El revisionismo y la lucha de los homosexuales.
Miguel Alonso.
Me quiero referir en este artículo a la decisión del Partido Comunista de
Grecia (KKE) de votar, junto a la derecha, contra la aprobación de una ley que
permite a las personas que lo deseen cambiar su sexo así como su documentación
sin más trabas que su propia voluntad.
El texto presenta a los comunistas como homófonos y realmente creemos que
habrá personas que sean confundidas por esta cuestión y es necesario aclarar cuál
es la verdadera posición de los comunistas sobre la misma.
Una de las primeras leyes del nuevo gobierno soviético, de cuya gran revolucion celebramos este año el centenario, fue despenalizar tanto
el aborto como la homosexualidad u otras trabas a la sexualidad, el divorcio y dar plena igualdad legal de la mujer junto al hombre.
Pero, como ya advirtiera Lenin sobre el peso de la costumbres, las actitudes
homofóbicas continuaron en gran parte de la población y lo que es peor en la
propia dirigencia soviética o en organismos revolucionarios como la
Internacional Comunista.
Las teorías que señalaban la represión sexual como causa de la
homosexualidad, defendida por eminentes figuras como el psicoanalista y sexólogo
alemán Wilhem Reich* dieron origen a un posicionamiento represor que encontró apoyo
en líneas derechistas basadas en los prejuicios burgueses y religiosos y que no
fueron combatidas seriamente por la dirección del PCUS.
La carencia al definir como minoría oprimida a la población homosexual o
lesbiana, algo que si se hizo con la población de religión judía, mantuvo vigentes
los dictados represivos del zarismo y de la reacción en esta importante cuestión.
Tambien es cierto que eran muchas las tareas urgentes de la revolución, la
guerra civil revolucionaria, los planes
quinquenales, la lucha contra el alcoholismo etc. pero la carencia de un
debate, o más bien una revolución cultural, en esta cuestión no fue abordado en
profundidad, a pesar de las posiciones de dirigentes bolcheviques como Alexandra
Kollontaí, Inessa Armand o la propia Krupskaia.
Esto es aprovechado ahora por los anti-comunistas para atacar al camarada Stalin y
achacarle un nuevo delito; homofobia.
Francamente camaradas, desconozco la
existencia de algún escrito del camarada Stalin sobre esta cuestión. Solo
señalar que nada se dice de la política en este sentido de los renegados
revisionistas de Kruschov o Brézhnev que persiguieron e internaron a muchos homosexuales
y lesbianas en centros psiquiátricos como hace el actual régimen despótico
ruso. Tampoco se dice que las diversas pautas sexuales fueron calificadas de patológicas
a nivel mundial hasta la década de los años 70 del pasado siglo. La OMS lo haría
hasta 1990.
Lo que si vemos, es que la cuestión es abordada casi siempre desde el punto de
vista metafísico y no dialectico, como si el pensamiento revolucionario fuera
una revelación divina, atemporal y que no fuera producto de la practica
revolucionaria, correcta pero también incorrecta. Al igual que en un momento
determinado de la historia del socialismo no se tuvo en cuenta la importancia de
la conservación del planeta y sus especies, en otras aéreas sociales también ocurrió
esto, perseverando los viejos prejuicios heredados del pensamiento religioso y burgués.
El KKE fue un poderoso y heroico destacamento del MCI. No solo liberó al país
de los invasores nazi-fascistas sino que a partir de 1945 libro una dura guerra
civil revolucionaria contra la reacción monárquica y los imperialistas ingleses
y yankees. Su derrota en 1949 permitió que una línea oportunista de derechas
llevara al KKE al camino del revisionismo, del cretinismo parlamentario y a la
negación de preparar la revolución y la guerra popular.
Ese es el actual KKE un partido revisionista al estilo “soviético”, dan muchos vivas a Lenin pero su práctica es la negación del leninismo. Por ello no es de extrañar que mantenga esas posiciones de moralina burguesa.
Ese es el actual KKE un partido revisionista al estilo “soviético”, dan muchos vivas a Lenin pero su práctica es la negación del leninismo. Por ello no es de extrañar que mantenga esas posiciones de moralina burguesa.
Según un artículo en Izquierda Diario el KKE argumenta:
“La
orientación homosexual o la alternancia entre orientación homosexual y
heterosexual es presentada por sectores intelectuales y artistas, especialmente
a la juventud, como algo especialmente disidente, una forma radical de
comportamiento (…) Proyectan la idea de que la identidad sexual es algo fluido,
construido social y lingüísticamente. Esta es la corriente filosófica del
posmodernismo, que niega la objetividad del sexo biológico que es la base de la
predominancia de las orientaciones sexuales heterosexuales.” Y agregaban que “estas
teorías llevan a la negación de las diferencias biológicas entre hombres y
mujeres, negando la objetividad de la identidad de género”.
Aunque estamos de acuerdo en
combatir el relativismo postmoderno y otras teorías de género del feminismo burgués,
nada impide que el comunismo, como ideal de liberación de la humanidad, defienda
la libertad del individuo, o de un colectivo a practicar una sexualidad
diferenciada de la mayoría heterosexual.
Durante la guerra popular que encabezo el partido Comunista del Nepal
(maoísta) en los años noventa, antes de la traición del renegado Prachanda, los
maoístas asumieron que los homosexuales, lesbianas o demás colectivos debían de
ser protegidos de la opresión y participar en pie de igualdad en toda la lucha
popular. Fue una posición justa que permitió unir al camino de la revolución a
estos sectores oprimidos.
Ni mejor ni peor.
Los prejuicios basados en las religiones judeo-cristianas han condicionado
el pensamiento de la humanidad, como parte de la superestructura del poder
opresor del pueblo y si no somos conscientes de ello, sino los combatimos energicamente con
revoluciones culturales, será el caldo de cultivo de nuevas líneas oportunistas
y de las restauraciones capitalistas allí donde triunfe la revolución. No se
trata de definir cuál es el comportamiento sexual del individuo, desde la "moralidad",
cuando el centro del análisis tiene que ser necesariamente de clase, tratando
las contradicciones que puedan aparecer como contradicciones en el seno del
pueblo.
Esta cuestión debe de ser tratada con seriedad y poniendo al mando la política
de liberación sexual que planteara Marx y Engels en el Manifiesto Comunista y
nunca permitir que los viejos y reaccionarios dictados del pensamiento mágico y
religioso nos marquen la línea a seguir.
Nota:
*Wilhein Reich (1897/1957) fue un conocido y polémico psicoanalista y
ensayista alemán. Miembro del Partido Comunista Alemán, fue expulsado por su
radicalismo. Sus obras más destacadas Psicología
de masas del fascismo, Que es la consciencia de clase o la Revolución sexual de
los jóvenes.
1 comentario:
Muy buen artículo. La lucha contra la homofobia forma parte de la revolución cultural a llevar término.
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