viernes, 28 de abril de 2017

ARMAS DE DESVIACIÓN MASIVA, un articulo de Mumia Abu-Jamal.

ARMAS DE DESVIACIÓN MASIVA


Por Mumia Abu-Jamal
El escándalo más grande del gobierno de Clinton (según la prensa), fue el escándalo sexual con una joven empleada, una mujer que no era su esposa.
Cuando el escándalo casi hundió su presidencia, él ordenó ataques con misiles contra una planta farmacéutica en el Medio Oriente, Al Shifa. Los críticos de Clinton se burlaron de los ataques, al describirlos como “bombas Mónica”, destinadas a desviar el creciente torrente del escándalo.
A mí me parece bastante Clintoniano el bombardeo ordenado por el presidente D.J. Trump contra una base militar siria con escasas pruebas del involucramiento del gobierno de Siria en un reciente ataque con armas químicas.
En marzo de 1995, se reportó que la secta religiosa japonesa, conocida como Aum Shinrikyo, soltó gas sarín en varios vagones del metro, afectando a miles de personas.  Mientras casi 5,000 personas sufrieron lesiones, adivinen cuántas personas murieron. Doce. ¡12!
En el lanzamiento del gas en Siria, con miles de personas expuestas, es matemáticamente improbable que 100 personas murieron, dado su dispersión a cielo abierto.
Resulta también improbable que a Trump le importen un comino los bebés árabes, por muy hermosos que sean.
El Dr. Joseph Harris nos informa que  el gas sarín es indetectable en las autopsias. Entonces ¿cómo identificaron la naturaleza del agente ofensivo?
Las guerras crean naciones de perdedores, como se reveló con certeza en Irak.
¿Quiénes son los ganadores en este caso a no ser los fabricantes de armas?
Las guerras se hacen por dos motivos: pretextos y ganancias.
Desde la nación encarcelada soy Mumia Abu-Jamal.

 –© ‘17maj
9 de abril de 2017

Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia, México

1 comentario:

Pedro rodriguez dijo...

Primeramente en que el trabajo ES EXTERNO al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía fisica y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí.

¨Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no esta en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, TRABAJO FORZADO. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un MEDIO para satisfacer las necesidades fuera del trabajo. Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste.

El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de auto sacrificio, de ascetismo (vida austera). En último término, para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo en que este no es suyo, sino de otro, que no le pertenece; en que cuando está en él no se pertenece a sí mismo, sino a otro. Asi como en la religión la actividad propia de la fantasía humana, de la mente y del corazón humanos, actúa sobre el individuo independientemente de él, es decir, como una actividad extraña, divina o diabólica, así tambien la actividad del trabajador no es su propia actividad. Pertenece a otro, es la pérdida de si mismo.

De esto resulta que el hombre (el trabajador) sólo se siente libre en sus funciones animales, en el comer, beber, engendrar, y todo lo más en aquello que toca a la habitación y al atavío (exageración), y en cambio en sus funciones humanas se siente como animal. Lo animal se convierte en lo humano y lo humano en lo animal.

Comer, beber y engendrar, etc., son realmente tambien auténticas funciones humanas. Pero en la abstracción que las separa del ámbito restante de la actividad humana y las convierte en fin único y último son animales¨.