viernes, 25 de abril de 2008

La Revolución y sus perspectivas.-


Un articulo del servicio noticioso de UMQG.


Elecciones de Nepal:

Expectativas de un cambio profundo por las nubes


14 de abril de 2008. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. El 10 de abril se celebraron elecciones en Nepal por primera vez en nueve años. Todavía no hay resultados finales, pero parece que el Partido Comunista de Nepal (Maoísta) [PCN (M)] va muy bien con una buena posibilidad de obtener una mayoría de la Asamblea Constituyente (AC). En muchas partes del país, hay un gran júbilo popular sobre el triunfo del PCN (M), pues la población espera que el triunfo abra las puertas a un “nuevo Nepal” y a una salida de la opresión y pobreza. Los electores rechazaron claramente a los principales partidos políticos de las clases dominantes del país, sobre todo el Partido del Congreso Nepalés [PCN] que encabezó la mayoría de los gobiernos que combatieron sanguinariamente contra la guerra popular en ese país, y el Partido Comunista de Nepal (Unido Marxista-Leninista) [UML], que pese a su nombre desde hace muchísimo abandonó al comunismo y que también colaboró en la lucha contra la revolución. Las poquísimas fuerzas que apoyan abiertamente la continuación de la monarquía recibieron poquísimos votos.
La Asamblea Constituyente tiene la encomienda de redactar una nueva constitución para una república, y se espera que el proceso dure uno o dos años.
Éstas no son unas elecciones comunes y corrientes. Por diez años, a partir de 1996, el PCN (M) libró una guerra popular centrada en el campo del país cuyo objetivo era llevar a cabo una revolución de nueva democracia y liberar al país del imperialismo, del feudalismo y del capitalismo burocrático.
Hace dos años un enorme movimiento popular recorrió las zonas urbanas del país y obligó al muy odiado rey Gyanendra a ceder el poder absoluto y convocar de nuevo al parlamento en el cual se cooptó una representación significativa del PCN (M).
Los observadores internacionales de muchos países, como el ex presidente yanqui Jimmy Carter e Ian Martin, el jefe de la misión de la ONU en Nepal, alabaron profusamente el proceso electoral; específicamente, dijeron que eran más “pacíficas” de lo esperado. Las primeras reacciones de la “comunidad internacional” las describieron como el fin definitivo de la guerra popular. Todavía no queda claro cómo reaccionarán a un resonante triunfo electoral del PCN (M).
En el período antes de las elecciones y el propio día de las mismas hubo muchos asesinatos, casi en su mayoría de los maoístas y sus partidarios. El incidente más indignante ocurrió en Dang en el oeste del país: la policía mató a siete partidarios maoístas no armados e hirió a 25 más. (Véase el artículo acompañante.)
Ahora la duda de todo mundo es cuál será el siguiente paso. Los acuerdos preelectorales estipulan la formación de un gobierno conjunto de los tres principales partidos políticos del país: el PCN (M), el PCN y el UML. Ahora se espera que el PCN (M), que ha tenido un papel menor en el actual gobierno, tenga un papel dirigente en el nuevo gobierno que se formaría después de las elecciones de la Asamblea Constituyente.
Se formará un nuevo gobierno pero la duda fundamental en el país no es cuáles partidos estarán en el gobierno sino qué naturaleza tendrá el nuevo poder estatal. Como señaló el artículo anterior del SNUMQG (11 de febrero de 2008), la cuestión principal en el país después de diez años de guerra popular es qué gobierno se consolidará a nivel nacional. El viejo Estado ha estado luchando por proteger los intereses de las clases explotadoras y asegurar la subordinación de Nepal al imperialismo extranjero y a la India. ¿En el poder de quién descansará el Estado nepalés que resulte del proceso de la Asamblea Constituyente? ¿Qué futuro les deparará al Ejército de Nepal y la policía militar que no han hecho sino perseguir y matar a los revolucionarios y violar, sembrar terror y robar a las masas? ¿Qué pasará con el Ejército Popular de Liberación [EPL] que se granjeó el respeto y amor de los campesinos pobres que representan la mayoría de la población? ¿Será Nepal una base de apoyo de la revolución mundial o seguirá atrapado en la telaraña de dominación imperialista y extranjera?
Es casi seguro que el rey quedará fuera, pero ¿estará libre del feudalismo que el rey representaba el Estado que resulte del proceso de la Asamblea Constituyente? Durante la guerra popular, el sistema de castas con su horrorosa práctica de “intocabilidad” y otros atropellos sufrió fuertes embates en las zonas donde el EPL tenía el poder. Ocurrió lo mismo en el caso de los matrimonios de niñas, golpizas a esposas y otras prácticas antimujer. ¿El proceso de la Asamblea Constituyente podrá institucionalizar éstos y muchos otros avances por todo el país?
En el campo, la revolución estableció un nuevo sistema de “tribunales populares” que hizo cumplir el orden revolucionario y se había establecido otra clase de poder político. ¿Tendrán estas instituciones un lugar en el nuevo gobierno? ¿Qué papel tendrá el sistema de tribunales y la burocracia del gobierno que servían al viejo Estado?
Es obvio que existen poderosas fuerzas, y sobre todo las potencias imperialistas y las clases dominantes indias y los explotadores en el propio Nepal, que estarán haciendo todo a su alcance para asegurar que no se dé ninguna auténtica revolución en Nepal.
Durante los diez años de la guerra popular, el PCN (M) llamaba a repartir las “tierras a quienes las trabajan” y a destruir de fondo el reaccionario sistema encabezado por el rey, que mantenía explotados y empobrecidos a la clase obrera y al campesinado e imponía toda clase de opresión medieval sobre las mujeres, las minorías nacionales y las castas oprimidas. Las masas del país han estado demandado una transformació n revolucionarí a, y por eso, entre otras razones, el PCN (M) logró un abrumador triunfo electoral. Se manifiesta de manera vívida el ardiente deseo de un “nuevo Nepal” en los exuberantes rostros de miles de jóvenes y otra gente que han estado tomándose las calles por todo el país en largos mítines de celebración. Como muchas personas quienes por años eran los representantes abiertos del viejo Estado han renunciado humilladas, las expectativas de un cambio profundo están por las nubes.
La cuestión más importante es cuál clase de sistema social representará y ejercerá la nueva república de Nepal. En Nepal y en el mundo los partidarios y amigos de la revolución estarán observando de cerca en las semanas y meses por venir a medida que se vaya formando la nueva República.

jueves, 24 de abril de 2008

86 Aniversario del Partido Comunista de Brasil

Un articulo del MEPR sobre la fundación del Partido Comunista do Brasil


25 de março: 86 anos da Fundação do PCB

A fundação do Partido Comunista do Brasil a 25 de março de 1922 representou um marco histórico no cenário político nacional. Influenciados pelo triunfo da Revolução Russa (1917), 9 militantes, delegados de alguns estados, se reuniram no Rio de Janeiro, município de Niterói, e fundaram o Partido.
Este feito foi um passo decisivo para elevar a organização da classe proletária e permitiu um avanço da luta revolucionária do operariado e do povo brasileiro pela tomada do poder. Este Partido foi destruído pela ação do revisionismo* após o trágicos acontecimentos da Lapa** no final da década de 70.
O movimento estudantil tem lugar reservado na história do Partido, onde sempre desempenhou papel fundamental no curso da Revolução Brasileira. Exemplo de dedicação do movimento estudantil revolucionário à causa da Revolução foi a Guerrilha do Araguaia, onde dezenas de estudantes foram viver com os camponeses pobres e desenvolver a luta armada na região sul do Pará. Entre os estudantes que foram para a luta armada estão Helenira Rezende, que foi vice-presidente da UNE em 1968, Walquíria Afonso da Costa, estudante de pedagogia e, Telma Corrêa, estudante de geografia da UFF.
Mais que nunca é necessário desmascarar as organizações que se autodefinem como comunistas hoje (PCdoB, PCB entre outros na atualidade) e resgatar a heróica história do Partido Comunista do Brasil que nada mais tem a ver com estas siglas que já há décadas foram tomadas pelo revisionismo e absolutamente nada mais têm de comunista.
Para que o povo brasileiro tome o poder, realize as tarefas democráticas e marche para o socialismo é necessária a direção de um partido revolucionário proletário. A existência de um autêntico partido revolucionário mostrou ser crucial para se avançar na Revolução Democrática no país. Por isso, todo o campo democrático-revolucionário deve saudar a passagem dos 86 anos do Partido Comunista do Brasil e resgatar sua verdadeira história.

*Revisionismo: conjunto de idéias burguesas surgidas dentro do movimento operário que falsificam o Marxismo negando sua essência revolucionária.
** Conhecida como “Chacina da Lapa” foi os assassinatos e prisões de vários membros do Partido quando da brutal investida do exército durante uma reunião do Comitê Central do PCdoB.

jueves, 17 de abril de 2008

Articulo de IPS analiza el triunfo comunista.


La incógnita nepalesa

Análisis de Praful Bidwai para IPS


NUEVA DELHI, abr (IPS) - El Partido Comunista de Nepal-Maoísta (PCN-M) será el primer sector de extrema izquierda en gobernar un país por el voto popular desde el fin de la Guerra Fría. Su acceso al poder pone a prueba la vocación democrática de la populosa Asia meridional.
El PCN-M obtuvo alrededor de un tercio de los votos y, de acuerdo con el complejo sistema electoral nepalés, habría logrado la mayoría simple de los 601 escaños del parlamento, frente a los dos sectores políticos tradicionales, el Partido del Congreso y el Comunista de Nepal-Unido. Hace apenas cuatro meses, el 23 de diciembre, esta pequeña nación del Himalaya emprendió con paso firme el camino hacia una república democrática, federal y secular luego de 240 años de monarquía. Varios analistas atribuyeron la victoria maoísta al temor. Uno de ellos indicó que el PCN-M apeló a su "bien aceitada maquinaria de campaña" para desarrollar "un despliegue nacional de amenazas e intimidaciones" que desmoralizó a sus oponentes. A eso, otro analista sumó, paradójicamente, "el deseo de los votantes de impedir que los maoístas reanuden la 'guerra del pueblo'" que desarrollaron antes de 2005. Pero muy distinta fue la conclusión de 20.000 observadores electorales, entre ellos un millar procedentes de 28 organizaciones internacionales. También la Misión de las Naciones Unidas en Nepal afirmó que las elecciones fueron libres y justas. Esta conclusión se refuerza con el dato de que 67 por ciento de los votantes habilitados acudieron a las urnas. La independiente Comisión Nacional de Observación Electoral también avaló los comicios y destacó la alta participación de las mujeres como candidatas, votantes y observadoras. Los resultados fueron recibidos con sorpresa por analistas de la prensa, para quienes el Partido del Congreso y el PCN-U continuaban ocupando el lugar central del mapa político nepalés al que el PCN-M pretendía ingresar. "Muchos dieron por buenas las encuestas divulgadas por la Embajada de Estados Unidos, que atribuían al PCN-M apenas entre ocho y 10 por ciento de los votos", dijo el activista pakistaní Karamat Ali, quien colaboró con el equipo de la Comisión Nacional de Observación Electoral. "Esos sondeos subestimaron el generalizado sentimiento antimonárquico y contra el establishment y la caída de la credibilidad del Partido del Congreso y del PCN-U por sus antecedentes de colaboración con la corona", agregó. El PCN-M representa en su discurso a las minorías étnicas, como la janajati, que viven fuera del valle de Katmandú, bastión de la elite que dominó tradicionalmente la política nepalesa. Además, logró articular las preocupaciones y aspiraciones de grupos diversos, lo cual le da un carácter más representativo que el que se arrogan el PCN-U y el Partido del Congreso. El punto de inflexión del crecimiento del maoísmo fue la movilización masiva conocida como Jan Andolan, en abril de 2006, una movilización de 19 días contra la monarquía y por la convocatoria a elecciones para una asamblea constituyente, recordó Achin Vanaik, profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Delhi, en India. "Más de un millón de personas marcharon por las calles de Katmandú y de otras ciudades. Eso precipitó un enorme cambio en el equilibrio entre partidos políticos y propició la instauración de la república", explicó. "También fue la culminación del trabajo desarrollado por el PCN-M desde 1996, cuando pasó a la clandestinidad, concentrado en cuestiones como la reforma agraria, la equidad de género y el cambio radical de la política económica", indicó Vanaik. Ahora, los maoístas marcarán el curso político de Nepal. Mantendrán con firmeza su demanda de renuncia al rey Gyanendra y de incorporación de su brazo armado al ejército nacional. Pero también se comprometieron a trabajar con el resto de los partidos para formar una coalición de gobierno hasta la aprobación de una nueva constitución y la celebración de elecciones generales para 2010. "Todo indica que el PCN-M parece inclinado a asumir una postura moderada y consensual", sostuvo Alí. "El establishment en Katmandú y las fuerzas monárquicas harán todo lo que puedan para frenar la transición a una democracia estable, igualitaria, republicana y secular." "La principal arma en manos de las fuerzas de la reacción es la violencia. El PCN-M no debería caer en esa trampa respondiendo con más violencia", agregó. Las fuerzas externas más influyentes en Nepal son India y Estados Unidos. Parte de la elite gobernante en India ve a los maoístas nepaleses con suspicacia y hostilidad, pues no puede controlarlo con tanta facilidad como al Partido del Congreso y al PCN-M. Apenas una semana antes de las elecciones, el consejero de Seguridad Nacional del gobierno indio, M. K. Narayanan, realizó un discurso inusual en apoyo al Partido del Congreso Nepalés. Funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores de India manifiestan en privado su preocupación por la intención del PCN-M de renegociar el Tratado de Paz y Amistad entre los dos países. Pero el propio ministro de Relaciones Exteriores, Pranab Mukherjee, anunció que India acepta el mandato de la ciudadanía nepalesa y ya le comprometió el apoyo y la cooperación de su gobierno al líder del PCN-M, Pushpa Kamal Dahal (Prachanda). El gobierno indio aún no decidió cuán fuerte presionará a Estados Unidos para que retire al PCN-M de su lista de organizaciones terroristas. Eso medirà el compromiso de Nueva Delhi con el nuevo orden en Nepal. (FIN/2008)

