Principios de
clase y valores democráticos
EP: ¿Quiénes son
y cómo nace la agrupación?
Hoy somos ocho
músicos y siete bailarines, estudiantes y trabajadores que dedicamos nuestros
otros tiempos a desarrollar el arte. No tenemos estudios artísticos, pero
demostramos que personas comunes y corrientes podemos hacer arte para nuestro
pueblo.
Iniciamos en el
Ballet Folclórico de la Universidad de Santiago (Bafusach). Sabiendo que Víctor
Jara fue funcionario de la Universidad Técnica del Estado (actual Usach),
quisimos retomar su obra y montamos “Herminda de la Victoria”. Para ello
armamos otra agrupación, en la que las diferencias internas llevaron a la
separación definitiva.
Muchos de
quienes vivimos la experiencia de Herminda seguimos juntos. Escuchando a Víctor
Jara y Quilapayún, llegamos al nombre, entendiendo la ventolera como un viento
fuerte, que levanta tierra y remueve, que incomoda. No queríamos ser
reconocidos como arte lindo, sino como algo que molesta. Se ha ido convirtiendo
en tradición que en algunas presentaciones importantes se pone a correr una
ventolera, ¡incluso nos ha llovido!
Uds. realizan
presentaciones al aire libre, parte de los principios de su agrupación.
Cuéntennos sobre ellos
Nos guían cuatro
principios para enfocar nuestro trabajo:
El
centralismo democrático
ha sido efectivo y nos permite avanzar. Por un lado, tenemos la dirección
artística, que reúne las decisiones y propuestas. Luego, hay espacios de
asamblea, donde todos opinamos y discutimos; con esas ideas la dirección toma
las decisiones. Siempre estamos en un proceso interno de debate y lucha. Muchas
veces sucede que cada uno quiere algo distinto o representar a la agrupación de
forma individual; este principio no ha sido fácil de implementar.
El
autosostenimiento
se justifica por los recursos para la puesta en escena, vestuario, etc. No
utilizamos la palabra autogestión, ya que alude a generar recursos de manera
aislada. Nosotros no cobramos por presentación, así que hacemos otras
actividades como peñas o rifas que sirven para acercarnos al pueblo, a la vez
que nos apoyamos en las masas.
El
uso de espacios públicos
es un rechazo a los escenarios. No planteamos arte para unos pocos, sino para
todos. Desde un inicio quisimos retratar las luchas del pueblo, sus conquistas.
Es por ello que presentamos en plazas públicas, pues está pensado para llegar a
las masas. Nos fijamos también en incluir espacios de interacción.
El
combate al egocentrismo
es un principio que estamos siempre desarrollando. El protagonismo unipersonal
se da mucho en el mundo del arte. Todos nosotros participamos en compañías
donde había artistas irremplazables. Queremos que aquí todos puedan hacer
también el papel del otro. No ha sido fácil, pero es necesario para servir
mejor al pueblo y no a intereses individuales.
¿Qué los llevó a
realizar la obra “Hijas del Pueblo”?
Queríamos
resaltar la valentía y decisión de luchar de mujeres latinoamericanas
principalmente, como ejemplo de emancipación de la clase obrera y de la mujer,
encontrando cuatro tremendos ejemplos:
La historia de
Teresa Flores ha sido de las más difíciles de reconstruir, ya que lo que más se
conoce es que fue compañera de Luis Emilio Recabarren. Investigando hemos
podido reconstruir su dirección en “las huelgas de las cocinas apagadas”. Las
mujeres de los tiempos de las salitreras se dieron cuenta de que en su doble
opresión, por ser clase obrera y ser mujeres, no tenían nada que perder.
Conquistaron mejoras inmediatas usando su creatividad, impulsaron a sus compañeros
a ir a la huelga, agarraban el trasero de los policías para intimidarlos,
obligaron a administradores de las pulperías a bajar los precios de los
alimentos o se lanzaban a las vías del tren para impedir la llegada de los
rompehuelgas.
Aracely Romo fue
una joven que participó en sus inicios luchando por el reconocimiento de los
combatientes caídos y al cabo de un tiempo comprendió que el mejor homenaje era
tomar ella misma en sus manos la responsabilidad de la lucha armada. Formó
parte del MIR y tuvo que despedirse de lo que ella conocía para organizarse y
luchar clandestinamente.
Juana Azurduy
luchó contra las fuerzas armadas de la realeza, tomando posición por los
pueblos originarios. Era una “india chola” del territorio de Alto Perú, que hoy
forma parte de Bolivia y Argentina, donde es reconocida como heroína de la
independencia. Formó un ejército de mujeres y fue reconocida por su valentía en
la defensa del territorio, tomando altos cargos en el ejército independentista.
Existen películas y canciones que le hacen homenaje.
Por último, la
historia de Olga Benario, quien nació en Alemania y combatió a los nazis.
Exiliada en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), se formó como
cuadro militar y fue designada como guardaespaldas de Luis Carlos Prestes,
comunista brasileño también exiliado. Con la ayuda de Olga logró ingresar de
forma clandestina a Brasil para impulsar la revuelta y la constitución del
Partido Comunista. En estas luchas ambos son detenidos y Olga es deportada a
Alemania, donde ingresa a un campo de concentración y se da cuenta que espera
un hijo de su compañero.
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