El presente articulo esta tomado del blog de los camaradas de Herri Demokrazia
Algunas reflexiones sobre el fin de la lucha armada de ETA, el MLNV y el papel de los comunistas vascos.-
La organización ETA anunció el pasado 20 de octubre el "cese definitivo de su actividad armada"1. Quienes editamos este blog entendemos que es una noticia positiva.
Pero nos alegraremos mucho más cuando se produzcan otras noticias, cuando Euskal Herria conquiste y pueda ejercer el derecho democrático de Autodeterminación, cuando los presos políticos salgan de las cárceles, cuando las fuerzas de ocupación españolas y francesas abandonen nuestro país, o mucho mejor aún, el día en que estas sean disueltas, ya que desde una posición de clase e internacionalista son aparatos de violencia y de represión de las burguesías monopolistas. Y ya puestos, el día en que la organización armada terrorista internacional capitalista-imperialista OTAN deje de existir.
La histórica decisión de ETA confirma, sin duda alguna, un escenario en el que la lucha de liberación nacional y social del Pueblo Trabajador Vasco afrontará una nueva fase que va a desarrollarse en los próximos años. Un periodo no obstante con contornos por definir y sobre el que existen algunas incertidumbres importantes. No vamos ahora a analizar a fondo la prolongada y compleja trayectoria de 50 años de lucha política y armada de ETA y lo que ha supuesto para nuestro Pueblo. Tampoco ahora mismo pretendemos hacer un análisis y valoración del conjunto del MLNV y de su dilatada trayectoria histórica; en esa rica e intensa trayectoria durante estas décadas se han acumulado aciertos y errores múltiples, victorias y derrotas, con un caudal enorme de experiencia, lucha, compromiso, entrega y sacrificio.
Aunque saludamos dando la bienvenida a la decisión de ETA, los comunistas no somos ingenuos ni pacifistas, sabemos perfectamente que las sociedades divididas en clases y su consustancial lucha de clases, de explotadores y explotados, de opresores y de oprimidos, están histórica e inseparablemente unidas a la violencia. Del mismo modo sabemos que la valoración de la violencia en general y de la lucha armada en particular de las clases y de los Pueblos oprimidos debe hacerse fundamentalmente en función de si estas sirven para hacer avanzar hacia los objetivos de liberación social de la clase obrera y del conjunto del Pueblo Trabajador, y de liberación nacional en su caso; lo que para nuestro país se concreta en los objetivos estratégicos siguientes: independencia y Estado Socialista vasco. Es con la dialéctica materialista con la que los marxistas realizamos el análisis concreto de la realidad concreta, es decir la correcta comprensión en cada momento y sociedad concreta de los factores objetivos y subjetivos de todo tipo concurrentes y la consiguiente elaboración y aplicación de la estrategia y de la táctica más adecuadas. Esa realidad es siempre dialéctica e histórica y por tal concreta, y su acertada interpretación excluye toda formulación abstracta y descontextualizada, toda formulación libresca, doctrinaria y dogmática. Por tanto no cabe de modo general rechazar ni absolutizar ningún modo de lucha; sea ésta pacífica o violenta, legal o ilegal, clandestina o abierta, dentro o fuera de las instituciones burguesas, etc., y la elección y la combinación de estos deberá estar siempre subordinada y adecuada a la búsqueda de la efectividad que permita hacer avanzar en la consecución de objetivos tácticos concretos (unas veces más ambiciosos otras más limitados) sin perder de vista en ningún momento los de carácter estratégico.
