domingo, 11 de marzo de 2018

Desmontando la industria de las ONGs feministas ( I )

Desmontando la industria de las ONGs feministas

Kursal Garrido / La Haine

Herramienta de control social al servicio de la hegemonía globalista: ‘activismo’ subvencionado, 
‘activismo’ comprado


El Departamento de Defensa de EEUU y las grandes corporaciones multinacionales financian una vasta industria de derechos humanos y de diversidad. Las campañas de concienciación sobre ambas funcionan como las bombas: atacan, explotan y tratan de destruir todo lo que está a su alcance
(Steve Haarink)


Feministas postmodernas: con la iglesia de género hemos topado
En las últimas décadas el negocio de las llamadas ONG's (Organizaciones no gubernamentales -no se rían-) ha florecido de forma copiosa, curiosamente al calor del injerencismo militar y político de EEUU y la OTAN en todo el mundo. Y lo han hecho como novedosa arma "solidaria" de destrucción masiva ya que las llamadas empresas de caridad social no sólo actúan como agentes desmovilizadores ideológicos en zonas de aparente paz o de pobreza extrema sino que han resultado ser también un instrumento de propaganda muy hábil para reforzar las tesis bélicas de sus "sponsorizadores". Se puede decir que el tradicional misionerismo católico ha ido dejando paso o coaligándose con los nuevos movimientos seculares de organizaciones sociales "no gubernamentales", tenderetes manufacturados en su mayoría por intereses públicos y privados, imperialistas, de Occidente. Lo de "no gubernamentales" no es necesario decir que empieza a ser un chiste macabro.
Las ONG's están funcionando como efectivas traficantes injerencistas de derechos humanos a gran escala, en coordinación con las élites políticas-oligárquicas de EEUU y la Europa de la OTAN, tanto si hay como no potenciales objetivos bélicos de Washington. Si los hay...la estrategia es denunciar primero la "represión" o vulneración de derechos humanos, exigiendo en algunos casos una "intervención militar humanitaria" y después, sobre el "terreno" se encargan de "inventariar" las violaciones de DDHH del "régimen" de turno, en una táctica previamente consensuada con sus amos imperiales. Esto es lo que ha sucedido, en los últimos tiempos, en países como Siria y Libia. Cabe señalar, por otro lado, que en naciones bajo control militar de EEUU, como es Afganistán, las ONGs sólo pueden operar bajo la autorización de la CIA y la OTAN.
La lista "Soros" del magnate norteamericano manejando a sus 226 marionetas en Europa ejemplifica el grado de corrupción de unas élites políticas que actúan no sólo bajo el manto protector del billonario progre de la CIA y de "revoluciones de color" nazis como el Euromaidan ucraniano, sino que utilizan como respaldo a una extensa red multinacional de ONGs, a su vez controladas por las agencias de inteligencia de Occidente a través de fachadas-fundaciones como la NED y numerosas corporaciones empresariales de multimillonarios financistas. Todo ello con el objetivo de mantener el "statu quo" capitalista imperante en el mundo bajo el engaño salvífico de los "derechos humanos", la "justicia social", la "diversidad sexual LGBTI" y el "feminismo postmoderno".
Una de los frentes o caras del activismo ONG generosamente subvencionado por los Estados Occidentales para el control social del "divide et impera" capitalista es precisamente el de las organizaciones feministas agrupadas en torno a la progresía post-troskista, socialdemócrata o neoliberal postmoderna, quienes llevan pontificando durante los últimos años de forma enfermiza, en Occidente, una divinización de lo "feminista", en particular, desde medios progres como Público o el de George Soros, ElDiario.es, donde colaboran especímenes como Barbijaputa, y también en el resto de medios con tendencias menos progres y más derechosas (ELPAIS, ELMUNDO, etc). Algo que hubiera revuelto las tripas a las iniciadoras de ese movimiento.
La mistificación de lo "feminista" se está haciendo en base a una colección de medias o completas verdades (las menos), anécdotas, mentiras, demagogia, datos en algunos casos falsos y un discurso donde aúnan sensacionalismo, falta a la verdad y menosprecio por el papel a desempeñar por el hombre en sus proyectos de radicalismo (sic) feminista. En el mundo del feminismo subvencionado el discurso debe estar en consonancia con las aportaciones dinerarias que el Estado y/o tus patronos billonarios te dan.
