Kampuchea toma la vía socialista.
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Lo siguiente es una entrevista a Dan
Burstein, editor de La llamada, después de su regreso reciente de la
visita a la Kampuchea Democrática. Burstein dirigía una delegación
de cuatro miembros del PCML, los primeros americanos en visitar
Kampuchea desde la victoria de la revolución hace tres años.
La campaña de desprestigio hacia
Kampuchea por parte de las dos superpotencias es conocida. Burstein y
otros de la delegación han expuesto estas mentiras desde su regreso,
tanto en La llamada como en apariencias públicas en la televisión
nacional. En esta entrevista, Burstein da algunas respuestas en
profundidad a una cantidad de cuestiones políticas de la mente de
activistas revolucionarios y otros para promocionar la amistad y
solidaridad entre los pueblos de Estados Unidos y de Kampuchea.
Has visitado recientemente la
Kampuchea Democrática en un momento en que los imperialistas yankis
han llevado una intensa campaña de desprestigio contra la revolución
allí, hablando de "trabajo forzado" y "genocidio".
Brevemente, ¿qué viste y cuál es la situación real?
La revolución de Kampuchea es una
nueva revolución. Es muy joven, habiendo obtenido la victoria hace
sólo tres años. Y aún así ha conseguido bastantes logros.
El logro mas básico es que por primera
vez en 2,000 años de historia de Kampuchea el poder político ha
sido puesto en las manos de las masas populares. Hace apenas unos
años, Kampuchea era un país dominado por familias feudales aliadas
con los intereses franceses y estadounidenses. Era una sociedad en
que la pobreza y el hambre eran un denominador común de la gran
mayoría de la gente.
Pero esta imagen ha cambiado
drásticamente con el despliegue de la revolución socialista.
Mientras la prensa burguesa habla negativamente de Kampuchea como "el
país más radicalmente alterado del mundo", este hecho es
verdad pero en el sentido positivo. En una sociedad en que
trabajadores y campesinos no han tenido nada durante mucho tiempo,
ahora tienen medios para ganarlo todo. La gran mayoría de viejos
explotadores y elementos reaccionarios, mientras tanto, han sido
arrancados de su poder y riqueza.
Como toda revolución socialista que el
mundo ha visto hasta ahora, los cambios radicales en el orden social
dan miedo en los corazones de los capitalistas en todo el mundo. No
es una sorpresa que la prensa en este país lloriquee sobre el
"trabajo forzado", cuando los terratenientes y capitalistas
de Kampuchea han sido obligados a trabajar para sobrevivir en lugar
de ser parásitos del pueblo. Pero los que protestan de este modo
nunca se preocuparon del verdadero trabajo forzado de los millones de
trabajadores y campesinos que eran esclavos del feudalismo y del
capitalismo de la vieja sociedad. Podemos ver que todos los ataques y
desprestigios de la nueva Kampuchea tienen el sello capitalista, con
su infinito odio de lo verdaderamente liberador para las masas
populares.
Para las amplias masas de Kampuchea, el
trabajo no está siendo llevado bajo cohesión ni amenazas- todo lo
contrario. Allá por donde fuimos- y cubrimos 1100 kilómetros en 6
provincias- vimos la determinación y el espíritu de autosacrificio
en la construcción del país. Incluso bajo un calor abrasador y sin
máquinas la gente trabaja con sus propios manos para aumentar el
nivel de vida de la sociedad en la que ahora son los maestros.
Cuando viajas por Kampuchea, no puedes
sino sentirte impresionado por la manera en la que todo el país está
trabajando. La gente vieja y la gente nueva, hombres y mujeres, toda
la población está inmersa en proyectos agriculturales y de
conservación del agua. Con sus propias manos están construyendo un
sistema de irrigación que está catapultando el país de la edad
oscura del feudalismo a los tiempos modernos. Están reconstruyendo y
remodelando un país que por todos lados muestra la destrucción
causada por las más de 550,000 toneladas de bombas arrojadas durante
la guerra.
La revolución en Kampuchea ha puesto
comida en la mesa del pueblo por primera vez en su historia. Los
campesinos que tenían que trabajar muchos meses con sólo hojas y
hierbas de comida, ahora trabajan con dos o más cultivos de arroz.
Presas, canales y reservas que no podían ser construidos en los
viejos días, incluso con miles de millones de dolares de “ayuda”
imperialista, ahora están siendo construidos por los viejos
campesinos.