miércoles, 16 de abril de 2008

Denunciando a la camarilla feudal del Dalai Lama


El presente articulo denuncia la vinculación de la camarilla feudal del Dalai Lama con la CIA norteamericana y sus maquinaciones contra el pueblo chino.
Dazibao Rojo no apoya a la actual dirigencia de renegados revisionistas en China que ha instaurado el capitalismo y abandonado el camino de la Revolución. Tratamos simplemente informar sobre el siniestro personaje feudal que dice representar los intereses del pueblo del Tibet.-


La CIA, patrocinadora del Dalai Lama


AUTOR: Jean-Paul DE SIMPELAERE
Traducido por Juan Vivanco para TLAXCALA.



Cuando Patrick French era director de la «Free Tibet Champaign» (Campaña por la independencia del Tíbet) en el Reino Unido, fue el primero que pudo consultar los archivos del gobierno del Dalai Lama en el exilio. Se llevó una sorpresa.
¿Liquidaron los chinos a los tibetanos?
Llegó a la conclusión decepcionante de que las pruebas del genocidio tibetano perpetrado por los chinos se habían falsificado, así que dimitió de inmediato como director de la campaña por la independencia del Tíbet (1).
En los años sesenta, bajo la dirección del hermano del Dalai Lama, Gyalo Thondrup, se habían recogido testimonios entre los tibetanos refugiados en India. French comprobó que las cifras de muertos se habían añadido al margen posteriormente. Otro ejemplo: un mismo choque armado narrado por cinco refugiados distintos se había contabilizado cinco veces. Mientras tanto, la cifra de 1,2 millones de muertos por culpa de los chinos había dado la vuelta al mundo.
French afirma que eso es sencillamente imposible, ya que todas las cantidades correspondían a hombres y entonces sólo había 1,5 millones de tibetanos varones, por lo que hoy en día apenas quedarían unos pocos. Pero la población ha aumentado hasta cerca de 6 millones de habitantes, el doble que en 1954. Una cifra proporcionada tanto por el Dalai Lama como por las autoridades chinas, esta vez asombrosamente de acuerdo.
Los observadores internacionales (el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud) también avalan estas cifras; sin embargo, todavía hoy el Dalai Lama sigue diciendo que los chinos fueron los causantes de la muerte de 1,2 millones de tibetanos.
¿Es el Dalai Lama una especie de papa del budismo mundial?
Conviene poner las cosas en su sitio. El 6 % de la población mundial es budista. Es poco. Además, el Dalai Lama no es el representante del budismo zen (Japón) ni del budismo del sureste asiático (Tailandia) ni del budismo chino. El budismo tibetano representa solamente la sexagésima parte (1/60) de ese 6 %. Por último, en el Tíbet hay cuatro órdenes monásticas separadas. El Dalai Lama pertenece a una de ellas, la «gelugpa» (sombreros amarillos). Es decir, estamos ante un papa con pocos fieles religiosos pero muchos adeptos políticos…
¿Quiénes son los patrocinadores?De 1959 a 1972:
- 180.000 dólares anuales para sus gastos personales, en las hojas de pago de la CIA (documentos desclasificados por el gobierno usamericano; el Dalai Lama lo negó hasta 1980), y
- 1,7 millones de dólares anuales para organizar su red de solidaridad internacional.
Después se pagó la misma cantidad a través de la NED, una organización no gubernamental usamericana cuyo presupuesto depende del Congreso. El Dalai Lama dice que sus hermanos administran «sus negocios». La CIA reclutó a sus dos hermanos, Thubten Norbu (un lama de rango superior) y Gyalo Thondrup en 1951, al primero para recaudar fondos y dirigir la propaganda y al segundo para organizar la resistencia armada.
La bomba atómica india: el Buda sonriente
Desde el principio, es decir, cuando resultó evidente que la revolución china triunfaría en 1949, USA trató de convencer al Dalai Lama para que se exiliara. Pusieron a su disposición el dinero y la logística necesarios. Pero el Dalai Lama y su gobierno querían que USA mandara un ejército al Tíbet como había hecho en Corea, y la propuesta les pareció demasiado blanda (Modern War Studies, Kansas University, USA, 2002). A pesar de todo los usamericanos lograron convencer al Dalai Lama de que se exiliara en 1959, pero aún había que convencer a India para que le concediera asilo. Eisenhower le propuso un «cambalache» a Nehru: India aceptaría al Dalai Lama en su territorio a cambio de una beca a 400 ingenieros indios para que se iniciaran en la «tecnología nuclear» en USA. El trato se cerró (2). En 1974 la primera bomba A india recibió el apodo cínico de… «buda sonriente» (3).
(1) Tibet, Tibet, P. French, Albin Michel, 2005.
(2) Comandante William Corson, responsable de las negociaciones, Press Trust of India, 10/8/1999.
(3) Raj Ramanna, ex director del programa nuclear de India, 10/10/1997, Press Trust of India.

martes, 15 de abril de 2008

Saludamos la gran victoria del PCN (m)


El escrutinio de los votos para la Asamblea Constituyente en Nepal confirma el gran triunfo de los candidatos comunistas frente a los partidos burgueses o revisionistas.

Aunque el sistema electoral, fruto de un arduo acuerdo previo, es mixto todo indica que la representación alcanzada por los maoístas permitirá dar pasos decisivos en la construccion de un nuevo Nepal, cumpliendo con las tareas de la Revolución Democrática y sentando las bases para el Socialismo. Nadie puede ocultar que el sendero esta lleno de peligrosos obstáculos, la burguesía y los imperialistas tramaran todo tipo de conspiraciones, pero ¿quien a dicho que una Revolución sea una tarea fácil?

Por primera vez en el mundo actual un partido comunista, maoísta, gana unas elecciones y marca la agenda política a las fuerzas de la burguesía y la reacción.

La proclamación de la República Democrática es inminente así como una solución federal que garantice los derechos de los pueblos de Nepal con el fin de todo vestigio feudal garantizando la independencia nacional frente al espolio de las potencias imperialistas.

Un articulo sobre la Revolución en Perú


Un serio análisis de la situación de la revolución del Perú y sus necesidades

Un Mundo Que Ganar #2006/32

La versión de este artículo que aparece en Un Mundo Que Ganar #2006/32 contiene algunas imprecisiones políticas y gramaticales. Se ha cotejado el artículo rigurosamente con la versión en inglés y se han hecho las rectificaciones pertinentes. Recomendamos que se inserte la versión corregida que presentamos a continuación en la revista para su futura venta y de ser posible, que se haga llegar a aquellos que ya tienen este número de la revista en español.

(La version of this article that appears in Un Mundo Que Ganar #2006/32 contains some political and grammatical inaccuracies. The article has been carefully checked with the original in English and the necessary corrections have been made. We suggest that the attached corrected version be inserted in the journal for copies sold in the future and, if possible, that this corrected version be made available to those people who already have this issue of the journal in Spanish.)