La invasión-invención de un nuevo lenguaje parasitario forma parte sustancial de los, las y "les" próceres del feminismo institucional y callejero. Uno de los alegatos teóricos más bobos y disparatados esgrimidos por el feminismo postmodernista consiste en que hay que despotenciar al hombre de la "masculinidad" puesto que es el resultado de un heteropatriarcado "opresor". Es decir, la imposición consiste en que tú (como hombre) debes asumir tu rol histórico de "opresor" y luego, vía crucis feminista y despojado de tu masculinidad represiva, ya estarás en condiciones de ser el "hombre nuevo", según los cánones exclusivistas de arianización feminista. Mientras tanto, eres y seguirás siendo culpable, al modo que la iglesia inoculó a sus súbditos durante largos siglos, de haber sido depositario del pecado original "machista" por ser hombre. Si te lo tomas en serio, esto no llega ni a la categoría de imbecilidad.
El otro pretexto utilizado es repetir de forma monótona e incesante algo que, en términos globales, es totalmente incierto por mucho que tiren de estadísticas (¡los que les pagan!): como es el hecho de que estemos, según las estridentes feministas bienpagás, inmersos en una cultura de la violencia machista (también de la violación, que esto ya es pura ficción), que existe un mar de desigualdad (cuando existen prácticas discriminatorias más o menos puntuales y en otro caso, se han legalizado abrumadoramente las "positivas" a su favor), que se está "cosificando" a la mujer por ser mujer (otro neologismo de chistera) y bobaditas para perder el tiempo tan risibles como que hay que destruir el concepto de "amor romántico".
En definitiva, el argumento etnocentrista-feminista postmoderno consiste en que todo lo que le ocurra a una mujer proviene de la maldad masculina...porque cuestionar el sistema, la raíz de sus supuestos males, no lo hacen ni lo harán. Teatro de marionetas. Es más cómodo perder los estribos de la razón estando al servicio de una industria estatal de "género" que lanza alertas sobre cualquier actividad supuestamente "sexista" en cualquier foro o ámbito público-privado bajo la supervisión de las nuevas vigías de la moral sacerdotal-feminista. Por fantasear con nuevos patrones neolínguísticos que no quede. De ahí que hayan aparecido como setas términos como "micromachismos", que consisten en microgilipolleces del tipo: pedí una cerveza y un mosto y el mosto se lo pusieron a ella (el que te equivoques está mal visto) o bien Pedrito le preguntó a Chema en vez de a Paquita que tenía más conocimientos que nadie...
Otro pleonasmo feminista esperpéntico, fabricado en EEUU, es el llamado "mansplaining", es decir, cuando un "hombre le explica a una mujer cosas que ya sabe con la clara intención de mostrar superioridad". Y yo me pregunto ¿cómo coño se llega a la conclusión de que ese hombre quiere mostrar su superioridad aria? ¿No cabe la posibilidad de que le esté enseñando, siempre educadamente, algo que ella no sabe? Y, en cualquier caso ¿no cabe la opción de pensar que el hombre pudiera estar actuando de buena fe? Y si se ha equivocado de su "terrible" error...¿no se le puede "amonestar" diciendo.."gracias pero ya lo sabía"? ¿Y si fuera al revés cómo lo llamaríamos? Lo fácil es construir terminología despectiva y victimista...que satisfaga a la propaganda de género. Luego están por la neurosis obsesiva con la corrección censora del lenguaje de si "tenían que haber dicho...intersexual en vez de homo erectus" o si hay azafatas en vez de azafatos, de si esta canción es "machista" y hay que vetarla...o si es necesario implementar una "economía feminista"....Mejor dejarlo porque, como diría un castizo, esto es demasié.
Cualquier crítica, cualquier matiz u observación alejada del consenso implica que el nuevo Santo Oficio feminista te excomulgue "a divinis". Ante todo este "revival" de despotismo tardofeminista uno piensa, ¿pero estas señoras (ellas llaman ahora "señoros" a los hombres, otra memez con "animus iocandi" de las subvencionadas) podrían haber durado un telediario en países como la ex Unión Soviética y otros socialistas del Este de Europa? Deberían saber estas marionetas progre-liberales que en esos países los avances igualitarios no se hicieron con cuotas y subvenciones o apoyos del capitalismo de Estado, ni tampoco de financistas billonarios, sino que se construyó, impulsó y consolidó unitariamente (hombres y mujeres) y sí, muchas veces (si no la mayoría) esos avances fueron inspirados por hombres (que eran personas, no géneros, ¿algún problema?). Y sin un solo "Ministerio de igualdad" y otros organismos de control mangantes que tanto abundan en Occidente para mantener la división por sexos y, al mismo tiempo, cohesionado al rebaño en torno al sistema. Eso sí, te reivindican a Alexandra Kollontai, Victoria Kent o Rosa Luxemburgo para dárselas de sumas sacerdotisas del feminismo.
