sábado, 31 de julio de 2010
EE.UU. : Un articulo de REVOLUTION sobre la tortura policial.
Después de 37 años, condenan al jefe de la red de tortura de la policía de Chicago… por mentir.
El 28 de junio en Chicago, un jurado federal entregó un veredicto de culpable por todos los cargos contra Jon Burge, un pensionado comandante de la policía de Chicago quien torturó y organizó la tortura de hombres negros durante 20 años. Lo declararon culpable de perjurio y obstrucción de la justicia, pero NO de la tortura. Lo declararon culpable solamente de mentir a fin de encubrir la tortura que él y los elementos bajo su mando habían cometido al menos desde 1972 a 1993, año en que lo obligaron a jubilarse con una generosa pensión. Le dictarán la sentencia el 15 de noviembre de 2010 con el potencial de una sentencia máxima de 45 años de prisión.
Al hablar de sus sentimientos el día del veredicto, Ronald Kitchens, una de las víctimas de Burge, dijo: "Celebraré pero no bailaré". Respecto a si se hizo la justicia, dijo: "Es un comienzo pero todavía hay un largo trecho por recorrer. Aún hay policías en la calle que siguen en el departamento de la policía. Aún hay personas en la cárcel".
Mark Clements, otra víctima de Burge, al hablar después del veredicto, dijo: "Estas gentes me robaron la vida. Siento mucho tener que decirle la verdad. Estaba sentado en una celda de la cárcel orando para que llegara este día. Tenía 16 años. ¿Qué vamos a hacer acerca de las otras personas que están sentadas en esas celdas de la prisión?… Mi hija tiene 29 años. Como estaba sentado en una celda de la prisión, perdí todos esos años con mi hija".
Confesiones debido a la tortura
¿Qué se hizo para obligar a Mark Clements y más de cien personas más como él para que firmaran confesiones falsas? Un artículo del Obrero Revolucionario (ahora Revolución), "La inquisición de Chicago: Tortura a manos de la policía", detalla parte del testimonio durante las audiencias del tribunal en 2000 sobre la tortura que ocurrió bajo Jon Burge. Ese artículo detalla cinco de los testimonios escalofriantes que se dieron en ese entonces. He aquí un ejemplo:
"A las 8 de la mañana del 28 de octubre de 1983, arrestaron al adolescente David Bates, lo llevaron a la delegación y lo encadenaron a una pared. Grunhard y Byrne estaban entre los primeros policías que lo interrogaron. Durante la primera sesión de 'preguntas', le dieron bofetadas en la cara y una patada en los testículos. En la segunda sesión, le dieron más bofetadas y más golpes. En la tercera, sacaron la bolsa de plástico y lo golpearon en el estómago para que tuviera que aspirar; así la bolsa se le pegó más a la boca y la nariz. David casi pierde el conocimiento. Le quitaron la bolsa y continuaron los golpes y las preguntas. Luego le pusieron la bolsa otra vez, para ahogar sus gritos. David recordó: 'No podía respirar. Tenía 17 ó 18 años y era mi primera interacción de esas. Me agarró puro terror, de la delegación, de los policías. No sabía que podían hacer esas cosas. Me traumatizó'" (#1072, 1º de octubre de 2000).
Durante su última visita, los policías lo dejaron con una amenaza. Un detective le dijo: "Sabemos qué hacer con n*ggers como tú"; agregó que iba a regresar en la noche y "lidiar" con él entonces. David se dio por vencido. "Creí que moriría esa noche si regresaban. Tenían el poder de hacer lo que querían, eso lo dejaron en claro".
Golpizas con puños, garrotes y otros objetos. Toques eléctricos con picanas para ganado y generadores potenciados a mano aplicados al cuerpo, incluso los genitales. Asfixia con bolsas de plástico. Simulacros de ejecución. Ruleta rusa. Quemaduras con un radiador caliente. Privación de sueño, alimentos y acceso al baño. Una corta lista de los métodos de tortura de la banda de Burge.
Como resultado de las "confesiones", 13 de las víctimas de Burge y cía. fueron a dar a la sala de la muerte… firmaron las confesiones falsas a fin de detener la tortura. Ronald Kitchens, por fin puesto en libertad en 2009, dijo: "Lo que me hicieron fue homicidio premeditado. Sabían que yo era inocente y me pusieron en la sala de la muerte. Eso es homicidio premeditado".
El escándalo en torno a la red de tortura de Burge tuvo que ver en la decisión de 2003 del gobernador de Illinois, George Ryan, de desocupar la sala de la muerte del estado. Perdonó de plano a cuatro presos condenados a la muerte quienes habían confesado bajo tortura y conmutó las sentencias de los otros 167 presos de la sala de la muerte. Citó como evidencia de que la pena de muerte en Illinois era fundamentalmente defectuosa el hecho de que 13 presos de la sala de la muerte del estado había salido exonerados.