Al cierre de esta edición, continúa el juicio de Abimael Guzmán (presidente Gonzalo) y los otros 23 líderes del Partido Comunista del Perú (PCP) por “terrorismo agravado contra el Estado” que empezó en septiembre de 2005. Según el gobierno y la defensa, no queda ninguna duda de que el único propósito es hacer que las cortes actuales confirmen la sentencia decretada, en la mayoría de los casos, por oficiales militares encapuchados en el juicio exprés y secreto de 1992. Antes del nuevo juicio, varias autoridades prometieron que el principal acusado de 70 años de edad nunca dejaría la prisión con vida. Las actuales elecciones presidenciales parecen una contienda por quién pueda prometer el peor destino para los líderes presos del PCP.
El proceso es un acto de venganza de los protectores del viejo orden. No se puede tildar de “terrorismo” a una rebelión de masas, sobre todo del calibre de la guerra revolucionaria bajo la dirección del PCP que empezó en 1980. Ningún amante de la justicia puede aceptar el castigo del gobierno peruano respaldado por Estados Unidos al presidente Gonzalo y a otros líderes por haber iniciado una guerra popular, una lucha armada que contó con profundas raíces y apoyo de las masas pobres. De eso se trata este juicio, sin importar cuáles sean los actuales puntos de vista de los defendidos.
Este afán de venganza tiene un propósito político: la abrumadora mayoría de los peruanos aún viven en la desesperanza, y los brotes de furia y violencia de las masas muestran que no han aceptado su suerte. El decaimiento de la guerra popular no se debe principalmente a ningún cambio de estas circunstancias. Es obvio por qué los gobernantes quieren aplastar y criminalizar la idea de la rebelión armada de las masas y el cambio revolucionario.
En los años desde el arresto del presidente Gonzalo, la guerra popular ha sufrido reveses muy serios. El nivel y el alcance geográfico de la lucha han declinado dramáticamente, sobre todo desde fines de los años 1990. No se sabe cuántos Comités Populares Abiertos (el poder político revolucionario de los campesinos que el partido estableció en el campo durante el auge de la guerra popular) y cuántos Comités Populares Clandestinos aún existen.
En diciembre de 2005, en las fechas en que el PCP solía realizar importantes operaciones militares, por primera vez en varios años había exitosas emboscadas a patrullas de la policía en la selva del Huallaga y Ayacucho. Se ha considerado la primera zona una plaza fuerte de las fuerzas de PCP que buscan una “solución política” para terminar la guerra, y que amenazaban lanzar acciones armadas para obligar al gobierno a otorgar una amnistía como una “salida” del conflicto1. La segunda zona se ha considerado un centro de los que quieren continuar la guerra. ¿Estuvieron coordinados esos ataques, como dicen las autoridades? Como ambas acciones se realizaron a nombre del presidente Gonzalo, es muy difícil determinar a cuál de estas dos metas políticas contradictorias servían. No ha salido en años ningún comunicado político importante para clarificar la orientación política del partido.
Se complica más la situación porque la conducta del presidente Gonzalo en el actual juicio da más peso a las señales fuertes y concordantes de diferentes fuentes de que muy probablemente él sea el autor del llamado a terminar la guerra. El factor determinante en la evolución del actual estado de la lucha es la manera en que el PCP ha abordado la situación.
El presidente Gonzalo fue capturado en septiembre de 1992, cuando parecía que avanzaba con fuerza la guerra popular. Pero estaba en ciernes un golpe mayor al partido. En octubre de 1993, el hombre fuerte del Perú respaldado por Estados Unidos, Alberto Fujimori, anunció que Abimael Guzmán le mandó una carta en que pide negociaciones para terminar la guerra popular. Después, se divulgó un video en que Gonzalo y Elena Iparraguirre (camarada Miriam, alta dirigente del partido y compañera del presidente Gonzalo) leían las cartas. En algunas fotografías, otros presos, algunos de ellos reconocidos líderes del partido, los flanqueaban.
El Comité Central del partido, conformado de los líderes del partido fuera de la cárcel, rechazó el llamado como una “línea oportunista de derecha” (LOD). El partido dijo: “No se puede aceptar lo que va contra principios” y “Es norma comunista internacional que no se dirige desde la cárcel”. Pero agregó que todo eso esto era una “patraña” fraguada por el gobierno en colaboración con Estados Unidos y un “grupillo negro” de presos renegados (ahora expulsados del partido). Decir que el presidente Gonzalo pudiera estar asociado con este “grupillo” era una “patraña”, parte de la “guerra de baja intensidad” patrocinada por Estados Unidos contra la guerra popular2. El partido dijo, el hombre que lucía como Gonzalo era un actor.
Cualquier partido revolucionario correría el riesgo de venirse a pedazos si su presidente intentara revocar sus anteriores posiciones sobre problemas básicos de orientación y conceptos estratégicos y propugnara por abandonar la guerra revolucionaria. Así fue aún más el caso para el PCP. En el centro de la identidad histórica del partido está el concepto de jefatura: la idea de que Gonzalo era más que el presidente del Comité Central del partido, que era un jefe (o sea, una categoría única de líder), quien, aparte de su papel en el partido, estaba por encima de él. Cada militante declaraba su sujeción incondicional a él. Ahora parecía que el hombre que dirigió el inicio y desarrollo de la guerra popular llamaba a que el partido celebrara conversaciones para conducir a un acuerdo de paz con el gobierno de Fujimori, cuya aplicación llevara a concluir la guerra. A cambio del acuerdo, se decía, el partido disolvería los comités populares y el ejército dirigido por el partido.
Es posible que a los líderes decididos a no rendirse les haya parecido que la única salida fuera la “solución” del Comité Central: la idea de que todo eso era una “patraña”. Pero esa idea era una trampa para el partido, porque en dos sentidos obró contra su capacidad de persistir en la guerra popular. Primero, aunque había cierta falta de claridad al comienzo sobre las circunstancias en que se hizo el llamado a acuerdos de paz, nunca hubo evidencia concreta de que fuera una “patraña”. ¿Cómo se podría mantener la continuación de la guerra sobre la base de llamar a los militantes a cerrar los ojos cuando parecía con cada vez mayor probabilidad que el llamado de acuerdos de paz era del presidente Gonzalo? Segundo, este enfoque intentó evitar el problema de analizar y refutar las justificaciones para terminar la guerra popular.

El presidente Gonzalo y los acuerdos de paz

El mejor argumento a favor de la idea de la “patraña” era que el llamado de acuerdos de paz contradecía lo que el presidente Gonzalo había sostenido previamente. Cuando lo presentaron en una jaula ante los medios informativos y una manada de policías y otros reaccionarios, Gonzalo se burló de su triunfalismo. El arresto fue simplemente un “recodo en el camino”, dijo, en medio del estruendo de los motores de un helicóptero militar. Llamó al partido a proseguir3. Pero ¿era cierto que el presidente Gonzalo nunca podría cambiar de idea ni podría llegar a una conclusión diferente? La declarada imposibilidad de que tal cosa sucediera se fue convirtiendo en la principal línea de razonamiento. De modo tautológico (una forma circular de argumentación en que la conclusión es el punto de partida), se desestimaba cualquier evidencia al contrario porque dada esta imposibilidad, no podría ser cierta esa posibilidad.
Cuando el video salió, dado su origen era natural no simplemente aceptarlo sin hacer un análisis. Cuando los familiares del presidente Gonzalo en el exterior dijeron que el gobierno de Fujimori, por sus propias razones, permitió que Gonzalo e Iparraguirre les argumentaran largamente por teléfono por qué eran necesarios los acuerdos de paz, no se pudo pasar por alto o rechazar con la argumentación circular de que como los familiares se volvieron defensores de los acuerdos de paz, debieron haber inventado las llamadas telefónicas para justificar su posición.
Con el mismo argumento se rechazó una interpretació n política de un suceso que para mucha gente convirtió la posibilidad de que el presidente Gonzalo apoyaba la LOD en una fuerte probabilidad: el “cambio rotundo” de Margie Clavo (camarada Nancy), un miembro de la dirección central del PCP quien, con Oscar Ramírez (camarada Feliciano, quien asumió la dirección del partido después de la captura de Gonzalo), fue una importante líder de la oposición a la línea de los acuerdos de paz. Cuando la presentaron esposada momentáneamente ante los medios informativos después de su arresto en 1995, coreó con desafío: “¡persistir, persistir, persistir!” en la guerra popular. Seis meses después, por televisión le dijo a un entrevistador que había hablado con el presidente Gonzalo y que él la convenció de la necesidad de los acuerdos. Aceptó la entrevista, dijo, para que pudiera criticar en público su propio papel, al dirigir al Comité Central a persistir en la guerra y por no haber aceptado inmediatamente el llamado del presidente Gonzalo4.
Ramírez, capturado en 1999, fue encerrado en la celda al lado del presidente Gonzalo. También dijo que Gonzalo discutió con él acerca de la línea de los acuerdos de paz, aunque la conclusión de Ramírez no fue la misma que la de Clavo. En una carta al presidente peruano y ante un juez en mayo de 2004, dijo que decidió que en el Perú, la “democracia es el mejor sistema político” y que había sido un error lanzar la guerra revolucionaria en primer lugar; criticó a Gonzalo por eso y no por llamar a terminarla5. Después, el camarada Artemio, quien reemplazó a Feliciano como líder del partido y de las fuerzas que persistían en la guerra, se volvió un firme defensor de la LOD , aunque seguía en libertad. Dijo que el presidente Gonzalo habló con él desde la prisión por un radioteléfono facilitado por las autoridades y que éste lo convenció de que había que terminar la guerra6. Se informó que Artemio explicó que nadie podía acusarlo a él ni a otros de no intentar mantener la guerra popular, aunque eso era imposible.
Todos estos líderes del partido tenían algunas cosas en común. Cuando estaban unidos sobre la posibilidad y la necesidad de continuar la guerra, defendieron con valor la revolución, y cuando se convencieron de lo contrario, hicieron otra cosa. Cuando salió el llamado a concluir la guerra popular atribuido a Gonzalo, alegaban que era una “patraña” y que la guerra podía y debía continuar y que ésa era su verdadera posición. Después de hablar con él, concluyeron que la guerra no podía ni debía continuar porque ésa era la verdadera posición de Gonzalo. (Una diferencia importante es que Ramírez [Feliciano] se autodenominó un anticomunista, y los demás seguían hablando a nombre del maoísmo.) La explicación más factible de la conversión de toda la dirección central conocida en opositores de la continuación de la guerra popular es el papel personal de Gonzalo en la LOD.
Aunque parecen nimias en comparación con lo que nos han indicado las acciones de esos líderes, hay otras indicaciones de declaraciones públicas y privadas de importantes figuras y otra gente, como la madre de Iparraguirre (quien ha tenido contacto constante con su hija y a veces con Gonzalo desde 1993) y Manuel Fajardo, el abogado de Gonzalo, quien lo ha visto con frecuencia desde 2000. Alfredo Crespo, el abogado que defendió a Gonzalo ante un tribunal militar en 1992, por lo cual recibió una sentencia de casi 14 años de prisión, se unió al equipo de defensa de Gonzalo en diciembre de 2005, poco después de salir de la cárcel. Explicó: “He decidido aceptar la defensa del doctor Abimael Guzmán porque Sendero Luminoso, también llamado Partido Comunista del Perú, tiene hoy una nueva política. Aboga por la reconciliació n nacional y la solución política a todos los problemas derivados de la guerra”7.
Lo que llama la atención es la terquedad con que algunas personas han rechazado continuamente estos hechos, y no los propios hechos.
Las recientes apariciones del presidente Gonzalo en la corte no contradicen su papel en defensa de los acuerdos de paz. En la primera sesión televisada del segundo juicio en 2004, presenciada por más de cien periodistas, el presidente Gonzalo abrazó a todos menos uno de sus coacusados, inclusive Clavo (la excepción fue Ramírez), en su totalidad conocidos partidarios de los acuerdos de paz. De pie, los dirigió a levantar los puños y corear, lenta y deliberadamente, mientras que las autoridades trataban de restaurar el orden: “¡Viva el Partido Comunista del Perú! ¡Gloria al marxismo-leninismo- maoísmo! ¡Gloria al pueblo peruano! ¡Vivan los héroes de la guerra popular!”
Estas consignas no van contra la LOD. Este acto en la corte, que un líder del calibre del presidente Gonzalo sin duda contempló con detenimiento con anterioridad, contrasta muchísimo con el discurso desde la jaula en circunstancias mucho más difíciles. No mencionó la única palabra que deslinda las dos líneas en el partido, “persistir”, que Clavo una vez gritó cuando tenía sólo unos segundos para dar a conocer su posición8.
Su posición en el actual juicio no ha cambiado. Aunque se han prohibido filmaciones independientes para que Gonzalo no armara otro fiasco para el gobierno, los periodistas tienen acceso a un audiocanal continuo. En ocasiones importantes, muchos reporteros han estado en la corte, pero después de nueve meses en general ya no están cubriendo el juicio. La estrategia jurídica del presidente Gonzalo, según sus dos abogados, es no reconocer la legitimidad del juicio, guardar silencio, esperar la inevitable sentencia y esperar una apelación ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos en Costa Rica, que previamente rechazó la legalidad del primer tribunal militar que sentenció al presidente Gonzalo9. Si el presidente Gonzalo estuviera opuesto al llamado de los acuerdos de paz, ciertamente podría haber aprovechado el juicio para denunciar y distanciarse de los otros acusados. En el pasado nadie ha logrado detenerlo cuando él quería hablar. El líder que logró que se oyeran sus palabras desde la jaula, aún está hablando con el mundo.

