domingo, 24 de noviembre de 2019

El rostro del reformismo. Un artículo del camarada Miguel Alonso.


1. Morales denuncia la detención
 
El rostro del reformismo. 
Miguel Alonso.

El golpe de Estado contra la presidencia de Evo Morales, el desarrollo del mismo, la criminal represión desatada por policías y militares contra las masas populares que se rebelan, son el resultado del reformismo, de la continua claudicación frente a los poderes facticos del capitalismo burocrático, los auténticos detentadores del Poder.
El discurso democrático burgués, su falsa democracia, nunca puesta en cuestión por el Movimiento al Socialismo, no solo engañó a un importante sector de las masas, muchas de ellas de las etnias originarias, dejándolas en manos de todo tipo de oportunistas que crecían al calor de las migajas del poder y desarmadas frente al Ejército boliviano reaccionario y fascista.
Nunca, en ningún momento, ni con las nacionalizaciones (también nacionalizo el petróleo en Venezuela, el genocida Carlos Andrés Pérez) se puso en cuestión el capitalismo. ¡Estos son hechos!  Todo lo demás es la palabrería de la internacional reformista que ahora llora la caída del tándem Morales/Llanera.
En Galiza, como no podía ser de otra manera, los revisionistas de IU, los nacionalistas del BNG y sus orquestas, llaman a defender la democracia en Bolivia, como si esa democracia no fuera marcada por su carácter de clase, como dictadura de la oligarquía, que arranca en el Virreinato y que apenas ha variado desde entonces. En un comunicado, llegan a afirmar que el gobierno de Morales “desapareceu a miseria”. Si no fuera que estamos hablando del sufrimiento del pueblo, sería una gran broma. ¡Patético!
Pero volvamos a Bolivia, donde vemos al MAS como mientras denuncia un “Golpe de Estado” trafica con “la presidenta Añez” y sus conmilitónes la convocatoria de una nueva convocatoria electoral. Es ahí cuando vemos la traición sangrienta al pueblo. Apenas es, un acuerdo para no perder los curules, mientras el pueblo pone los muertos. Lo llaman salvar la Constitución.
Todo ello solo tiene un nombre ¡Traición!
Las masas populares, los maoístas bolivianos, tienen el deber de construir un Partido Comunista solido para iniciar la guerra popular que sea capaz de resolver el problema del Poder  y llevar a cabo la auténtica liberación del pueblo con la Revolución de Nueva Democracia en Bolivia.

1 comentario:

Loam dijo...

América Latina necesita estrategas como Fidel Castro, Europa un despertar que saque a las masas de su inducido letargo.