Burge: una criatura del sistema
Jon Burge es una auténtica criatura del imperialismo estadounidense. Un artículo del número del 3 de febrero de 2005 del Chicago Reader, "Tools of torture" [Herramientas de la tortura], de John Conroy, explica esto de manera detallada y escalofriante. (Durante años, el trabajo de Conroy ha tenido un papel importante en el desenmascaramiento de la red de tortura de Burge.) Primero, a Burge lo criaron con una gran dosis de racismo. Creció en un barrio de puros blancos del sur de Chicago, el tipo de lugar que al comienzo luchaba contra la integración con ladrillos y cruces en llamas. Pero a fines de los años 60, cuando era imposible impedir la entrada de los negros, la familia Burge, junto de la mayoría de los otros blancos, huyeron a todo vapor. Segundo, Burge siempre quería ser un agente armado del sistema. En la secundaria, el centro de su vida era el ROTC [Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de la Reserva], en el cual era alumno de primera. Después de abandonar los estudios universitarios, de inmediato ingresó a las fuerzas armadas y se adiestró como policía militar. Por eso, fue a Vietnam donde vigiló a presos enemigos y aprendió técnicas de tortura de los interrogadores de inteligencia del ejército estadounidense. Una vez de regreso en Estados Unidos, consiguió empleo en el Departamento de Policía de Chicago donde su mentalidad de soldado entusiasta no tardó en servirle para ascender a las filas de los detectives.
El racismo sistemático y sistémico que empapaba las actividades de Burge durante tantos años es algo con que él y su abogado contaron en la estrategia de su defensa. En su diario digital, Rob Wildeboer, un reportero de Chicago Public Radio, describió el argumento de conclusión de la defensa como "un avemaría" y "un darle un soplo, darle un soplo" y comentó:
"Richard Beuke [el abogado de Burge] hizo argumentos acerca de la evidencia, lo suficiente con que los jurados tuvieran excusa para absolverlo, pero dichos argumentos pasaron a segundo plano ante los repetidos insultos que lanzó contra las presuntas víctimas de la tortura. Los jurados no ven con buenos ojos a dichas víctimas como testigos, pues éstos tienen múltiples condenas y los han acusado de horrendos crímenes. Beuke hizo uso de diversas palabras para describir a las presuntas víctimas: rata, pedazo de basura, delincuente en serie, mentiroso patológico, adicto al jarabe para la tos. A gritos, dio su mensaje, una y otra vez, de que estas personas son la escoria de la tierra… y que en contraste, Burge es un oficial condecorado, que es lo único que queda entre el orden y el caos en la ciudad". Esta vez estos argumentos no liberaron a Burge. El jurado lo declaró culpable de cinco cargos de perjurio y obstrucción de la justicia.
Tardaron 37 años en condenarlo de algo. Treinta y siete años en que más de cien personas estaban encerradas en celdas de la cárcel. Treinta y siete años en que al menos trece personas inocentes tuvieron que aguantar en la sala de la muerte. Treinta y siete años en que miles de personas protestaban y trabajaban para desenterrar los trapos sucios, entablar demandas, dar testimonio en tribunales internacionales. Treinta y siete años mientras los delitos de Burge eran ampliamente conocidos pero los tenía ocultos debajo del tapete.
Burge: NO es un policía "fuera de control" sino la punta del iceberg
Aunque Jon Burge y cía. pudieron haber establecido altos estándares de crueldad en las confesiones forzadas, no es que la tortura bajo la custodia de la policía sea poco usual en Estados Unidos. En 1971, ocho miembros del Partido Pantera Negra, los 8 de San Francisco, confesaron bajo tortura una crimen que no cometieron. En 1972, el año que empezaron a salir a la luz las quejas que detallaban el uso de la tortura por Burge, se abrió la primera prisión de super máxima seguridad en Marion, Illinois, en la cual son la norma las formas de encarcelamiento que se reconocen a nivel mundial como formas de tortura, específicamente el aislamiento. Podríamos hacer una "recorrida de la tortura" durante los años de la historia de la policía en Estados Unidos, pero adelantémonos al presente. El 22 de febrero de 2010, absolvieron a tres policías de la Ciudad de Nueva York de las acusaciones de sodomizar a un hombre que detuvieron por fumar marihuana.