¿En qué estaba beneficiando la actividad de ETA cara al reforzamiento del marco nacional de lucha de clases y en que reforzaba o dificultaba la lucha de liberación nacional y social del Pueblo Trabajador Vasco? En nuestra opinión y creemos que en la de la mayoría de la militancia del MLNV, cada cual desde su perspectiva propia, hacía tiempo que la estrategia del conjunto del movimiento había dejado de ser eficaz en aspectos en que antes sí lo era y daba muestras serias de haber entrado en una fase de agotamiento en parte debido a la influencia de la actividad armada de ETA. La estrategia represiva de cerco y aniquilación política contra el MLNV desarrollada por los Estados español y francés, honestamente hay que reconocerlo, estaba logrando ciertos éxitos antes impensables y poniendo a la Izquierda Abertzale en una situación difícil y de relativo repliegue social y político. En este sentido, con mayor o menor acierto, la necesidad y la urgencia de superar esa situación provocó que se hiciera una apuesta firme por abrir un nuevo ciclo. Ante una situación así, permanecer inmóviles como si nada hubiese cambiado no conduce finalmente más que al fracaso. No tiene sentido alguno encastillarse, mantener una posición petrificada en el tiempo, haciendo lecturas completamente descontextualizadas como sí las circunstancias políticas, ideológicas y sociales no hubiesen cambiado un ápice en más de tres décadas y no hubiera que reajustar tácticamente nada. Sería interesante que quienes dan a entender, y sobre todos aquellos que pretenden hacerlo desde ámbitos que dicen defender la dialéctica materialista, que el abandono de la lucha armada de ETA supone un grave quebranto en la lucha de liberación nacional y social de Euskal Herria dieran argumentos fundados que respalden esa posición y a la vez expliquen que alternativa proponen aquí y ahora para nuestro Pueblo. ¿Tan supuestamente pronunciado ha sido el giro de la Izquierda Abertzale para que pase de merecer ser apoyada a ser atacada y denostada?, ¿Era mejor dejar todo igual sin ningún cambio? ¿Todo es ahora tan negativo? Ni tanto ni tan calvo. Es cierto, y no seremos quienes digamos lo contrario, que la estrategia que ha ido configurándose durante estos algo más de dos últimos años en el MLNV presenta y genera dudas, preocupaciones, escepticismos, insuficiencias y flancos débiles, ¿pero es que antes o incluso alguna vez el MLNV ha sido comunista? Nosotros entendemos que no, si bien en épocas anteriores el marxismo llegara a tener cierto peso en su militancia y en sus planteamientos, aunque nunca llegó a arraigar lo suficiente ni fuese asumido generalizadamente. Y el que el MLNV, incluidas sus expresiones electorales no tuviera el carácter de organizaciones dirigidas por el Partido de la clase obrera no ha sido obstáculo insalvable para que desde hace décadas gran parte de los comunistas vascos lo apoyaran, incluso militando en su seno. Para nosotros el fondo de la cuestión no estriba ni antes ni ahora, en la organización armada ETA, con todo el respeto e incluso el reconocimiento hacia el compromiso de tantos militantes que han luchado en sus filas, sino en la cuestión ideológica con el consecuente reflejo que ello debe tener en las cuestiones políticas y organizativas. Es que se quiere para el futuro, que programa se propugna para las clases trabajadoras, cada día más explotadas y agredidas por la dictadura de la burguesía monopolista, en un sistema capitalista mundial cada vez en una crisis más profunda y por eso más violento y opresivo, ¿cuál es la naturaleza y calado del cambio político y social del que se habla recurrentemente en el discurso político de los últimos años en la Izquierda Abertzale? ¿Cómo organizarse y qué formas de lucha desarrollar? ¿Qué tipo de Estado y de sociedad?, Socialista se dice... ¿pero qué se entiende por tal?, ¿qué programa para la clase obrera y el resto del Pueblo Trabajador Vasco se va a defender en los próximos años? ¿Y si logramos parcelas importantes de poder en las instituciones, y por supuesto fuera de ellas, hacia dónde se va a orientar toda esa capacidad potencial? Evidentemente habrá muchas cosas que ahora son imposibles de precisar o anticipar, pero nada de esto debe ser olvidado o minusvalorado, todos estos son algunos de los interrogantes que habrá que ir despejando sobre la unidad de teoría y práctica, sabiendo que será en el curso del movimiento, en el desarrollo de las contradicciones y las decisiones que en cada momento se adopten quienes van a ir aclarando todo esto en el futuro.