También se han realizado pasos
importantes para mejorar el nivel de vida del pueblo. La malaria, el
gran mal del país antes de la liberación, ha sido eliminada en un
90%. Una intensa campaña de alfabetización ha hecho que una
población analfabeta en un 80% se alfabetice un 80%, al menos en
términos básicos de alfabeto y lectura. Nuevas casas están siendo
construidas para millones de personas.
El sistema cooperativo, que se inició
en las zonas liberadas en 1973, ha sido firmemente establecido en
todo el país. Un 90% de la población vive en cooperativas agrícolas
que favorecen la mayoría de las necesidades básicas de sus
miembros.
El sistema cooperativo también ha sido
una gran herramienta para canalizar el entusiasmo de las masas y
educarlas en el marxismo. Una democracia muy extensa existe en las
cooperativas. Cada tres días hay mitines masivos de toda la
cooperativa para discutir tareas prácticas, y cada diez días hay
mitines para hacer planes a largo plazo, estudiar y realizar sesiones
de crítica y autocrítica. A través de este sistema la gente habla
libremente con el resultado de nuevas ideas e innovaciones en cada
cooperativa.
Éstos son solo algunos de los logros
de la revolución en los primeros tres años. Lo más remarcable es
que estos logros han sido conseguidos frente a problemas
gigantescos-incluyendo las invasiones e incursiones de ejércitos
apoyados por las superpotencias en todas las fronteras de Kampuchea,
así como numerosos intentos de golpes de estado y sabotajes por
agentes de la CIA y de la KGB en todo el país.
Por supuesto estos triunfos
revolucionarios no significan que no haya habido fallos, errores y
problemas. Hay muchas desventajas y tanto el pueblo de Kampuchea y el
Partido Comunista son conscientes de ello. Pero la imagen general es
brillante. La revolución va a toda velocidad.
La acusación de genocidio es el
principal desprestigio de la prensa capitalista contra Kampuchea.¿Qué
opinas al respecto?
Lo primero, la acusación de
“genocidio” es un producto usado por los imperialistas contra la
Kampuchea Democrática. El verdadero “genocidio” fue la muerte de
más de 800,000 personas-el 12% de la población- durante la agresión
estadounidense allí.
Estados Unidos olvida sus crímenes en
Kampuchea y los esconde de la visión del público. Un método para
hacer esto es afirmar que el verdadero genocidio tiene lugar ahora en
Kampuchea.
La Kampuchea de hoy tiene más o menos
la misma población que durante la liberación-cerca de ocho
millones. La idea de que dos millones de personas han sido asesinadas
desde 1975 según afirman algunos expertos financiados por la CIA (o
1,2 millones o 1,4 millones como dicen algunos académicos que
quieren sonar menos exagerados pero beben de las mismas fuentes
reaccionarias, es un fraude rotundo. Ha sido cocinado como parte de
los esfuerzos de Estados Unidos para oponerse al socialismo, para
aislar internacionalmente a Kampuchea y crear el clima ideal para una
nueva intervención estadounidense.
El hecho de que no ha habido genocidio
no significa que no haya habido derramamiento de sangra desde la
liberación. De hecho, en los últimos tres años hemos visto una
lucha de clases muy dura en Kampuchea. No dudo que esta lucha ha sido
complicada y a veces muy sangrienta.
Hay que recordar que debido a la
situación estratégica de Kampuchea, los imperialistas prestan mucha
atención a las fuerzas contrarrevolucionarias dentro del país
durante más de dos décadas. Los Khmer Serai (Khmer Libres) que la
CIA estableció a principios de los sesenta para dinamitar la
política de neutralidad de Sihanouk tuvo miles de soldados así como
redes operativas en casi cada pueblo y ciudad. Estos Khmer Serai
vivieron un entrenamiento muy largo de la CIA, en el que se les
enseñó a oponerse al comunismo y matar a todos los comunistas y
posibles comunistas de inmediato.
Quitando a los que eran verdaderos
agentes de la CIA, el éxito del golpe de estado apoyado por EEUU en
1970 desarrolló una gran burocracia en el ejército y gobierno de
Lon Nol que colaboró con el imperialismo estadounidense.