Los neoprogres occidentales protestan porque allí, en los países socialistas, no se construyó la igualdad de "abajo" a "arriba", en plan asambleario 15-m, anarcoliberal-perroflauta, George Soros mediante o bajo la OTAN. En definitiva, no hubo propuestas-imposiciones de cuatro iluminadas para decir cuál era el mejor proyecto para construir el socialismo. Quede claro que uno de los santos dogmas de las feministas de hoy "la revolución será feminista, o no será" no es revolucionario, sino segregacionista, reaccionario, exclusivista y, diría, que hasta fascista. Eso sí, el que diga lo contrario es un "neomachista" de izquierdas. Su nivel. Toda esta ponzoña del feminismo con denominación de origen postcapitalista, con sus ideólogos y politólogos progres de la internacional feminista podemita y asociados, trabajando como disidencia controlada, ha sido importada desde EEUU como arma de destrucción masiva.
El problema de las feministas transversales postmodernas es que incluso para la consecución de sus objetivos mienten y se atreven a falsear datos porque la palabra "mujer" hay que deificarla y mistificarla a toda costa. Un ejemplo: no hace mucho una estridente representante de ese feminismo dijo que la mayoría de los migrantes que llegaban a Europa eran mujeres y era una vergüenza que no se "visibilizara" esta cuestión. Pero echando mano de estadísticas resulta que era todo lo contrario. La mayoría abrumadora de migrantes eran hombres. Pero como vende la industria de la "mujer" hay que seguir exprimiendo el limón del género (tonto).
El feminicidio es otra arma semántica arrojadiza del postmodernismo feminista que está haciendo fortuna entre los círculos progres. En Occidente, como tal, no existe ese fenómeno pero los grupos feministas están por la esquizofrenia y hacen tabula rasa para decir que hay feminicidio en países como España. Dicho término implica, según la definición que se puede leer en Internet, un "conjunto de acciones de extrema violencia y contenido deshumanizante, como torturas, mutilaciones, quemaduras, ensañamiento y violencia sexual". Es obvio decir que ni en el 0.001 % de los casos de violencia contra mujeres en España se dan esos parámetros, lo que constituye una manipulación torticera y grotesca, una más, del feminismo de la enésima ola. Qué fácil, y desvergonzado, es vulnerar el sentido etimológico de una palabra para vender réditos de género y llenar la buchaca de pasta estatal.
Dicho concepto, feminicidio, sería aplicable, estrictamente, a países que tienen larga tradición "democrática" como Arabia Saudita, México y otros a los que Occidente nunca presta atención a sus DDHH o sistema político y si al financiamiento-apoyo de sus ejecuciones y asesinatos, donde hay connivencia del Estado para denigrar y ejecutar a mujeres, traficar con ellas o, incluso, se legisla la misma esclavitud de la mujer. Pero las feministas sponsorizadas no suelen vociferar mucho sobre estas cuestiones tan enraizadas, como están, algunas de ellas, por hacer campaña santificando a los grupos étnicos y su nueva obsesión contra el "hombre blanco heterosexual" (otra majadería).
Pero, un momento, ¿los hombres acaso no son víctimas de alguna injusticia en el mundo, visto el sesgo reduccionista al que ha llegado el hembrismo militante? Lo son y de muchas cosas, tantas que sería imposible relatarlas aquí. Y si tiras de hemeroteca alcanzaría a varios holocaustos. Por ejemplo ¿cómo habría que calificar el goteo incesante de muertes por accidentes laborales en España, donde los hombres superaron, el año pasado, en 20 veces, las víctimas mortales respecto de las mujeres? Veamos que dice el oficialismo para el año 2017:
ACCIDENTES DE TRABAJO MORTALES EN JORNADA LABORAL
Durante el periodo enero-diciembre 2017 se han producido 484 accidentes mortales en jornada de trabajo, registrándose 8 fallecimientos más que en el mismo periodo del año anterior.
Según sexo
De los 484 accidentes de trabajo mortales en jornada laboral, 461 afectaron a varones, mientras que 23 afectaron a mujeres