Con su contradicciones, deficiencias y limitaciones, hoy por hoy el sector político y social más enraizado en las masas populares, más organizado y más combativo de Euskal Herria continúa siendo la Izquierda Abertzale, y entendemos que sigue siendo la fuerza capaz de generar las contradicciones políticas más agudas dentro del conglomerado de poder y aparatos que sostienen el actual Estado español. Obviamente todo esto no significa que los comunistas debamos renunciar a la crítica ni a defender nuestras propias posiciones teóricas y practicas, ni mucho menos. No debemos ser seguidistas ante lo que proponen las corrientes mayoritarias en la Izquierda Abertzale, pero nuestros pronunciamientos deben ser prudentes, meditados, realistas y respetuosos, algo que en nuestra opinión se ha echado y se echa bastante en falta en ciertos ámbitos comunistas vascos. Al respecto de cual debe ser la posición de los comunistas ante este sector sociopolítico defendemos la aplicación política e ideológica del principio dialéctico de unidad y lucha a través de la fórmula unidad-crítica-unidad ante lo que constituyen contradicciones en el seno del Pueblo y por tanto no antagónicas.
Siempre y cuando no perdamos de vista cuáles son nuestros principios y nuestros objetivos estratégicos a los comunistas no debe asustarnos el llegar bajo ciertas circunstancias a concesiones y compromisos tácticos. Lenin y por supuesto Mao, supieron actuar con flexibilidad táctica en numerosas ocasiones, ¿No cambiaron de táctica Lenin y los bolcheviques en repetidas ocasiones?, ¿No impulsó ni llegó Mao a acuerdos y compromisos tácticos con el Kuomintang a pesar de que este era el partido responsable del asesinato de decenas de miles de comunistas? Nuestra ideología es científica, el materialismo dialéctico y tenemos muy claro cuáles son sus principios, por eso mismo no puede haber códigos cerrados y eternos en catecismos, biblias, o talmudes en los que encontrar fórmulas siempre acabadas.
Obviamente también en nuestro país serán necesarias crear alianzas que comprendan más allá de la clase obrera a otras clases, capas y sectores sociales, alianzas que necesariamente y en distinto grado serán a veces inestables, temporales, parciales, más o menos amplias o limitadas, y en reconfiguración continua. En ese sentido los comunistas vascos debemos considerar esas alianzas tácticas y aportar a ellas manteniendo nuestra independencia ideológica, política y, organizativa, y en un futuro la clase obrera con la existencia del Partido Comunista de Euskal Herria como organización política independiente en la que se expresan sus intereses poder encabezar el proceso de liberación nacional y de clase en nuestro país.
Como hemos dicho, y guste o no, nos adentramos en una etapa nueva en la lucha de liberación nacional y social, que junto a los elementos novedosos que presenta en el plano nacional interno deberá afrontar una profundísima crisis del sistema capitalista-imperialista, (tan solo comparable a la de los años treinta del siglo XX -que trajo consigo el fascismo y la mayor guerra imperialista mundial de la historia- ) que está golpeando y golpeará con mayor dureza aún a la clase obrera y al conjunto de clases y capas trabajadoras y no monopolistas. En ese sentido es preocupante que sea precisamente ahora cuando las tendencias socialdemócratas y más reformistas de la Izquierda Abertzale ganen más terreno. Históricamente uno de los aciertos y fortalezas de la Izquierda Abertzale ha sido el entender que Liberación Nacional y Liberación Social constituyen dos caras de una misma moneda, se entendían ambas como una unidad dialéctica; todo este planteamiento correcto se ha ido debilitando (cuando no conscientemente arrinconando ) con el tiempo, pasando a considerar el Derecho de Autodeterminación como una cuestión y un reivindicación única y meramente