LOS
AGENTES IMPERIALISTAS INUNDAN KAMPUCHEA
Los agentes yankis no eran los únicos
reaccionarios en Kampuchea. La KGB soviética también estuvo inmersa
en el país, a veces trabajando con agentes vietnamitas. Y detrás de
las dos superpotencias, en tiempos de guerra Phnom Penh también fue
centro de actividad para agentes del régimen de Thieu, la
inteligencia francesa, la inteligencia japonesa y surcoreana, los
militaristas tailandeses e incluso agentes de la camarilla de Taiwán.
Una parte de estas fuerzas huyeron
antes de la liberación, pero la gran parte se quedó. Equipada con
todo tipo de armas y dispositivos electrónicos, buscaban derrocar la
revolución.
El nuevo gobierno, luchando por su
propia supervivencia contra estas actividades contrarrevolucionarias,
se tuvo que enfrentar con todo tipo de sabotaje y subversión. Sin
duda, esto fue un sangriento proceso que seguramente tuvo excesos y
errores. Pero sin la violencia revolucionaria contra el enemigo, la
revolución habría fracasado casi al instante.
A pesar de los esfuerzos de algunos de
los fabricadores de mitos actuales de pintar la Kampuchea
prerrevolucionaria como una “tierra gentil”, era cualquier cosa
menos gentil y pacífica. Sin importar que estuviera ocupada por los
colonialistas franceses, los fascistas japoneses, el gobierno de
Sihanouk o el régimen yanki de Lon Nol la pobreza, el hambre, la
represión y las masacres estaban a la orden del día.
Si se quiere comparar entre la vieja
sociedad y la actual, se debe entender que la violencia llevada a
cabo desde la liberación es mucho, mucho menor (cuantitativamente
hablando) y completamente diferente en naturaleza por aquellos que
antes gobernaron Kampuchea. La violencia revolucionaria en la
actualidad está siendo llevada para defender el poder político del
pueblo, para asegurar que pueda comer, que sus condiciones de vida
mejoren y que la revolución avance. La violencia
contrarrevolucionaria que gobernó la vieja sociedad era violencia
llevada a hundir a las masas en la miseria y a tenerlas trabajando
para enriquecer a una minoría.
Armados con este conocimiento, podemos
examinar los cuentos fantásticos dichos por los reaccionarios sobre
el “genocidio” y el “asesinato en masa”. Cuando los golpistas
o saboteadores son ejecutados, Estados Unidos ve esto como una
“violación de los derechos humanos”.
Muchas de las historias que ahora se
están propagando en la prensa son calcos de lo que los imperialistas
dijeron de la Revolución Rusa, la Revolución China y todas las
revoluciones en las que triunfó la dictadura del proletariado frente
a los explotadores.
ATAQUES BURGUESES
CONTRA LA REVOLUCIÓN
De hecho, muchas de las observaciones
que hizo Lenin acerca de la propaganda contra la URSS en los primeros
días son muy importantes para entender lo que los imperialistas
dicen de Kampuchea en la actualidad.
En 1918, Lenin escribió su “Carta a
los trabajadores americanos”, en la que expuso la hipocresía de
los imperialistas que acusaban a los revolucionarios rusos de sus
políticas de “terror”. Dijo que cuando la burguesía británica
y francesa llevó a cabo violencia revolucionaria contra los señores
feudales y monarcas en las revoluciones de 1649 y 1703, todo estaba
justificado. Pero cuando hoy, los proletarios y los campesinos pobres
deben recurrir a la violencia contra los capitalistas, de pronto la
violencia revolucionaria se convierte en algo monstruoso en los ojos
de los burgueses.
Lenin hizo algunas otras observaciones
importantes en la misma carta a los trabajadores americanos. Dijo,
por ejemplo, que después de que los imperialistas hicieran una
guerra que trajo 20 millones de muertes, intentaron justificar la
bondad de una guerra que realmente había sido hecha para obtener
beneficio imperialista. Al mismo tiempo, Lenin dijo que si la guerra
revolucionaria del proletariado contra la burguesía resultaba en la
mitad de muertos, esto sería visto como algo terrible e
injustificable.
Finalmente, Lenin tuvo que tratar los
problemas de una joven revolución. Dijo: “la gente no se ha
convertido en santa por que haya llegado la revolución”. Mostró
que la revolución rusa estaba cometiendo errores, pero por cada
error había numerosos aciertos.
Pero Lenin fue incluso más allá. Dijo
que incluso si hubiera sólo 100 aciertos y 10,000 errores, la
revolución seguiría siendo justa por que fueron las masas las que
por primera vez ejercieron un auténtico poder político.
Creo que estas ideas de Lenin son
útiles en entender lo que está sucediendo ahora en Kampuchea.
