miércoles, 22 de agosto de 2012

MEMORIA REVOLUCIONARIA.



Hace 95 años – Preparando la Gran Revolución  Socialista
 de Octubre de 1917 en Rusia

ORGANIZAR Y PREPARAR LAS FUERZAS
PARA EL COMBATE DECISIVO*
De las tesis “Ideas básicas” del informe sobre la situación política, presentado al Congreso del Partido Obrero Social Demócrata (bolchevique) de Rusia, celebrado en Petrogrado del 26 de julio al 3 de agosto de 1917 

…6) En virtud del desarrollo actual de los acontecimientos, el poder estatal en las cuestiones decisivas, a saber, en el frente y en Petrogrado, se encontró de hecho en manos de la burguesía contrarrevolucionaria, apoyada por la camarilla militar del personal de mando del ejército. Es esta dictadura la que ha adoptado y adopta las medidas enumeradas para destruir las libertades políticas, aplicar la violencia contra las masas y perseguir implacablemente al proletariado internacionalista, siendo total la desintegración, la impotencia y la falta de actividad del Gobierno, así como del Comité Ejecutivo Central, órgano central de los Soviets.
   7) Los demócratas constitucionalistas juegan con los eseristas y los mencheviques igual que el gato con el ratón; salen del Gobierno, reanudan el regateo para entrar en él, organizan al mismo tiempo y de prisa a la contrarrevolución de la burguesía y disparan con las acusaciones más repugnantes: hoy contra los bolcheviques, después contra Chernov, incluso contra el hipócrita … de Tsereteli y otros.
   Los guías de los eseristas y mencheviques pierden la cabeza, se degradan hasta expresar confianza, e incluso los mejores elementos provinciales de estos partidos que menos se han aproximado a la contrarrevolución, temen aprobar la pena de muerte, pero temen aún más reprobarla, para no divorciarse de “sus” ministros.
   8) Mientras tanto, el país sufre la agonía dolorosa y detestable de los Soviets, que se descomponen en vida debido a que no tomaron a su tiempo el poder estatal en sus manos.
   9) La consigna de entregar el poder a los Soviets, que propagaba nuestro partido, era la consigna del desarrollo pacífico de la revolución, la transición pacífica del poder de la burguesía a los obreros y campesinos pobres, la superación pacífica de las ilusiones de la pequeña burguesía.
   Ahora, son ya imposibles el desarrollo pacífico de la revolución y el paso sosegado del poder a los Soviets, pues el poder ya está en manos de la dictadura militar, apoyada e inspirada por la burguesía y encabezada por el partido de los demócratas constitucionalistas.
   La consigna del momento actual no puede ser sino la liquidación total de la dictadura de la burguesía contrarrevolucionaria. Sólo el proletariado revolucionario, siempre y cuando le apoyen los campesinos pobres, está en condiciones de cumplir esta tarea, tarea de turno de la nueva revolución en Rusia.
   10) El éxito de la nueva revolución depende de si la mayoría del pueblo toma conciencia con bastante rapidez y firmeza de lo desastrosas que son las esperanzas de conciliación con la burguesía, expresadas y apoyadas por los partidos de los eseristas y los mencheviques.
   El desarrollo de los acontecimientos refuta estas esperanzas de una manera categórica.
   11) La tarea primordial del partido de los bolcheviques en este momento, consiste, por lo tanto, en no ceder ante las provocaciones de la contrarrevolución (que con gran deseo y todo el tiempo aspirará a ello) a desafiar al proletariado –precisamente ahora- a que inicie un combate prematuro, que traería consecuencias irreparables para él. Consiste sí en orientar todos los esfuerzos a fin de organizar y preparar las fuerzas para el combate decisivo, cuando la crisis nacional y el profundo auge de las masas creen las condiciones propicias para ello y atraer a los pobres de la ciudad y del campo al lado de los obreros, contra la burguesía.
   12) En beneficio del proletariado, ahora sería más importante prepararlo de manera sistemática y prolongada para la nueva revolución, con el fin de que la experiencia propia de las masas las haga comprender su necesidad y se desenmascare por competo a la dictadura militar, respecto a la cual el Gobierno de coalición formado hace poco no es más que un encubridor.
   Pero tampoco se puede olvidar que la crisis militar y alimentaria, así como otras condiciones, pueden provocar una catástrofe enorme, de extraordinaria fuerza.
   El deber del proletariado, particularmente en la capital, será entonces tensar todas las fuerzas para tomar en sus manos el poder estatal y orientarlo, en alianza con el proletariado revolucionario de los países avanzados, hacia la paz y la reorganización socialista de la sociedad.

(*) Extraído del libro de Albert Nenarókov Historia ilustrada de la Gran Revolución Socialista de Octubre. El año de 1917 en Rusia, un mes tras otro. Editorial Progreso, Moscú 1987, pp.1 178-180. Texto seleccionado y transcrito para Dazibao Rojo por R. Manzanares.

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