miércoles, 15 de enero de 2020

Yoga y propaganda hinduista. Un artículo del compañero Adolfo Naya en India Vermella.


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Yoga y propaganda hinduista
Adolfo Naya*

Aparentemente el yoga no es más que una actividad física y mental  muy arraigada en muchos lugares del mundo. Pero para el gobierno hinduista-fascista del Primer Ministro indio Narendra Modi, resulta un arma de propaganda muy importante.

Una de las primeras medidas tomadas por el Primer Ministro Modi a su llegada al gobierno de la India, fue proponer  en las  Naciones Unidas, el Día Internacional del yoga (21 de junio). En 2014 fue aprobada por la Asamblea General de la ONU y desde 2015 se celebra en todo el mundo. Esta afición por el yoga viene por  su amistad con varios gurús que hicieron campaña a su favor y por la relación con el hinduismo, en la búsqueda de una hegemonía cultural con respecto a otras culturas que hay en la India.

El  yoga es empleado por el estado indio, para mantener una imagen exterior, de paz y de no violencia, y en la India bajo su ideología hinduísta-fascista pretende perpetuar los privilegios de las castas superiores y justificar la opresión y la violencia extrema contra dalits, adivasis, musulmanes, cristianos, sijs o bahujans. No podemos olvidar el genocidio de musulmanes (10.000 asesinados) que Modi propició cuando era presidente del Estado de Gugaraj, así como la estrategia genocida “Operación Cacería Verde” contra el movimiento naxalita, adivasis y dalits.

Esta estrategia de imagen exterior está capitaneada por varios gurús, uno es Sri Sri Ravi Shankar, impulsor de la Fundación “El Arte de Vivir”, una fundación que promueve por todo el mundo el amor, la educación, la salud y la no violencia. Este gurú pretende  con la meditación y el  yoga  acabar con las tensiones del ser humano, algo muy necesario para todos eses directivos de grandes multinacionales y políticos que no quieren  ver la realidad de miseria y destrucción que ellos producen, así, mejor respirar hondo, cruzar las piernas y pensar que no nos puede afectar lo que vemos a nuestro alrededor. Este gurú es uno de los más demandados por las grandes multinacionales para relajar a sus directivos.

La revista Forbes lo considera una de las personas más poderosas de la India. Sri Sri Ravi Shankar es consultor de Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas y fue una de las personas destacadas en los acuerdos de paz entre las FARC y el Gobierno Colombiano, realizando talleres de meditación y respiración a los negociadores de las FARC en la Habana, antes de firmar los acuerdos de paz. El gurú les propuso a los miembros de las FARC tomar el camino gandhiano de la no violencia. Este gurú es amigo del ex-presidente de Argentina Mauricio Macri, de hecho realizó un macro evento de yoga en el G20 de Buenos Aires, donde por supuesto participó Modi.

Ravi Shankar continúa con su trabajo de agente de la reacción en Venezuela manteniendo reuniones con Maduro y con Guaidó. ¿Cómo puede ser que miembros de las FARC o Nicolás Maduro, teóricamente socialistas y que luchan por la justicia social, se reúnen con un agente de la reacción y defensor del sistema de castas donde unas personas son superiores a otras?

Otro de los amigos del  Primer Ministro Modi es Baba Ramdev un tele-gurú de yoga que celebra grandes “fiestas del yoga” en masa para apoyar a Modi. Este gurú es uno de los que más está haciendo del yoga un arma clave en la hegemonía cultural del hinduismo-fascista, siendo un gran amigo de las organizaciones extremistas y violentas de los  hinduistas como el Vishwa Hindu Parishad (VHP) y el Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS).  Pero este gurú también es un multimillonario que posee una gran empresa de productos ayurvedicos llamada Patanjali. De hecho dice que con la ayuda de la ayurveda puede “curar” el SIDA, y afirma que la homosexualidad es un desorden mental y que se puede “curar” con seis meses de yoga.  
Estos son algunos de los miembros del  aparato de propaganda del hinduismo-fascista del gobierno Modi. En una sociedad dividida e clases y castas, hablar de paz y de no violencia, es perpetuar la opresión y la violencia que sufren las clases trabajadoras.

*Adolfo Naya, antropólogo social gallego es miembro del CGAGPI.





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