La línea de los acuerdos de paz y el Comité Central

En realidad, la indicación más fuerte de que la LOD no era algo que fabricaron los servicios de inteligencia yanqui y peruano sino que Gonzalo la impulsaba, es la propia línea y los documentos que la sustentan. No rechazan de manera cruda el maoísmo, la revolución y la guerra popular. Arman argumentos filosóficos, históricos y políticos, que se dicen apoyar y aplicar los principios de lo que el PCP llamaba el marxismo-leninismo- maoísmo, pensamiento gonzalo a los problemas concretos que enfrentaba el partido.
Los documentos tratan dos temas. Primero, la situación objetiva. Antes de que Gonzalo cayera preso, el PCP bregaba con la situación internacional cambiante tras el colapso del bloque soviético que, según los documentos, denotó un “repliegue estratégico de la revolución mundial”. Ante algunos reveses, surgieron problemas teóricos y prácticos sobre cómo y en qué condiciones la guerra popular podría conservar los logros y avanzar más allá del nivel alcanzado. Por ejemplo, analizaban la ingerencia e incluso una potencial invasión de Estados Unidos, y si eso podría generar una oportunidad de ampliar el frente unido y avanzar hacia la toma del poder político nacional. Se debatía qué peso aún tenía el semifeudalismo10. En una palabra, se reconoció la urgente necesidad de hacer un nuevo análisis de la situación objetiva y sus consecuencias para el futuro de la guerra popular. La captura del presidente Gonzalo se dio en un momento cuando la revolución estaba en una encrucijada.
Segundo, los documentos plantean el “problema de dirección”: la captura del presidente Gonzalo y el que la mayoría de los líderes tradicionales de la dirección central del partido estuvieron muertos o presos. Se decía que no había líderes capaces de reemplazarlo en el lapso requerido para resolver los problemas del primer tipo. La LOD concluyó que, por muchas razones, sobre todo la situación internacional desfavorable y principalmente el “problema de dirección”, la guerra popular no podía continuar. Según la LOD , continuarla sólo llevaría a la destrucción del partido, y dadas las circunstancias, aunque la guerra popular se mantuviera, a la larga se convertiría en una “guerra sin perspectiva” y sin una clara meta ni posibilidad de tomar el poder político nacional, y se desintegraría en “bandas errantes”. Al celebrar negociaciones para concluir la guerra, se decía, el partido podría salvarse de la destrucción a manos del enemigo y volver a lanzar la lucha armada bajo condiciones más favorables en el futuro11.
Ésa era una línea coherente y no propaganda de un organismo de la policía. Era necesario analizar y responder a los problemas que planteaba. Independientemente de quién la haya propuesto primero, esta línea logró echar raíces en el partido porque daba respuestas, aunque erróneas, a problemas cruciales que la vida misma planteaba. Los revolucionarios necesitaban identificar, analizar y refutar esos argumentos al nivel de la línea política, o sea, examinarlas y determinar si reflejaban de manera correcta o incorrecta la realidad. Era necesario hacer balance objetivo (no subjetivo) de la correlación de fuerzas para determinar si era posible persistir en la guerra popular y si, dadas las condiciones concretas en ese momento, negociar era una forma viable con que el partido ganara tiempo para reafianzarse o si era una trampa mortal.
Cuando surgió el llamado de un acuerdo de paz, el Comité del MRI (CoMRI), el organismo dirigente del Movimiento Revolucionario Internacionalista, estudió la información y documentos disponibles para analizar y guiar al MRI a tomar parte en una trascendental lucha entre dos líneas que determinaría el futuro de la revolución en el Perú y que tendría grandes repercusiones en el MRI y en el movimiento comunista internacional. El CoMRI dijo: “En estas circunstancias, al MRI no sólo le ha incumbido continuar su apoyo a la guerra popular en el Perú, sino también participar en esta lucha entre dos líneas, llevando a cabo la investigación, el estudio de la situación, la discusión y la lucha necesarios para llegar a una correcta y cabal comprensión de todas las cuestiones involucradas y, sobre esta base, prestar el más poderoso apoyo a la línea marxista-leninista- maoísta y a los camaradas que la están aplicando en el Perú en este momento”. Planteó criterios para analizar el llamado a negociaciones de paz: “[éstas] ¿le sirven a la tarea de tomar el poder político a través de la guerra revolucionaria” y “protegen los ‘intereses fundamentales del pueblo’ a los que Mao se refería, es decir, la preservación del núcleo esencial del poder popular y de las fuerzas armadas revolucionarias?” Después de intensas investigaciones, síntesis y lucha, el MRI dijo que había que rechazar el llamado a los acuerdos de paz y que había que librar la lucha entre dos líneas contra la línea oportunista de derecha en el Perú y en el mundo. Sobre el papel del presidente del PCP, dijo: “Es importante continuar esforzándose para determinar cuáles son los puntos de vista actuales del presidente Gonzalo. Sin embargo, la cuestión central es la línea y no el autor”. El Llamado dijo que los partidarios de la LOD “deben repudiar tal línea… y retomar el camino revolucionario”12.
Como parte de este proceso, el CoMRI le encomendó a la Unión de Comunistas de Irán, el grupo precursor del Partido Comunista de Irán (Marxista-Leninista -Maoísta), hacer un detallado análisis y crítica de la línea de los acuerdos de paz13. El documento concluyó: “La guerra popular está lejos de terminar. Una derrota parcial no es una derrota definitiva”. La única forma de conservar los logros y resolver los problemas del partido era perseverar en la guerra popular. Dio una clara advertencia: una guerra popular, una vez iniciada, no se puede cerrar o abrir como un grifo, pues los reaccionarios aprovecharían la situación para aplastar a las fuerzas revolucionarias.
Tiene enorme importancia y valentía la firme oposición al llamado para terminar la guerra revolucionaria asumida por la dirección del PCP que quedaba. La LOD dijo, muy incorrectamente, que lo más importante era salvar el partido. A cambio de salvar el partido, la LOD estaba dispuesta a entregar el poder político rojo que Gonzalo había llamado la “médula” de la revolución por la manera en que se granjeó la participación consciente de las masas, y a disolver el ejército popular, sin el cual, como dijo Mao, “el pueblo no tendrá nada” con que defender sus intereses ni la propia vida. Objetivamente, tal paso traicionaría las esperanzas y sacrificios de las masas que defendían la guerra popular, a los que la apoyaban y, por todo el mundo, a los que les inspiraba. Desacreditar al maoísmo de esta manera habría causado un revés más grande y más desmoralizació n que habría producido la derrota misma. Si hiciera eso, en vez de dejar un valioso legado, el partido se convertiría en un obstáculo que tendrían que superar las actuales y futuras generaciones de revolucionarios, aunque los reaccionarios no lo despedazaran ni asesinaran cuantos militantes como pudieran.
No era inevitable que las únicas opciones eran una derrota gloriosa o una derrota ignominiosa. Estaba en juego un punto de orientación básica: persistir en luchar por los intereses revolucionarios de las masas, según los objetivos comunistas, o sea, ver cómo continuar en condiciones nuevas y muy difíciles. Pero era necesario fundamentar esta orientación, por básica que fuera, en más que un compromiso moral. De fondo, como enseñan las acciones de los líderes del PCP, las personas actúan a partir de su manera de ver las cosas, o sea, a partir de lo que piensan que es posible y necesario.
El problema es muy grande: los líderes a cargo de desarrollar la línea y la estrategia para la revolución ya no podían hacerlo con una orientación correcta, y al parecer llamaban a revocar todo el rumbo y principios estratégicos en que se habían basado. Pero la dificultad de lo que se requería, no quería decir que dicha tarea fuera menos necesaria. Como se sabe, aquellos que estaban fuera de la cárcel tuvieron que determinar, paso a paso y según las necesidades surgidas con el paso del tiempo, las respuestas a los problemas candentes. Para hacerlo, no era posible decir: “Bien, nuestro presidente nos ha abandonado, así que reexaminemos todos nuestros principios anteriores antes de dar otro paso”. Tal vez los revolucionarios pensaron que evitaban ese problema con la línea de la “patraña”. Tuvieron que persistir y ver cómo hacer lo que era tan necesario como respirar. Pero aunque resultara que el presidente Gonzalo no fuera el autor del llamado para terminar la guerra popular, no habría sido cierto, como decían las fuerzas de Proseguir, que el pensamiento y la línea desarrollados bajo su dirección hasta ese punto eran suficientes para dirigir la guerra popular hacia la victoria. Sería imposible persistir en la guerra popular sin analizar la línea y la práctica del partido, y la teoría y la experiencia internacionales, para encontrar las raíces de la LOD y elaborar nuevos análisis y conceptos estratégicos. En otras palabras, sin los avances teóricos y prácticos que se tienen que hacer incesantemente para el avance de ésta y cualquier revolución.
Eso habría sido muy difícil para cualquiera, y quizás los líderes del partido que quedaban no se consideraban estar a la altura de la tarea, sobre todo porque probablemente hubieron tenido que oponerse al propio presidente del partido. Pero ¿qué más podían hacer salvo usar sus cabezas y su manejo del maoísmo y jugar lo mejor que pudieran un papel de verdaderos líderes? Los líderes comunistas no caen del cielo. Ser líder abarca habilidades adquiridas de muchas diferentes maneras que tardan en desarrollarse. Pero en lo fundamental se trata de línea ideológica y política (orientación y método). Quiere decir usar el maoísmo para dirigir al partido a conocer y cambiar el mundo. Irónicamente, la única manera para refutar la tesis de que los líderes del partido que quedaban libres eran incapaces de continuar sin Gonzalo era, de la mano con los nuevos líderes que se formaran, ponerse a la altura y elevar su nivel como líderes del partido en todos los frentes, por ejemplo, bregar con los deslindes de línea y resolverlos. La acusación de la LOD de que los líderes del partido que quedaban libres eran “incompetentes” es muy cruel, pues era la propia LOD el mayor obstáculo a la revolución y a aquellos que trataban de dirigirla hacia adelante.
La noción de la “patraña” estaba muy relacionada con una concepción particular de lucha política en un partido comunista, y se convirtió en un vehículo para ella. El Comité Central adoptó la posición de perseverar mediante la práctica (“aplastar a la LOD mediante de la guerra popular”) e ignorar el contenido concreto de la LOD salvo denunciarla como “vómitos negros”. Aunque el comunicado de febrero de 1994 del Comité Central del PCP habla de “prestar atención a la lucha de dos líneas”, sostiene que con la posición de la LOD sus miembros “se han puesto al margen del partido por su propia voluntad”, como si no hubiera una LOD en el mismo partido y no fuera necesario librar la lucha entre dos líneas en su contra. Analizar y refutar los argumentos de la LOD , dicen algunos, quiere decir caer en la trampa del enemigo y dar crédito a la “patraña”. Se dice que la lucha entre dos líneas ha de librarse entre los revolucionarios, y que sólo es necesario “aplastar” físicamente a la LOD y sus “cabezas negras”. Los partidarios del PCP en el exterior decían que el problema más serio eran los que no aceptaban la teoría de la “patraña”, y no el problema de la línea de los acuerdos de paz.
Uno de los exponentes más vitriólicos de esta posición era el periodista peruano Luis Arce Borja. Cuando el MRI adoptó la posición “Agrupémonos todos en defensa de nuestra bandera roja que ondea en el Perú” y convocó a una vigorosa lucha entre dos líneas contra la propuesta de buscar acuerdos de paz, Arce Borja lanzó un febril ataque contra el MRI y su Comité que, por un tiempo, confundió a algunos amigos y simpatizantes del PCP. Arce criticó el análisis del MRI acerca de la lucha entre dos líneas en el PCP. Dijo: “Admitir que el ‘acuerdo de paz’ es parte de un proceso de conflicto interno del PCP, sirve para presentar al PCP como una organización corroída por una escandalosa división y debilitada hasta el límite de la destrucción. Esta forma de ver las cosas, es similar a la versión de los más recalcitrantes enemigos de la revolución”14. Un artículo15 de UMQG señaló que la lucha entre dos líneas es una característica permanente de todos los partidos comunistas, pero ésta tiene sus “mareas altas y bajas” en diferentes momentos, como manifestación de la lucha de clases en la sociedad y el correspondiente choque entre ideas. Tal lucha entre dos líneas es imprescindible para educar y transformar la concepción del mundo de los miembros del partido y las masas. Arce reaccionó a esta polémica con más rabia lanzando al campo de Fujimori y los imperialistas al MRI y a otra gente que no aceptaban la tesis de la “patraña”.
Arce ha defendido la tesis de la “patraña” al menos hasta junio de 2004. Durante el juicio de noviembre de ese año, de repente al gran defensor de la fe contra toda “duda” le entró una duda. Un año más tarde, Arce exclamó que ¡el presidente Gonzalo es un “traidor” y lo ha sido desde octubre de 1993! Dijo que Gonzalo escribió las cartas de paz. Pero no dejó salir ni una sola explicación ni mención de su posición anterior. ¡La culpa, chilla Arce, recae en el MRI por no haber denunciado entonces a Gonzalo y por haber llamado a defenderlo del Estado peruano desde entonces!16
Al no librar la necesaria lucha entre dos líneas, las fuerzas de Proseguir cayeron en un lío más profundo. Aunque Gonzalo fuera el líder de la LOD , o si no, esta línea no representaba una traición deliberada y consciente tal como cometen quienes, por ejemplo, dan información sobre los camaradas para salvarse el pescuezo. Un análisis equivocado y una línea incorrecta pueden representar un terrible error, con el fin de salvar la revolución aunque objetivamente llevara a su muerte, pero eso no niega lo correcto de la línea asociada previamente con Gonzalo, ni la naturaleza nociva de la LOD. Para determinar si una línea política es correcta o errónea, no se trata de los deseos subjetivos de sus exponentes, o sea, si quieren o no la revolución. Es necesario analizar lo que las líneas políticas proponen y hacen y a dónde llevarían, sin importar lo que algunas personas quieran. De todas maneras, independientemente de quién la haya planteado y por qué, hay que analizar la LOD como una línea y refutarla como tal.
Una gran lucha entre dos líneas contra la línea política de la LOD , y su orientación y método, y un balance global inicial de la experiencia del pasado y la situación del partido y la revolución, podrían dar al menos una idea inicial de cómo avanzar. Se tendría que ver cómo se podría vincular el proceso de perseverar en la guerra popular con la acumulación de fuerza revolucionaria y cómo eso le podría servir, y cómo se podría acelerar y a la vez aguardar cambios en las situaciones internacional y nacional (tal como Mao dijo en un período difícil de la guerra popular china), cuando sería posible tomar el poder político nacional como base de apoyo para la revolución proletaria mundial.
Aunque el Comité Central hubiera asumido esta posición, la guerra popular no necesariamente hubiera estado en condiciones de desarrollarse ni mantenerse. Primero, porque era un hecho inconfundible que el grueso de la dirección del partido había tomado un camino erróneo. Segundo, porque esto ocurrió en condiciones objetivas difíciles. Sin embargo, era particularmente trágico que, a pesar del análisis erróneo del Comité Central, se dio una aguda lucha entre dos líneas de un solo lado, la LOD. Al actuar como si nada hubiera pasado, como si la LOD no existiera, como si su desarrollo no indicara problemas concretos y como si el presidente Gonzalo no pudiera tener nada que ver con ella, la línea de la “patraña” y la correspondiente concepción de la lucha entre dos líneas hicieron que los que querían persistir actuaran a partir de un análisis y un plan que dejaban de corresponder a la realidad. A pesar de los otros problemas que enfrentaban, a causa de la línea de la “patraña” era aún más difícil resolver una situación negativa en una dirección positiva.
Es necesario estudiar a fondo la experiencia de la guerra popular en el Perú y sus problemas y líneas. El gran logro de iniciar y desarrollar la guerra popular y los posteriores reveses constituyen una experiencia muy importante del movimiento maoísta en los años desde la derrota del socialismo en China. Tanto la grandeza como las penas de esta experiencia son parte del patrimonio del movimiento comunista internacional y sobre todo del MRI. Es necesario hacer un análisis materialista de su complejidad y del papel de todos los que tomaron parte, no sólo para llevar a cabo la reorientación y reconstrucció n del PCP por las auténticas fuerzas maoístas en el Perú, sino para todos aquellos quienes asumen seriamente la tarea de dirigir la revolución en otros países y a nivel mundial. Es necesario continuar la defensa del presidente Gonzalo y los otros presos que iniciaron y dirigieron hacia adelante este gran levantamiento de los oprimidos aunque no se pueden defender sus actuales posiciones políticas. Hay que ofrecer ayuda ideológica y política a aquellos en el Perú quienes buscan superar los reveses de la revolución. No hay nada más despreciable que aquellos quienes, ante la disminución del valor de su “capital”, buscan mitigar sus pérdidas y hacer nuevas inversiones.
Surgieron muchos aspectos de la línea ideológica y política en el curso de la guerra popular y la lucha entre dos líneas en el PCP que hay que estudiar, analizar y debatir con más detenimiento. Se darán nuevos avances en el Perú en conjunción con las transformaciones y avances que se requieren en el movimiento comunista internacional entero, y como parte de los mismos.

