FRANCIA: Crece las protestas contra el reaccionario gobierno Sarkosy.

Francia vive una autentica revuelta contra las medidas anti-populares del gobierno del Presidente Sarkosy.
La llamada a cerrar filas, realizada por el Presidente a sus ministros, trata de ocultar una realidad en el que el escandalo Bettencourd o las practicas racistas en la expulsiones de gitanos han desacreditado   "le petit Nicolás".
Las huelgas indefinidas en sectores claves de la economía burguesa, transportes, hidrocarburos, puertos etc. esta poniendo al Estado contra las cuerdas y son cada vez son mas y mas altas, las voces que reclaman la cancelación de los planes de un gobierno desacreditado y anti-popular.  En los propios sectores de la burguesía y del mismo partido gubernamental crece el sentimiento de que no son momentos de apuestas personales de "todo o nada" propias de las megalomanías de un Presidente cada vez mas solo.
El fantasma de un nuevo mayo del 68, en el que las huelgas se extendieron por todo el país y lo paralizaron, en aquel momento la complicidad de los revisionistas del  PCF permitio poner fin a la revuelta, recorre las calles de las principales ciudades francesas.
Se ha convocado una nueva huelga general para el día 19 de octubre mientras sólo una de las 12 refinerías de Francia no fue cerrada por los manifestantes y el Gobierno intentó calmar a la población, aunque una decena de estaciones de gasolina reportaron escasez debido a una oleada de compradores temerosos de quedar sin combustible.
"No habrá escasez de combustible en las gasolineras", declaró el secretario de Transporte, Dominique Bussereau, pero no quiso decir si el Gobierno consideraba usar sus reservas petroleras estratégicas. "Tenemos lo que se necesita para estar al menos un mes sin problemas", aseguró.
Un estudiante fue herido por una bala de goma disparada por la policía en los suburbios parisinos, mientras que otro fue llevado al hospital en Burdeos tras los enfrentamientos. En Lille, los estudiantes quemaron un auto y contenedores de basura.
La incorporación de la juventud a las protestas de los trabajadores ha generado aun mas inquietud entre la oligarquía francesa, conciente del malestar genralizado y el aumento de la intensidad de la lucha de clases.