo? Y entonces, no sobrara nada de Dilma.
¿Y por qué el PT sólo ve el camino del apaciguamiento? Porque se propuso juntarse a las clases explotadoras y acomodándose en la cima de su viejo Estado. Y en esto rápidamente perdió la moral y el respeto delante de la avidez con que fue a los cargos y, en los cargos, se comportó abajo del límite de la decencia, si es que en este ámbito existe alguna decencia. Construido bajo el argumento de la demagogia y de la mentira, desde sus fundamentos, al descender al pantano, sin que tuviera la sagacidad de sus viejos habitantes, pasó a tomar zancadillas y a hundirse cada vez más. ¿Y quien irá a darle la mano?
Si el pueblo ya le dio la espalda, resta sólo a las organizaciones oficialistas venderle la solidaridad en manifestaciones regadas a cerveza y churrasco, recordando más los rituales interioranos de “beber el muerto” en su velorio. Querer abrir una firma nueva con el nombre de “Frente Brasil Popular”, como ocurrió en Belo Horizonte en 5 de septiembre (y como siempre en irracional clima de fiesta), es apenas una nueva embestida para engañar los incautos. No va funcionar.

Mientras tanto la situación revolucionaria en desarrollo va tomando contornos más claros. Sea por el aspecto objetivo con la opresión sobre las masas ampliándose de forma exponencial — véase el ejemplo de los asesinatos de niños en las favelas de Río de Janeiro —, sea por las demostraciones de rebeldía de las masas declarando no sujetarse más a vivir bajo tamaña opresión y explotación. Los índices del propio gobierno, vía IBGE, apuntan la elevación de los índices de inflación, de desempleo, de falta de vivienda, para no hablarse del aumento del precio del dólar y de las tasas de intereses. Sólo para quedarnos en su filfa burguesa de “fundamentos macroeconómicos sólidos”.
Los de arriba se enfrentan en pugnas y arreglos. Pugna para, a través del reparto del viejo Estado, obtener preponderancia de un grupo ante otro. Y negociados para arrancar del proletariado y demás clases oprimidas de la sociedad los pocos derechos que aún le restan.


El PT, con o sin Dilma, se hundirá definitivamente. Pero como fuerza política oportunista ya encallecida, no desaparecerá. Tras doce años y medio sirviendo a las clases dominantes locales y al imperialismo, sucumbirá desmoralizado y sin ninguna honra. Las próximas elecciones municipales serán el atestado de óbito de su gestión. Y de nada servirá decir que murió víctima de un golpe. De suicidio, sí, pues como alertamos en la primera edición de AND tras las últimas elecciones: “PT RESUCITA LA MOMIA PSDB”.

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