Notas

1. Comité Regional del Huallaga y principal líder del PCP después de 1999, camarada Artemio. Ver la transcripción de una entrevista radial en el diario La República (16 abril 2004) y la propia entrevista del mismo a él (28 agosto 2004), y la entrevista de la televisora británica Canal 4 (7 enero 2004).
2. Declaraciones del Comité Central (7 octubre 1993 y febrero 1994), UMQG 1995/21.
3. Discurso desde la jaula, UMQG 1992/18.
4. Luego, se supo que el brazo derecho de Fujimori, Vladimiro Montesinos, supervisó la filmación. Pareció que Clavo leía un guión preparado previamente. No es de sorprenderse, pues el gobierno y Clavo llegaron a un acuerdo temporal pero con distintos fines respectivos.
5. Una fuente confiable envió una copia de esta carta al extranjero. Los principales puntos de su contenido salieron en una entrevista en la revista Caretas (10 abril 2003).
6. Entrevista de La República (28 agosto 2004). Después de la caída del gobierno de Fujimori en 2000, los documentos de la LOD concluyeron que, como los miembros del Comité Central que permanecían libres no asumieron el llamado a negociar directamente con Fujimori, un acuerdo de paz no era posible. No obstante, el objetivo inmediato siguió siendo obligar al gobierno a aceptar una “solución política”, con la amnistía para la mayoría de los prisioneros y aquellos a que buscaba el gobierno, como Artemio. Después de acordar un cese el fuego implícito con el gobierno por varios años, en 2004 Artemio anunció que, si no se alcanzara “una solución política a la guerra” en seis meses, sus fuerzas volverían a la lucha armada.
7. Agenciaperu. com, 18 diciembre 2005. Ha confirmado esta posición en cartas privadas.
8. Algunas personas en el extranjero con inclinaciones revolucionarias dicen que las consignas del presidente Gonzalo son prueba que él se ha opuesto a la línea de los acuerdos de paz desde el comienzo, porque no han captado los términos de la lucha entre dos líneas en el PCP: ésta no es una lucha entre los que se oponen a la revolución y los que la condenan, sino entre dos corrientes de pensamiento que se adjudican el manto del maoísmo, aunque proponen planteamientos opuestos. Por eso es necesario estudiar las líneas antes de poder distinguir entre el marxismo y el revisionismo.
9. Entrevista de Radio Programas Perú a Manuel Fajardo, el abogado de Gonzalo (17 octubre 2005). Esta posición se confirma en cartas que recibieron en abril de 2006 prominentes simpatizantes del Comité Internacional de Emergencia para Defender la Vida de Abimael Guzmán (CIE) en el extranjero, firmadas por Crespo e Iparraguirre, quien repite sus referencias escritas en otra cartas y declaraciones del pasado al “punto de viraje estratégico y la solución política que venimos proponiendo desde el 92” .
10. Discutido en la III Plenaria del Comité Central del partido, 1992. Aparte de mencionar otros problemas políticos, militares y teóricos del partido, el informe de esta plenaria refleja el fuerte costo de la masacre de los líderes presos en mayo de 1992. El principal documento es inédito (algunos documentos cortos se hallan en redsun.org y solrojo.org) . Pero Gonzalo aludió a algunos puntos importantes en el discurso desde la jaula, sobre todo si la guerra debía centrarse en una lucha de liberación nacional, en lugar de una revolución antifeudal.
11. El documento fundamental de la LOD , supuestamente una transcripción de un discurso de Gonzalo desde la cárcel, “Asumir y combatir por la nueva decisión y nueva definición” (“Asumir”). Circulan varias versiones con leves diferencias. Una versión inicial y relativamente corta salió en un diario limeño en enero de 1993 y se reimprimió en UMQG 1998/23.
12. “Agrupémonos todos en defensa de nuestra bandera roja que ondea en el Perú”, UMQG 1995/21. Ver también el programa de 11 puntos de la LOD , reimpreso en el mismo número.
13. “¡Se justifica la rebelión!”, UMQG 1995/21, que primero se circuló al interior del MRI en el proceso de investigación y estudio. Se publicó en octubre de 1995 con el llamado “Agrupémonos todos en defensa de nuestra bandera roja que ondea en el Perú”.
14. “Del silencio a la charlatanería: MRI y el ejercicio del saltimbanqui” , El diario internacional, marzo de 1995. Los principales puntos de este artículo salieron en UMQG 1996/22.
15. “Una respuesta inicial a Arce Borja: Sobre la tesis maoísta de la lucha entre dos líneas”, UMQG 1996/22.
16. “The Red Guards of Political Trafficking” (Los guardias rojos del tráfico político), El diario internacional, enero de 2006 [No se halla este artículo en el portal del EDI – UMQG, agosto de 2006]. Las únicas constantes de Arce Borja son su odio al MRI y una venenosa aversión muy especial hacia Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, un partido fundador del MRI. Ver también: “Perú: Los retazos de una revolución traicionada”. n

sábado, 12 de abril de 2008

Primeros resultados confirman una gran victoria de los maoístas


Los resultados parciales que difunde el Consejo Electoral y diversas fuentes informativas apuntan a una gran victoria del Partido Comunista de Nepal (m) que gana en casi todos los distritos electorales escrutados.

Estas historicas elecciones han marcado un antes y un despues para el Nepal y situa a un partido revolucionario al mando de un proceso constituyente levantando la bandera roja del Maoísmo en el siglo XXI.

Pronto sera hora de hacer balances, ahora simplemente nos unimos al jubilo de los obreros, campesinos e intelectuales progresistas del Nepal y celebramos la vitoria arrolladora de su Partido.

jueves, 10 de abril de 2008

Porcentajes de participación a las 4:00 pm

El camarada Prachanda votó a primera hora.

Voting Percentage in Districts (4:00 pm)

THT Online
Kathmandu, April 10

Gulmi: 65%Manang: 40%Syangja: 55%Nawalparasi: 65%Baglung: 45%Parbat: 50%Kaski: 60%Manang: 40%Rupandehi: 73%Arghakhanchi: 70%Tanahun: 53%Myagdi: 53%Palpa: 60%Kapilvastu: 68%Mustang: 60%Lamjung: 72%Kathmandu: 55%Darchula: 55%Gorkha: 60%Bara: 50%Jhapa: 50%Nuwakot: 60%Rasuwa: 60%Parsa: 60%Chitwan: 55%Rupandehi: 53%Sindhuli: 60%Dhading: 50%Bhaktapur: 55%Mustang: 55%Darchula: 55%Lalitpur: 55%Sindhupalchowk: 45%Banke: 65%Bajhang: 60%Surkhet: 65%Dailekh: 48%Humla: 48%Jumla: 50%Mugu: 60%Dolpa: 53%Jajarkot: 55%Kalikot: 45%Dang: 60%Rukum: 60%Rolpa: 50%Bardiya: 67%Salyan: 62%Pyuthan: 51%(Source: Election Commission)

Elecciones a la Asamblea Constituyente en Nepal


Hoy es una fecha clave para la historia.

En medio de una gran tensión, las masas populares de Nepal decidiran su destino, al elegir a los candidatos a la Asamblea constituyente que pondra fin a una oproviosa monarquia feudal de 240 años y proclamara una Republica Democratica Federal que marcara unas nuevas relaciones.