La existencia del Partido Comunista de
Kampuchea (o PCK) no fue anunciada hasta el año pasado, aunque se
fundó en 1960. ¿El partido fue clandestino 17? ¿Cómo lideró la
lucha bajo estas condiciones? ¿Cuáles fueron las circunstancias
especiales de su fundación?
En 1951 el partido conocido como
Partido Comunista de Indochina se disolvió, dejando a Kampuchea sin
partido comunista. De hecho, el Partido Comunista de Indochina nunca
había formado parte del pueblo de Kampuchea. Prestaba escasa
atención al desarrollo de la revolución en Kampuchea. Estaba
mayormente compuesto por cuadros vietnamitas y su trabajo se centraba
en la revolución vietnamita.
En los años 50 hubo muchos esfuerzos
para construir organizaciones antiimperialistas, y una gran lucha
revolucionaria fue llevada por las masas. Pero la mayoría de las
organizaciones fueron destruidas por la represión del gobierno y la
traición desde dentro.
Aprendiendo la lección de esta
violenta represión, muchos de los supervivientes comprendiendo que
sólo se podía confiar en los obreros y campesinos. El gobierno de
Sihanouk, a pesar de su postura progresista y mayormente neutral, no
podía cambiar de forma fundamental la vida de la gente. Bajo estas
condiciones, cada vez más gente comenzó a estudiar el
marxismo-leninismo- pensamiento Mao Tsetung.
A finales de los 50, los
marxistas-leninistas publicaron algunos periódicos que exigían la
independencia, el no-alineamiento y la neutralidad. Pero en reuniones
secretas comenzaron a hablar de la inutilidad del camino
parlamentario y la necesidad de movilizar al pueblo para iniciar la
lucha armada que lleve a la liberación genuina y al socialismo.
Cuanto más marxismo se estudiaba, más
convencidos estaban los revolucionarios jemeres [nota de
traductor: entiéndase aquí jemer como gentilicio de Kampuchea o
Khmer en la lengua del país y no como militante de los Jemeres
Rojos] de la necesidad de fundar
un partido comunista. En 1958 se creó un comité de preparación
para sentar las bases del congreso fundacional del partido. La clave
ideológica erra derrotar a aquellos que, tomando la palabra Kruschev
en el 20 congreso del PCUS, hablaban de la “transición pacífica
al socialismo” en Kampuchea.
Se esperaba que el partido pudiera ser
fundado en 1959, pero las condiciones de represión política se
habían intensificado tanto que era imposible organizar un congreso.
Finalmente, en 1960 y después de un mitin de tres días a finales de
septiembre, el congreso fundacional del PCK fue llevado en secreto en
una vieja estación en Phnom Penh. La línea de la “transición
pacífica” fue rechazada por completo, y el PCK se inició en una
base marcadamente antirevisionista. A pesar de que el Ejército
Revolucionario no pudo ser organizado hasta 1968, el PCK reconoció
desde su fundación la necesidad absoluta de la lucha armada.
En el periodo que siguió a la
fundación del partido, el PCK tuvo que trabajar bajo condiciones muy
difíciles y atravesar muchas dificultades. El primer secretario
general fue asesinado por agentes enemigos en 1963, y el partido tuvo
que huir de Phnom Penh. Pol Pot, el secretario actual, se convirtió
en el líder en ese momento, organizando a las fuerzas del partido
para que fueran al campo en el noreste para empezar a construir las
bases revolucionarias.
Enfrentados a tal represión, el
partido mantuvo su existencia en secreto. Las masas, sobretodo los
campesinos en el campo, conocían al partido como la “Organización
Revolucionaria”. Mientras el partido se mantenía en secreto, no
era un secreto para las masas. Comunicaciones secretas, periódicos e
incluso transmisiones de radio se iniciaron en las áreas liberadas
con frecuencia.
Mucha gente que conocí me dijo que ya
conocían la línea del partido muy bien, incluso en los 60 y a
principios de los 70. Pero el enemigo lo tuvo muy difícil al
aprender de las actividades del partido. Incluso hoy, los llamados
“expertos en Camboya” de la CIA admiten que no saben bien quien
es Pol Pot. Pero las masas sí lo saben.
El príncipe Norodom Sihanouk ha jugado
un rol complicado en la historia de la lucha jemer. ¿Cuál es su
posición hoy? ¿Y en el pasado?
