¡Ni fascismo de la “Media Luna”, Ni reformismo del MAS!
NO VOTAR; Organizar al pueblo para la revolución
Los últimos seis meses han servido solamente para mostrar la creciente pugna entre las facciones de la gran burguesía por la administración del viejo Estado: de un lado la burguesía burocrática y por otro ladola burguesía compradora.
En este periodo se presenta una intensa lucha de las facciones burguesas en distintos planos: en lo económico, en lo político y en lo ideológico.
En el plano económico, la facción burocrática –representada por el Movimiento al Socialismo MAS–aplica una política monetaria neoliberal, rebaja salarial, desempleo en aumento, creciente inflación de productos de primera necesidad; la facción compradora y terratenientes –representada por prefectos, comités cívicos, agroindustriales– desarrollan explotación laboral y elevan los precios de los alimentos aduciendo variaciones de precios en el mercado internacional.
En lo político, se han producido movilizaciones de masas cooptadas por una y otra facción burguesa; utilización de grupos de choque fascistas por la compradora, como también de masas, personal militar y policial en guerra de baja intensidad por parte de la burocrática; lanzamiento de acusaciones de cometer inconstitucionalidad en leyes promovidas por ambas facciones; moviéndose éstas entre la colusión y la pugna.
En lo ideológico, el recurrir a un falso debate de ideas entre centralismo y regionalismo, que se traduce en la lucha por una nueva Constitución Política del Estado corporativa y las “autonomías” presentándolas como si fueran visiones antagónicas e irreconciliables cuando son complementarias y necesarias para el viejo Estado; ambas facciones están por la defensa de la democracia burguesa y la lucha contra el marxismo.
De esta manera, el camino burocrático, el camino del imperialismo y de la reacción nativa se repite en distintos momentos de nuestra historia, en un constante péndulo de la administración del Estado por parte de las facciones: unas veces intentando aplicar el modelo cepalino de desarrollo, impulsado por la facción burocrática, donde se pretende que el viejo Estado tenga una mayor intervención en el proceso económico, llevando adelante incluso “nacionalizaciones”; y otras veces aplicando el modelo neoliberal, por parte de la facción compradora, que reduce el aparato estatal acusándolo de ineficiente y burocrático, realizando procesos de privatizaciones y ventas de empresas estatales, y promoviendo capitalismo monopolista no estatal.
Como podrá verse, cambia el modelo pero el sistema se mantiene; es decir, el desarrollo del capitalismo burocrático que se desenvuelve en nuestro país no puede seguir como antes, por lo que busca su reimpulso y la reestructuración del Estado, con el apoyo del imperialismo no sólo yanqui sino también europeo, quienes son los que actualmente brindan el mayor apoyo al gobierno del MAS, y los que mayor inversión extranjera realizan en el país en la explotación de nuestros recursos naturales.
Ahora, en vísperas de elecciones y a un mes del referéndum revocatorio para Evo y los prefectos, las facciones de la gran burguesía se encuentran enfrascadas en dimes y diretes, sacándose los trapitos al sol y llevando a las masas tras la borrachera electoral y su camino burocrático, tratando de salvar su institucionalidad burguesa. Cada día que pasa, la situación de las masas no ha cambiado por lo que van tomando mayor conciencia política de los nefastos planes de ambas facciones y que nada ganan ni ganarán de los procesos electorales, bregando por construir la vanguardia revolucionaria para la conquista del poder dentro del camino democrático del pueblo.
En este periodo se presenta una intensa lucha de las facciones burguesas en distintos planos: en lo económico, en lo político y en lo ideológico.
En el plano económico, la facción burocrática –representada por el Movimiento al Socialismo MAS–aplica una política monetaria neoliberal, rebaja salarial, desempleo en aumento, creciente inflación de productos de primera necesidad; la facción compradora y terratenientes –representada por prefectos, comités cívicos, agroindustriales– desarrollan explotación laboral y elevan los precios de los alimentos aduciendo variaciones de precios en el mercado internacional.
En lo político, se han producido movilizaciones de masas cooptadas por una y otra facción burguesa; utilización de grupos de choque fascistas por la compradora, como también de masas, personal militar y policial en guerra de baja intensidad por parte de la burocrática; lanzamiento de acusaciones de cometer inconstitucionalidad en leyes promovidas por ambas facciones; moviéndose éstas entre la colusión y la pugna.
En lo ideológico, el recurrir a un falso debate de ideas entre centralismo y regionalismo, que se traduce en la lucha por una nueva Constitución Política del Estado corporativa y las “autonomías” presentándolas como si fueran visiones antagónicas e irreconciliables cuando son complementarias y necesarias para el viejo Estado; ambas facciones están por la defensa de la democracia burguesa y la lucha contra el marxismo.
De esta manera, el camino burocrático, el camino del imperialismo y de la reacción nativa se repite en distintos momentos de nuestra historia, en un constante péndulo de la administración del Estado por parte de las facciones: unas veces intentando aplicar el modelo cepalino de desarrollo, impulsado por la facción burocrática, donde se pretende que el viejo Estado tenga una mayor intervención en el proceso económico, llevando adelante incluso “nacionalizaciones”; y otras veces aplicando el modelo neoliberal, por parte de la facción compradora, que reduce el aparato estatal acusándolo de ineficiente y burocrático, realizando procesos de privatizaciones y ventas de empresas estatales, y promoviendo capitalismo monopolista no estatal.
Como podrá verse, cambia el modelo pero el sistema se mantiene; es decir, el desarrollo del capitalismo burocrático que se desenvuelve en nuestro país no puede seguir como antes, por lo que busca su reimpulso y la reestructuración del Estado, con el apoyo del imperialismo no sólo yanqui sino también europeo, quienes son los que actualmente brindan el mayor apoyo al gobierno del MAS, y los que mayor inversión extranjera realizan en el país en la explotación de nuestros recursos naturales.
Ahora, en vísperas de elecciones y a un mes del referéndum revocatorio para Evo y los prefectos, las facciones de la gran burguesía se encuentran enfrascadas en dimes y diretes, sacándose los trapitos al sol y llevando a las masas tras la borrachera electoral y su camino burocrático, tratando de salvar su institucionalidad burguesa. Cada día que pasa, la situación de las masas no ha cambiado por lo que van tomando mayor conciencia política de los nefastos planes de ambas facciones y que nada ganan ni ganarán de los procesos electorales, bregando por construir la vanguardia revolucionaria para la conquista del poder dentro del camino democrático del pueblo.
¡Ni fascismo de la “Media Luna”, Ni reformismo del MAS!
NO VOTAR; Organizar al pueblo para la revolución
Frente Revolucionario del Pueblo
Bolivia, Julio de 2008
Bolivia, Julio de 2008
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