domingo, 17 de julio de 2016

Curso Básico de Marxismo-Leninismo-Maoísmo. Capítulo 30: El Gran Debate: La lucha de Mao contra el revisionismo moderno de Kruschev.


Curso Básico de Marxismo-Leninismo-Maoísmo.
Capítulo 30: El Gran Debate: La lucha de Mao contra el revisionismo moderno de Kruschev.


Capítulo 30

El siguiente documento ha sido redactado por el Partido Comunista de la India (Maoísta) y es utilizado como guía de estudio por sus cuadros. El blog “Cultura Proletaria” ha decidido, por su gran importancia y por el interés que suscita, traducir el documento al español.


Capítulo 30: El Gran Debate: La lucha de Mao contra el revisionismo moderno de Kruschev

En 1953, tras la muerte de Stalin, una camarilla revisionista encabezada por Kruschev, llevó a cabo un golpe de Estado y tomó el control del PCUS, el entonces partido dirigente del proletariado internacional. Purgaron y mataron a los revolucionarios en el Partido, iniciaron el proceso de restauración capitalista en el primer país socialista y pasaron a desarrollar lazos con el campo imperialista, en particular con el imperialismo norteamericano. En 1956, después de asegurar un control firme sobre el Partido, en el XX Congreso del PCUS, comenzaron a difundir su veneno revisionista entre otros Partidos Comunistas. Al mismo tiempo atacaron el llamado culto a la personalidad de Stalin e introdujeron su teoría revisionista de las ‘tres pacíficas’: transición pacífica, coexistencia pacífica y emulación pacífica.
La transición pacífica significaba la transición pacífica al socialismo por la vía parlamentaria. Kruschev propuso que en aquel momento histórico era posible alcanzar el socialismo ganando una mayoría pacífica en el parlamento y, luego, realizar reformas para traer el socialismo. De este modo, negó la necesidad de una revolución. Esta teoría fue simplemente una repetición del revisionismo de Bernstein y otros socialdemócratas.
La coexistencia pacífica entre Estados con diferentes sistemas sociales fue propuesta por Kruschev como la línea general de la política exterior del Estado socialista. De este modo, distorsionó la política de Lenin de coexistencia pacífica con los Estados capitalistas, que era sólo un aspecto de la política exterior del Estado socialista y del internacionalismo proletario. Kruschev subordinó todas las demás políticas a su deseo de mantener una coexistencia pacífica con el imperialismo. Convirtió las relaciones de ayuda a otros países socialistas y las luchas de los pueblos oprimidos dependientes de los requisitos de coexistencia pacífica con potencias imperialistas. Esto no era más que una política de cooperación con el imperialismo.
La emulación pacífica era la teoría de que la contradicción entre el imperialismo y el socialismo sería resuelta a través de la competencia económica entre el sistema capitalista y el socialista. Así, esta teoría rehusó reconocer el carácter reaccionario y belicista del imperialismo. Creó la ilusión de que la contradicción entre el campo socialista y el imperialista era una contradicción no antagónica que sería resuelta a través de formas pacíficas de lucha.