Lo primero, el rol actual de Sihanouk.
Está vivo, a pesar de algunos informes falsos del gobierno
estadounidense que decían que lo habían ejecutado. Vive en su viejo
palacio en Phnom Penh y tiene el título de “héroe del pueblo
jemer”. Está retirado y recibe una pensión.
A pesar de que Sihanouk fue un príncipe
feudal y parte de la burguesía jemer, apoyó completamente la guerra
popular revolucionaria contra el imperialismo yanki y su camarilla
representada por Lon Nol. Debido a sus contribuciones anteriores, el
nuevo estado de Kampuchea ha tratado a Sihanouk de forma especial,
permitiéndole vivir en su palacio y dándole una pensión cuando
otros oficiales no reciben salario.
Periódicamente, Sihanouk deja Phnom
Penh para visitar el campo e inspeccionar algunos de los nuevos
proyectos en los que están trabajando los campesinos. Ha dicho que
está muy impresionado con lo que ha visto, y que problemas que él
no pudo solucionar en los viejos tiempos están siendo arreglados
bajo el liderazgo del PCK.
Sihanouk apoya al partido. Hizo una
declaración el año pasado cuando se reveló su existencia, alabando
el rol del PCK en su liberación de Kampuchea.
ROL DUAL DE SIHANOUK
El pasado de Sihanouk se puede resumir
en la dualidad de su clase-la burguesía nacional. También, cabe
mencionar que se opuso a los esfuerzos del imperialismo por dominar
su país. Pero a veces colaboró con el imperialismo y se opuso a las
masas que se rebelaron contra su gobierno.
En los sesenta había dos tendencias
entre la clase gobernante jemer. Aquellos como Lon Nol, que eran
abiertamente lacayos del imperialismo, aquellos como Khieu Samphan
(hoy el presidente del presidium) que pertenecían a la vieja clase
gobernante.
Sihanouk estaba entre estas dos
tendencias. Se oponía al comunismo pero también a Lon Nol. Cuando
la guerra en Vietnam comenzó a desarrollarse, Sihanouk continuó
resistiendo los esfuerzos de Estados Unidos para conseguir su apoyo.
El resultado es que EEUU comenzó a apoyar a Lon Nol para darle el
poder.
Tan pronto como en 1967, el PCK predijo
que Lon Nol daría un golpe de estado. Esta comprensión de la
situación política llevó a fundar el Ejército Revolucionario en
1968 y a iniciar la lucha armada. Aunque Sihanouk era en teoría el
líder del gobierno nacional, el PCK y el Ejército Revolucionario
ejecutaron los principales golpes contra Lon Nol.
Esto creó las condiciones para formar
un frente unido con Lon Nol tras el golpe de EEUU liderado por la CIA
que puso a Lon Nol en el poder en marzo de 1970. En los cinco años
de guerra posteriores, Sihanouk mantuvo un frente unido con los
comunistas jemeres, y ellos con él a pesar de las dificultades de la
lucha.
Por estas razones, Sihanouk sigue
siendo respetado por el pueblo jemer, incluso cuando él mismo
reconoció que sus viejas ideas no tienen cabida en la actualidad.
El PCK ha declarado basarse en el
marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tse-tung. Pero, ¿qué ha hecho
este partido para combatir al revisionismo?
El PCK ha estado luchando contra el
revisionismo en todos sus diecisiete años de existencia. Como ya he
mencionado, fue fundado contra la línea revisionista de Kruschev de
la “transición pacífico al socialismo”. Los camaradas de
Kampuchea estudiaron los escritos de Lenin sobre el estado y las
contribuciones del presidente Mao sobre la guerra popular. Armados
con esta teoría, resistieron los esfuerzos de los revisionistas de
abandonar la lucha armada.
Incluso en 1972, cuando la Unión
Soviética y Vietnam presionaban a los camboyanos a abandonar la
guerra e ir a las conferencias de paz de París, el PCK se mantuvo
firme. No temieron la amenaza de Kissinger de “volar Camboya de la
faz de la Tierra en 72 horas”, ni tampoco compraron la lógica
revisionista de Kruschev y Brezhnev de que luchar contra el
imperialismo norteamericano solo producía “conflagración
nuclear”. La adherencia del PCK a la lucha armada, su confianza en
las masas, su honestidad y valentía a la hora de luchar contra la
enorme máquina imperialista yanki- todo esto se refleja en la firme
postura del partido contra el revisionismo.