democrática, desconectada y ajena a la lucha de clases (parecido ha sucedido con respecto a conceptos como independencia o soberanía). Son problemas que no tienen origen de dos años a esta parte sino que ha sido un proceso progresivo (o regresivo según se mire) que se ha venido dando desde hace más de veinte años y que sin duda tienen que ver con el alejamiento progresivo y creciente del Marxismo que se ha vivido en el seno del MLNV. La Izquierda Abertzale no ha llegado a la conclusión de que el sistema capitalista no está interesado en mantener el llamado Estado de Bienestar toda vez que sus clases dirigentes saben muy bien que las circunstancias históricas que confluyeron en su origen ya no existen. Por eso estratégicamente y desde un punto de vista de clase las posturas defensivas que ponen todo el énfasis en el llamado Estado de Bienestar que desde postulados socialdemócratas (e incluso de recetas neokeynesianas ante la crisis capitalista) se están a menudo defendiendo, constituyen un error y contribuyen al confusionismo y a crear falsas ilusiones entre la clase obrera y el conjunto del Pueblo Trabajador en cuanto que se da a entender que el Socialismo puede ser alcanzado a través de reformas que no tocan ni los principios medulares sobre los que se asienta la explotación de clase ni sus principales aparatos de poder para asegurar ésta . Los obreros y el resto de clases trabajadoras y capas populares no podemos conformarnos con una redistribución de la riqueza lograda a través de políticas fiscales más justas y de simple mayor intervención estatal a través de una mayor extensión de la inversión pública que en principio traerían como consecuencia unos servicios y prestaciones sociales públicas mejoradas. Tácticamente son conquistas que no son rechazables porque mejorarían los derechos y las condiciones de vida de las grandes mayorías pero que en modo alguno pueden ser un fin en sí mismo y desde luego el Socialismo no es eso de ninguna manera, se mire por donde se mire. No es posible domar al capitalismo tal y como el desarrollo histórico del capitalismo lo certifica; así, cualquier conquista relativamente progresista que eventualmente se pudiera conseguir en la etapa actual del capitalismo-imperialismo sería extremadamente inestable si no estamos en condiciones de superar los límites que aprisionan a la clase obrera. Desde un punto de vista estratégico necesitamos atacar la raíz de la explotación, de la desigualdad y de la injusticia y eso sólo se consigue tomando el Poder, destruyendo el capitalismo y construyendo el Estado de dictadura democrática popular o democracia socialista dirigido por la clase obrera en alianza con las demás clases y capas populares. Necesitamos construir el Socialismo.
No sabemos si la independencia de nuestro Pueblo llegará a través de la consecución de metas revolucionarias que nos sitúen en las condiciones de construir el Estado Socialista Vasco o si la independencia se conseguirá antes. En el segundo de los casos esto será consecuencia de un dilatado proceso de lucha democrática popular protagonizado por importantes sectores del Pueblo Trabajador Vasco, que aunque seguiría sin conseguir la liberación de clase sí supondría generar ciertas condiciones de ruptura democrática con respecto a la situación que imponen los Estados francés y sobre todo español, una de las cuales sería la resolución en gran medida de la contradicción y opresión nacional, lo que ya solo de por sí contiene ya un elemento de satisfacción de demandas democráticas muy ampliamente sentidas por las masas populares vascas. Cualquiera de estos dos escenarios podría tener el efecto positivo de impulsar también luchas de clase y de liberación nacional en los distintos Pueblos sometidos por el yugo opresor y explotador de los Estados capitalistas-imperialistas francés y español, principalmente en este último.