Si triunfa el Partido Comunista de Nepal (maoísta), lo cual es casi seguro, el futuro, no solo de Nepal dara un nuevo giro.

Mantendremos informados a nuestros/as lectores/as.

lunes, 7 de abril de 2008

Denunciando represión reaccionaria

O Núcleo dos Advogados do Povo do Brasil (NAP/Brasil) repudia a suja e caluniosa matéria publicada na Revista Istoé n. 2003, de 26 de março deste ano, em que faz ataques à Liga dos Camponeses Pobres.

Trata-se claramente de matéria destinada a preparar a "opinião pública" para legitimar ações de Terrorismo de Estado (incursões de tropas fortemente armadas, perseguições, prisões, torturas e assassinatos) contra trabalhadores que lutam pelo sagrado direito à terra para nela viver e trabalhar. Matérias como essa, assinada por Alan Rodrigues, são parte da estratégia de repressão do Estado e dos latifundiários, que, conforme já se demonstrou em outros casos, destinam vultosas verbas para financiar matérias jornalísticas em níveis local e nacional.

Depois, seguem os "pedidos desesperados de providências", que nada mais são que a senha para as mais violentas agressões aos direitos humanos. Isso só confirma o caráter sanguinário dessas matérias.

O NAP/Brasil denuncia essa prática vergonhosa de "imprensa" e seguirá denunciando nacional e internacionalmente as agressões aos direitos dos camponeses pobres.

Abaixo, segue nota do Cebraspo em solidariedade à Liga dos Camponeses Pobres.


Solidariedade à Liga dos Camponeses Pobres de Rondônia
Nós do Cebraspo nos solidarizamos com a Liga de Camponeses Pobres de Rondônia diante de mais um ataque por parte da imprensa reacionária, desta vez feito pela revista Isto é, de 26 de março de 2008 (nº 2003, ano 31), em matéria assinada por Alan Rodrigues.
Não é preciso estar a par, em detalhes, do que acontece em Rondônia e em outras áreas rurais do país, principalmente na região Amazônica, para constatar o objetivo de matéria tão venenosa, cujo propósito é difamar e descaracterizar uma legítima organização camponesa de Rondônia. E, com isso, desinformar a opinião pública e insuflar a ação repressiva do Estado.
Nós do Cebraspo, que junto com outras centenas de entidades e personalidades nacionais e internacionais acompanhamos o caso do camponês Wenderson Francisco dos Santos - que por quatro anos esteve preso ilegalmente, torturado e mantido em condições subumanas na prisão e que é agora novamente difamado pela dita matéria - conhecemos muito bem as artimanhas e maquinações que têm sido feitas para criminalizar o movimento dos camponeses em luta pela terra, especialmente a Liga de Camponeses Pobres.
A matéria da Isto é é de uma qualidade tão grosseira em suas mentiras e intentos difamatórios, que chega a acusar, sem qualquer tipo de prova, ativistas da Liga de Camponeses Pobres por diversos crimes. Além de fazer acusações gratuitas, também sem qualquer comprovação, sobre supostos treinamentos feitos pelas FARC na região.
A única coisa em que a famigerada matéria se apóia é nas declarações, no mínimo muito suspeitas, de policiais que têm conhecidas ligações com latifundiários, entre estes muitos que já foram denunciados pelos próprios órgãos públicos por grilagem e outros crimes.
Ao mesmo tempo, esta matéria sequer menciona os bárbaros crimes que há decadas vêm sendo cometidos contra os camponeses pobres da região. O Cebraspo inclusive divulgou amplamente o dossiê preparado pela Liga de Camponeses Pobres e entregue ao ministro Miguel Rosseto e outras autoridades do governo (ver dossiê no link: http://www.cebraspo.com.br/Boletins/53/02.htm). Neste dossiê, a Liga já denunciava que "a apuração dessas graves denúncias foi totalmente nula e passados mais de três anos desta primeira reunião com o ministro Miguel Rosseto continuam a ocorrer as mesmas atrocidades contra os camponeses de Rondônia. O governo federal omite-se diante das agressões físicas e morais, perseguições, torturas e morte de camponeses cometidos por pistoleiros a mando de latifundiários; diante de toda sorte de irregularidades como abuso de autoridade, prisões sem mandados agressões físicas e morais e torturas."
Ou seja, apesar do conhecimento dos fatos denunciados por parte dos órgãos do governo nunca foi feita investigação e muito menos os culpados foram punidos. E esta imprensa, que sempre se prestou a este tipo de falsificação e provocação contra a legítima luta dos trabalhadores e camponeses nunca mencionou estes fatos gravíssimos.
Por outro lado, o Cebraspo chama a atenção de toda opinião pública para uma clara orquestração em torno do problema da Amazônia, que vem ganhando há tempos contornos de uma verdadeira campanha por parte dos setores mais reacionários da imprensa. Tal campanha busca defender aqueles que há decadas vêm promovendo uma brutal devastação da Floresta Amazônica – os grandes criadores de gado, os grandes produtores da soja e as grandes empresas madeireiras – que nunca foram molestados. Claro que para fazer a defesa destes que a imprensa classifica de "empreendedores que levam o progresso para a região" esta mesma imprensa teria que encontrar algum bode espiatório para atacar, criando assim uma cortina de fumaça sobre a real situação que há muitos anos, e não apenas hoje vem se impondo na região.
O povo de Rondônia e de toda região amazônica, principalmente os camponeses, conhecem muito bem quem são seus verdadeiros amigos e quem são seus inimigos. E sabem distinguir a ação de órgãos como o Ibama e a polícia ambiental. Que vivem fazendo jogo de cena para a imprensa enquanto acobertam os grandes devastadores e perseguen apenas os camponeses pobres, os pequenos proprietários e as pequenas serrarias.
É neste contexto, que a União Européia, demagogicamente, vem respensabilizando os grandes produtores de soja, criadores de gado e as grandes serrarias pela devastação da Amazônia, o que tem implicado em graves perdas para o lucrativo negócio de exportação de soja e de carne de gado. E revelado o aprofundamento das contradições interimperialistas, visto que o Estados Unidos nunca escondeu sua cobiça pela Amazônia.
Além de todo ódio visceral e permanente deste tipo de imprensa que todo tempo tenta criminalizar de forma odiosa e mentirosa a organização e a luta popular estão em jogo grandes interesses econômicos e toda a política, planos econômico-militares do imperialismo ianque para toda a América Latina.
É preciso pois denunciar estas campanhas difamatórias contra as organizações populares, em geral, e contra o movimento camponês, em particular. Nós do Cebraspo solicitamos a todos os democratas em nosso país que se manifestem contra matérias como esta feitas para justificar novos e hediondos massacres.

Cebraspo – Centro Brasileiro de Solidariedade aos Povos28 de março, 2008

domingo, 6 de abril de 2008

Un articulo sobre la proyección internacional de la Revolución en Nepal



Nepal y Venezuela
AUTOR: Pratyush Chandra
Traducido por Traducido por Ulises Juárez Polanco