El Partido Comunista de Kampuchea
estudia las obras de Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao
cuidadosamente, pero también ha luchado contra el dogmatismo. En mi
entrevista con Ieng Sary, delegado del primer ministro, me habló de
la importancia de combatir “el dogmatismo y el empirismo, siendo
ambas formas de revisionismo”.
Aplicando el marxismo a sus
condiciones, el PCK se ha enfrentado a muchos problemas y encontrado
soluciones creativas. Por ejemplo, Ieng Sary nos dijo de la decisión
de tomar Phnom Penh en medio de la guerra. Dijo que algunos elementos
revisionistas se opusieron, diciendo que era imposible tomar la
capital sin tomar primero las capitales provinciales. Pero Sary nos
dijo: “A pesar de que nuestra revolución siguió la línea de
general de tomar la ciudad desde el campo, en esta coyuntura
particular las condiciones concretas nos hicieron ver que era posible
capturar Phnom Penh, consiguiendo de este modo la liberación
nacional.”
Respecto a las cuestiones principales
de la actualidad en el movimiento comunista internacional, encontré
un gran nivel de unidad entre nuestro partido y el PCK. El PCK, por
ejemplo, estudia la tesis de Mao sobre los tres mundos. Apunta a las
dos superpotencias imperialistas como los principales enemigos del
mundo, reconociendo al tercer mundo como la principal fuerza contra
el imperialismo, y distinguiendo correctamente entre las
superpotencias y otras pequeñas potencias imperialistas del segundo
mundo.
El PCK es consciente de la naturaleza
de la URSS, un país donde el capitalismo ha sido restaurado y donde
un país antaño socialista se ha transformado en socialimperialista.
El PCK también se ha posicionado
apoyando al socialismo en China y a rechazado a la banda de los
cuatro.
De hecho, el PCK ha sido un luchador de
la unidad de todos los partidos y países marxistas-leninistas
alrededor del mundo. Ha expresado su solidaridad con partidos
marxistas-leninistas por todo el mundo (incluyendo el nuestro) en su
lucha contra el revisionismo moderno).
Resumiendo, creo que el PCK ha
contribuido en gran medida a la lucha contra el revisionismo, y hay
mucho que aprender de ésto.
Kampuchea ha sido una víctima
reciente de la agresión de Vietnam. ¿Qué hay tras este conflicto?
¿Qué aprendiste en tu viaje?
El conflicto entre Kampuchea y Vietnam
es muy desgraciado. Estos dos antiguos aliados en la lucha contra el
imperialismo estadounidense ahora están luchando entre ellos. Esto
es una situación terrible, pero tenemos que entender los factores
que hay detrás.
Tuvimos una gran oportunidad de
aprender sobre la lucha entre Vietnam y Kampuchea, por que viajamos a
la provincia fronteriza de Takeo. Visitamos el área con soldados y
campesinos y discutimos la situación de Ieng Sary.
Primero de todo, déjame decir algo
sobre lo que vimos en la provincia de Takeo, una de las áreas donde
tuvieron lugar muchos combates el pasado invierno.
30 kilómetros dentro del territorio
camboyano ya vimos las huellas de los tanques vietnamitas en los
campos de arroz. Vimos edificios derribados por los disparos de la
artillería vietnamita.
A través del campo de batallo vimos
balas, cartuchos, escombros y latas de armas soviéticas y
estadounidenses usadas por las tropas vietnamitas. Buscando el área
encontramos incluso un tanque soviético.
No es coincidencia que las armas de las
dos superpotencias estén tiradas por Kampuchea a miles de kilómetros
de Washington y Moscú. Las dos superpotencias, cada una de su modo,
están tratando de destruir la revolución camboyana.
Con respecto a Estados Unidos, su
hostilidad contra Kampuchea es obvio. Negándose a resignarse tras la
pérdida de su pequeño paraíso personal, EEUU ha perpetrado muchas
agresiones contra Kampuchea, como el incidente de Mayaguez en mayo de
1975 y el bombardeo de Siem Reap en febrero de 1976.
Además, los agentes de la CIA en
Tailandia han contactado con los agentes de la CIA en Kampuchea
intentando numerosos golpes de estados. EEUU ha promovido a los
militaristas tailandeses para llevar a cabo incursiones en la
frontera tailandesa-camboyana. La ofensiva propagandística lanzada
por EEUU es un intento de aislar internacionalmente a Kampuchea y
preparar a la opinión para otra intervención de Estados Unidos en
el sureste asiático. Como EEUU, los socialimperialistas soviéticos
no tienen interés en ver una Kampuchea socialista e independiente.
