domingo, 10 de julio de 2016

Curso Básico de Marxismo-Leninismo-Maoísmo. Capítulo 27: Mao en la filosofía.

Curso Básico de Marxismo-Leninismo-Maoísmo.
Capítulo 27: Mao en la filosofía.

Capítulo 27

El siguiente documento ha sido redactado por el Partido Comunista de la India (Maoísta) y es utilizado como guía de estudio por sus cuadros. El blog “Cultura Proletaria” ha decidido, por su gran importancia y por el interés que suscita, traducir el documento al español.


Capítulo 27: Mao en la filosofía

Los escritos de Mao sobre filosofía están dirigidos a educar a los cuadros y a las masas del Partido en el marxismo-leninismo, con el fin de cambiar la forma de pensar y la práctica. El propio Mao fue un ferviente estudiante de filosofía. Cuando cogía libros de filosofía, los consumía con una intensa y concentrada lectura. Debido a la influencia anterior de los dogmáticos que habían regresado después de estudiar en la URSS y no conseguían relacionar su conocimiento con la realidad, Mao estaba constantemente ansioso por hacer estudios y enseñar al Partido cómo unirse a la práctica. Quería hacer filosofía marxista, y en particular, el método dialéctico marxista que sería de utilidad para todos los cuadros y activistas del partido y para las masas comunes.
La teoría del conocimiento: las enseñanzas de Mao sobre la teoría del conocimiento eran de gran importancia. Un trabajo importante fue su ensayo “Sobre la práctica, sobre la relación entre el conocimiento y la práctica, entre el saber y el hacer“. Aunque sólo le llevó dos horas leerlo, Mao dijo que le había llevado semanas escribirlo. El punto central que explica Mao es que el conocimiento no cae del cielo, sino que proviene de la práctica social. El verdadero conocimiento, o ideas correctas, provienen de tres tipos de práctica social: la lucha por la producción, la lucha de clases y la experiencia científica.
La teoría depende de la práctica. Es impensable, dice Mao, que la teoría no deba ser medida y verificada por la práctica. A su vez, la práctica cambia la teoría, cambia nuestro método de trabajo y el pensamiento. A través de esto se consigue la transformación y la obtención de más conocimiento. Nadie nace sabio, tampoco nace estúpido. El conocimiento no puede venir antes de la experiencia material; nadie puede convertirse en un experto antes de no hacer prácticamente nada.
Mao explicó el proceso de obtención de conocimiento. Comienza a partir del conocimiento sensorial, la etapa de percepciones e impresiones de los sentidos, donde el hombre, en primer lugar, ve sólo los aspectos separados, las relaciones exteriores de las cosas. Al avanzar la práctica social, las cosas que dan lugar a percepciones e impresiones de los sentidos humanos en el curso de su práctica, son repetidas muchas veces; en seguida, un cambio repentino (salto) tiene lugar en el cerebro en el proceso de comprensión, y se forman los conceptos. Los conceptos no son sólo los fenómenos, los aspectos individuales y las relaciones externas de las cosas; captan la esencia, la totalidad y las relaciones internas de las cosas. Entre los conceptos y las percepciones sensoriales no sólo existe una diferencia cuantitativa, sino también una diferencia cualitativa. El conocimiento conceptual o lógico o racional es una etapa más elevada que la etapa del conocimiento sensorial.

