Juguetes educativos de la diseñadora Alma Siedhoff-Butcher.
(...
Con ello me
refiero, al hecho de que al desaparecer el factor de lucro en la producción,
los objetos, tanto en su diseño como su calidad, tendrán una mayor duración,
sin el caótico derroche del capitalismo y sus técnicas de “obsolescencia
programada” para beneficio del “mercado”.
Pero
volvamos al urbanismo revolucionario de la nueva sociedad, evidentemente todos
estos cambios decisivos, no se producirán de la noche a la mañana. Será un
proceso paulatino, con la desaparición de las formas burguesas y pequeño-burguesas
de convivencia, tales como la familia o las relaciones de producción.
Todo ello
tomando como clave la lucha de clases a nivel ideológico, por el método
unidad/lucha y aplicando línea de masas para las contradicciones en el seno del
pueblo, basado en el respeto al sentir de las masas.
Es un hecho objetivo,
que el peso de la vieja sociedad y sus valores, individualistas y egoístas,
están presentes en todos nosotros.
Hemos crecido en medio de la lucha contra
ello, pero somos, también, parte de esta contradicción. Para ello tenemos que
tomar posición decidida por lo colectivo (comedores populares, restaurantes,
lavanderías, etc.).
Todo ello, para la clase obrera, con el nivel de diseño y
calidad de los mejores locales exclusivos de la vieja sociedad, lo mismo para
las viviendas o las propias instalaciones industriales o agrícolas. Un ejemplo histórico
de esto, fue el metro de Moscú y sus estaciones, que aun hoy, siguen disfrutando los
trabajadores, en la capital de Rusia.
“Las
necesidades del pueblo, no son un lujo”, esta frase del arquitecto comunista
Hannes Meyer, que fue director de la Bauhaus en Dessau, es un correcto resumen
del nuevo enfoque en la planificación y la arquitectura.
La labor de
la burguesía y sus agentes ha sido durante años denigrar lo colectivo, presentando
imágenes de suciedad y pobreza de los mismos. Evidentemente ocultando que
dichas situaciones, en su mayoría, obedecen a la opresión y explotación de la
clase obrera y del pueblo trabajador, por la oligarquía burguesa.
Nuevas formas residenciales.
Una sin duda,
importante experiencia fue el planteamiento de viviendas colectivas,
organizadas como autosuficientes que se desarrollaron en los años 20, basadas
en las teorías de los socialistas utópicos, pero ahora posibles en el nuevo
marco revolucionario.
La
planificación del territorio y sus realidades nunca pueden ser “calco o copia”
al igual que los procesos revolucionarios. Lo cual indica, que es la realidad
objetiva y el análisis concreto de sus contradicciones, lo que determinara que
formas requerirán la solución de las mismas.
Bibliografía
consultada.
Dick Urban Vestbro. La vivienda colectiva en Suecia.
Anatole Kopp. Arquitectura y urbanismo soviéticos de los años
20.
P. Ceccarelli. La construcción de la ciudad soviética.
Pekin Informa / VV. AA. ¡La Comuna Popular es excelente!
Giulio Carlo Argan. Walther Gropius y la Bauhaus.
VV. AA. La Bauhaus.
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