LOS BURGUES Y
TERRATENIENTES, ADEMÁS DE EXPLOTADORES: MISERABLES
El proyecto de reestructuración del
viejo estado que es impulsado por la burguesía burocrática en el Ecuador va
surtiendo efecto, va cumpliendo sus metas.
Tratar de vivificar el capitalismo burocrático
y con él “resucitar” al estado que vive lenta agonía ha sido el proyecto de
este régimen, y debemos sostener que de una u otra manera ha logrado su
propósito, desde luego, descargando la crisis y su proceso de recuperación
circunstancial en los hombros de los trabajadores pobres y demás sectores
populares.
Es visible cómo el proyecto de la
burguesía burocrática responde a los planes del imperialismo y de la burguesía
en su conjunto. Si bien es cierto el régimen ha tenido cierta oposición en el contexto
de la democracia burguesa, ésta no ha sido marcada, bien definida, menos aún la
“oposición” de la izquierda oportunista y revisionista que estableció ciertas
contradicciones (no antagónicas) con la “revolución ciudadana.
La burguesía compradora ha sido cauta en
desatar oposición al régimen, a la final se ha visto también favorecida por las
políticas del gobierno y sobre todo por el proceso de reestructuración del
estado. La organización popular ha sido duramente golpeada, desarticulada. Los
sindicatos públicos y privados han sido “domesticados”, controlados o
divididos. El movimiento estudiantil dislocado y la organización campesina
brutalmente dividida, proceso en el que la izquierda revisionista y oportunista
ha jugado un rol determinante a favor de la burguesía y los terratenientes pues
es obvio que la izquierda también se ha visto favorecida al ser involucrada en
este proceso desde el espacio burocrático.
Hay varios factores que han posibilitado
una substancial recuperación de sectores
de la burguesía y de los terratenientes. Quizá el más importante sea que el
régimen al sostener todavía su modelo económico parapetado en la economía
primaria que le “reporta” tanto al imperialismo como a las añejas burguesías
del país réditos que nutren el capitalismo monopolista de estado y no estatal.
El aumento en el precio del barril del
petróleo ha sido concluyente en este proceso. El ingreso a las arcas fiscales d
25 dólares más por cada barril de petróleo (90 dólares de promedio) le otorgó
al régimen la capacidad de mejorar su gasto público y con él de sostener “con
obras” su propuesta populista y reformista.
La inyección de créditos de importancia
como los que otorgaron China, Rusia e Irán han sido también definitivos porque
además de contar con liquidez el régimen pudo a través de la banca y demás
sectores financieros que controla el estado estimular el sistema crediticio
para la mediana y gran industria. Además otorgó a la banca privada la
posibilidad de ser agentes crediticios de los fondos públicos, dándole un
espaldarazo a la banca que también ha tenido una importante recuperación.
Otros de los elementos importantes ha
sido el sostenido crecimiento de las exportaciones privadas, sobre todo de
productos agrícolas.
Según el Banco Central, el
crecimiento económico que se presentó en
el país fue decidor: en el primer trimestre fue de 8,9%, en el segundo de 9,3
que fue precisamente cuando se activaron los créditos con China, y en el último
trimestre del 9%. Siendo particularmente
la inversión “pública “la realizada por el gobierno con fondos del petróleo,
remesas y préstamos del imperialismo) y el sector de la construcción (banca).
Pero no solo es en ese contexto cómo se
desenvuelve la crisis del pueblo, el viejo estado ha generado las condiciones
para que la violencia social cobre fuerza y se manifieste en el desate
delincuencial que fundamentalmente vive entre las masas siendo ellas las que
tienen que bregar y cargar a cuestas ese lastre del viejo estado haciendo de la
vida de los sectores mayoritarios, pobres y explotados del país una condición
de violencia y desesperación cada vez
más creciente.
En medio de todo este contexto, el
régimen emite la noticia sobre su decisión de incrementar el salario básico de
264 a 292 dólares.
Obviamente que este incremento es una
burla, un insulto al proletariado y demás masas de trabajadores porque no se
compadece en absoluto con los costos de vida y sobre todo con la capacidad que
debe tener el trabajador por reproducir su fuerza de trabajo. Claro, con esos
salarios ya no trabaja solo una persona en una familia popular, deben hacerlo
tres o cuatro para medio vivir.
Por otro lado la burguesía se queja,
rechaza la decisión del régimen. Es decir los trabajadores pobres del país
quedan bajo tres fuegos:
1.
Del régimen
fascista, reformista que insulta a los trabajadores con un incremento que no se
compadece con la realidad y el requerimiento “elemental” de subsistencia
sumiéndolos en.
2.
De la Gran
Burguesía y terratenientes que se resisten al incremento y que la manera de
evidenciar su desacuerdo será despidiendo a trabajadores incrementado la tasa
de desocupados en el país.
3.
Y por último
bajo el fuego de la complicidad del revisionismo enquistado en el movimiento
sindical, organizativo de los trabajadores y masas campesinas al ser
co-gobierno y haber destruido la capacidad combativa de esos instrumentos
populares.
Hay que organizar de mejor manera la organización popular
y esa reorganización no puede ser llevada a cabo si no se lucha contra el
revisionismo.
Hay que instrumentar mecanismos de lucha popular para
combatir a este régimen fascista empeñado en salvar al viejo estado agudizando
las condiciones de vida de las masas.
Hay que ir preparando el escenario para desatar la Guerra
Popular, condición única y objetiva para eliminar las condiciones estructurales
y superestructurales de la explotación.
SI NO REESTRUCTURAMOS EL MOVIMIENTO SINDICAL Y LA
ORGANIZACIÓN POPULAR NO CONTAREMOS CON LOS INSTRUMENTOS NECESARIOS PARA
ENFRENTAR AL FASCISMO DE ALIANZA PAÍS.
LA REESTRUCTURACION IMPLICA EN PRIMERA INSTANCIA
APLASTAR AL REVISIONISMO, COMPLICE DEL VIEJO ESTADO.
HOY LUCHEMOS POR SALARIOS JUSTOS Y HAGAMOS DE ESTAS
JORNADAS UNA ESCUELA DE LA REVOLUCION.
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