Cualquier vistazo serio y honesto al movimiento maoísta en Nepal sólo puede transmitir la verdad de que la agenda principal es establecer las instituciones democráticas esenciales para permitir delegar el poder económico y político a las masas. Los maoístas pueden afirmar con valentía que en cada negociación tenida con el rey y las fuerzas parlamentarias, han pedido una asamblea constituyente incondicional, en la que las diferentes fuerzas políticas puedan ir con sus estructuras políticas preferidas y pedir el voto del pueblo. Y, por supuesto, han demandando la sumisión del ejército nacional al gobierno democrático. Sólo una asamblea electa de manera democrática, que tenga representantes de la mayoría explotada y oprimida, tiene la capacidad de proveer una constitución democrática. Caso contrario, una constitución está destina a ser un compromiso ecléctico entre los ya poderosos intereses creados, a como ha sucedido repetidas ocasiones en Nepal y en muchos otros países “democráticos”. Por otro lado, ¿qué nación moderna puede negar abiertamente la “profesionalización” de las fuerzas armadas, dada la capacidad de lastimar los desvirtuados intereses democráticos y el servilismo a esos intereses?Lo maoístas tienen tiempo y, una vez más, enfatizan su compromiso teorizado con suficiencia de una democracia republicana y multipartidaria, así como a la “competición política” que ésta representa. Saben que la lucha por la meta final, la del socialismo y comunismo, será tensa y larga, considerando “el balance de la lucha de clases y la situación internacional”. Como enfatiza Prachanda (N. del T.: Pushpa Kamal Dahal, conocido como Presidente Prachanda o Camarada Prachanda, líder del Partido Comunista de Nepal, maoísta), esta posición “es política, no táctica” (1). ¿Acaso este énfasis disminuye la agenda revolucionaria de los maoístas? Para nada. Cuando Mao llamó a colocar las políticas al mando, y a las armas bajo este mando, hablaba de la preparación de las fuerzas revolucionarias para cambiar de acuerdo a las exigencias de la lucha de clases y la revolución. Los maoístas están luchando por el establecimiento de una estructura política básica que libere las energías de las masas nepalesas oprimidas y explotadas, hacia una lucha de clases intensificada, creando las condiciones de un proceso, sin tropiezos, de autoorganización de la clase trabajadora.En este tema, la valoración del conocido marxista hindú sobre la posición del movimiento nepalés dentro los movimientos revolucionarios de la post Guerra Fría, es bastante apto: “América Latina está emergiendo como una zona particularmente importante de lucha de clases contra el capital internacional. Así, lejos, en otro continente, Nepal ejemplifica que, a pesar de las probabilidades, el pueblo continuará luchando por la vida más allá del capitalista establecido u las órdenes sociales de naturaleza feudal. En este renacido proceso revolucionario, aparte de la revolución bolivariana liderada por Chávez en Venezuela, el movimiento liderado en Nepal por el Partido Comunista (Maoísta) – popularmente llamado como la Guerra Popular - es sin dudas la lucha popular más significativa por la libertad y la democracia en el mundo”. (2)Esta comparación entre las experiencias de América Latina y las del movimiento maoísta nepalés tiene mucho valor. Ambas se dirigen hacia ejercicios políticos sin precedentes en el movimiento revolucionario mundial. En América Latina (Venezuela, Argentina y otros) y Nepal, estamos presenciando, de forma literal, lo que Marx sospechó, “la completa y total súper-incumbencia de la sociedad oficial [de capitalismo global] siendo lanzada al vacío”. (3)En Venezuela (y América Latina, en general), la complejidad de la transformación revolucionaria nace de la prolongación de la maquinaria estatal capitalista y su hegemonía, en una mano y, en la otra, la contradicción de la democracia burguesa, que juntas colocaron a las fuerzas revolucionarias al mando. En este panorama, existe una gran presión dentro del estado y la sociedad capitalista de de-radicalizar las fuerzas sociales detrás de la agitación, amoldando sus liderazgos.La solidez de las fuerzas revolucionarias, por otro lado, será determinada por su habilidad de retar la prolongada hegemonía y el peligro de su propio amoldamiento, facilitando la tarea de construir y sostener organizaciones democráticas radicales alternativas (“autogobierno de los productores”), mientras subordinan el Estado a ellos. “Sólo en el grado en que el estado se convierta, de un órgano ubicado arriba de la sociedad, a uno completamente subordinado a ella, puede la clase trabajadora tener éxito en deshacerse de toda esa mugre antigua y alistarse a encontrar una nueva sociedad” (4)Las Asambleas Barriales en Argentina y la práctica de codirigencia (una alianza entre los trabajadores de una empresa y la sociedad) en Venezuela pretenden trascender la práctica oficializada de socialismo estático y auto-dirigencia “seccionalista”, al establecer un naciente control “social” sobre la producción.El capitalismo moderno depende con fuerza de la democracia representativa como sistema político para reproducir las condiciones generales de la acumulación capitalista. Por eso, “el problema crucial de las personas a cargo es ser capaz de continuar con los negocios en marcha, sin la interferencia de los de abajo, pero al mismo tiempo proveer suficientes oportunidades de participación política para no poner la legitimidad del sistema en duda… Parlamentarismo hace esto posible: de manera simultánea consagra el principio de inclusión popular y el de exclusión popular”. Es decir, “des-populariza” la construcción de políticas y limita el impacto de la contradicción de clases. (5)Ergo, la práctica de “democracia participativa y protagonista en la sociedad como un todo, la idea del pueblo decidiendo en comunidad sus necesidades y, en comunidad, decidiendo su actividad productiva” es sin dudas una crisis grave para el capitalismo global. Esta práctica calla todas las delicadezas metafísicas y refinamientos teóricos que caracterizan las relaciones de mercado (que presentan la realidad capitalista con distorsión), dividiendo al trabajador colectivo en varias identidades (consumidores, ciudadanos, trabajadores desempleados, formales o informales) y concibe la competición entre ellos. Esta práctica ahora les da el derecho de determinar sus propios destinos, de descubrir “el potencial creativo de cada ser humano y el uso total de su personalidad en una sociedad democrática”, como previsto en la Constitución Bolivariana de Venezuela. (6)En Nepal, en la otra mano, traiciones constantes al movimiento democrático por parte de la Monarquía y los demócratas han enterrado una y otra vez el surgimiento potencial de la semblanza mínima para una democracia popular. Por tanto, el movimiento ha estado restricto por la pequeña burguesía, quienes se alimentan sin vergüenza de la ayuda internacional y del “régimen de repartición” existente. Cada vez que el movimiento parece integrarse en la lucha por las necesidades básicas del campesinado pobre, de los sin tierras y de los proletarios, se fragua algún pacto para reprimir el potencial tajante del movimiento.El éxito de los Maoístas está en integrar lo más remoto de la sociedad nepalesa con la lucha principal por la democracia popular. Expusieron el índice de clases sociales en los ejercicios democráticos formales de 1990. Demostraron cómo las instituciones democráticas formales que emergieron en Nepal con los pactos de la realeza, terratenientes y la crema y nata de la pequeña burguesía, junto con el imperialismo global, sólo fueron diseñados para integrar los intereses neo-hegemónicos, las agencias locales de comercialización, dependencia y acumulación primitiva.En este aspecto, no debemos olvidar que la lucha armada fue el mayor catalizador de los logros del movimiento Maoísta. Primero, fue un estímulo auténtico para la auto-confianza y la autodefensa de los oprimidos y explotados en Nepal. Segundo, permitió la sostenibilidad de la politización y práctica democrática de los oprimidos no diluidos en las influencias coercitivas hegemónicas. El surgimiento virtual de un poder dual podría ser posible sólo si tiene su propio mecanismo de defensa.La Guerra Popular -con una década de duración- y las reformas agrícolas radicales llevadas a cabo en el campo con alternativas a las instituciones democráticas incipientes, han radicalizado a la sociedad nepalesa. Detuvieron el continuo drenaje de los recursos naturales y humanos de Nepal, usados antes para beneficios económicos, diversión y seguridad de las fuerzas hegemónicas externas, permitido por los terratenientes, comerciantes y corporaciones de Nepal, siempre bajo la dirección de la realeza. Una y otra vez, todas estas fuerzas combinadas han barrido las aspiraciones democráticas de la sociedad nepalesa, en nombre de mantener la estabilidad, aunque permitiendo una “transformación controlada de la economía para ajustarse al cálculo imperialista” (7).El aumento maoísta liberó las potencialidades de la política y economía nepalesa. La reciente alianza entre los Maoístas y otras fuerzas democráticas en Nepal puede verse, en una mano, como la recuperación de las “fuerzas intermedias” (usando la frase de Mao) y, en la otra, como una unidad nacional entre los sectores explotados y oprimidos de la sociedad. Aún más, marca la voluntad de retar a la “democracia desde arriba” existente, a través de la naciente “democracia desde abajo”, para lograr así una “competencia política” entre ellas.Por esto entendemos el movimiento maoísta como parte de una lucha global por la libertad, democracia y socialismo. Tendremos que esperar y ver cuáles son las especificaciones que adquirirá la lucha nepalesa. ¿O será otra saga de traición histórica perpetrada por las fuerzas del capitalismo y la coalición local gobernante?Al mirar la forma en que el imperialismo global se ha hiperactivizado hoy, con sus ideologías y ejércitos, uno sólo puede confiar en las clases trabajadoras del mundo, con sus “concurrencias fraternales”, para defender estos movimientos por la transformación social. Deben darse cuenta de su “deber de dominar los misterios de la política internacional; de observar los actos diplomáticos de sus respectivos gobiernos; de contrarrestarlos si es necesario por todos los medios posibles; de no poder prevenir, combatir en denuncias simultáneas; así como reivindicar las leyes y valores morales básicos y la justicia, que deben gobernar las relaciones de los individuos, así como las reglas supremas de interrelación de las naciones. La lucha por esa clase de política exterior es parte de la lucha general por la emancipación de las clases trabajadoras”. (8)Notas:(1) “Interview with Prachanda”, The Hindu (extractos publicados el 8, 9 y 10 de febrero, 2006) Texto completo. (2) Randhir Singh (2005), “Foreword” en Baburam Bhattarai, Monarquía contra Democracia: La Lucha Épica en Nepal, Samkaleen Teesari Duniya, Nueva Delhi, pp.vii. Disponible en: http://monthlyreview.org/0605singh.htm(3) Karl Marx & Federico Engels (1848), Manifiesto del Partido Comunista (Capítulo 1). Disponible en: http://www.marxists.org/archive/marx/works/1848/communist-manifesto/ch01.htm.(4) Michael Lebowitz (2003), Beyond Capital (2nd Edition), Palgrave, pp.196(5) Ralph Miliband (1982), Capitalist Democracy in Britain, Oxford University Press, Oxford, pp.38(6) Michael Lebowitz (2005), “Constructing Co-Management in Venezuela: Contradictions along the Path”. Disponible en: http://mrzine.monthlyreview.org/lebowitz241005.html(7) Baburam Bhattarai (2003), The Nature of Underdevelopment and Regional Structure of Nepal: A Marxist Analysis, Adroit Publishers, Delhi, pp.46(8) Karl Marx (1864), “Inaugural Address of the International Working Men’s Association”. Disponible en: http://www.marxists.org/archive/marx/works/1864/10/27.htmRed Internacional de Solidaridad para Nepal

sábado, 5 de abril de 2008


India, entre la euforia nuclear y la insurrección naxalita
Alberto Cruz CEPRID18 - VI -07