En cualquier caso nuestro modelo no es ni puede ser el de los nuevos Estados formalmente independientes constituidos en Europa desde la última década del siglo XX, ni desde una postura de liberación de clase, y de construcción de una Euskal Herria socialista es defendible un Estado vasco dentro de la imperialista U.E. En ese sentido podríamos hablar de cual es el grado de independencia real de los países Bálticos, Croacia, Kosovo, Macedonia, Montenegro, etc. Como clase obrera y como comunistas no nos podemos conformar con un tipo de independencia que se parezca a ésta en lo más mínimo. También, hemos visto con brutal realismo como otros Estados capitalistas como es el caso más conocido de Grecia, pero no únicamente: ahí están por ejemplo Estados como Albania, Bulgaria, Hungría, Portugal, Rumanía, etc., o incluso Estados imperialistas de segunda fila como Italia y el Estado español que en teoría completamente independientes todos ellos tienen que supeditarse y cumplir las órdenes dictadas por las instituciones de la Europa del gran capital monopolista. Ante ello afirmamos que la clase obrera es la única que por sus intereses objetivos puede culminar la lucha de liberación nacional y defender consecuentemente la soberanía y la independencia de Euskal Herria contra los chantajes y la violencia de los Estados capitalistas-imperialistas y de los brazos económicos y militares transnacionales del gran capital. La plena liberación de Euskal Herria sólo será realidad cuando el pueblo trabajador, con la clase obrera a la cabeza, conquiste el poder político y se dote de un Estado Socialista Vasco. Por eso para hacer avanzar la Revolución Vasca, la clase obrera de nuestro país en una perspectiva de liberación global, nacional y social, es una necesidad constituir el Partido Comunista de Euskal Herria. Los comunistas defendemos el internacionalismo proletario y por eso es también una necesidad buscar la confluencia y la unidad en la lucha del proletariado internacional, el buscar constantemente ámbitos y estructuras organizativas comunes. Pero en el caso de las naciones oprimidas y sin Estado éstas no pasan necesariamente siempre por militar en estructuras organizativas de ámbito estatal (nos referimos en este caso al español y francés), ya que esto supone en bastantes ocasiones plantear una mal entendida “unidad” de la clase obrera desde la abstracción dogmática, al margen y escindida de las condiciones reales concretas de existencia de las colectividades humanas y de la lucha de clases inherente a ellas: factores económicos, políticos, culturales (psicológicos, idioma…) ,históricas, etc. A estas alturas todo comunista revolucionario debería tener claro que, ciertamente, pertenecemos a una misma clase pero no a una misma nación.
Hego Euskal Herria es el eslabón más débil dentro del Estado y pensamos que potenciar el marco nacional autónomo de lucha de clases es nuestra mejor y más eficaz contribución a la lucha contra la burguesía monopolista (y contra sus aliados locales) y a la destrucción de su aparato de dominación y explotación de clase (en el caso que nos ocupa también de opresión nacional) de la burguesía monopolista cuya materialización efectiva toma forma en Estado capitalista imperialista español y nuestra mejor contribución a la lucha liberadora de clases y del resto de los pueblos oprimidos por el Estado español y a la Revolución Proletaria Mundial. Como hemos dicho, aunque bajo formas y realidades nacionales, el proletariado es una clase internacional y su lucha así mismo lo es, así que es necesario impulsar coordinaciones y marcos unitarios para potenciar la lucha de clases. Lógicamente respetando ciertas realidades dadas por la existencia de marcos nacionales donde se desarrolla de modo concreto la lucha de clases, es necesario y sería muy positivo impulsar formas de coordinación y de unión internacional con las organizaciones de las clases obreras y capas populares de otros países, empezando con las vecinas y más cercanas, más aún cuando con estas últimas existe una opresión común de clase causada por un mismo Estado, y lazos económicos, sociales, históricos, etc., entre nuestro pueblo y el resto de los pueblos trabajadores y oprimidos por los Estados español y francés.
Volviendo al asunto de la necesidad de constituir el Partido de la clase obrera vasca, el Partido Comunista de Euskal Herria, en la actualidad aparecen dos líneas que consideramos erróneas dentro de quienes se reclaman del comunismo abertzale:
Quienes afirman que el Partido Comunista debe ser constituido ya y atacan virulentamente a la Izquierda Abertzale llamando abiertamente a su escisión; es más es su principal dedicación la crítica destructiva y llamar traidores, liquidacionistas, pequeño burgueses, revisionistas, y una letanía de epítetos (algunos pretendidamente ocurrentes) que no vamos a reproducir, hasta el punto de llegar a considerar que la Izquierda Abertzale es el enemigo principal de la clase obrera vasca (en el proceso revolucionario vasco; ¿qué tipo de alianzas sociales y políticas podrían constituir quienes constantemente anatemizan a todos bajo la acusación de pequeñoburgueses, traidores, liquidacionistas, revisionistas etc.?) . Todo esto sin haber articulado un discurso mínimamente coherente, sin realizar ningún tipo de propuesta en positivo y al parecer sin ser conscientes de cual es el grado de conciencia ideológica de las masas trabajadoras vascas y en especial de su clase obrera y de cual es el grado real de influencia que los comunistas vascos tenemos dentro del Pueblo Trabajador Vasco. Sin duda que hay que avanzar hacia la constitución del Partido Comunista de Euskal Herria, pero actitudes irrealistas que confunden los deseos con la realidad, actitudes sectarias y dogmáticas como la de algunos "hipercomunistas" no sirven para impulsar ese avance. Construir las condiciones subjetivas para la constitución del Partido Comunista no es inventárselas de la nada.
