M. Alonso para Correo Vermello.
Los diversos tambores mediaticos de las potencias imperialistas, tocan de nuevo la conocida melodía "de las armas de destrucción masiva".En esta ocasión en manos del Irán de los hayatolas. Ahora, que aplastaron la resistencia del pueblo libio, la OTAN se prepara, junto al Estado sionista israelí, su principal impulsor, a desencadenar un ataque contra Irán.
El Estado teocrático de Irán, férrea y odiosa dictadura integrista contra el pueblo irani, no cuenta con la simpatía o el apoyo de los comunistas, de los revolucionarios, a mucho de los cuales asesinó, entre ellos a muchos y muchas camaradas del PCImlm. Partimos de un análisis de clase, ¿a quien sirve el Estado teocrático?¿al pueblo, a las masas, a las mujeres? No, a las ultimas preguntas y al Bazzar y a la teocracia semi-feudal a la primera. De esta premisa tenemos que partir, para tomar posición.
Nadando en un mar de recursos naturales y con una posición geo-extrategica de gran importancia, estos sátrapas, han estado fortaleciendo sus arsenales, frente a una posible abierta agresión por parte del bloque imperialista que comanda EE.UU. y sus comparsas de la OTAN, y digo abierta por que a lo largo de estos años se han multiplicado los ataques cibernéticos, atentados a físicos nucleares o profesores relacionados con el ámbito militar o sabotages, en los cuales no parece tenga nada que ver las fuerzas de oposición al régimen.
Mientras que el Estado teocrático, masacró a los opositores, de los diversos sectores revolucionarios, las potencias, la ONU o la Agencia Internacional de la Energía Atómica, nunca manifestaron su repulsa, pero ahora, toca preocuparse por la oposición "democrática", como en Siria. Solo que en Irán el cónsul francés no puede encabezar manifestaciones sin que pierda la cabeza, literalmente.
Ironías a parte, la agresión a Irán, puede ser el detonador de una nueva guerra imperialista mundial, con el gran riesgo de los arsenales atómicos existentes. El ansia depredadora de las potencias las lleva inevitablemente no solo a enfrentarse con los pueblos del mundo sino también a otras potencias, tan rapaces, ansiosas y necesitadas de los recursos energéticos como Rusia o China.
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