La teoría de las ‘tres pacíficas’ de Kruschev era una teoría revisionista que quería imponer al movimiento comunista internacional. Iba dirigida a la creación de una estrecha relación con el imperialismo. Con el fin de poner en práctica sus planes y ganar la aceptación de las potencias imperialistas, Kruschev lanzó simultáneamente un ataque vicioso a Stalin, bajo el nombre del culto a la personalidad. Para demoler los principios revolucionarios que Stalin puso en pie y por los que luchó, primero fue necesario destruir la imagen de Stalin entre los revolucionarios y las masas en todo el mundo. Esto se hizo a través de una degenerada campaña de mentiras y propaganda.
Muchos de los líderes de los Partidos Comunistas del mundo apoyaron la línea revisionista de Kruschov. Muchos líderes y partidos prominentes ya habían comenzado a tomar la línea revisionista en sus propios países. Browder, en los Estados Unidos, ya había presentado teorías de colaboración entre el socialismo y el capitalismo, rompiendo con el movimiento comunista internacional; Thorez, el ex líder de la Tercera Internacional en Francia, que desarrolló estrechas relaciones con la burguesía después del período del frente antifascista, había tomado, en los años de la posguerra, posiciones nacional-chovinistas relativas a los pueblos de las colonias francesas, convirtiéndose en un lacayo de la burguesía imperialista francesa; Togliatti, de Italia, otro gran líder de la Tercera Internacional, quería “reformar” y “reestructurar” el capitalismo para llegar al socialismo a través del parlamento; el liderazgo del Partido Comunista de la India ya había cambiado su línea táctica para reconocer la vía pacífica. De esta forma, las fuerzas revisionistas que anteriormente no habían sido criticadas y derrotadas, colaboraron con Khruschev de forma eficaz.
Sin embargo, algunos partidos que intentaron poner en práctica la “transición pacífica” a través del sistema electoral y llegaron a amenazar el orden social vigente, fueron eliminados a través de golpes militares y represión salvaje, como en Brasil (1964), Indonesia (1965) y Chile (1973).
Entre las recién formadas democracias populares, la Liga de los Comunistas de Yugoslavia, liderada por Tito, a partir de 1948, inició el camino revisionista y rompió con el campo socialista. Kruschev, sin embargo, pronto comenzó a trabar amistad con él. La mayoría de los otros líderes también se alinearon con Kruschev. Dentro del campo socialista, fueron sólo el PCCh y el Partido del Trabajo de Albania los que identificaron y reconocieron el revisionismo kruschevista y llevaron a cabo una valiente y decidida defensa del marxismo-leninismo.
El PCCh, bajo la dirección de Mao, estaba a la vanguardia de esta lucha. Después de dos meses de la celebración del XX Congreso del PCUS, el PCCh publicó un artículo llamado “La experiencia histórica de la dictadura del proletariado“, que confirmaba a Stalin como un destacado marxista-leninista. Este artículo fue seguido por otro, en diciembre de 1956, “Una vez más, sobre la experiencia histórica de la dictadura del proletariado“, que insistía en que el campo socialista hay que delimitar claramente quiénes son tus amigos y enemigos. Esto se combinó con un largo intento de 7 años para luchar y derrotar la línea revisionista kruschevista dentro de los partidos, en particular en las reuniones de los 60 partidos hermanos en 1957 y 81 partidos hermanos en 1960, y en las reuniones lideradas por el PCUS.
A medida que la lucha se agudizaba, los revisionistas soviéticos, en junio de 1959, retiraron de China la asistencia técnica en el área de defensa, y en julio de 1960, retiraron de repente a todos los expertos técnicos soviéticos que estaban trabajando allí. Lo mismo se hizo con Albania. En abril de 1960, el PCCh publicó “Larga vida al leninismo” y otros dos artículos defendiendo los principios básicos del leninismo sobre el imperialismo, la guerra y la paz, la revolución proletaria y la dictadura del proletariado. Estos artículos se oponían a las posiciones revisionistas del PCUS sin mencionarlas por su nombre.
Los revisionistas, sin embargo, continuaron con sus intentos de sistematizar aún más sus posiciones. Así, en el XXII Congreso del PCUS, celebrado en 1961, el Programa adoptado revisó la esencia del marxismo-leninismo, es decir, las enseñanzas sobre la revolución proletaria, sobre la dictadura del proletariado y sobre el partido del proletariado. Declaró que la dictadura del proletariado ya no era necesaria en la Unión Soviética y que la naturaleza del PCUS, como vanguardia proletaria, había cambiado. El Congreso desarrolló las absurdas teorías de “Estado de todo el pueblo” y “Partido de todo el pueblo”. En el Congreso, Kruschev lanzó un ataque abierto y público contra el Partido de Albania e incluso llamó a derrocar a su líder, Enver Hoxha. Este ataque fue rechazado por la delegación del PCCh, encabezada por Chou En-lai.
Kruschev también comenzó a animar a otros partidos comunistas a lanzar ataques públicos contra el PCCh. Numerosos artículos, en la Unión Soviética, también atacaron el liderazgo chino. El PCCh finalmente comenzó a responder a algunos de los ataques de Togliatti, del partido italiano, a Thorez, del partido francés, a Gus Hall del PCUSA y a otros, en una serie de siete artículos que salieron a finales de 1962 y principios de 1963.
Un resumen de los principales puntos de vista del PCCh fue hecho en la famosa carta del 14 de junio de 1963, titulada “Propuesta relativa a la línea general del movimiento Comunista Internacional“. El PCUS respondió a ésta con una carta abierta al PCCh. Dado que el asunto era público, el PCCh decidió llevar a cabo el debate a través de la prensa abierta. Publicó nueve comentarios sobre la carta abierta del PCUS y aclaró todas las cuestiones a las masas.
Esta lucha, que se hizo pública en 1963 y continuó hasta 1964, llegó a ser conocida como el Gran Debate. El Gran Debate fue de una importancia histórica inmensa. Fue una lucha de principios contra el revisionismo moderno. Proporcionó el punto de encuentro para todas las fuerzas proletarias revolucionarias en todo el mundo. También fue un desarrollo científico del marxismo-leninismo, que dio al movimiento comunista internacional su línea revolucionaria general para ese período. Mao fue la fuerza impulsora detrás de la lucha. A través del Gran Debate, Mao hizo avanzar la ciencia del marxismo-leninismo proporcionando las respuestas a las preguntas más importantes del movimiento proletario: las contradicciones internacionales fundamentales en el mundo, quienes son los amigos y los enemigos, los objetivos del movimiento y el camino para alcanzar la victoria de la revolución socialista mundial. Estas formulaciones fueron desarrolladas principalmente en la carta del 14 de junio. Los nueve comentarios describieron y desarrollaron la posición revolucionaria sobre varias cuestiones cruciales para el movimiento comunista internacional tras la Segunda Guerra Mundial: el neocolonialismo, la guerra y la paz, la convivencia pacífica, Yugoslavia, el revisionismo de Kruschev y las lecciones históricas a extraer de ella. Fue a través del Gran Debate que el Maoísmo ganó mayor aceptación como ideología guia de los sectores revolucionarios del proletariado internacional.

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