Se produjo en el domicilio familiar durante la visita a su padre gravemente enfermo
El Movimiento Pro Amnistía y Contra la
Represión quiere denunciar el trato dado por la Policía Española y por
los carceleros de la prisión de Iruñea al preso político vasco Patxi
Ruiz.
El 17 de septiembre Patxi fue conducido
a su domicilio familiar en el barrio de la Txantrea de Iruñea para que
llevará a cabo una visita con su padre, gravemente enfermo. Permaneció
allí durante una hora, pero a la alegría de poder ver al aita hay que
sumarle el trato vejatorio que mantuvieron los policías.
Por un lado, queremos denunciar el
comportamiento mantenido hacia la familia. Pusieron pegas para que la
madre pudiera estar con el padre, que se encuentra impedido (necesita
asistencia constante), a lxs hermanxs no les dejaron estar en la casa,
mantuvieron a Patxi con las esposas puestas durante toda la visita y no
se las quitaron ni para que pudiera abrazar al padre, los policías se
dirigieron a él de manera grosera, y pusieron problemas incluso para que
le dieran agua argumentando que no había vasos de plástico. Además de
esto, mientras estaba en el asiento tuvo a un policía a cada lado,
prácticamente en contacto físico, y no respetaron su intimidad ni para
despedirse del aita.
Por otra parte, en la calle profirieron
amenazas contra lxs amigxs que se habían acercado a mostrar su apoyo
Patxi, y cuando sacaron de casa al preso político comenzaron a empujar a
lxs allí congregadxs.
Pero los policías no son los únicos que
han actuado contra Patxi. Los carceleros que le hicieron la entrada en
la prisión de Iruñea se dirigieron a él a gritos, en vez de llamarle por
su nombre le llamaban “el señorito”, le pusieron dificultades para
llamar por teléfono a su abogada, no quisieron sacarle al patio y se
dedicaron a provocarle.
Ante el trato humillante al que han
sometiendo a Patxi, el Movimiento Pro Amnistía y Contra la Represión
quiere mostrar todo su apoyo tanto al gudari de la Txantrea como a su
familia, y denunciar la actitud cobarde de los mercenarios de los
ocupantes. Igualmente, destacar que este ejemplo sirve para concluir que
aunque acabar con el alejamiento conllevaría anular algunas
vulneraciones importantes, mientras no logremos la amnistía total,
mientras no liberemos a lxs rehenes políticxs de las zarpas del enemigo,
los ataques contra lxs militantes más dignxs no cesarán. Les atacan
porque son gudaris, y porque son gudaris seguiremos alimentando la lucha
por la amnistía total.
En Euskal Herria, a 20 de septiembre de 2018.
Movimiento Pro Amnistía y Contra la Represión.
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