Quizá pillaron a Jon Burge usando toques eléctricos para torturar a personas bajo custodia. Pero AHORA, con el uso generalizado de pistolas de descarga eléctrica (Taser) en los departamentos de policía, es posible acceder a YouTube para ver a presos bajo la custodia de la policía en Estados Unidos bajo tortura con pistolas de descarga eléctrica y "cinturones de aturdimiento" de electrochoque, incluso en los tribunales en plena vista del público. Mientras tanto, es tan común que nunca la cotidiana golpiza tradicional de negros, latinos y otros de parte de la policía y/o bajo su custodia. Y HOY hay 35 prisiones de super máxima seguridad o que tienen instalaciones semejantes.
Incluso cuando era policía, Burge y los oficiales que él organizó y entrenó no son los únicos que levantaban falsas acusaciones a fin de encarcelar a personas. De hecho, 16 personas inocentes, acusados falsamente y condenados a la sala de la muerte en Illinois durante los años en que Burge estaba torturando a personas, han salido en libertad, pero ¡NO eran víctimas de Burge y sus huestes (y eso pasó solamente en Illinois y solamente en la sala de la muerte)!
A lo largo de los años, no solo aceptaban sino premiaban la actividad de Burge. La revista Time señaló que "Burge recibía condecoraciones como botanas". Burge no era el único en acusar falsamente a personas; entrenó y supervisó a muchos escuadrones de torturadores, primero en la delegación Área 2 y luego en la 3.
Por 20 años Burge y los detectives bajo su mando utilizaban regularmente la tortura para forzar confesiones falsas, y se confirmó este secreto a voces por medio de exámenes médicos de los acusados. Por al menos 20 años, año tras año los fiscales del estado de Illinois pasaron por alto esta evidencia. De hecho, siguieron procesando a personas con las confesiones falsas forzadas bajo tortura. Entre los procuradores del estado que procesaban a personas en esos años, a la vez que activamente dejaban de lado las alegaciones de tortura, figura Richard M. Daley, el procurador del estado de Illinois de 1980 a 1989 y el alcalde de Chicago de 1989 al presente.
En 1993, la Oficina de Normas Profesionales del Departamento de Policía de Chicago sacó un informe de 98 cuartillas, llamado el informe Goldston y Sanders, que confirma que Burge había estado organizando la tortura de sospechosos. La investigación corroboró las acusaciones de que había abusos sistemáticos en la delegación Área 2 durante más de diez años. Pero hasta el día de hoy, el gobierno de la Ciudad de Chicago sigue pagando por la defensa de Jon Burge a un costo que ahora rebasa los ocho millones de dólares.
Burge: un hombre para los tiempos
Cuando Burge inauguró su reino de terror, el auge de luchas de los años 60 le había presentado un poderoso desafío a la clase dominante, exigiendo la eliminación de la supremacía blanca y la plena integración de la gente negra en la sociedad en pie de igualdad. Ante eso, en 1969 el máximo ayudante del presidente Richard Nixon, H.R. Haldeman, apuntó en su diario: "El presidente recalcó que es necesario reconocer el hecho de que en realidad el problema general son los negros. La clave es inventar un sistema que reconoce eso pero a la vez no da la apariencia de hacerlo".
Según esa lógica, lanzaron un embate contrarrevolucionario que incluyó una agenda de "Orden Público", la "guerra contra la droga" y los ataques a los movimientos políticos radicales del momento. Mientras tanto, escasearon los trabajos en los centros urbanos pobres con la mayor desindustrialización de las ciudades y la profundización del desempleo, sobre todo entre los jóvenes negros. En los años 80, como parte de la política extraoficial de gobierno, importaron cocaína a los barrios pobres de las ciudades en un plan de financiar los ejércitos contrarrevolucionarios (la Contra) en América Central. Eso hizo expandirse enormemente la economía subterránea de alcaloides. Empezando en los años 80 y con mayor acelere en los 90 y hoy en el nuevo milenio, el gobierno federal ha estado instaurando una política de negligencia oficial, retirando recursos y programas de los barrios latinos y negros de las ciudades.
Eso, en gran parte, es lo que motiva el auge de las prisiones en Estados Unidos en las últimas décadas. Entre 1925 (cuando empezaron a registrar oficialmente por primera vez las cifras de encarcelamiento) y 1971, la tasa de encarcelamiento permaneció a aproximadamente una persona por mil. En 1972, dicha tasa empezó a dispararse y sigue disparándose más allá de la tasa de siete por mil en 2008. Si bien los negros forman el 13% de la población del país, constituyen más del 50% de la población en las prisiones [Un análisis a fondo de estos sucesos se halla en "La opresión del pueblo negro, los crímenes de este sistema y la revolución que necesitamos", Revolución #144, 5 de octubre de 2008.] Eso es el trasfondo de la tortura, las condenas forzadas y las largas sentencias de prisión de las cuales Burge era responsable.
Quitarse encima la "sombra" de Burge
Pero hoy encierra dos problemas lo de tener una discusión pública en marcha, de alto perfil, acerca del hecho de que unas escuadrones de torturadores en Chicago han encarcelado falsamente a decenas de hombres negros.
