Aumentan los factores de guerra en el mundo
Irene Alonso / Hoy 1588
La situación de Siria es el principal ejemplo de lo que se ha llamado "Tercera guerra mundial por partes"
Entre los antecedentes para comprender
la actual guerra en Siria, debemos mencionar los siguientes: En el 2011,
como parte de la llamada Primavera árabe, se produjeron manifestaciones
en Siria, inicialmente en las ciudades de Daraa y Homs. Rápidamente las
protestas se extendieron por todo el país. Estos levantamientos
populares fueron producto de las difíciles condiciones sociales,
especialmente el aumento del precio de los alimentos, y la falta de
libertades públicas. La represión de la dictadura de Bashar al Assad fue
brutal. Ante la resistencia popular intervino también el Ejército.
Hay que tener en cuenta que en Siria, las
divisiones políticas y sociales se mezclan y confunden con las
religiosas, entre distintas ramas del Islam. La apariencia religiosa
tiende a ocultar los orígenes políticos, económicos y sociales. El
gobierno sirio es principalmente de alawitas, mientras una parte de la
población siria es sunita, al igual que la de la región central de Irak.
En el sur de Irak predominan los chiitas, igual que en Irán y sectores
del Líbano.
El ejército se dividió en 2011, y un
sector formó el Ejército Libre de Siria. Comienzó entonces una guerra
civil. El régimen de Assad es apoyado por Rusia (que tiene en Siria la
base militar naval de Tarcus), Irán y la organización Herzbollah del
Líbano. También por China. EEUU y las potencias europeas occidentales,
principalmente Inglaterra y Francia alientan a la oposición armada
siria. Turquía, Arabia Saudita y Quatar también.
Se han formado diferentes grupos armados
de oposición a Assad. Están apoyados directa o indirectamente, abierta o
en forma encubierta por potencias imperialistas o países de la región.
Los muertos, principalmente civiles, van
en aumento. También los crímenes de guerra, el uso de armas químicas, la
tortura a prisioneros. Se calcula que hay hasta hoy 250.000 muertos, a
los que hay agregar los heridos. La mitad de la población siria ha
buscado refugio fuera del país. Inicialmente en los países fronterizos,
Líbano, Jordania, Turquía y el Kurdistán iraquí. En los últimos meses se
ha producido una emigración masiva hacia Europa.
ISIS y milicias kurdas
En los últimos años ha crecido con fuerza
el ISIS, sigla en inglés de “Estado Islámico de Irak y Siria”. Este fue
apoyado inicialmente en forma encubierta por Arabia Saudita, Turquía y
Quatar. Obtuvo el apoyo de tribus sunitas iraquíes que habían quedado
oprimidas, en una situación de pobreza extrema, después de la invasión
norteamericana a Irak. Atrajo a hijos de inmigrantes islámicos de países
europeos, y hoy controla un territorio más grande que el Reino Unido de
Gran Bretaña, incluyendo pozos petrolíferos. Su constitución en
califato ha significado un fuerte aglutinante. El ISIS es una fuerza con
una concepción feudal del islam. Como ocurriera anteriormente con los
talibanes en Afganistán, ISIS “se les fue de control” a sus
patrocinadores.
También, en sentido opuesto, aparecieron y
se fortalecieron las milicias kurdas, integradas muchas de ellas por
batallones de mujeres, que liberaron zonas de Siria cercanas a las
fronteras con Turquía y crearon gobiernos autónomos. Estas milicias
kurdas enfrentaron y derrotaron a ISIS en la zona de Kobane.
Intervención imperialista directa
Bajo el pretexto de enfrentar al ISIS,
las potencias imperialistas y sus aliados locales pasaron a la acción
militar directa. EEUU comenzó a bombardear zonas controladas por el
ISIS. Turquía atribuyó al ISIS atentados contra fuerzas que apoyan a los
kurdos en la zona fronteriza, pero luego pasó a atacarlos directamente,
dentro y fuera de Turquía. Recientemente, Rusia comenzó a bombardear en
Siria a las fuerzas que se oponen a Al Assad. Lo hace desde una base
militar en la zona de Lakatia, en la costa, donde tiene 2.000 efectivos.
Además instaló misiles antiaéreos en zonas controladas por el gobierno
sirio. También Irán envió tropas a Siria en apoyo de Assad.
La situación de Siria es el principal
ejemplo de lo que se ha llamado “Tercera guerra mundial por partes”. La
crisis económica internacional provoca una agudización de las
contradicciones interimperialistas y se incrementan las intervenciones
imperialistas directas, y los peligros de guerra en el mundo. Es una
situación similar a la que precedió la Primera Guerra mundial.
EEUU, que es el mayor poder imperialista
desde el punto de vista económico y militar pone como objetivo principal
el cerco a China, sin dejar de intervenir en Medio Oriente, y otras
partes del mundo. En Siria utiliza una base militar situada en
Diyarkabir, en el Kurdistán turco.
Rusia, que atraviesa una gran crisis
económica, aumenta su agresividad. Ha renovado sus intenciones de
recuperar su poderío como un imperio euro-asiático, renaciendo sus
ambiciones expansionistas. Esto se evidenció en la ocupación de Crimea y
en sus amenazas expansivas en Ucrania y los países del Báltico.
China no interviene tan activamente en
Siria, pero ha generado conflictos en el sudeste asiático. No obstante,
ha enviado un portaviones “de observación” al Mediterráneo.
En síntesis, el conflicto de Siria, que
comenzó con la represión por el gobierno de Assad a un levantamiento
democrático popular con las características de la llamada “primavera
árabe”, y derivó en una guerra civil con la intervención indirecta de
grandes potencias y de potencias locales, ha pasado a la intervención
imperialista directa.
Es necesario oponerse a la guerra
imperialista y apoyar a los pueblos que luchan por su liberación, como
lo hace el pueblo kurdo.
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