Once personas se suicidan a diario en el estado español, más de la mitad de ellas como consecuencia de la situación económica.
Según informaciones difundidas recientemente 11 personas se suicidan cada día en España.
La cifra de suicidios se ha incrementado de forma alarmante desde el
estallido de la crisis económica, en el año 2008, y el consiguiente
recrudecimiento del recetario neoliberal que empobrece, desemplea,
concentra y polariza la sociedad.
En las llamadas eufemísticamente "democracias" occidentales las personas
mueren de enfermedades curables, de inanición, por accidentes y
enfermedades profesionales, dadas las interminables e inhumanas
condiciones de trabajo a que son sometidas. A este tipo de muertes se
añaden, en períodos de crisis económica, las muertes por suicidio, al
que son conducidas miles de personas vencidas por el esfuerzo de buscar
salidas donde no las hay.
En los medios de desinformación del sistema, la relación causal de esta
realidad con los efectos perversos del sistema económico es ignorada o
reducida a un relato de la fatalidad o la mala suerte.
Los organismos que ofrecen las estadísticas no refieren causalidad a
estas muertes. Sin embargo, para Luis Chamarro, coordinador de la
Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), en Madrid “más de la mitad de los suicidios, es decir, más de cinco al día, tienen que ver con la situación económica”.
“Manejamos datos suficientes como para poder afirmarlo- asegura Chamarro.
En su opinión, “un desahucio no es simplemente la culminación del
proceso legal y administrativo por el que se desposee a una persona de
su vivienda”. Es “también la entrada a un mundo lleno de dificultades
sociales y emocionales, por el que las personas transitan a veces sin
recursos suficientes para superarlas”.
Chamarro refiere que los estragos que causan los desahucios en la
sociedad española están provocando los peores casos de suicidio.
“Habitualmente- explica el activista- todo
empieza con la pérdida del trabajo y de la posibilidad de afrontar las
deudas normales de la propia vida, desde las cuestiones más básicas
hasta las deudas financieras”.
Allí comienza la verdadera odisea, apunta Luis Chamarro
El 100% de las familias afectadas por un proceso de desahucio sufren
problemas de salud. Principalmente afectación psicológica, pero también
múltiples problemas de salud física, de los que el 50 por ciento son
padecimientos de carácter grave.
Se dan casos de ansiedad, de insomnio, de alteraciones de la conducta
alimentaria, ya que ni siquiera tienen recursos suficientes para llevar
una dieta medianamente equilibrada, sufren afecciones cardíacas y
coronarias, que incluso pueden causar infartos.
Todo un cuadro dramático para cientos de miles de familias que,
comprensiblemente, está llevando a muchísimo españoles a tomar la
drástica decisión de quitarse la vida.
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