jueves, 4 de julio de 2019

Apuntes sobre la cantina popular y otros servicios comunitarios en el socialismo. Artículo del camarada Miguel Alonso.


 

Apuntes sobre la cantina popular y otros servicios comunitarios en el socialismo.
Miguel Alonso.

Prosiguiendo con estos apuntes de la futura sociedad socialista, quiero detenerme en aspectos de la vida cotidiana, como son las comidas diarias y los espacios colectivos dedicados a los mismos.

Centralización / Descentralización. Colectivo / Individual.

La imagen popularizada de grandes comedores impersonales de muchas fabricas o de centros estudiantiles, no responden a mi entender a las máximas “Servir al pueblo” y “Las necesidades de las masas, no son un lujo” que deben guiar nuestro trabajo en la nueva sociedad.
Tomando como clave lo colectivo, no debemos de olvidar tampoco lo individual y aunque comer es una necesidad básica, es también un acto social, que debemos desarrollar en un ambiente cómodo, incluso individual. 
Hay camaradas que no comprenden, aun hoy, que hay momentos que todos precisamos de intimidad y que esto es un derecho de las masas.
Esto es calificado como burgués por algunos. Están equivocados. Lo realmente burgués, es la concepción elitista de la vieja sociedad, que se apropia de lo mejor en calidad o diseño, para su uso exclusivo, apartando a las masas trabajadoras de estos espacios. También es un reflejo de la ideología burguesa el sostener que las masas no merecen lo mejor.
Los palacios y las iglesias fueron abiertos a las masas, en la Rusia revolucionaria, para disfrute de sus lujos y espacios arquitectónicos exclusivos por las mismas, albergando colegios, instituciones culturales o comedores colectivos.
Esto no significaba que fuera la arquitectura o los espacios del futuro socialista, en ellos, en los nuevos espacios, ya trabajaban artistas, diseñadores y arquitectos como Alexander Rodchenko, Melnikov, Vladímir Tatlin, Popova, Le Corbusier, los hermanos Vesnin  o Vladímir Shújov.

Los grandes espacios de la cantina popular (centralización), cuidados en su diseño y calidad, cómodos, confortables, en régimen de auto-servicio, corresponderán a las fábricas, comunas, centros educativos, militares o viviendas colectivas y junto a ellas, los antiguos y nuevos restaurantes, serán parte de la red colectiva (descentralización)
Liberándonos en la práctica de la necesidad de preparar nuestros alimentos, o la posterior limpieza del menaje de cocina o de comedor. Todas y todos los trabajadores o jubilados, poseeremos una tarjeta que nos permitirá el pago de nuestros alimentos en el servicio de Cantinas Populares, así mismo, en la red de supermercados o en los transportes.
La racionalización económica socialista en esta cuestión, reducirá la producción de electrodomésticos y equipamiento individual así como el consumo de energía eléctrica, para poder destinar esos recursos a la producción de otros bienes necesarios.
Dietistas y personal especializado, supervisaran, junto a los Comités Revolucionarios, las diversas fases de elaboración de los alimentos, privando siempre la calidad y la cercanía de los mismos, tanto en el campo como en la ciudad. Dando prioridad a la estacionalidad de los mismos.
Otro aspecto será la calidad y cuidado de los animales para su consumo, poniendo fin a las granjas masificadas de aves o de  cerdos. También su alimentación exenta de hormonas o piensos compuestos de subproductos. Todo ello influirá en la salud de las masas populares, al adquirir alimentos de gran calidad.
Las Comunas Populares, dedicadas a la producción de frutas u hortalizas, eliminaran todo producto toxico en su trabajo, emularan por la mejor producción y prestigio de sus productos.
Todo ello hará de la Cantina Popular un pilar básico de la nueva sociedad.

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