“Los pueblos y naciones oprimidos no deben, en modo alguno, confiar su liberación a la sensatez del imperialismo y sus lacayos. Sólo podrán lograr la victoria fortaleciendo su unidad y perseverando en su lucha.” (Mao Tse-Tung)
No
tengo ni idea de cómo la realidad india se ve desde fuera en estos momentos
pues a no ser que se tengan noticias reales, seguramente será una imagen
distorsionada para hacer creer al mundo que la “democracia” más grande del
mundo va hacia adelante en estos momentos en los cuales las guerras que hay en
marcha especialmente en Europa entre Rusia y Ucrania, acaparan la atención
mundial.
No voy a hablar de esa guerra. No es el
momento. La “guerra no declarada” de la que voy a hablaros, es la que estamos
viviendo hoy en India porque bajo una capa de “aparente tranquilidad”, la
realidad es otra,
Con las preocupaciones cotidianas como conservar
o encontrar empleo, hacer frente a la brutal escalada de precios que está
teniendo lugar en todo el país ya sea de productos básicos o gasolina/diésel/gas/
electricidad…o la ya bien conocida operación Prahar 3, la operación de
hindutvizar India sigue en marcha sin pausa.
Dependiendo del estado, la derecha sigue
un proceso u otro y todos por supuesto jaleados y coreados por la prensa de
modo y manera que la atención se centra en superficialidades para evitar que se
vea el fondo.
Está claro que la derecha ha aprovechado
la pandemia para su beneficio, no solo los miles de millones que han
desaparecido pues a través de supuestas ayudas han sido desviados para
enriquecer a los ya ricos e incrementar el número de pobres como no había
pasado en años.
Las leyes anti agrícolas fueron revocadas
tras más de un año de huelga por parte del campesinado a pesar de la pandemia
aunque el ministro de agricultura no ha dudado en informar de que las leyes
volverán a entrar en vigor. Hay otras leyes tan peligrosas o mas. La última
reforma laboral es la bomba, Las nuevas leyes laborales aprobadas durante la
pandemia ha reducido las leyes de 29 a 4 que para explicarlo claramente van a
servir para devolver a los trabajadores indios a la esclavitud. La grave violación de los derechos de los
trabajadores se denomina eufemísticamente "reforma de la legislación
laboral". Estas nuevas leyes,
diseñadas canibalística y oficialmente para atraer inversiones, solo llevara a
los trabajadores a niveles infrahumanos. Bienvenida la esclavitud capitalista
en el siglo XXI. De las antiguas 29 leyes, solo cuatro se mantienen y porque
convienen a los empresarios. Todas las demás han sido suspendidas por tres años
o sea hasta 2025 lo que significa que habrán tenido lugar las elecciones
generales de 2024. Con esta última reforma laboral, los trabajadores se verán
privados de sus derechos. Los empresarios podrán contratar y despedir a su
antojo sin pagar ninguna indemnización. No hay derecho de asociación sindical y
no podrán hablar ni de los salarios ni de las condiciones laborales so pena de
ser despedidos, jornadas de 12 horas sin descanso, las mujeres podrán ser
adscritas a turnos por la noche…
Las empresas y servicios nacionales se están
privatizando a un ritmo inusitado y que aboca al país a una crisis económica
sin precedentes. La compañía nacional de aviación Air India se ha vendido al
grupo Tata por un precio irrisorio. Los ferrocarriles se están vendiendo. La
compañía nacional de teléfonos esta siendo simplemente ignorada al no serle
adjudicadas bandas en el espectro 4G además de dejarla como una compañía cara
comparándola con las compañías privadas y sus promociones trampa.
Los fondos públicos se están utilizando
para construir un nuevo parlamento a medida del ego del primer ministro mientas
los trabajadores sufren. El hambre y la pobreza se han incrementado de manera
alarmante durante la pandemia ya que el gobierno protegió y mimo a los ricos en
lugar de cuidar de los trabajadores.