En primer lugar, no cuadra con el discurso de la clase dominante, amplificado y popularizado por gente de la calaña de Bill Cosby, de que tantos negros están presos debido a las "pésimas elecciones" que han hecho. Esta explicación es tan omnipresente que una de las víctimas de Burge, al hablar con los jóvenes en un centro comunitario en el barrio Englewood de Chicago, les dijo que lo torturaron tanto que confesara un delito que no cometió debido a las malas elecciones que había hecho en la vida.
En segundo lugar, la posición oficial del gobierno estadounidense es que se opone a los abusos de los derechos humanos, incluida la tortura. Así que la tortura abierta en la tercera ciudad del país hace que parezcan muy huecas todas las palabras almibaradas acerca de los Estados Unidos como "la tierra de la libertad y la democracia". El escándalo de la red de tortura del Departamento de Policía de Chicago alcanzó triste fama por primera vez a nivel internacional cuando, en 1990, Amnistía Internacional lanzó un informe específicamente sobre la tortura en Chicago.
El hecho de que de costumbre la policía de Chicago forzó confesiones falsas bajo tortura ha llegado a ser conocido cada vez más a nivel mundial, en un momento en que las prácticas de tortura de Estados Unidos en la prisión de Abu Ghraib de Irak y en el Centro de Detención de la Bahía de Guantánamo en Cuba se han vuelto un escándalo de marca mundial. En septiembre de 2005, unos grupos comunitarios de Chicago fueron a una audiencia sobre la tortura policial de la "Comisión Interamericana de Derechos Humanos" de la Organización de los Estados Americanos.
En 2007, el gobierno municipal de Chicago dio un gran paso en la rueda internacional con el lanzamiento de su candidatura para los Juegos Olímpicos de 2016. Este fue el lanzamiento de Estados Unidos y representó un mayor papel internacional para Chicago. Unos activistas de Chicago fueron a Ginebra a fin de poner la cuestión de la brutalidad policial en general y la tortura policial en particular ante el Comité Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU. Parecía cada vez más obvia la necesidad de la clase dominante de resolver de alguna manera el caso de Burge.
Tardaron 37 años en condenar a un torturador brutal… de mentir. Y el sistema que engendró a este monstruo aún está en pleno vigor.
Referencias
Informe de Amnistía Internacional, diciembre 1990 (chicagojustice.org/foi/amnesty-international-report-on-torture-by-chicago-police/Amnesty_International_Report_re_Allegations_of_Tor.pdf)
Comité para Poner Fin al Encierro de Marion, "The continuing crime of Black imprisonment", 27 de marzo de 1995 (unix.oit.umass.edu/~kastor/ceml_articles/continuing.html)
Conroy, J., "House of Screams", The Chicago Reader, 26 de enero de 1990 (john-conroy.com/house-of-screams)
Wildeboer, Rob, "Burge defense: A hail Mary with a wink wink", blog de WBEZ, 25 de junio de 2010 (blogs.vocalo.org/rwildeboer/2010/06/burge-defense-a-hail-mary-with-a-wink-wink/27700)
DGAP Human Rights, "Chicago and the Olympics—international city must abide by international standards", febrero 2008 (dgaphumanrights.blogspot.com/2008/02/press-release-chicago-and-olympics.html)
"Ex-Chicago cop arrested in '90s torture scandal", USA Today, actualizado el 21 de octubre de 2008 (usatoday.com/news/nation/2008-10-21-chicago-cop_N.htm)
Ferkenhoff, E., "Chicago's toughest cop goes down", Time, 19 de julio de 2006 (time.com/time/nation/article/0,8599,1216795,00.html)
"Del infierno del encarcelamiento a un futuro de emancipación", Revolución #183, 15 de noviembre de 2009 (revcom.us/a/183/editorial-es.html)
Goldston, M. y Sanders, F., Goldston Sanders Report, septiembre 1990 (gangresearch.net/GangResearch/Chicago/goldston.pdf)
"Haldeman diaries reveal Nixon fed up with blacks during his White House tenure", Jet, 13 de junio de 1994 (findarticles.com/p/articles/mi_m1355/is_n6_v86/ai_15490486/)
Human Rights at Home, The Chicago Police Torture Archive: Timeline (humanrights.uchicago.edu/chicagotorture/timeline.shtml)
Rudoren, J., "Inquiry finds police abuse, but says law bars trials", New York Times, 20 de julio de 2006 (nytimes.com/2006/07/20/us/20chicago.html)
Ryan, G., An Address on the Death Penalty, 3 de junio 2002 (pewforum.org/Death-Penalty/Governor-George-Ryan-An-Address-on-the-Death-Penalty.aspx)
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