Se han opuesto al PCK desde que se fundó e incluso han apoyado a la
camarilla de Lon Nol hasta el final. Ahora intentar extender su
hegemonía por el sureste asiático y cercar China. Pero Kampuchea
sigue siendo un territorio impenetrable. La fiera defensa de la
independencia de Kampuchea es un golpe directo contra la expansión
soviética así como ejemplo a otros países de que es posible
construir el socialismo sin la URSS.
Sin poder dominar Kampuchea, la Unión
Soviética continúa con sus intentos de derrocar al estado
camboyano. Hombres de la KGB han estado involucrados en dos golpes de
estado. Pero se ha visto de forma evidente para EEUU y la URSS que
sus agentes reaccionarios en Kampuchea no pueden movilizar a las
masas. La revolución ha ganado un amplio apoyo popular. Los intentos
subversivos están condenados.
LA UNIÓN SOVIÉTICA
APOYA EL CONFLICTO
Con todo lo anterior creo que la URSS
apoya una invasión vietnamita en Camboya. Cuando la primera gran
invasión se produjo en 1977, comandantes y asesores soviéticos
participaron en la agresión. Incluso cuando los vietnamitas usaron
helicópteros para sacar los cuerpos rusos fuera de Kampuchea, tres
soldados rusos muertos fueron encontrados dentro de Kampuchea.
Desde este incidente, la Unión
Soviético ha intentado mantener un bajo perfil en las invasiones.
Los comandantes soviéticos ahora permanecen dentro de la frontera de
Vietnam, comunicándose con las tropas vietnamitas que cruzan
Kampuchea a través de radio.
El ejército vietnamita ya tiene once
divisiones cerca de la frontera vietnamita-camboyana. En Laos, el
ejército vietnamita ha instalado otras cuatro divisiones en la
frontera laosiana-camboyana. Más de 7,000 tropas rusas y asesores en
Laos y Vietnam están trabajando con estas divisiones. Creo que es
bastante obvio quien está detrás de la guerra entre Vietnam y
Kampuchea.
Por supuesto, la Unión Soviética no
participa en esta lucha sin pretexto. Hay conflictos políticos y
diferencias nacionales desde hace mucho entre Kampuchea y Vietnam.
Incluso durante la guerra de liberación, estas diferencias surgían
a veces. Más importante, los vietnamitas han favorecido
históricamente la creación de una “Federación Indochina” en la
que Kampuchea sería un estado menor. Kampuchea ve este acto como
chovinista y se opone a infringir su independencia y soberanía.
Además de esta cuestión, hay desacuerdos con respecto a las
fronteras.
A pesar de que Vietnam y Kampuchea
firmaron un acuerdo en 1967 estableciendo sus fronteras, Vietnam ha
renunciado a este acuerdo.
Pero aun teniendo en cuenta las
diferencias entre estos países revolucionarios del Tercer Mundo- que
son muchas- no hay razón para creer que no pueden ser resueltas
pacíficamente de no ser por la Unión Soviética provocando a
Vietnam para resolverlas con la fuerza militar.
Con respecto a las acusaciones
soviéticas y vietnamitas de que Kampuchea es el agresor, esto es un
intento para colocar la verdad en su bando que está tan fuera de la
realidad que no puede ser tomada en serio. Kampuchea no tiene razones
para agredir a nadie. Quiere la paz y la estabilidad para avanzar en
su reconstrucción nacional. Pero al mismo tiempo, Kampuchea no
tolerará violaciones de sus fronteras y se ha defendido de todos los
ataques hasta ahora.
La Unión Soviética está usando la
situación actual para aumentar su dominio sobre Vietnam. Esto sólo
puede tener efectos adversos en la revolución vietnamita. Hay muchas
señales de que el pueblo vietnamita se opone a la guerra en
Kampuchea y otras políticas del gobierno vietnamita donde la
influencia de la URSS es palpable.
Por aquellos que fueron por el
movimiento en contra de la guerra en este país y obtuvieron tanta
inspiración de la lucha de los pueblos vietnamita y camboyano, es
una situación trágica el ver a los dos países en guerra entre
ellos. Pero debemos protegernos contra las reacciones subjetivas. En
lugar de frustrarnos, hay que redoblar nuestros esfuerzos para
oponernos al revisionismo y al socialimperialismo soviético que son
los verdaderos culpables de la contienda.