Y asusta pensar
como la gente que está sufriendo tiene que endeudarse con préstamos para
sobrevivir mientras que el SBI ha suscrito la deuda de casi 13 mil crores (130
mil millones de rupias o casi mil seiscientos millones de euros) del aeropuerto
de Mumbai propiedad de Adani (uno de los hombres más ricos del país)
La guerra
religiosa es la última ofensiva. Por un lado, ataques contra los musulmanes no
solo por su forma de vestir sino distorsionando la historia a través de
películas, promoviendo los ataques contra los vendedores musulmanes, dejando
impunes discursos públicos en los que incluso lideres religiosos hindutvas
llaman al genocidio musulmán para evitar la destrucción de Bharat (su India).
Una aplicación a través del cual se ridiculizaban, vendían y subastaban jóvenes
musulmanas sin su conocimiento fue cerrada pero, oh magia!, sus responsables
públicos “oficiales” están en libertad bajo fianza ya que la corte considero
que a sus veintipocos años, estar en la cárcel podía destruir su futuro. No
pongáis esa cara, todo lo que os digo está pasando. El último ataque es contra
los altavoces de las mezquitas lo cual tiene gracia pues con los 33 millones de
dioses hindúes del país, siempre hay algún templo montando algarabía y no a
horas fijas como las mezquitas sino 24/7 y a veces hasta 9,11,13 días seguidos.
Por otro, están atacando a los adivasis que quieren proteger sus bosques,
colinas…y con la excusa de acabar con el maoísmo, en realidad los paramilitares
tienen como objetivo garantizar el acceso a los recursos naturales por los
dueños del capital privado. Sus campamentos florecen de la noche a la mañana
como los champiñones especialmente en Chhattisgarh donde hay un campamento cada
pocos kilómetros y eso sino tenemos en cuenta la última moda que es lanzar
drones contra los asentamientos adivasis en huelga o contra las aldeas. El
presupuesto armamentístico ha sido incrementado de manera brutal y la nueva tecnología
está dedicada a acabar con el partido y sus partidarios.
PERO y esto si
lo pongo en mayúsculas, PERO de alguna manera surgen como bocanadas de aire
fresco cosas que como dije en el titulo hacen que la lucha valga la pena. Cosas
que te devuelven la sonrisa a pesar de la realidad, cosas que te acercan a la
gente y borran esa sensación de soledad que a veces parece embargarnos.
Os menciono las
dos que han dado nuevos aires al menos a mí y sé que no soy la única persona en
haberlos sentido
Una
El libro “¿Por qué te da tanto miedo mi
camino? Poemas y Cartas desde la Prisión” fue publicado a finales de marzo y sólo
después de un estricto y severo escrutinio por parte de los funcionarios de la
Cárcel Central de Nagpur (por suerte para nosotros, incapaces de entender de
que habla y así nos han dado el gustazo de acceder a este libro)
El libro reproduce cartas y poemas que el
Prof. Saibaba escribió a su esposa Vasantha , y una, la que ella le escribió
pero que no pudo enviar debido al confinamiento. También contiene cartas
escritas por el profesor Saibaba a amigos como Varavara Rao y contiene citas de
Kabir y Rabindranath Tagore.
En la Oda a un guardia de prisiones,
escribe:
"No exige propinas/ ni favores/
por sus incansables servicios/ llama al médico que no atiende/ repetidamente en
su aparato inalámbrico/ con paciencia/ cuando estoy enfermo e inconsciente. Las
almas malditas van y vienen, pero él es un prisionero permanente".
El libro es un tiro directo al alma.
Otro ejemplo, el profesor Saibaba escribe
una carta a Anjum, un personaje ficticio del libro “El Ministerio de la Máxima
Felicidad”, de Arundathi Roy. Le escribe para decirle
"A medida que los días y los
meses se deslizan en mi celda solitaria, me parece que ya nadie se interesa por
leer mis cartas y responderme... De repente he sentido que tú eres la única
persona que realmente se tomaría en serio mis cartas y haría algo concreto por
mi libertad".
El
amor es algo más que una palabra que comparte con Vasantha. Es la aspiración a
un mundo mejor, más prometedor. Deja claro que todos los corazones deberían
llorar cada vez que se produce una barbarie y su corazón lo hace. En un poema
titulado “Ahora tenemos más libertades” recuerda a Rohith Vemula, Perumal
Murugan y otras víctimas/héroes de la opresión hindutva.
