Contra la paz mentirosa de los ricos y
la farsa electoral
¡NO VOTAR!
¡UNIR
Y GENERALIZAR LA LUCHA OBRERA, CAMPESINA Y POPULAR!
Tres
acontecimientos políticos ocupan la atención de los colombianos por estos días:
Uno, el Paro Campesino, que a pesar del acuerdo con la Cumbre Agraria de
un “mesa única de parlamentarismo” que dilata, engaña, desmoviliza y divide el
movimiento, el Paro es una huelga política de las masas del campo, forma de
lucha directa preferida por los trabajadores en este período para exigir y
hacer respetar sus reivindicaciones económicas y políticas inmediatas. Las
Huelgas Políticas de Masas tienden a generalizarse en todo el país y en todos
los sectores; constituyen el fenómeno político más importante en estos tiempos,
por ser expresión viva de la lucha de clases que surge de las contradicciones
antagónicas entre oprimidos y opresores, entre explotados y explotadores.
Otro
suceso es la Comedia de la Paz, montada en La Habana por representantes
de los capitalistas y jefes de las Farc, presentando su reconciliación como si
esa fuera la paz para el pueblo. ¡Falso! En realidad negocian entretelones la
legalización del despojo violento a 6 millones de trabajadores del campo, cómo
van en la repartición del botín de 10 millones de hectáreas, y el acuerdo de
apoyar una más intensa y extensa explotación capitalista de la agricultura, la
ganadería y la industria minera.
Y
el tercer acontecimiento, la Farsa Electoral impuesta por las clases
dominantes en el gran circo de la democracia burguesa, con el pregón de que
“los ciudadanos con sus votos eligen a los gobernantes”. ¡Gran mentira! Son los
burgueses, terratenientes e imperialistas, quienes con sus partidos (De la U,
Centro Democrático, Conservador, Liberal, Opción Ciudadana, Alianza Verde…),
con su poder económico capitalista, con el poder político armado del Gobierno y
toda la maquinaria del Estado, son ellos quienes realmente eligen
a los gobernantes para administrar sus negocios en los próximos cuatro años; eligen
a los verdugos del pueblo para defender el jugoso negocio de la explotación
asalariada. A la comparsa electoral se unen los demócratas pequeñoburgueses y
sus partidos reformistas (Polo, Marcha Patriótica, UP, Progresistas…) que sin
ser representantes directos de los capitalistas, se ofrecen para proteger “más
honradamente” los negocios de los explotadores y disimular su dictadura de
clase sobre el pueblo, con el ropaje del Estado Social de Derecho o moralizarlo
“castigando a los corruptos” con el voto en Blanco. Siguen los falsos partidos
comunistas (Moir, PST y demás sectas trotskistas, Partidos “comunistas”
mamerto, “ml”, “pc3” y “maoísta”…) los más peligrosos bufones de la farsa
electoral, pues a nombre del marxismo, de la revolución y del proletariado,
llaman a los trabajadores a votar por sus politiqueros, o a votar en Blanco.
¡Oportunismo y cretinismo parlamentario! que contribuye a legitimar la farsa
electoral, a embellecer la democracia de los capitalistas, con lo cual
objetivamente les colabora a engañar, confundir y someter al pueblo a las
ilusiones, respeto y confianza en el Estado de sus opresores.
Que
los jefes de los partidos reaccionarios (Santos, Uribe, Peñalosa, Ramírez…) se
saquen en cara sus compromisos con la mafia,
sus corruptelas, mentiras y maquinaciones… Que los jefes reformistas y
oportunistas (Clara López, Aida Avella, Robledo, Cepeda, Caicedo…) los
denuncien también por la manga ancha con el capital imperialista, con los TLC y
las privatizaciones, con el paramilitarismo y terrorismo estatal… no pasan de
ser recursos de campaña electoral, donde todos (reaccionarios, reformistas y
oportunistas) se proclaman amigos y salvadores de la paz y del pueblo convocado
por todos a votar en “ejercicio y defensa de la democracia”.
Que
eso lo digan los representantes de los ricos es apenas acorde con la defensa de
sus intereses de clase y del poder político estatal de los explotadores. Pero
en boca de quienes dicen ser representantes “revolucionarios” de los
trabajadores es una canallada ocultar que mientras existan explotados y
explotadores, no puede haber paz entre ellos, porque su contradicción es
antagónica, irreconciliable; es una traición al pueblo encubrir que la democracia
de los ricos es dictadura para los pobres, y que el Estado actual así se le
llame Estado Social de Derecho es una dictadura de clase de los capitalistas;
es apoyar directamente a los parásitos explotadores, el que los jefes
oportunistas silencien el principal problema del pueblo colombiano: la
explotación asalariada.
He
ahí la diferencia con la Táctica y el Programa de los comunistas
revolucionarios que en el actual período de ascenso de la lucha directa de los
trabajadores, defienden y luchan por la independencia del movimiento de masas
con respecto a la dirección conciliadora de los politiqueros; a las masas del
campo y la ciudad que de por sí ya rechazan la farsa electoral mediante la
siempre elevada y mayoritaria abstención electoral, las llaman a confiar en su
lucha directa y revolucionaria, a unificar y generalizar sus Huelgas Políticas
de Masas para obligar al Estado a frenar la voracidad de los explotadores. Los
comunistas revolucionarios proclaman la necesidad de ligar la lucha inmediata
actual contra los sufrimientos del pueblo causados por el capitalismo, con la
lucha política revolucionaria contra todo el poder del capital, única forma de
erradicar sus males para siempre. Los comunistas revolucionarios no temen
denunciar la dictadura de clase de la burguesía, los terratenientes y los
imperialistas, esencia del actual Estado reaccionario; por lo cual no se
proponen “remodelarlo” o “tomarlo en posesión” sino destruirlo con la
Revolución violenta de los obreros y campesinos armados, y sustituirlo por su
propio y nuevo Estado de Dictadura del Proletariado, único poder capaz de
eliminar la explotación y las diferencias de clase. Para la realización de tan
grandiosos objetivos, los comunistas revolucionarios hoy trabajan en la
construcción de un verdadero Partido del Proletariado, instrumento
indispensable no solo para organizar y dirigir toda la lucha de la clase
obrera, sino para que ella sea la clase dirigente de las masas populares en la
Revolución.
Por
la defensa y realización de este gran Programa, los comunistas revolucionarios
hoy llaman a los obreros, campesinos y a todo el pueblo colombiano en general a
¡NO VOTAR! por los reaccionarios capitalistas. ¡NO VOTAR! por los
reformistas y falsos comunistas. ¡NO VOTAR! por ninguno, ni en Blanco ni
Nulo. ¡AVANZAR! por la única vía hacia una verdadera paz para el pueblo,
la vía de la Revolución Socialista que derroque a los opresores y expropie a
los explotadores; que con un nuevo Estado de Dictadura del Proletariado
continúe la revolución en el socialismo hasta barrer toda forma de explotación
del hombre por el hombre y suprimir la división de la sociedad en clases.
Entonces, se extinguirá el Estado, no habrá más necesidad de armas, ni de
guerras y la sociedad entera podrá disfrutar la verdadera paz del Comunismo.
¡Abajo el Podrido Estado Burgués y sus
Elecciones!
¡Viva
el Futuro Estado de Obreros y Campesinos!
¡Ni
el Estado ni los Politiqueros, Solo el Pueblo Salva al Pueblo!
Unión Obrera Comunista (MLM) -
Colombia, Mayo 2014
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