El camarada Ieng Sary.
La solidaridad entre los pueblos
estadounidense y camboyano, especialmente la lucha de la juventud
estadounidense a principios de los setenta, jugó un papel importante
en derrotar al imperialismo de EEUU y sus títeres allí. ¿Cuál es
la tarea de nuestro movimiento para continuar con esta solidaridad en
la actualidad?
Cuando llegamos a Phnom Penh, Ieng Sary
realizó un banquete en honor a nuestra delegación. En el banquete,
tanto él y como hicimos un discurso, y ambos hicimos referencia a
los estudiantes que se dejaron la vida protestando contra la invasión
de EEUU en Kampuchea.
Después, Ieng Sary me dijo: “no es
coincidencia que ambos nos refiriéramos a estas luchas
estudiantiles. Compartimos el mismo punto de vista revolucionario. Yo
en mi país y tú en el tuyo luchamos contra el mismo imperialismo.”
Allá donde fuimos, encontramos al
pueblo camboyano distinguiendo entre el gobierno yanki que llevó a
cabo la guerra contra ellos y el pueblo estadounidense que se opuso a
la guerra.
Pero hay mucho trabajo por hacer para
construir y fortalecer la amistad entre nuestros dos pueblos. Ahora,
la clase gobernante intenta hacer todo lo posible para enfrentar al
pueblo estadounidense contra la revolución camboyana.
Las esperanzas reaccionarios son que la
constante repetición de sus historias de “genocidio” y
“barbarie” sean aceptadas por el pueblo como verdad. Esta máquina
propagandística es muy peligrosa, pero no creo que triunfe. Después
de todo, la misma máquina propagandística consiguió engañar a los
estadounidenses sobre la guerra en Indochina por muy poco tiempo.
Eventualmente, las masas vieron las mentiras y la desinformación.
A través de varios artículos en La
Llamada hemos intentado revelar la verdad sobre la situación en
Kampuchea al pueblo estadounidense. Espero que la gente los lea y los
circule para discutirlos con más gente.
Creo que es importante leer el discurso
de Pol Pot sobre la historia del Partido que la Prensa de Liberación
ha publicado en inglés, así como otros materiales directos de
Kampuchea. Nuestras librerías en el país están guardando estos
materiales, para que la gente pueda acceder a ellos.
Cuando haya oportunidades de desafiar
la campaña de desprestigio contra Kampuchea y presentar la verdad,
este trabajo debería ser presentado. Ya sea en la forma de mitines
públicos, debates en las universidades, o letras a los editores de
periódicos que imprimen mentiras, hay muchas formas de combatir la
guerra propagandística.
También creo que es importante
organizar el sentimiento de amistad hacia Kampuchea. Creo que sería
muy bueno para nuestros amigos en Kampuchea establecer un comité o
una organización que concentre o proporcione educación sobre
Kampuchea.
La lucha de liberación en Kampuchea
proporciona a nuestro movimiento tremenda inspiración y entusiasmo.
Para mucha gente, la agresión de Estados Unidos demostró su
naturaleza imperialista. Para otros, el hecho de que un país pequeño
como Kampuchea se enfrentara a una gran superpotencia imperialista
mostró que la revolución es posible.
Poco a poco se va despejando y desmantelando ese manto de mentiras contra el proceso de revolucionario comunista en Kampuchea, los vomitos negros del revisionismo particularmente los podridos gobernantes Vietnamitas títeres del Socialimperialismo ruso y amangualados con los imperialistas aplastaron ese proceso no lograron eliminar al camarada POL POT pues las masas revolucionarias lo protegieron...hoy después de estos años vemos a supuestos maoístas odiando ese proceso echando toda clase de pestes reaccionarios con apego a los sentimientos imperialistas contra esas masas rojas, contra la dirección del partido comunista de Kampuchea. Ese maoísmo de hoy revisionismo es un camuflaje que acuden a los ya desenmascarados revisionistas y que no se cansan de hacer contrarrevolución por eso el llamado de los MLM principalmente maoístas de combatirlos a sangre y fuego, es una exigencia del proletariado revolucionario internacional castigarlos con mano de hierro hasta aplastarlos.
ResponderEliminarTomado de periódico: ¨ hierro rojo¨.
Muchas gracias por tu comentario, que compartimos plenamente.
ResponderEliminarSaludos rojos.