Pero, sobre todo, aunque recuerde a las víctimas,
aunque escriba a personajes de ficción, su musa principal es su compañera
Vasantha y ambos, a pesar de las restricciones como la prohibición de hablar en
telugu, la lengua de ambos, ambos… siguen luchando por comunicarse durante esos
veinte cortos minutos, aunque sea en una lengua que no es la suya y aunque sea
a través del cristal. Ese amor es tan fuerte que, aunque sea en idioma ajeno,
alcanza ese punto álgido entre ambos.
Tristemente su salud se va deteriorando
día a día, no solo su propia discapacidad debida a la polio, sino las
consecuencias de su vida en aislamiento y las secuelas de haber sufrido Covid
dos veces están haciendo mella en nuestro profesor cuya vida, de alguna manera
esta en nuestras manos porque todas y cada una de sus enseñanzas políticas y
sociales están marcadas por el amor que es para él, el ingrediente principal de
la lucha.
Dos
Pada, una película de Kerala basada en un hecho real acontecido en 1996.
El 4 de octubre de 1996, el recaudador
del distrito de Palakkad, fue retenido como rehén en su despacho por cuatro
miembros del Ayyankali Pada (Ayyankali era un legendario defensor de las castas
bajas y adivasis), un grupo maoísta hasta entonces desconocido que luchaba por
los derechos de los más desfavorecidos.
Los jóvenes, que entraron en el despacho
del recaudador haciéndose pasar por visitantes, mantuvieron a raya a los
policías diciendo que estaban armados. Ordenaron al recaudador que llamara al
secretario jefe del partido en Thiruvananthapuram (capital de Kerala) para
transmitirle su demanda de retirar el proyecto de ley tribal aprobado. Según
ellos, la nueva ley privaba a los adivasis de sus tierras. Horas más tarde, el
recaudador fue liberado ya que tras la mediación de un abogado y un juez se les
prometió presentar la demanda de revocación ante el Gobierno estatal.
Al salir del despacho del recaudador y en
medio de un pelotón de policías, los miembros de Ayankali Pada mostraron el
material usado para el secuestro: una pistola de juguete, petardos, pedazos de
tubería cortados envueltos en cinta aislante, cables eléctricos... Los
dirigentes del PCI(M) en el poder en ese momento en Kerala, alegaron que todo fue
planeado por el Congreso y el BJP para desacreditar a la administración estatal
en vísperas de las elecciones parciales.
El superintendente de policía que se
encargó de la resolución del secuestro dijo que tuvo que dejarlos ir ya que no
le quedo otra opción, puesto que el juez de distrito, que actuaba como
mediador, había dicho que la prioridad no era detener a los captores, sino
salvar la vida del recaudador.
A pesar de las promesas hechas, la ley no
fue revocada. Los secuestradores fueron siendo capturados y pasaron tiempo en
la cárcel, así como le paso a otros miembros del partido que fueron
encarcelados a raíz del incidente.
La verdad es que la película no solo
sirve solo para recordar un hecho acontecido hace relativamente pocos años,
sino para hacernos conscientes que poco o nada han cambiado las cosas para los
adivasis en Kerala cuyas tierras están siendo robadas por las grandes
corporaciones para plantaciones en su propio beneficio y donde los adivasis son
explotados y sus derechos ignorados.
Si hay algo que impresiona en las montañas
de Kerala es ver CCTV en los árboles de los bosques. Esa neurótica necesidad de
controlar no tanto a los adivasis como a aquellos que se pongan en contacto con
ellos no deja de ser una incongruencia en un estado dirigido por el PCI (M) y
que se ha hecho famoso por su fuerza de choque -los Thunderbolt- y el número de
falsos encuentros que han tenido lugar en los últimos años siendo las victimas
miembros del partido.
Es una película muy bien hecha
técnicamente y lo que ha fascinado a muchos es como la película habla de la
ideología del partido, aunque no se mencione y como se critica a un gobierno
que teniendo que ser del pueblo y para el pueblo, lo ignora totalmente, El modo
en que los políticos son retratados no puede dejar a nadie indiferente.
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