miércoles, 7 de enero de 2015
Condenando brutal atentado a la revista satirica francesa Charlie Hebdo.-
Desde Dazibao Rojo queremos manifestar nuestro pesar y condena por el brutal atentado contra el semanario Charlie Hebdo presumiblemente por un comando de fascistas fundamentalistas.
En el mismo han muerto su director y otras personas de la redacción incluidos dos custodios de la policía.
La criminal acción solo puede beneficiar a las fuerzas mas negras tanto del estado imperialista francés como a los fascistas fundamentalistas. A los primeros para amedrentar a la población e implementar medidas represivas en todos los ámbitos, criminalizando a los trabajadores y trabajadoras de origen árabe, justificando la "guerra contra el terror". Los fascistas fundamentalistas en su odio contra sus propios hermanos, pretenden enfrentar a los pueblos entre ellos, en una fanática guerra religiosa.
Respetamos la religiosidad de las masas pero rechazamos total y radicalmente su uso para justificar el crimen y el terror.
Esas mismas bandas negras que el Kurdistan estan siendo barridas por las fuerzas kurdas y del gobierno sirio. Bandas que cuentan con el respaldo encubierto de los fascistas turcos de Erdogan y la finaciación de los emiratos feudales.
Los pueblos arabes, merecen nuestro repeto pero las bandas fascistas y sus dirigentes de la oligarquia feudal, nuestro total desprecio.
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2 comentarios:
Estimados camaradas, les un envio un caluroso saludo rojo y felicitarlos por su trabajo.Pero en este caso, me gustaría y dentro de compartir su repudio a lo sucedido en Francia, echo de menos por parte de ustedes, un mayor análisis marxista sobre la cuestión de la religión y el fundamentalismo. Por eso les escribo para ir creando un debate m-l-m sobre la cuestió de la religión.
“El sufrimiento religioso es, por una parte, la expresión del sufrimiento real y, por la otra, la
protesta contra el sufrimiento real. La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el corazón de
un mundo sin corazón, así como es el espíritu de una situación carente de espíritu. Es el opio del
pueblo” Escribia Marx en la “ Crítica de la Filosofía del derecho de Hegel”
Para Marx la religión es tanto expresión (reflejo) del sufrimiento real, como también protesta
contra ese sufrimiento. Cabe entonces preguntarse, ¿Cuál es la criatura oprimida?, ¿Cuál es el
mundo sin corazón?, ¿Cuál es la situación carente de espíritu de la cual la religión es “suspiro”,
“corazón”, y espíritu”? Hay una sola respuesta, la sociedad en general (tanto la capitalista como las
anteriores sociedades de clases antagónicas) y las contradicciones que en ella se engendran
producto de las diferencias y la enajenación basada en la explotación del hombre por el hombre. Es
lógico por tanto que concluya su idea calificando a la religión de opio del pueblo en el sentido de
bálsamo o de consuelo para los oprimidos. Pero Marx no consideró simplemente la religión como
opio, sino que,- superando los límites de la crítica iluminista – lo consideró como algo que el
pueblo se suministra para poder soportar la miseria cotidiana y obtener ilusoriamente determinada
seguridad. Sólo cuando esta ilusión lleva al hombre a posiciones fanáticas, estamos en presencia de
la función enajenante que pueden desempeñar este tipo de creencias.
los marxistas no luchamos contra la religión desde una perspectiva anticlerical liberal, que le da un valor positivo absoluto a lo secular. Para un intelectual ilustrado la persistencia de las ideas religiosas en amplios sectores del movimiento de masas se explicará esencialmente por su ignorancia o su atraso. Para los marxistas en cambio,
la raíz más profunda de la religión en nuestros tiempos es la opresión social de las masas trabajadoras, su aparente impotencia total frente a las fuerzas ciegas del capitalismo, que cada día, cada hora causa a los trabajadores sufrimientos y martirios mil veces más horrorosos y salvajes que cualquier acontecimiento extraordinario, como las guerras, los terremotos, etc. [23]
Porque la religión no es más que la visión invertida de la sociedad y surge de las relaciones sociales materiales, la lucha contra la religión no puede ser un combate ideológico y abstracto, sino que "hay que vincular esta lucha a la actividad práctica concreta del movimiento de clases, que tiende a eliminar las raíces sociales de la religión"
la agudización de la lucha de clases en el Medio Oriente -esencialmente como lucha antimperialista y/o de liberación nacional- acompañado por el ascenso del islamismo militante, plantea una situación altamente contradictoria para los marxistas. Desde hace años existe una polarización en las filas de la izquierda, en particular de los grupos del trotskismo europeo, en torno a qué política plantear hacia esas organizaciones, dando lugar a dos posiciones que, en mi opinión, son equivocadas. Por un lado, están quienes dándole un valor absoluto al carácter reaccionario de la religión -manifestado en la opresión hacia las mujeres, el rechazo y la persecución a la izquierda marxista, la imposición de valores morales rigurosos, entre otros elementos ciertos.- anteponen la defensa del "laicismo" casi como un principio, adoptando así una posición "democratista" abstracta. La tendencia opuesta es a considerar a los movimientos islamistas en sí mismos como "progresivos" y "antimperialistas", por ser expresión política de las masas más explotadas y oprimidas.
Desde el punto de vista de la lucha de clases, uno de los elementos fundamentales ha sido el retroceso de la clase obrera mundial en las últimas décadas, que ha impedido que sus sectores más avanzados, tanto en los países centrales como en el mundo semicolonial, presenten una alternativa para los pueblos oprimidos por el imperialismo.Exceptuando los camaradas de India, o Filipinas. Esto se ha visto en las movilizaciones contra la guerra de Irak que, a pesar de su masividad, mayormente no han contado con acciones obreras contundentes que pudieran detener los engranajes de la maquinaria bélica mediante la huelga general o el sabotaje. El otro aspecto que creo decisivo en el fortalecimiento de los grupos islamistas de los últimos años, es la crisis de la perspectiva socialista y el internacionalismo proletario. Creo que estos elementos, de superar el estado actual, podrán influir en los futuros procesos de radicalización política de sectores que en los países oprimidos enfrenten al imperialismo.
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