Hay dos aspectos importantes en esto. Uno es que el conocimiento racional depende del conocimiento sensorial. Es absurdo pensar que el conocimiento racional puede ser desarrollado sin que alguien primero experimente y obtenga conocimiento sensorial. El segundo aspecto importante es que el conocimiento sensorial continúa desarrollándose en conocimiento racional. Esto significa que el conocimiento sensorial debe ser profundizado y desarrollado a la etapa del conocimiento racional.
La adquisición del conocimiento racional, sin embargo, no es en sí mismo un fin. Como plantea siempre el marxismo, el punto esencial de todo conocimiento es ponerlo en práctica. Como dijo el Presidente Mao, “Descubrir la verdad a través de la práctica y, nuevamente a través de la práctica, comprobarla y desarrollarla. Partir del conocimiento sensorial y desarrollarlo activamente convirtiéndolo en conocimiento racional; luego, partir del conocimiento racional y guiar activamente la práctica revolucionaria para transformar el mundo subjetivo y el mundo objetivo. Practicar, conocer, practicar otra vez y conocer de nuevo. Esta forma se repite en infinitos ciclos, y, con cada ciclo, el contenido de la práctica y del conocimiento se eleva a un nivel más alto. Esta es en su conjunto la teoría materialista dialéctica del conocimiento, y ésta es la teoría materialista dialéctica de la unidad entre el saber y el hacer”.
Sobre las contradicciones: La otra gran contribución de Mao a la filosofía marxista fue en la dialéctica, y particularmente en relación a la comprensión y aplicación de las contradicciones. La comprensión y aplicación de las contradicciones aparecen en varios puntos de casi todos análisis y escritos de Mao. Su obra principal es “Sobre la contradicción“, que es un ensayo sobre filosofía escrito en agosto de 1937, después de su ensayo “Sobre la Práctica“, y tiene el mismo objetivo de superar el grave error que era el pensamiento dogmático que se encontraba en el Partido en la época. Originalmente, este ensayo fue presentado en dos conferencias en el Instituto Político y Militar Antijaponés de Yenán.
El trabajo de Mao era, en cierto modo, la continuación del trabajo realizado por Lenin, que hizo un estudio profundo de las contradicciones. Lenin definió la contradicción como “la sal de la dialéctica” y afirmó que “la división de un todo y el conocimiento de sus partes contradictorias es la esencia de la dialectica“. Lenin, en sus “Cuadernos Filosóficos“, dice: “En pocas palabras, la dialéctica puede ser definida como la doctrina de la unidad de los opuestos. Esta es la esencia de la dialéctica, pero esto exige explicaciones y desarrollo“.
Estas “explicaciones” y este “desarrollo” fueron hechos unos veinte años más tarde por Mao. El trabajo de Mao fue un salto en la comprensión de las contradicciones. Examinó la cuestión de las contradicciones detalladamente y las aclaró de tal manera que resultaban fácilmente comprensibles y utilizables por cualquier persona.
En primer lugar, afirmó que la ley de la unidad de los contrarios es la ley fundamental de la naturaleza y de la sociedad y, por lo tanto, también la ley fundamental del pensamiento.
A raíz de esto, explicó el principio de la universalidad y del carácter absoluto de la contradicción. De acuerdo con este principio, la contradicción está presente en todos los procesos de cada objeto y de cada pensamiento y existe en todos estos procesos de principio a fin.
A continuación, nos da el principio de la particularidad y de la relatividad de la contradicción. Según este principio, cada contradicción y cada uno de sus aspectos tienen sus respectivas características.
Un concepto muy importante dado por Mao en este sentido fue el de la unidad y la lucha entre los contrarios en una contradicción. Mao señala que la unidad o la identidad de los contrarios es condicional; por lo tanto, siempre es temporal y relativa. Por otra parte, la lucha de los contrarios es interminable; es universal y absoluta.
Otro principio importante que dio Mao y utilizó a menudo en su análisis, fue la comprensión de la contradicción principal y el aspecto principal de una contradicción. Según este principio, hay muchas contradicciones en el proceso de desarrollo de una cosa compleja, y una de ellas es necesariamente la contradicción principal, cuya existencia y edesarrollo determinan o influyen en la existencia y desarrollo de otras contradicciones. Así, si en cualquier proceso hay una serie de contradicciones, una de ellas debe ser la contradicción principal que actúa como papel principal y decisivo, mientras que el resto ocupa una posición secundaria y subordinada. Por lo tanto, al estudiar cualquier proceso complejo en el que haya dos o más contradicciones, debemos dedicar todos los esfuerzos en encontrar su contradicción principal. Una vez que se conozca esa contradicción principal, todos los problemas se podrán resolver fácilmente.
Del mismo modo, en cualquier contradicción el desarrollo de los aspectos contradictorios es desigual. A veces parecen estar en equilibrio, lo que es, sin embargo, sólo temporal y relativa, mientras que la desigualdad es básica. De los dos aspectos contradictorios, uno debe ser el principal y el otro el secundario. El aspecto principal es aquel que actúa como papel principal en la contradicción. La naturaleza de una cosa es determinada principalmente por el aspecto principal de la contradicción, el aspecto que ganó la posición dominante.
Mao siempre dio mucha importancia a la comprensión de la contradicción principal en sus análisis. Así, en su análisis de la sociedad china siempre analizaba la contradicción principal. Esto fue un avance en relación al anterior análisis marxista-leninista, que no entraba particularmente en un análisis de la contradicción principal en un país o una revolución. Mao, sin embargo, afirmó que a menos que examinanemos dos aspectos -las contradicciones principales y no principales de un proceso, y los principales y no principales aspectos de una contradicción- no atascaremos en abstracciones, seremos incapaces de entender la contradicción concreta y, por lo tanto, seremos incapaces de encontrar el método correcto para resolverll. La importancia de comprender la contradicción principal y el aspecto principal de una contradicción era porque representaban el desnivel de las fuerzas que están en contradicción. Nada en este mundo se desarrolla absolutamente uniforme y, por lo tanto, era necesario comprender el cambio en la posición de las contradicciones principales y no principales y de los aspectos principales y no principales de una contradicción. Sólo mediante la comprensión de las diferentes etapas de desnivel en las contradicciones y del proceso de cambio en estas contradicciones puede un partido revolucionario decidir sobre su estrategia y táctica, tanto en los asuntos políticos como militares.
Por último, Mao aclaró la cuestión del antagonismo en una contradicción. Según Mao, el antagonismo es una forma, pero no la única forma, de lucha de los opuestos; la fórmula de antagonismo, por lo tanto, no puede ser aplicada de forma arbitraria en todas partes. Algunas contradicciones se caracterizan por el antagonismo abierto, otras no. Según el desarrollo concreto de las cosas, algunas contradicciones que fueron originalmente no antagónicas, se desarrollarán en antagónicas, mientras que otras, que fueron originalmente antagónicas, evolucionarán a no antagónicas. Las formas de lucha difieren según las diferencias en la naturaleza de las contradicciones. Las contradicciones no antagónicas pueden resolverse por medios pacíficos y amigables. Las contradicciones antagónicas requieren de medios no pacíficos.
Mao regresó a la cuestión de las contradicciones antagónicas y no antagónicas durante el período de la construcción del socialismo y durante la Gran Revolución Cultural Proletaria. Señaló que, a pesar de la victoria de la revolución, era un error pensar que las contradicciones ya no existían en la sociedad china. Mostró que había dos tipos diferentes de contradicciones aún existentes, las contradicciones con el enemigo y las contradicciones entre el pueblo. Las contradicciones con el enemigo son antagónicas y deben ser tratadas a través de la supresión. Por otro lado, las contradicciones entre el pueblo que son no antagónicas deben ser tratadas de tal manera que no se conviertan en antagónicas. Mao siempre hizo hincapié en la necesidad de un manejo correcto de las contradicciones. Señaló que si las contradicciones no eran entendidas y manejadas adecuadamente, siempre habría el peligro de la restauración del capitalismo.

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