Ni un programa, medida urgente, juzgado contra la violencia laboral o consenso político para abordar esta sangría. Y así...como decía Francisco Umbral, en este plan. Pero ellas, las divinas de "género", ahí siguen, montando sus partículares egos y circos narcisistas, como es el organizar una "huelga" exclusivamente de mujeres para el 8 de marzo de este año, para que veamos lo mal que lo pasa el mundo sin las feministas subsidiadas (ver párrafos más abajo que tiene tela marinera), liberadas sindicales unas cuantas, y sus acólitas cuando no ponen su culo en la oficina. En cambio, yo veo en la obra de enfrente todo hombres (en general, en toda la construcción). Y, ya se sabe, sin "ladrillo" el mundo si no se para....poco le falta. Que se lo digan a la "feminista" Koplowitz y su Fomento de Construcciones y Contratas.
No se le cae la cara de vergüenza al feminismo de cuota y despacho ante este tipo de convocatorias sexistas porque gozan de extraordinaria publicidad mediática para exhibir su bien calculado y variado victimismo. Exigen, que ante ese día de huelga contra los hombres (nunca jamás contra el sistema y los sindicatos que les amamantan) "nos ocupemos de todas las tareas que supuestamente hacen ellas", incluido hacer esquirolaje laboral..vaya por dios. Son desvergonzadas y clasistas hasta límites insospechados. Un arma de enfrentamiento soñada por el Estado. Por cierto, hablando de sindicatos, estos no quieren ni oír de hablar de "huelga" para no perder la "perra gorda" estatal por lo que están haciendo mutis por el foro.
Y el feminismo atrabiliario sigue construyendo más y más cláusulas semánticas impactantes como "Es una guerra (de los hombres contra "nosotras")", "si nos tocan a una nos tocan a todas", que harían las delicias de la mafia siciliana o los fascios de combate de Mussolini y decenas de "argumentos" de este tenor que lo único para lo que sirven es para generar un estado de excepción social, fragmentación por sexos e intimidación ciudadana (teléfonos de delación). De tal modo que se podría decir que toda esta arenga de las progrefeministas de la tercera ola es indistinguible, muchas veces, del de sus oponentes ideológicos tradicionalmente machista-reaccionarios (iglesia católica o de otras confesiones, más el ultraconservadurismo político postfranquista) tanto que incluso los cromos podrían ser intercambiables fácilmente entre ambos. O, dicho de otra manera, están retroalimentandose mutuamente.
Lógicamente, sin el soporte de la enorme red clientelar de Observatorios, Institutos, Concejalías, Consejerías, partidos políticos, judicatura o Fundaciones privadas respaldándoles ideológicamente y con cuantiosas cuchipandas, el discurso del feminismo occidental no sería el mismo. Sin olvidarnos de la gran cobertura que reciben de los medios corporativos de desinformación cuando se tratan los casos de violencia de género, incomparables, con otras violencias (por ejemplo, las del Estado). El consenso ha sido pactado de antemano. La credibilidad de que no gozan, entre la progresía, esos medios cuando hablan sobre temas de actualidad política, si la tienen cuando propagan con gran aparato mediático y amarillismo los casos de "violencia machista". ¿Por qué? Pregunto.
Además, habría que decir que, cínica e hipócritamente, cuando se otorgan ayudas a mujeres víctimas del tráfico de seres humanos o en situación de explotación sexual, resulta que es el propio sistema neoliberal el que lo promueve, a través de sus amigos proxenetas empresarios y mediante la cooperación de la alta clase política con elementos mafiosos o de corruptas y criminales agencias de inteligencia occidentales (como la CIA y sus sucursales europeas), que son quienes manejan y controlan ese tráfico, al igual que lo hacen con el de cocaína y heroína. Y esto no lo oirás denunciar a esas feministas subvencionadas. Como tampoco esas feministas hacen ascos al fomento del "emprendimiento" de mujeres, el nuevo 'look' capitalista (porque empresario queda "obsoleto") para decir que te hagas plusvalista y te olvides de ser una protestona asalariada donde ahora puedes explotar al otro (si es hombre, mejor).
Las feministas transmodernas empoderadas (otro deprimente léxico importado de USA) dicen ser combativas, dicen ser activistas anticapitalistas, pero ves que están perfectamente integradas en la maquinaria del Estado que las oprime recibiendo dinerito contante y sonante para mantener vivo el tinglado lila, el desfile de antorchas, los estudios de "género" y las batucadas.
Continua...
Texto completo en: https://www.lahaine.org/desmontando-la-industria-de-las

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