India es el segundo país más poblado del mundo y, al mismo tiempo, uno de los más desconocidos. Mientras que por una parte Rusia y China están coqueteando con India para crear un contrapoder real a los Estados Unidos (1), la oligarquía de este país quiere romper para siempre esta hipotética alianza y para ello utiliza el asunto nuclear. Sin embargo, la propuesta de EEUU de compartir tecnología y combustible nuclear con India no cuenta con el beneplácito hindú en un tema crucial: la realización o no de nuevas pruebas nucleares. EEUU se opone a ello, mientras que India considera que plegarse a las exigencias estadounidenses limitaría su derecho a procesar combustible atómico empobrecido, un paso clave para la obtención de plutonio, y limitaría su soberanía.
Esta no es sólo la postura oficial del gobierno, sino de la oposición (izquierdista y derechista) y de los científicos, que exigen que el acuerdo no se ratifique si antes no lo hace el Parlamento. En esto tanto el Partido Comunista de India (marxista), que tiene 44 escaños de un total de 543 que tiene el Parlamento de Nueva Dehli, como el derechista Bharatiya Janata (138 escaños) están de acuerdo y sin ellos no es posible conseguir la mayoría suficiente en el Parlamento de Nueva Dehli. La presión es de tal calibre que si el primer ministro, Manmohan Singh, lo ratificase sin esa aprobación parlamentaria significaría el punto final de su gobierno de coalición. Merece la pena mencionar que el gobierno está formado por una alianza de tres partidos centristas liderados por el Congreso Nacional de la India (145 escaños), el Rashtriya Janata Dal (21 escaños) y el Dravida Munnetra Kazhagam (16 escaños), apoyados desde fuera del gobierno por el Frente de Izquierda (Partido Comunista de India -Marxista- 44 escaños, y el Partido Comunista de India, 10 escaños) junto a otros partidos de corte regionalista y étnico.
La Administración Bush inició el proceso de acercamiento a India en la cuestión nuclear en marzo de 2006, coincidiendo con el comienzo de la crisis nuclear con Irán (2). Ese acercamiento consistía en el reconocimiento, por parte de EEUU, de la capacidad nuclear de India y se justificó como parte del empeño de Bush de prevenir la extensión de armas nucleares, evitar la carrera de armamentos entre India y Pakistán y reforzar las relaciones entre los EEUU e India. Se terminaba así con un embargo en materia nuclear de 30 años, impuesto a India -que no es signatario del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, mientras que Irán sí lo es- en 1974, cuando realizó su primera prueba atómica. En virtud de ese acuerdo, que ahora está en el aire, India aceptaría la presencia de inspectores del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) en 14 de sus instalaciones nucleares y separaría claramente los aspectos civiles y militares de su programa nuclear.
Pero el acuerdo iba más allá: se pretendía que India rompiese todos sus acuerdos, energéticos y militares, con Irán. La oferta de los EEUU incluía un reforzamiento de los lazos comerciales con Kazajstán y Turkmenistán, dos estados asiáticos con grandes reservas energéticas, especialmente gas, así como con Afganistán y Pakistán para contrarrestar la carencia energética de India si rompía con Irán.
Tanto India como Pakistán tienen firmado un convenio con Irán para construir un oleoducto, el "oleoducto de la paz", para distrubuir gas a los tres países -con un montante económico de 7.000 millones de dólares- y que se espera esté finalmente concretado de manera formal el 30 de junio. Esto es algo que los EEUU intentan evitar a toda costa puesto que para finales de este mes tiene previsto volver a la carga en el Consejo de Seguridad de la ONU con una nueva batería de sanciones, más duras, contra Irán por no haber parado su programa nuclear. Ya se están produciendo las primeras presiones estadounidenses hacia los países que componen el CS de la ONU para que las empresas gasísticas se incluyan dentro de las sanciones (3). Como de costumbre, la política exterior de EEUU conlleva una innegable dosis de presión y, en este caso, no es menor: a cambio de la firma del acuerdo nuclear la Administración Bush apoyaría el ingreso de India en el Consejo de Seguridad de la ONU en calidad de miembro permanente, aunque sin derecho a veto.
Según la reforma de la ONU que inició con timidez Kofi Annan, el Consejo de Seguridad de la ONU sería ampliado tiendo en cuenta la nueva realidad mundial y se integrarían en el mismo en calidad de miembros permanentes, pero sin derecho a veto, Alemania por Europa, Nigeria o Sudáfrica por África, Brasil o México por América Latina e India o Japón por Asia. El criterio que manejaba Kofi Annan era el peso democráfico y económico, adornándolo con criterios de una mayor representación en el órgano ejecutivo de la ONU de los diferentes pueblos y culturas.
La insurrección maoísta y la lucha por la tierra
India aspira a convertirse en un poder regional sin rivales hacia 2015. Para conseguirlo, es vital que tenga garantizadas sus necesidades energéticas (petróleo y gas, preferentemente) y es en este aspecto en el que la energía nuclear juega un importante papel. Desde su independencia de Gran Bretaña, India ha intentado sacar partido de lo que se puede denominar "economía de dimensión", es decir, sacar provecho de su potencial geográfico y poblacional. Sin embargo, a pesar de las enormes diferencias sociales las fuerzas revolucionarias o, si se prefiere, de izquierda han progresado con dificultad puesto que el capitalismo se ha seguido desarrollando lentamente, pero de forma constante en una situación que puede explicarse porque desde el mismo momento de la independencia (en 1947) dispuso de una industria relativamente desarrollada y de una burguesía rica, poderosa y muy hábil tanto en el ámbito de la política internacional (no hay que olvidar el peso de India en la creación del Movimiento de Países No Alineados) como en el nacional, compaginando las medidas sociales -aunque sin abolir el sistema de castas- con las propiamente capitalistas.
Sin embargo, durante los últimos 18 años India ha venido impulsando políticas neoliberales, desmantelando paulatinamente su economia centralizada y privatizando los principales sectores al abrigo de una batería de leyes que han protegido las Inversiones Extranjeras Directas, de forma especial las de origen estadounidense que en este tiempo han pasado de los 76 millones de dólares a los 4.000 millones. En estos momentos el producto interior bruto de India se sitúa en los 786.000 millones de dólares, cuatro veces el del resto de países del sur de Asia.
Esta política ha favorecido el auge de una clase media cercana a los 300 millones de personas, los que ven las películas de Bollywood, emigran a Europa o Estados Unidos y se aislan, cada vez más, de las clases más desfavorecidas no sólo en las tradicionales divisiones en castas, sino en cuestiones económicas. Se estima que más de 700 millones de indios viven en la pobreza más absoluta. Casi la práctica totalidad de ellos son campesinos que viven de sus parcelas de terreno que no llegan a la hectárea y que dependen de las grandes empresas privadas para el suministro de semillas, abonos y materiales. Además, tienen que sobrevivir en medio de impresionantes proyectos industriales (extracción de minerales, especialmente) e hidráulicos que anegan sus tierras o se las expropian a precios irrisorios. A ello hay que sumar la opresión tradicional que las castas inferiores vienen sufriendo desde tiempos inmemoriales y la presencia, cada vez mayor, de los paramilitares al servicio de los grandes propietarios.
No es de extrañar, por lo tanto, que en estos momentos en India se esté extendiendo como una mancha de aceite por el papel una insurrección maoísta que abarca ya a 14 de los 28 estados de India (Chatisgarh, Jharkhand, Uttar Pradesh, Asma, Uttaranchal, Kerala, Tamil Nadu, Bengala Occidental, Gujarat, Andhra Pradesh, Madhya, Pradesh, Orissa, Maharashtra y Bihar) y que, en cifras, significa que en 165 distritos -de un total de 602 en que está dividido administrativamente el país- son los maoístas quienes controlan la situación. De hecho en los cinco últimos estados mencionados más arriba se puede hablar de que es un hecho el "poder popular de nueva democracia" que proclaman los maoístas puesto que son ellos quienes controlan el poder en todo el campo, cobran impuestos a las grandes empresas en sus zonas de influencia, construyen diques, sistemas de regadío, imparten justicia, disciernen los problemas de lindes de tierras entre los campesinos y han suprimido, por ejemplo, los matrimonios entre niños. El primer ministro Singh reconoció el avance maoísta el 23 de agosto de 2006 al afirmar, de manera solemne en el Parlamento, que "se han convertido [los maoístas] en el desafío interno más grande para la seguridad que tiene India" (4).
Para hacer frente al auge maoísta el gobierno de Nueva Dehli puso en marcha la conocida estrategia de los EEUU en Vietnam y perfeccionada después en América Central durante los procesos revolucionarios de El Salvador y, sobre todo, Guatemala: la creación de las aldeas estratégicas y la formación de patrullas paramilitares que defenderían esas aldeas (las Patrullas de Autodefensa Civil de Guatemala). En India son conocidos como Salwa Judum (que se traduciría como "Cazadores de la paz") y tienen la categoría de "agentes policiales especiales" en los poblados campesinos. Son especialmente activos en Chatisgarh y es contra ellos contra los que está centrando en estos momentos su ofensiva la guerrilla. El 15 de marzo una emboscada causó 50 muertos una fuerza conjunta de paramilitares y policías (5). La principal actividad de los paramilitares es el desplazamiento forzado de campesinos hacia "campos temporales" que ha creado en las áreas de Bhairamgarh, Gedam y Bijapur y en los que se hacinan en estos momentos 50.000 personas (6).
Pagados por terratenientes y por el propio estado indio, los paramilitares cobran un sueldo estimado en 1.500 rupias mensuales (unos 26 euros). La guerra contrainsurreccional, como en los países centroamericanos mencionados o en Perú y Colombia, intenta cortar a base de terror el avance de la guerrilla. Se estima que son unos 5.000 los integrantes del Salwa Judum y el ideólogo, al estilo de los paramilitares colombianos que amparó el actual presidente, álvaro Uribe, durante su etapa como gobernador de Antioquia, fue el principal dirigente del Partido del Congreso en Chatisgarh. Este es el partido al que pertenece el presidente Singh. A ellos hay que sumar unos 2.000 policías "contraterroristas", que han seguido un curso de formación similar al que dio origen al tristemente célebre Batallón Atlacal de El Salvador, que cometió innumerables asesinatos masivos, vejaciones, intimidaciones y desplazamientos forzosos. Por si esta formación paramilitar no es suficiente para parar a la guerrilla, el gobierno otorga, además, recompensas de un millón de rupias (unos 17.000 euros) por la delación de los principales dirigentes guerrilleros.
Esta estrategia está en marcha preferentemente en la "zona roja", denominación que el gobierno hindú otorga a los estados de Andhra Pradesh, Madhya Pradesh, Orissa, Maharashtra y Bihar, aunque en los últimos meses se ha desatado una impresionante campaña militar guerrillera en Chatisgarh que ha hecho que el ejecutivo de Nueva Delhi ponga sus ojos en este estado dejando un poco aparcados sus planes en los anteriores. La razón del por qué los maoístas se están centrando en Chatisgarh es que este estado, junto al de Jharkhand, se está conviertiendo en la punta de lanza de la política neoliberal del gobierno tras firma de suculentos contratos de millones de dólares con las grandes corporaciones industriales, nacionales y multinacionales, del acero, hierro, carbón y de la electricidad que van a suponer un nuevo auge del éxodo de campesinos a los barrios miseria de las ciudades. De hecho, el más reciente ataque guerrillero se produjo el 3 de junio contra la central eléctrica de Narayanpur, un distrito de Chatisgarh (7).
Los maoístas suelen ser muy parcos a la hora de reivindicar sus acciones. Es un hecho que el control guerrillero de este estado es casi total, con 10 de los 16 distritos que lo componen en su poder (8) y que sus acciones militares con cada vez más audaces, incluyendo atentados contra autoridades, policías, representantes políticos y objetivos estratégicos económicos e industriales.
La pretensión gubernamental es circunscribir la presencia maoísta en esa "zona roja" y evitar que se extienda con igual fuerza por el resto del país. Una vez conseguido el objetivo, la represión se centraría en lo que se puede denominar "bases de apoyo" o zonas liberadas. No obstante, son los diferentes estados quienes tienen responsabilidad en cuestiones de seguridad y no el gobierno central, de ahí que en la represión participe la policía y no el Ejército, y hay diferentes opiniones sobre la mejor forma de enfrentarse al auge guerrillero. En Andhra Pradesh hay una tendencia a entablar negociaciones directas mientras que en Chatisgarh se fomenta el fenómeno paramilitar, por mencionar los dos ejemplos más extremos. En estas posturas influye en papel que la izquierda moderada tiene en los diferentEs gobiernos e, incluso, en el gobierno central que sin este apoyo caería, como se ha dicho más arriba. Esa es la razón por la que se están intentando poner en marcha tímidas reformas agrarias en toda India y que tiene como experiencia piloto la que en 2005 se puso en marcha en el Estado madre de la guerrilla: Bengala Occidental.
Por el momento, la guerrilla está dejando a un lado las ciudades para centrarse en el control total del campo, siguiendo la vieja estretagia de cercar las ciudades desde el campo. La estrategia es penetrar en las áreas rurales, consolidarse en ellas y, una vez que consideran seguras sus bases de apoyo, ir estableciendo coordinaciones eficaces y efectivas entre las diferentes células en otros Estados. Es la estrategia clásica y que tan buenos resultados ha dado en Nepal. Al igual que sus camaradas nepalíes, los maoístas indios respetan a los cargos locales –incluyendo a policías- si el pueblo considera que son honestos y no están comprometidos en casos de corrupción o represión. También respetan a las empresas que están instaladas en sus zonas de influencia, pero las cobran un “impuesto revolucionario”, que oscila entre el 15 y el 20% de sus beneficios, con el que financian sus actividades.
Historia de los naxalitas
Los maoístas hindúes son conocidos como naxalitas, denominación que surge del poblado de Naxalbari, perteneciente al estado de Bengala Occidental, donde tuvieron lugar las primeras acciones armadas de una organización denominada Grupo Guerrero del Pueblo, brazo armado del Partido Comunista de India (marxista-leninista), que con la consigna de una reforma radical de la propiedad de la tierra mantiene desde los años 60 en jaque al estado indio. Aunque la rebelión que impulsaron -toma de tierras, quema de registros del catastro de propiedad, derogación de las deudas hipotecarias de los campesinos y ejecución de los más significados opresores y usureros- apenas duró tres meses, terminó con una durísima represión que causó más de 10.000 muertos y la casi desaparición de los cuadros de la organización. Pero algunos grupos siquieron activos aunque sin contacto entre ellos. Eso provocó el fraccionamiento del PCI (m-l) que ha durado hasta el año 2003, cuando el Centro Comunista Maoísta y el Centro Revolucionario Comunista de la India se unifican formando el Centro Comunista Maoísta de la India (CCMI) y, un año más tarde, en 2004, se produce otra unificación con una tendencia del PCI (m-l) denominada "Guerra Popular". Así es como surge el actual Partido Comunista de India (maoísta) y su principal lema es "combate contra el feudalismo y el imperialismo".
Si hay que hacer caso a los informes de los servicios de inteligencia de India, maoístas de ese país se han “fogueado” en la guerra popular revolucionaria de Nepal, donde habrían adquirido mayor formación política y experiencia militar. Estos servicios de inteligencia estiman que el Ejército Guerrillero del Pueblo (nombre de la rama militar de los maoístas indios) contaba el año pasado con 8.000 combatientes, 25.000 milicianos –defienden las bases de apoyo y realizan labores de inteligencia y ayuda logística a los combatientes- y 50.000 cuadros políticos. Cifras pequeñas si se tiene en cuenta que India es un país con cerca de 1.000 millones de habitantes, pero el rápido desarrollo del movimiento maoísta ha encendido las alarmas entre la élite política india (9). La miseria de dos terceras partes de la población india y la opresión social se contraponen a los deseos de la élite de convertirse en una potencia regional al calor del arma nuclear y el acuerdo con los EEUU. Hoy los naxalitas son una realidad que hay que tener en cuenta. Tal vez los occidentales que recalan en India hayan podido comprobar que "naxa" ha pasado al vocabulario de los hindúes como expresión equivalente a "campesino rebelde" y que la lucha, actual y pasada, de los naxalitas forma parte de la cultura india moderna, incluso en el ámbito cinematrográfico.
----------------(1) Rajiv Sikri, "¿Están los líderes de India, China y Rusia preparados para un desarrollo radical? (2) Alberto Cruz, "India e Irán: otra muestra de la hipocresía occidental "(3) Asia Times, 1 de junio de 2007.(4) Cristian Science Monitor, 28 de agosto de 2006(5) France Press, 15 de marzo de 2007.(6) The Indian Express, 7 de junio de 2007.(7) The Hindu, 3 de junio de 2007.(8) Prensa Latina, 15 de marzo de 2007.(9) The Pioneer, 27 de abril de 2006.
Alberto Cruz es periodista, politólogo y escritor especializado en Relaciones Internacionales.