Por otro lado están quienes dicen que no niegan la necesidad del P.C. pero siempre consideran que no es el momento de avanzar, no toman ninguna decisión para avanzar seriamente hacia ese horizonte y centran toda su actividad y esfuerzo en otras tareas, de modo que siempre el Partido Comunista es una referencia aplazada para un futuro, sin saberse bien cuales son las circunstancias y condiciones que ellos consideran adecuadas para dar pasos con decisión en el camino de constitución del Partido Comunista de Euskal Herria. Suelen hablar de la necesidad de una masa crítica necesaria para la creación del Partido, pero olvidan que las condiciones subjetivas, las condiciones ideológicas necesarias para su constitución no se crean por si solas por suerte de ningún mecanismo determinista dado de por sí en los desarrollos sociales de la lucha de clases, sino que es la decisión consciente de individuos concretos la que impulsa que ésas condiciones se fortalezcan y aceleren o por el contrario se debiliten y se retrasen.
Por otro lado están quienes dicen que no niegan la necesidad del P.C. pero siempre consideran que no es el momento de avanzar, no toman ninguna decisión para avanzar seriamente hacia ese horizonte y centran toda su actividad y esfuerzo en otras tareas, de modo que siempre el Partido Comunista es una referencia aplazada para un futuro, sin saberse bien cuales son las circunstancias y condiciones que ellos consideran adecuadas para dar pasos con decisión en el camino de constitución del Partido Comunista de Euskal Herria. Suelen hablar de la necesidad de una masa crítica necesaria para la creación del Partido, pero olvidan que las condiciones subjetivas, las condiciones ideológicas necesarias para su constitución no se crean por si solas por suerte de ningún mecanismo determinista dado de por sí en los desarrollos sociales de la lucha de clases, sino que es la decisión consciente de individuos concretos la que impulsa que ésas condiciones se fortalezcan y aceleren o por el contrario se debiliten y se retrasen.
Ante esta situación los comunistas debemos esforzarnos en desarrollar esas condiciones subjetivas, los factores ideológico-organizativos que antes o después hagan posibles nuevas victorias del proletariado en un nuevo ciclo revolucionario internacional. En Euskal Herria también. Del mismo modo los comunistas vascos debemos también discutir, decidir y concretar, con qué objetivos, y como y donde queremos trabajar políticamente. Es una necesidad vital hacer todo esto, en vez de lanzarse a degüello contra la actual línea política dominante en la Izquierda Abertzale mientras desgraciadamente desde el comunismo vasco se dan muestras de incapacidad para desarrollar una línea ideológica, política y organizativa coherente y consistente con la que intervenir entre nuestro Pueblo. Desgraciadamente junto a quienes a veces han hecho críticas legítimas, aunque no siempre medidas o correctas, hay quienes llevan tiempo en la crítica casi siempre destructiva, en el ataque gratuito, en el enfrentamiento frontal y el divisionismo, fustigando sin mesura a dirigentes y a miles de militantes de la Izquierda Abertzale y utilizando métodos como la insidia, la intoxicación, las medias verdades, la difamación, la mentira y el insulto en vez de trabajar seriamente para avanzar en el fortalecimiento del Movimiento Comunista Vasco, un proceder que objetivamente beneficia exclusivamente a los Estados español y francés, a los enemigos más acérrimos de las causa de liberación social y nacional de nuestro Pueblo. Quizás haya quien así vea reforzada su autoestima y obtenga dosis de autosatisfacción. Uno puede hacer los brindis al sol que quiera, sacar pecho decir, incluso gritar a todas horas “que los marxistas-leninistas se pongan al frente de la lucha por la liberación nacional”, pero eso nada cambia la realidad objetiva en la que de momento la capacidad real de incidir políticamente de los comunistas vascos es muy limitada y en la que es ingente el trabajo que queda por hacer en nuestra casa, donde prácticamente todo está por construir.¿Cuál es el grado de desarrollo de las fuerzas revolucionarias? ¿Cuál es el grado de conciencia ideológica de las masas trabajadoras vascas y en especial de su clase obrera? ¿Cuál es el grado real de influencia que los comunistas vascos tenemos dentro del Pueblo Trabajador Vasco? ¿Qué tipo de instrumentos organizativos hemos sabido crear o impulsar entre las masas obreras y populares? Los comunistas a la vez que demostramos inteligencia táctica no debemos olvidar cuáles son los objetivos estratégicos máximos: la construcción revolucionaria del Socialismo en avance progresivo hacia la sociedad comunista. Decididamente el Partido Comunista es un medio imprescindible para conquistar esos objetivos y la liberación nacional de Euskal Herria, pero, ¿es serio actuar como si éste fuese una realidad organizativa sólida y estuviese verdaderamente enraizado en la clase obrera vasca y como si ya estuviésemos en condiciones de encabezar la liberación nacional y social de nuestro Pueblo? Es obvio que la dirección política de cualquier proceso hay que ganarla a pulso demostrando capacidad, demostrando con los hechos que la teoría y práctica de los y las militantes comunistas es la más correcta, pero eso no se consigue por el mero hecho de creerlo y proclamarlo así sino por que esa posición se conquista ante las masas trabajadoras y sus segmentos más avanzados cuando ante sus ojos se gana su confianza. Los comunistas de Euskal Herria debemos de ser capaces de cumplir con nuestros deberes cosa que hasta ahora no hemos sido en gran medida capaces, organizando a los sectores más conscientes de la clase obrera vasca y contribuir decisivamente a elevar el grado de conciencia y organización de la clase en general a través del trabajo ideológico, político y práctico. ¿Seremos los comunistas vascos capaces de organizar el partido revolucionario de la clase obrera, el Partido Comunista, de jugar un papel relevante en la lucha de liberación nacional y social de nuestro país y de algún día liderarla?
Para finalizar, consecuentemente con lo que hemos expresado y ante las próximas elecciones del 20 de noviembre decidimos apoyar las candidaturas de la coalición electoral AMAIUR, de las que la Izquierda Abertzale es su principal componente; sin caer en fantásticos optimismos ni en pesimismos desmoralizadores, porque para empezar tenemos claro que aquí y ahora abstenerse sería aún peor tanto desde un punto de vista de nación oprimida como de clase , y que ante la creciente ola de opresión y reacción que tenemos encima no hay otra alternativa que ésta o la frustración, la impotencia o el testimonialismo estéril. Consideramos que el frente electoral e institucional, sin de ningún modo ser el más importante ni que sea en los parlamentos burgueses donde se vayan a conquistar los intereses fundamentales del Pueblo Trabajador, sigue siendo en este caso un frente más de lucha que puede servir de altavoz o de caja de resonancia de muchas de sus aspiraciones populares y que debe contribuir a reforzar e impulsar el movimiento popular en el camino de alcanzar los objetivos de liberación nacional y de clase.
GORA EUSKAL HERRIA ASKATUTA!!!
GORA EUSKAL HERRIA SOZIALISTA!!!
JO TA KE INDEPENDENTZIA TA SOZIALISMOA LORTU ARTE!!!
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1.Ver el comunicado en: http://www.gara.net/index-euskaraz.php y http://vimeo.com/18619937.
Ver también la entrevista del diario GARA a ETA (2011-11-17): http://www.gara.net/azkenak/11/303265/eu/La-entrevista-GARA-ETA-traducida-frances y en http://www.gara.net/paperezkoa/20111111/302741/es/Euskadi-Ta-Askatasuna-nunca-sera-una-amenaza-para-proceso-resolucion-politica
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